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martes, 22 de octubre de 2024

Sinfonía de colores en "El bosque encantado"

 Acaba de publicarse un nuevo número de la revista Enred@2.0, la revista por y para los empleados públicos de la Junta de Andalucía, que trae como siempre un sumario amplio y variado, todo muy interesante. Los amigos de Embajadores del Conocimiento se lo han currado de nuevo y han conseguido sacar una nueva edición. 

Nº 19 (agosto 2024 - octubre 2024) - EnRed@2.0 (juntadeandalucia.es)

Como en números anteriores me pidieron una colaboración para la sección "ANDALUCÍA NATURALmente" que se me ocurrió dedicar, dada la fecha para la publicación, con una propuesta de sendero otoñal por uno de los lugares que más me apasionan del Parque Nacional de Sierra Nevada: la Dehesa del Camarate, conocida como "el bosque encantado". Os invito a leerlo y sobre todo a recorrerlo.

Sinfonía de colores en “El bosque encantado”. - EnRed@2.0 (juntadeandalucia.es)


ANDALUCÍA NATURALmente

Sinfonía de colores en 

"el bosque encantado".

Ignacio Henares Civantos.

El otoño es temporada alta en muchos de los espacios naturales andaluces que ofrecen múltiples posibilidades para disfrutar de su flora, de su fauna, de sus paisajes y de su patrimonio cultural.

La Dehesa del Camarate es uno de los parajes más bellos y singulares del Parque Nacional de Sierra Nevada. Alberga uno de los mejores y más completos bosques mixtos de toda Andalucía.




La niebla incrementa el encanto del paisaje otoñal multicolor. Javier Olivares


La Dehesa del Camarate es uno de los lugares privilegiados de nuestra región para disfrutar de la 'otoñada', un espectáculo de colores que atrae cada año a senderistas de muchas procedencias, naturalistas y fotógrafos. Localizado en el término municipal granadino de Lugros, en el cuadrante noroccidental del macizo nevadense, este espacio constituye uno de los tesoros botánicos más preciados de cuantos posee el Parque Nacional de Sierra Nevada, ya que alberga el mejor y más completo bosque mixto de toda la provincia de Granada y uno de los más sobresalientes de Andalucía. En este paraje natural, se dan cita numerosas especies de árboles de hoja caduca, tales como robles melojos, quejigos, mostajos o serbales, arces, maguillos, fresnos, sauces y toda la corte de arbustos que los acompañan (agracejos, rosales silvestres, majuelos, zarzamoras…), que lo han convertido en uno de los sitios más fotogénicos y fotografiados del otoño andaluz.

Contrasta este bosque, relicto de un pasado climático más húmedo y fresco, con el paisaje acarcavado de los badlands de la Hoya de Guadix a sus pies y con la alta montaña de Sierra Nevada que lo corona y el Picón de Jérez, el tres mil más oriental y más al norte, presidiendo el skyline de toda la comarca.


                Enclave con un bosque mixto


Conocido como el “Bosque Encantado”, es un lugar privilegiado para disfrutar de la variedad cromática del otoño aunque el espectáculo visual de la explosión primaveral de vida no le anda a la zaga. En función del año hidrológico y de las condiciones meteorológicas, durante unas semanas, este espacio nos ofrece múltiples paisajes diferentes, rebosantes de color, en donde los tonos rojos, anaranjados, amarillos, ocres y verdes van componiendo sinfonías caprichosas de colores que alegran la vista y animan el espíritu. Los días variados de otoño, lluviosos, con nieblas o soleados, multiplican la posibilidad de encontrarnos con bellas estampas diferentes, a veces incluso en la misma jornada. El encinar, en las zonas de solana y el piornal o matorral almohadillado, en las zonas más elevadas, ofrecen un contraste que remata la composición de colores y texturas. 

Una parte de la finca de la Dehesa del Camarate en la actualidad es de titularidad pública y arranca en el denominado Horcajo, lugar en el que al río Alhama se le suman las aguas del barranco de las Rozas y del barranco de Guadix; una cancela impide la circulación a los vehículos con motor (salvo los autorizados: pastores y ganaderos, propietarios y guardería del parque). El acceso es libre para senderistas y bicicletas por una puerta situada a la derecha del portón principal. Durante la temporada alta de otoño, entre el 12 de octubre y el 8 de diciembre, los festivos y fines de semana hay una regulación de accesos por lo que hay que realizar una reserva previa a través de la web de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad en la siguiente dirección:


Los vehículos a motor deben dejarse, en todo caso en estas fechas, en un lugar habilitado como aparcamiento por el ayuntamiento de la localidad desde donde se puede utilizar una lanzadera hasta la entrada a la finca. 




Además del valioso patrimonio natural cuenta con un patrimonio cultural asociado al uso dedicado durante mucho tiempo a la ganadería extensiva, como son las ruinas de una coqueta ermita y los corrales de embarque de los toros bravos que se criaban aquí hasta el siglo pasado, ambos situados junto a la entrada. 

Un atractivo paseo botánico


El paseo por nuestro ‘bosque encantado’, desde la base en el Horcajo del Camarate, hasta el punto más elevado de la finca, puede ser considerado un recorrido por una magnífica colección botánica. Ya al cruzar la verja inicial nos encontramos con unos buenos ejemplares de sauces y fresnos. En esta zona de entrada también son destacables unos espectaculares majuelos y rosales silvestres. En las inmediaciones podemos ampliar nuestro listado de especies con álamos y alisos y dos variedades de sauces: blancos y cenicientos. 

En nuestro primer tramo de subida nos vamos a encontrar, de manera alternativa, a los robles en su evolución cromática foliar, con toda su corte de arbustos y matorral acompañante -en las zonas más umbrías- y a las siempre verdes encinas, -en la solana- con todas las especies que las escoltan. En nuestra ascensión zigzagueante por la pista aprovecharemos cada recodo para ir descansando y cobrando una visión más amplia del paisaje conforme ganamos altura. 


                Tejo milenario, incluido en Inventario de Arboles Singulares Andaluces

En la espesura del follaje podremos distinguir todavía más especies para sumar a nuestro catálogo: zarzas, madreselvas, clemátides y heléboros. Entre el matorral arbustivo abundan rascaviejas y anotaremos también en la lista a durillos, espino cerval o algún endrino andaluz perdido. 

A mitad de la ascensión, el espectáculo multicolor está a nuestro alcance. Los fresnos son los primeros árboles que comienzan a amarillear junto a los arces granadinos. De este endemismo podremos encontrar ejemplares con distintos tonos, o en un mismo pie incluso podemos observar hojas de múltiples tonalidades, verdes, amarillas y rojas. Destacan también los tonos anaranjados del mostajo y el profundo rojo bermellón de los cerezos silvestres. Si escudriñamos por los barrancos aledaños descubriremos verdes tejos mezclados con abedules y una nueva especie, (junto a robles y encinas), de quercínea productora de bellota: el quejigo. 

Continuamos ascendiendo hasta alcanzar el collado del Cerro de los Carneros. En este punto se da acceso a una propiedad particular aunque nuestro recorrido continuará por el ramal público. Desde aquí podemos apreciar ya en todo su esplendor el paisaje de la alta montaña, presidido por el cerro del Mirador Alto (2.684 metros) y detrás y más alto el Picón de Jerez (3.088 metros). 




Un tramo más arriba, en la parte más elevada de la finca, superaremos un antiguo ‘tentadero’, quizás el más alto del mundo, y nos encontraremos con el Prado de los Chapiteles donde obtendremos una perspectiva amplia de toda la Dehesa desde la que podemos disfrutar de las vistas al cortijo ganadero de “El Camarate” que da nombre al lugar, rodeado de amplios prados formados por el ‘careo’ de las acequias tradicionales. Si echamos una mirada hacia la Hoya de Guadix, veremos toda la llanura salpicada de pequeños pueblos blancos. Desde lo alto la vista alcanza hasta poder identificar los perfiles de Sierra Mágina, Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, Sierra de Castril, La Sagra, Sierra de Baza…


    Un tentadero "por todo lo alto". José Miguel Barea


Subimos un poco más hasta alcanzar el lugar conocido como la Piedra de los Soldados, (un nombre por el que compiten diferentes historias y leyendas para explicar su denominación), situada a 2.256 metros de altitud. Desde aquí tenemos a la vista el Puerto de Trevélez, que une las dos vertientes de Sierra Nevada, y gran parte de la cuerda que sigue en dirección este y que delimita el Marquesado del Zenete y la Alpujarra. Nos encontramos ya en el dominio del matorral almohadillado de alta montaña conocido como piornal, en el que podríamos ampliar nuestra colección de plantas con más de 50 especies adicionales a las que hemos contemplado hasta este momento. Desde aquí podemos iniciar el camino de regreso a nuestro punto de partida por el mismo lugar por el que hemos realizado la ascensión o, si las fuerzas y el tiempo nos lo permiten, conectar con otros interesantes parajes nevadenses.


    
        La Piedra de los Soldados esconde diferentes leyendas. Antonio J. Ramos



sábado, 15 de junio de 2024

Algas invasoras

Esta semana escribo junto al profesor Julio de la Rosa además (autor de las imágenes) sobre un alga invasora que ha llegado a nuestras costas: impactos ecológicos y económicos, cómo llegó, su vertiginosa expansión y cómo actuar frente a ella.



Enlace a la edición digital 👇

https://www.granadahoy.com/granada/Algas-invasoras-Mar-biodiversidad_0_1911411008.html


ALGAS ‘INVASORAS’


Una especie de origen asiático está poniendo en riesgo la biodiversidad, el equilibrio natural de los hábitats marinos y puede ocasionar perjuicios económicos tanto a la pesca como al turismo.


Las invasiones biológicas son consideradas como la segunda causa en importancia en relación a la pérdida de biodiversidad de los océanos y mares. Catorce especies de algas exóticas con carácter invasor (una de ellas de agua dulce) se han catalogado en los últimos años en nuestro país con diferentes grados de expansión y consecuencias ambientales. Entre ellas destaca la llegada del ‘alga asiática’, cuyo nombre científico es Rugulopteryx okamurae, una especie de alga parda, con talos de entre 11 y 33 centímetros, originaria del océano Pacífico noroccidental, (Corea, Japón, China, Taiwan, Filipinas…), donde se desarrolla sobre fondos rocosos entre la superficie y los 7 metros de profundidad, aunque puede llegar hasta los 15. Rugulopteryx okamurae presenta talos planos, acintados y ramificados dicotómicamente, con tonalidades variables entre el verde oliváceo, el marrón y el ocre, morfología y color típicos de la familia en la que se incluye.


    Alga asiática. Detalle de los talos

Este alga es muy similar a otras especies de la familia Dictyotaceae nativas del mar de Alborán, por lo que diferenciarla de otras especies autóctonas como, por ejemplo, Dyctiota dichotoma, es difícil y para hacerlo de forma positiva debe hacerse mediante el uso de un microscopio, lo que a veces imposibilita su detección rápida en el terreno incluso a ojos de un experto. No obstante, ninguna de las especies autóctonas de esta familia protagonizan fenómenos de acumulación masiva, o lo hacen rara vez, por lo que la detección de estos acúmulos puede ser ya un indicativo bastante fiable de la presencia de esta especie invasora.


Rugulopteryx okamurae exhibe una capacidad competitiva y de colonización extraordinaria con un incremento de biomasa anual desmesurado, y nada comparable respecto a otras especies de algas invasoras que han llegado al litoral español. La reproducción de este alga es tremendamente eficaz y tiene lugar por mecanismos sexuales (gametos), asexuales (esporas) y vegetativos (formación de propágulos), si bien fuera de su área nativa solo se ha podido constatar la presencia de los dos primeros. Esta elevada capacidad reproductora explica que, en los fondos invadidos, compita de manera muy efectiva con las especies autóctonas de las comunidades de algas fotófilas, fondos de coralígenos o praderas de fanerógamas marinas, mostrando una amplitud batimétrica que puede superar los 50 metros de profundidad, muy superior a la observada en su área nativa.


Además de este desarrollo masivo sobre los sustratos marinos R. okamurae puede encontrarse y proliferar en suspensión en la columna de agua. Esta espectacular proliferación produce importantes acúmulos de biomasa que pueden quedar depositados sobre el lecho marino o sobre la línea de costa y playas.



Fragmentos de Ruguloptery okamurae en suspensión


El impacto ambiental que está produciendo en los fondos marinos españoles no tiene precedente y, en contra de su procedencia de origen, su expansión no es nada ‘pacífica’.


Una vertiginosa expansión.


El ‘alga asiática’ se identificó por primera vez en España en los arribazones que llegaron al litoral de Ceuta a finales de 2015, aunque desde el 2002 ya se había constatado su presencia en el sur de Francia, en la laguna de Thau, si bien aquí nunca ha mostrado un comportamiento invasor. En 2016 se observa por primera vez en aguas del Estrecho de Gibraltar, expandiéndose de manera rápida a ambos lados del mar Mediterráneo, desde las costas de Cádiz y Málaga, a la costa levantina, sur de Francia y costas italianas y hasta las islas Chafarinas en la parte africana. Por el oeste, ya se ha expandido por las costas portuguesas tanto continentales como insulares y en las Islas Canarias, y las últimas observaciones sitúan su presencia en el mar Cantábrico.


Los primeros indicios sobre la presencia del alga en aguas de la costa de Granada provienen de la obtención en octubre de 2019 de restos provenientes de arrastres pesqueros faenando a unos 250 m de profundidad en el entorno de Guardias Viejas-La Rábita. A finales de 2019 investigadores del Aula del Mar de la UGR dirigidos por Julio De la Rosa detectaron por primera vez en nuestra costa granadina esta especie exótica invasora de forma asentada en la localidad de Cambriles, asociada una pradera de Posidonia oceanica, alertando de los problemas ligados a la propagación de esta especie. A partir de ese momento se empezaron a descubrir nuevas localidades a lo largo de todo el litoral de la provincia de Granada, donde actualmente se encuentra bastante extendida.

        En la imagen se muestra el carácter ‘invasor’ de Rugulopteryx okamurae


Un ambiente propicio.


El Estudio del seguimiento del alga Rugulopteryx okamurae y sus implicaciones en la actividad pesquera y economía azul, desarrollado por la consultora ambiental Gestemasur, (especializada en estudios marinos), y financiado por la Junta de Andalucía a través de fondos europeos, ha avanzado que la ‘tropicalización’ de nuestros hábitats marinos, propiciada por el fenómeno del cambio global en general, y el cambio climático en particular, puede ser uno de los factores que esté ayudando al asentamiento de esta especie invasora que se ve favorecida por su amplitud térmica. Su rápida diseminación se ha visto facilitada además por las corrientes marinas que fluyen por el mar de Alborán.


Diferentes estudios científicos han certificado también que el deterioro de las playas andaluzas ha favorecido esta expansión ya que las aguas están muy cargadas de nutrientes a causa de una deficiente depuración de las aguas residuales y el deficiente estado de conservación de las comunidades nativas, cuando no la pérdida de la biodiversidad local por diferentes motivos, también ha facilitado la colonización de este alga invasora que ocupa los ‘espacios vacíos’ dejados por la vegetación autóctona.


La fuerte presión que ejercen los propágulos y la carencia de una política de detección precoz y de prevención contra las especies invasoras cierran las causas de este rápido, críptico y ‘silencioso’ avance.


¿Cómo llegó a España el alga asiática?


Se considera que la llegada de R. okamurae a Europa fue no intencionada y muy probablemente esté asociada a las aguas de lastre –la que se toma o suelta para estabilizar el buque durante su navegación– de buques y navíos mercantes, y/o a los cultivos marinos, (fundamentalmente de ostras o almejas). Según los expertos, el alga asiática llegó a las costas españolas por el tráfico marítimo y los análisis genéticos realizados apuntan a que todos los ejemplares colectados hasta ahora provienen de una única oleada llegada a un puerto del Estrecho. Experiencias realizadas con este alga, simulando las condiciones presentes en el agua de lastre en los mercantes, han confirmado que son capaces de ‘resistir’ el largo viaje ‘a oscuras’ de varias semanas desde los remotos hábitats originarios.


Una vez llegadas a nuestras costas, aunque puedan moverse debido a las corrientes marinas, se considera que las artes de pesca, los sistemas de fondeo de embarcaciones recreativas, los equipos de buceo sin limpiar o la propia basura marina son los elementos de dispersión secundaria que multiplican la propagación y la rápida expansión a nuevas áreas.


Impactos ecológicos y económicos.


Además de la rápida expansión de esta alga invasora, que se presenta en forma de “arribazones” como grandes montones tanto en el fondo del mar como en las playas, (especialmente en la época veraniega), lo que caracteriza a esta especie es que, además de los impactos que produce sobre los hábitats marinos y la biodiversidad, afecta directamente a sectores productivos como la pesca o el turismo.

' Arribazones' del alga asiática en una playa andaluza


A nivel ecológico. La rápida colonización del alga asiática está modificando los hábitats y su rápido crecimiento y la demanda de nutrientes afecta a la biodiversidad, generando una homogeneización y empobrecimiento de los ecosistemas marinos. Esta situación afecta a prácticamente todos los espacios y hábitats marinos en los que está presente, incluyendo espacios protegidos de gran valor ecológico como los Parques Naturales andaluces del Estrecho y del Cabo de Gata o el Paraje Natural Maro-Cerro Gordo, entre las provincias de Granada y Málaga.


A nivel económico, el alga asiática está produciendo importantes impactos en el sector pesquero produciendo disminuciones de capturas, (se ha calculado que para el sector pesquero granadino hay ya una merma del 30% de las descargas en la lonja de Motril), aparte del deterioro de las artes de pesca (arrastre y trasmallo) e inversión de tiempo y recursos en la limpieza de los equipos infectados por el alga.


Igualmente, la llegada masiva de algas a las playas también está incrementando los costes de mantenimiento, retirada y gestión de los arribazones que llegan por las corrientes y el oleaje y se acumulan en las orillas. Estos arribazones llegan a tener grandes dimensiones, impidiendo el tránsito de personas en las playas y produciendo malos olores que se ven incrementados con las altas temperaturas veraniegas. Un gran número de playas andaluzas padecen esta presencia masiva cuya retirada incrementa notablemente los gastos de limpieza y mantenimiento que soportan los ayuntamientos. Los riesgos de pérdida de potenciales turistas que buscan sol y playaslimpias’ es también una cuestión cultural ya que el rechazo afecta a las especies autóctonas cuya retirada no es una exigencia ‘sanitaria’.


¿Cómo combatir esta expansión?


Las invasiones de especies de flora y fauna en el medio marino son muy difíciles de abordar por diversas razones y deben de acometerse en los estadios iniciales por lo que la mejor manera de combatirlas es la prevención y, en su caso, la detección precoz en aquellos lugares en los que aún no ha llegado, con especial atención a los ‘puntos calientes’ de entrada como son los puertos deportivos y comerciales, cumpliendo entre otras medidas las derivadas del Convenio internacional para el control y la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques, 2004) o Convenio BWM, un tratado adoptado por la Organización Marítima Internacional que España ratificó en 2015.


Para controlar la expansión de las algas invasoras se han propuesto diversas estrategias: monitoreo y detección temprana, retirada manual, barreras físicas, control biológico, educación y sensibilización, restricciones en el transporte marítimo… En el caso del alga asiática, y dada la envergadura y extensión de la invasión ya producida, lo más adecuado debe ser seguir monitoreando, de la manera más amplia posible, y observar la respuesta que los propios ecosistemas están haciendo, adaptando las diferentes acciones que puedan adoptarse para un control eficaz de la expansión del alga asiática y la protección de los ecosistemas locales, poniendo especial énfasis en los espacios y especies más valiosos y sensibles. Mientras tanto, se puede, y se debe, mitigar los impactos sobre los sectores afectados con ayudas que podrían provenir en parte de la valorización de la retirada de la biomasa de las playas.


Catalogación, ¿solución o problema?


Rugulopteryx okamurae se incluyó en 2020 en el Catálogo español de especies exóticas invasoras y más tarde, en 2022, en la Lista de Especies Exóticas Invasoras preocupantes para la Unión Europea. Por dicha razón, en cumplimiento de la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, el Ministerio de Transición Ecológica aprobó en el año 2022 una Estrategia Nacional para luchar contra esta especie invasora, teniendo en cuenta la naturaleza e intensidad de los impactos ecológicos y económicos que produce sobre los bienes y servicios ecosistémicos del litoral español. Las acciones incluidas en esta Estrategia van desde la erradicación, contención o control poblacional hasta el manejo de hábitats, prevención de su dispersión y monitoreo y seguimiento de los focos detectados.


En la actualidad hay diferentes proyectos en desarrollo así como varías líneas de investigación abiertas al respecto entre las que se incluyen iniciativas que analizan la valorización de la extracción de estas algas invasoras en base a usos posibles derivados de sus eventuales propiedades médicas, o bien para su utilización en agricultura, en la construcción o para producción de metano. Todos estos usos aún están en fase piloto. La posibilidad de una eventual explotación a nivel comercial choca con la normativa actual ya que la inclusión en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras que prohíbe la comercialización de estas especies.


El citado estudio de “Seguimiento del alga Rugulopteryx okamurae y sus implicaciones en la actividad pesquera y economía azul”, a partir de los trabajos de campo y las encuestas realizadas, propone una serie de recomendaciones para el sector pesquero granadino en las que incluye una zonificación con áreas de riesgo en las que deben seguirse unas medidas preventivas así como una exclusión de la actividad pesquera en las zonas detectadas de acumulación masiva de algas.






sábado, 20 de abril de 2024

Praderas y bosquetes marinos

Aprovechando una reciente publicación dedico el artículo de esta semana a una parte de la flora marina en mi sección "La Mar de Biodiversidad" en el periódico Granada Hoy del grupo Joly. 

Enlace a la edición digital. 

Praderas y bosquetes marinos (granadahoy.com)

Y así quedó la versión en papel: 



PRADERAS Y BOSQUETES MARINOS

Estas formaciones vegetales, escasas en los mares de nuestra provincia, son de una gran importancia ecológica y económica por los variados bienes y servicios que aportan a los ecosistemas.




Las relativamente escasas praderas y bosquetes submarinos de nuestra franja costera son unas grandes desconocidas a pesar de estar tan cercanas y accesibles. Las especies principales que forman las praderas de la costa granadina son dos angiospermas, Posidonia oceanica y Cymodocea nodosa, que se desarrollan en los fondos infralitorales arenosos. Los bosquetes submarinos que podemos encontrar tienen como especie principal a un alga parda del grupo de las Fucales, dentro de la familia de los Sargazos, denominada Ericaria selaginoides cuyas formaciones se desarrollan sobre los sustratos rocosos infralitorales.


Las comunidades que forman brindan servicios ecosistémicos esenciales, mantienen paisajes atractivos, reponen las poblaciones de peces o protegen la costa contra la creciente erosión. También son hábitats clave para reponer las pesquerías, actuando como sumideros de carbono y como barrera protectora contra los efectos del cambio climático. Por otra parte suponen espacios únicos para la práctica del buceo, el snorkel, o la fotografía submarina o, simplemente, para disfrutar de un entorno privilegiado.


Praderas submarinas


Con el término de praderas submarinas se designa a las formaciones de angiospermas marinas que se desarrollan sobre los sustratos blandos, tanto sumergidos como intermareales. Se trata de plantas verdaderas (con raíces, tallos, hojas, flores y frutos) que hace unos 100-150 millones de años, colonizaron secundariamente el medio marino y que desarrollan todo su ciclo de vida sumergidas.





En nuestra costa tropical actualmente podemos encontrar dos especies de angiospermas marinas: Cymodocea nodosa y Posidonia oceanica. Históricamente se ha tenido constancia de la presencia de otras dos especies más: Zostera marina y Zostera noltei, ambas actualmente consideradas como ‘no presentes’.


Posidonia oceanica: es una fanerógama marina endémica de las aguas del Mediterráneo, conocida por su gran importancia ecológica. El nombre del género de esta especie viene de Poseidón, el dios griego del mar. Forma densas praderas submarinas que actúan como viveros naturales para numerosas especies marinas, proporcionándoles refugio y alimento. Además, desempeña un papel crucial en la protección de las costas al reducir la erosión y mejorar la calidad del agua a través de su capacidad para filtrar contaminantes.


Cymodocea nodosa: es una planta marina de menor porte y con hojas mas estrechas que Posidonia y con una distribución mas amplia, desarrollándose tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico.

LOCALIZACIÓN: Las praderas de angiospermas marinas en la costa tropical aparecen restringidas a su zona oriental, entre la Rábita y Cambriles. En su mayor parte se desarrollan sobre sustratos arenosos, pero en sus zonas más someras y accesibles, las podemos encontrar sobre sustratos rocosos o al abrigo de estos. Son en estas zonas más someras y por lo general con mayor visibilidad donde tendremos más oportunidades de observarlas junto a la flora y fauna asociada. Las praderas más importantes son las localizadas entre Cala Chiches-Los Yesos y en el tramo de litoral entre Castillo de Baños y Cambriles (Castell de Ferro).


Bosquetes submarinos


Por su parte, los bosques o bosquetes submarinos están formados por algas, un conjunto de vegetales que se diferencian de las angiospermas marinas por la sencillez anatómica y morfológica de sus cuerpos vegetativos (no tienen raíces, ni tallos, ni hojas, ni flores ni frutos) y que nunca han llegado a colonizar el medio terrestre aéreo. Los bosques o bosquetes pueden estar formados por diversos tipos de algas, pero son un grupo de ellas, las denominadas algas pardas, las que dan origen a los más importantes.




En nuestra costa, la especie formadora de los bosquetes de algas pardas es Ericaria selaginoides. Las formaciones originadas por esta especie se desarrollan en los niveles superiores del piso infralitoral, entre 0-6 m de profundidad, en zonas expuestas al oleaje y sobre fondos rocosos. Los bosquetes de algas juegan un papel ecológico muy importante en la diferenciación y el funcionamiento del ecosistema. Presentan una producción primaria elevada, permitiendo el desarrollo de una rica y variada biodiversidad.


LOCALIZACIÓN: Ericaria selaginoides es frecuente en las áreas protegidas incluidas en la Red Europea Natura 2000 como el Paraje Natural de los Acantilados de Maro Cerro Gordo, en la Zona de Especial Conservación (ZEC) de los Acantilados del Tesorillo-Salobreña y en la ZEC de los Acantilados de Calahonda-Castell de Ferro. Fuera de estas áreas protegidas también tiene representación importante en Cotobro (Almuñecar), en los acantilados del Cabo de Sacratif (Torrenueva) o en Carchuna, donde desarrolla un bosquete de una extensión en torno a 9 ha entre 0,5 y 4 metros de profundidad y que constituye el más importante en cuanto a extensión y estado de conservación de toda la Costa Tropical.


Importancia ecológica y servicios ecosistémicos


Las praderas y bosquetes marinos constituyen un claro ejemplo de la relación entre conservación de la biodiversidad y provisión de servicios ecosistémicos. Estas comunidades necesitan para desarrollarse aguas libres de contaminación, bien oxigenadas y transparentes, por ello son buenos bioindicadores de la calidad de las playas ya que ofrecen aguas claras y llenas de vida. Muchas especies de algas y todas las angiospermas marinas son lo que los científicos denominan especies ingenieras o formadoras de hábitat debido a que estructuran el fondo marino tanto vertical como horizontalmente y crean una estructura tridimensional que permite una gran biodiversidad, proporcionando recursos como alimento o refugio para muchas especies.


Algas de diversos tipos, formas y colores, junto con esponjas, anénomas, estrellas de mar y erizos, holoturias o pepinos de mar; distintos tipos de gusanos y cangrejos, moluscos y diferentes tipos de peces, (desde los pequeños góbidos y blénidos, hasta cabrachos, sargos, salemas y lubinas), se pueden observar en estos ecosistemas.


Constituyen hábitats clave para reponer las pesquerías, y actúan como importantes sumideros de CO2, (el denominado carbono azul), y como barrera protectora contra los efectos de la erosión costera. En definitiva, son ecosistemas esenciales para las costas en las que se desarrollan donde proveen de importantes servicios ecosistémicos, que son proporcionales a su extensión y abundancia, por lo que es importante su conservación. Quizás, acostumbrados a verlas, muchas personas desconocen la enorme importancia de este recurso natural exclusivo y de excepcional valor tanto ambiental como económico.


¡NO ES BASURA!



Los restos vegetales y de muchos invertebrados marinos que las olas depositan en la orilla de la playa se denominan arribazones. Como ocurre en el medio terrestre, las fanerógamas marinas como Posidonia oceanica también pierden parte de sus hojas, generalmente a finales del verano y otoño. Parte de las hojas desprendidas alcanzan la orilla pasando a formar parte de los arribazones. En el caso de Ericaria, los talos de estas algas son arrancados por los temporales y depositados en esas franjas tan características que podemos ver en verano.


En nuestra costa la mayor parte de estos restos vegetales corresponden a estas especies. Es muy interesante observar en la playa las llamadas ‘pelotas de mar’, que son conglomerados compuestos por fibras procedentes de los rizomas de Posidonia y granos de arena. Adoptan esta forma esférica debido al efecto de vaivén provocado por el movimiento circular de las olas en la zona de rompiente de las playas.




Aunque muchas personas piensan que estos materiales ‘ensucian’ las playas y son ‘basura’, hay que conocer que juegan un importante papel ambiental protegiendo la línea de costa de los temporales y suponen un importante suministro de materia orgánica, nutrientes y sedimentos carbonatados, convirtiéndose por tanto en unos indicadores del buen estado ambiental de los ecosistemas marinos.


Problemas de conservación


Por su ubicación tan cercana a la costa, las praderas de Posidonia y bosquetes de Ericaria están sometidas a innumerables presiones, siendo los efectos de las actividades humanas su principal factor de regresión. Las praderas de Posidonia en Andalucía, y en particular las ubicadas en nuestra costa, se encuentran en su límite occidental de distribución, por lo que son especialmente vulnerables al deterioro de las condiciones ambientales.


Tanto las praderas como los bosquetes están viendo afectada su funcionalidad como consecuencia tanto del desarrollo de actividades de origen antrópico como por factores asociados al contexto de cambio global que estamos viviendo. Además, las especies que habitan en aguas poco profundas son las más afectadas porque se encuentran en un entorno extremo, expuestas a impactos tanto de origen terrestre como marino. Esta situación es especialmente grave en el Mediterráneo que a pesar de ser uno de los puntos calientes de biodiversidad más importantes a nivel mundial, también es uno de los más amenazados.


Entre las principales amenazas podemos destacar las obras litorales que conllevan la destrucción del hábitat y de manera indirecta una alteración de las condiciones ambientales que afecta a su desarrollo. La eutrofización debida a vertidos de distinta naturaleza es también un factor de regresión de estas praderas y bosquetes.


Las praderas de Posidonia se ven afectadas de manera particular por actividades de pesca practicadas de forma ilegal como la pesca de arrastre o el calado de artes de pesca artesanal sobre las mismas praderas. Los bosquetes de Ericaria son sensibles también a la pesca deportiva debido al enganche de los sedales y cebos artificiales sobre los talos de las algas que las arrancan y desprenden del sustrato provocando un aclaramiento del bosquete. Son además muy sensibles al ‘sobrepastoreo’ por parte de los erizos consecuencia de la sobrepesca de los principales depredadores de estos organismos.


Finalmente, las especies alóctonas invasoras, provenientes de otras áreas, constituyen una importante amenaza de cara a la conservación de estos ecosistemas, siendo consideradas como la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el medio marino.



Bosques y praderas marinas en la Costa Tropical.

Una oportunidad para el turismo”


La Diputación de Granada y el Observatorio del Mar acaban de publicar una interesante guía divulgativa titulada Bosques y praderas marinas en la Costa Tropical. Una oportunidad para el turismo”. Su objetivo principal es enseñar a identificar las especies que forman estas praderas y bosquetes submarinos y conocer la importancia de estos ecosistemas, los bienes y servicios que ofrecen a los seres vivos y las presiones y amenazas a las que están sometidas. Por otro lado este libro pretende servir complementariamente para promover un turismo de naturaleza respetuoso con el medio ambiente y comprometido con su conservación.

Autores:

Rafael Jiménez Álvarez. Biólogo marino y vocal del Colegio de Biólogos de Andalucía, preside el Observatorio del Mar, una plataforma que reúne a personas y entidades interesadas en el desarrollo sostenible del medio marino.


Julio De la Rosa Álamos. Profesor de Botánica de la Universidad de Granada. Coordinador del Máster Universitario en Conservación, Gestión y Restauración de la Biodiversidad y Director del Aula del Mar de la Universidad de Granada).

Enlace para descarga gratuita.

Vídeo Bosques y praderas marinas submarinas (Observatorio del Mar).

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