sábado, 24 de agosto de 2024

Gusanos de fuego

 ¿Conoces los 'gusanos de fuego'? ¿Sabes por qué se denominan así? 

Lo cuento este fin de semana en mi sección "La mar de biodiversidad" en Granada Hoy.

‘Gusanos de fuego’ (granadahoy.com)

En el artículo te explico de propina qué es el aposematismo 🤔 y a qué debemos llamar con propiedad gusano 🪱 y a qué no. (Spoiler: las orugas de mariposas y las larvas de moscas no son gusanos). 🤪


Gusanos de fuego’


* Pueden producir irritaciones dolorosas.

* El cambio global está favoreciendo su expansión en

el Mediterráneo.




Los Anélidos forman un gran Filo de animales invertebrados de simetría bilateral, aspecto vermiforme y por lo general con el cuerpo segmentado en anillos. El grupo más numeroso está constituido por la Clase de los Poliquetos (gusanos marinos con muchas quetas o cerdas). Entre el cerca del centenar de familias diferentes de poliquetos se encuentra la Familia Amphinomidae que se caracteriza por poseer largas quetas que inyectan compuestos tóxicos que se clavan en la piel produciendo irritaciones y quemazones. De tamaño medio a grande, exhiben colores brillantes y contrastados, lo que los hace muy llamativos. Al estar protegidos por sus sedas venenosas, tienen unos hábitos menos ocultos que el resto de los poliquetos y son fáciles de ver, aunque no deben tocarse directamente.


Uno de los representantes de esta familia, cada vez más habitual encontrarlo en las inmersiones en nuestras costas, es el conocido como gusano de fuego cuyo nombre científico es Hermodice carunculata, que puede superar los 30 cm de longitud. Su cuerpo está comprimido dorsoventralmente. El color de la parte dorsal es variable, (verde, pardo o rojizo), apreciándose de manera clara, entre cada segmento, una línea amarilla. Las sedas, de color blanco, son numerosas, largas y frágiles y están calcificadas, por lo que son rígidas y son usadas como mecanismo de defensa o de ataque.



Cuando el animal es molestado estos pelos sedosos son concentrados en la parte superior y se clavan con mucha facilidad produciendo una fuerte sensación de quemazón y escozor. Precisamente el nombre común, gusano de fuego, no se debe a los colores de este poliqueto sino a la irritación que producen esas quetas cuando penetran en la piel; aunque en principio el contacto no debe tener mayores complicaciones que las producidas por una ortiga, su veneno puede llegar a producir náuseas, vómitos y mareos y en personas sensibles puede causar edemas y fiebre.


Alimentación.


Los gusanos de fuego son una especie omnívora oportunista, que puede actuar tanto como depredador como carroñero. Se alimenta principalmente de animales sedentarios (abanicos de mar, anémonas, diversos tipos de corales...) aunque alcanza a capturar pequeños crustáceos e incluso se ha citado que ‘atacan’ a peces capturados en las redes. En su dieta también se incluye material vegetal. Se alimentan extendiendo su faringe y liberando enzimas que descomponen el tejido de sus presas, una especie de pre-digestión para luego ir absorbiendo los nutrientes con una estructura parecida a una trompa.


A su vez los gusanos de fuego pueden ser depredados por diferentes especies como los peces mariposa y los peces escorpión o los caracoles cónicos.


Reproducción y ciclo biológico.


La reproducción de esta especie puede ser tanto asexual como sexual. En el primer caso, como otros muchos miembros de su familia, los ejemplares solo necesitan fragmentar su cuerpo para regenerar un organismo. La reproducción sexual comienza cuando, tras la luna llena, las hembras nadan a la superficie y emiten destellos de color verde fosforescente para atraer a los machos que responden emitiendo flashes de luz de manera sincronizada. Una vez que llega el individuo macho ambos liberan sus gametos al medio donde se produce una fecundación externa. Los huevos fecundados se desarrollan en larvas nadadoras llamadas trocóforas, que forman parte del plancton.


Las trocóforas tienen órganos sensoriales larvarios, (ocelos, un par de protonefridios larvarios y penachos de sedas móviles, que le sirven como medio de defensa contra depredadores, y, en algunas ocasiones, para ayudar a retrasar la caída al fondo). Las larvas van creciendo por proliferación de los tejidos en la zona de crecimiento, formándose segmentos hacia el extremo anterior, a la vez que se van añadiendo bandas ciliadas en cada segmento que contribuyen a la locomoción a medida que que gusano va aumentando de tamaño. Finalmente se producen unas transformaciones en el segmento apical.



Importancia ecológica.


Desempeña un papel importante en los ecosistemas bentónicos en lo que atañe al reciclaje de la materia orgánica que llega al fondo y está en proceso de descomposición y en lo relativo al control de la proliferación de determinadas especies. Gracias a su actividad vital en los sedimentos, ayuda a renovar el agua intersticial, oxigenando el sedimento, y por lo tanto, creando condiciones de vida idóneas para otros organismos. Su papel como depredadores de esponjas y corales y como presas para otros animales marinos es importante en el equilibrio de las redes tróficas aunque su presencia en grandes cantidades puede ser una señal de desequilibrios ecológicos.


Distribución y hábitat.


Se distribuyen a ambos lados del Atlántico, (golfo de México, Florida, Caribe, nordeste de Brasil, islas Azores, islas Canarias, golfo de Guinea, Reino Unido, Portugal, España….) y en el mar Rojo. En las últimas décadas se ha expandido por el mar Mediterráneo (sobre todo a partir de la apertura del canal de Suez), favorecido por la subida de la temperatura de las aguas marinas.


Vive en fondos rocosos. Los gusanos de fuego se mueven de manera activa, excavando en el fondo marino o refugiándose en las rocas, arrecifes de coral o praderas de fanerógamas marinas como la Posidonia. Su rango de profundidad es muy amplio desde la zona intermareal hasta los 1.400 m, aunque es más frecuente en torno a los 40 m. Su rango de temperatura oscila entre los 5 y los 28 °C.


Gusanillo de fuego’.


Otra especie de la familia de los gusanos de fuego que podemos encontrar en nuestro entorno es Chloeia vetusta, más pequeña (unos 5 cm de longitud) y con un cuerpo alargado con 27 segmentos de color pardo-anaranjado con una línea central más oscura y manchas blancas. A diferencia de Hermodice carunculata prefiere los fondos blandos, en el interior de madrigueras y tiene hábitos nocturnos.



¡ATENCIÓN!


Aunque su coloración vistosa y sus movimientos zigzagueantes puedan resultar atractivos y curiosos para la observación a los buceadores, es importante advertir que hay que evitar tocarlos directamente, incluso aproximar cualquier parte de la piel, debido a su venenosa protección, ya que las cerdas pueden penetrar con facilidad en la piel y causar una dolorosa irritación. La sección de estos gusanos de fuego con un cuchillo no es efectiva ya que tienen una gran capacidad de regeneración y en pocas semanas pueden recomponer las diferentes partes desmembradas dando lugar a nuevos individuos completos.


Saber +


APOSEMATISMO.


El aposematismo (del griego apo "lejos o aparte", y sema "señal"), lo que puede traducirse como uso de "señales de advertencia", es un fenómeno que consiste en que algunos organismos presenten rasgos llamativos a los sentidos, destinados a alejar a sus depredadores. Es muy frecuente en la naturaleza en organismos de diferentes grupos biológicos: desde anfibios (rana flecha) y reptiles (serpiente coral), a diversos grupos de insectos, que advierten a posibles depredadores de que poseen medios defensivos potentes, tales como aguijones o colmillos venenosos, o bien un sabor desagradable. El aposematismo se puede considerar en cierto modo como la antítesis de la cripsis o camuflaje, y es diferente de la atracción, un fenómeno tan común como el anterior.


GUSANOS


Con el nombre de ‘gusanos’ se suelen reunir varios grupos de invertebrados con semejanzas morfológicas (cuerpo blando, alargado y cilíndrico) pero esta clasificación no tiene ningún valor taxonómico ya que engloba a grupos de diferente filogenia que han convergido evolutivamente en esas formas. Además de los anélidos, gusanos segmentados, (como los poliquetos, las lombrices y sanguijuelas), se incluyen bajo esta denominación a platelmintos (‘gusanos planos’) y nematodos (‘gusanos cilíndricos’), aunque también suelen nombrarse así, popularmente y de manera errónea, a las fases larvarias de diferentes insectos como las orugas de las mariposas o las larvas de moscas y escarabajos.


lunes, 12 de agosto de 2024

Una raya (eléctrica) en el agua (del mar)

Continúo este verano con la serie de artículos divulgativos "La Mar de Biodiversidad" en el periódico Granada Hoy. En esta ocasión la he dedicado a las rayas eléctricas. He querido acercarme a esta especie de peces cartilaginosos y dar respuesta a interrogantes curiosos como:

¿Sabías que fue el pez torpedo el que inspiró al ingeniero para denominar así al proyectil submarino? 

¿Cuánto tarda una raya eléctrica en enterrarse?

¿Quién apareció antes los tiburones y rayas o los dinosaurios?  Enlace a la edición digital 👇👇

Una raya (eléctrica) en el agua (del mar) (granadahoy.com)

Y así quedó la versión en papel.



UNA RAYA (ELÉCTRICA) EN EL AGUA (DEL MAR)


  • Los peces o rayas torpedo poseen órganos capaces de producir fuertes descargas eléctricas.

  • Son peces cartilaginosos emparentados con los tiburones.


Los peces o rayas torpedo, también conocidos como rayas eléctricas, tembladeras o tremielgas, se pueden encontrar en todos los mares templados y tropicales del mundo, desde aguas costeras poco profundas hasta los mil metros de profundidad.

Tienen el cuerpo aplanado, en forma de disco, por la fusión de las aletas pectorales con el cuerpo, y una cola fuerte con aleta caudal bien desarrollada. Poseen órganos eléctricos situados en la parte inferior, a ambos lados del cuerpo, basados en células musculares transformadas, que pueden generar descargas de hasta 220 voltios y 1 amperio. Usan estos órganos tanto para cazar como para defenderse. Tras varias descargas potentes estos animales pueden tardar varios días en volver a cargar la “batería de células” para poder realizar nuevas acciones.


Se alimentan de crustáceos, moluscos y pequeños peces del fondo, que ingieren tras aturdirlos a distancia mediante las descargas eléctricas. En relación con otras rayas sus movimientos son lentos, propulsándose con sus colas, pues no usan las aletas pectorales para el desplazamiento, basando en gran parte su estrategia en el camuflaje, en la ocultación y el enterramiento por lo que tienen una actividad esencialmente nocturna. Durante buena parte del día permanecen ocultos en la arena, de forma que sólo son visibles los ojos y los espiráculos.


    Tembladera amarmolada (Torpedo marmorata) Juan Fernando García


Dos especies de este grupo son frecuentes en el Mediterráneo occidental: el torpedo común ocelado, o de lunares, (Torpedo torpedo), de color canela con cinco manchas azules circulares, bordeadas de amarillo, en el dorso, y la tembladera amarmolada o raya eléctrica jaspeada, (Torpedo marmorata), de tonos marrones con gran cantidad de manchas en la parte dorsal. La primera es un poco más pequeña y tiene los bordes de los espiráculos redondeados frente a los estrellados de T. marmorata.


    Torpedo ocelado (Torpedo torpedo). Juan Fernando García

Ocasionalmente también puede aparecer en nuestras aguas el torpedo del Atlántico o tremielga negra, (Tetronarce nobiliana), de color chocolate oscuro a marrón púrpura en la parte dorsal y blanco en la ventral, sin manchas, que es la raya eléctrica más grande que se conoce, de 60 a 80 cm, pero que puede superar el metro y medio. Esta especie inspiró a Robert Fulton a principios del siglo XIX para nombrar la conocida arma naval que utilizaban los submarinos para hundir barcos.


Una gran familia emparentada con los tiburones


Los torpedos o rayas eléctricas forman parte de una gran familia que integra, además, a las mantas, las rayas verdaderas, rayas látigo, rayas mariposa, peces sierra, peces guitarra y las rayas de aguijón. Taxonómicamente constituyen el Superorden de los Batoideos (o hipotremados), caracterizados por los cuerpos aplanados y las aberturas branquiales en la cara ventral. Este grupo está estrechamente emparentado con los tiburones integrando ambos (más las quimeras) la Clase de los Condrictios o peces cartilaginosos ya que no tienen un verdadero esqueleto óseo sino que poseen un cartílago flexible, que reemplaza a los huesos que aparecen en el resto de los peces pertenecientes a la Clase Osteictios.


Características de los peces cartilaginosos


Hace aproximadamente unos 400 millones de años, en el Paleozoico, en el periodo conocido como Silúrico, se produce la separación entre peces óseos y cartilaginosos, por lo que los actuales tiburones y rayas son descendientes de especies que precedieron a los dinosaurios. A su vez la evidencia fósil y molecular nos indica que las rayas y tiburones divergieron a mediados del Pérmico (unos 270 millones de años).


Los peces cartilaginosos son vertebrados acuáticos que poseen un esqueleto formado por cartílago, en contraste con los peces óseos cuyo esqueleto está compuesto de hueso. Los tiburones y rayas, también conocidos como elasmobranquios, se distinguen también por poseer generalmente cinco pares de sacos branquiales que se abren por orificios separados, (frente al par de branquias en el interior del cuerpo de los peces óseos), carecer de la vejiga natatoria (aunque el hígado está lleno de aceite, que les proporciona flotabilidad al cuerpo mientras nadan), y tener una boca ventral, armada en el caso de los tiburones por numerosas hileras de dientes, que no están fusionados a la mandíbula y se reemplazan continuamente. La piel es dura y cubierta de escamas denominadas placoideas.


Su cola es heterocerca (con lóbulos de forma y estructura distintas) y cuentan con aletas pectorales, pélvicas y dos aletas dorsales. En los machos, las aletas pélvicas están modificadas como órganos sexuales para la cópula.


Los tiburones y las rayas tienen una aberturas llamadas espiráculos para la respiración, que se sitúan a ambos lados de la cabeza, justo detrás de los ojos, carentes de párpados.



    Tembladera, detalle de ojos y espiráculos. Autor: @lor.bone


Importancia ecológica


Las especies de peces cartilaginosos son de crecimiento lento, madurez tardía, periodos largos de gestación (la fertilización de los huevos se produce de manera interna a diferencia de los peces óseos) y pocos descendientes, lo que se conoce en ecología comoestrategas de la K’, lo que los convierte en un grupo de animales muy vulnerable a la sobreexplotación. En condiciones normales, pueden llegar a ser muy longevos.


Los tiburones y rayas tienen una relación estrecha con el ser humano desde tiempos inmemoriales. De los tiburones cabe destacar su función como depredadores en los niveles más altos de la cadena trófica, mientras las rayas juegan un papel fundamental en la complejidad de los ecosistemas del fondo marino. Ambos grupos son indicadores clave del estado de salud de mares y océanos.


Sus poblaciones se encuentran en clara regresión a nivel global y su situación en el Mediterráneo es todavía más delicada. En los últimos 50 años su abundancia mundial ha disminuido en más de un 50% mientras que la presión pesquera que se ejerce sobre ellos se ha multiplicado.


Los datos científicos muestran que, al menos, la mitad de las rayas y de los tiburones se encuentran en un alto riesgo de extinción. Las principales causas son la sobrepesca continuada durante años y las capturas accidentales asociadas a determinados tipos de artes de pesca. La contaminación de mares y océanos y los efectos del cambio climático (calentamiento y acidificación de las aguas), completan el cóctel de amenazas de todo el grupo de peces cartilaginosos.


Peces eléctricos


Los peces eléctricos son animales que han desarrollado órganos capaces de producir un campo eléctrico o bien tienen la capacidad de percibir electricidad de su entorno, lo que les permite ‘ver’ lo que les rodea, de manera similar a los sistemas de ecolocalización que utilizan murciélagos o delfines. En el primer caso la electricidad puede ser usada tanto para atrapar a sus presas como para ahuyentar a sus depredadores. En el otro supuesto, la interpretación de la electricidad circundante les sirve para encontrar a otros ejemplares de su misma especie, en rituales de cortejo o bien para detectar alimento. Se encuentran tanto en aguas dulces como saladas aunque hay más especies en el medio marino ya que las sales del agua del mar ayudan a conducir mejor las descargas.


Entre las especies de peces que pueden producir electricidad se encuentra el pez cuchillo fantasma negro, que tiene un sistema de electrolocalización que le sirve para detectar alimento o depredadores; los peces gato eléctricos poseen una electroplaca que puede generar descargas de 350 voltios, mientras que las anguilas eléctricas pueden llegar hasta los 850 voltios, con las que electrocutan a sus presas, aunque también estos peces lanzan descargas muy bajas (de apenas 10 voltios) que les sirven para ubicarse dentro de su entorno; el pez navaja africano también emite descargas eléctricas bajas como elemento sensorial; por su parte los conocidos como peces elefante, por su prolongación en la boca, tienen una gran capacidad electroreceptora muy útil en las aguas turbias en las que vive; finalmente las rayas eléctricas son las únicas con estas cualidades dentro del grupo de los peces cartilaginosos y sus descargas eléctricas llegan hasta los 220 voltios y les sirven tanto para el ataque que como medio de defensa.


    Torpedo marmorata. Autor: @lor.bone


CURIOSIDADES DE LAS RAYAS ELÉCTRICAS

En el antiguo Egipto, se recomendaba a los epilépticos que comieran carne de este pez y que aplicaran los órganos eléctricos sobre la cabeza, porque consideraban que las descargas tenían valor terapéutico. Los romanos las utilizaban para confeccionar ungüentos y pociones afrodisíacas, así como para electroterapias para combatir migrañas y dolores crónicos como el reuma. Plinio el Viejo cita la costumbre de utilizar un torpedo vivo colocado en la cabeza para curar cefaleas persistentes, en un tratamiento precursor del electrochoque.

El cuerpo de las rayas eléctricas se halla recubierto de dentículos dérmicos que le dan un tacto muy áspero, que en la antigüedad se usaba como papel de lija.

En 1801, el inventor norteamericano Robert Fulton desarrolló un artefacto mecánico que estallaba al hacer contacto con un barco y lo llamó torpedo, porque le recordaba el pez del mismo nombre. Pero fue el ingeniero británico Robert Whitehead quien inventó el torpedo como arma con movimiento propio, impulsado por un dispositivo de aire comprimido que le permitía desplazarse a unos 10 km/h.

ETIMOLOGÍA. El término elasmobranquios, viene del griego (elasmos = placa (de metal)' + brankhia) y agrupa a tiburones y rayas, que son peces cartilaginosos o condrictios (de khondro = cartílago + ikhthys = pez) frente a los peces óseos u osteictios (de ósteon = hueso + ikhthys).  El nombre del género Torpedo viene del latín "torpere", que significa agarrotarse o ser paralizado, refiriéndose al efecto en alguien que manipula o pisa a una raya eléctrica viva.