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viernes, 29 de diciembre de 2023

Balance de la presidencia española en la Unión Europea

 



Termino el año mi colaboración periódica con el periódico digital "El Independiente de Granada" con mi particular balance del semestre de turno de la presidencia española en la Unión Europea. No he podido encontrar muchas referencias en la prensa española, atiborrada de 'polarización', la palabra del año.  Debo dar las gracias a mis amigos del Inde por dar cobertura a mis cosas a la vez que les animo a que no se rindan y sigan con esta aventura personal y periodística tan útil y necesaria. 

Balance de la presidencia española en la Unión Europea | El Independiente de Granada

Balance de la presidencia española en la Unión Europea

Sacando punta

Ignacio Henares Civantos


Algunas claves del semestre en el que España ha asumido la Presidencia del Consejo de la Unión Europea que no encontrarás en la mayoría de los medios de comunicación españoles y que sin embargo ha tenido gran eco en los internacionales.


Termina la presidencia española de turno en la Unión Europea que ‘algunillos’ se han encargado de torpedear y/o invisibilizar, en lo que yo aprecio que hay más envidia, por no haber podido impedir esta responsabilidad o por no haber podido gozar de esa oportunidad/privilegio, que verdaderas razones políticas de país, de Estado. Aunque el patriotismo de hojalata,“nos ha echado en el abandono”, el balance de la gestión del gobierno español merece que al menos lo “colmemos de algunas bendiciones”, siquiera por lo que ha supuesto para el futuro de Europa.


Hace unos días, el propio Pedro Sánchez, compareció en el Congreso de los Diputados para dar cuenta del balance del semestre en el que España ha estado al frente de la UE. Anteriormente lo había hecho ante el Pleno del Parlamento Europeo. Quizás no lo hayan visto en las teles ni hayan leído apenas al respecto. Aquí solemos estar enfrascados en la sempiterna confrontación política y en otros asuntos de ‘interés general’ como la ruptura de España, (ahora de nuevo supuestamente amenazada por la Ley de Amnistía) o el tema del terrorismo (desaparecido en España hace más de una década, gracias al conjunto de la sociedad española pero, –y esto les duele a algunos especialmente-, con un gobierno socialista al frente).


En algún mundano periódico a lo más que han podido llegar es a decir, y es literal, es que “la presidencia española del Consejo de la UE ha sido una decepción en términos de aprovechamiento de oportunidad y liderazgo, pero, a pesar de ello, un éxito claro a nivel técnico, diplomático y de resultados. Ello bastaría para concluir que, aunque los algunillos de la entradilla, instalados en el ‘cuanto peor mejor’, lo nieguen y no les haga gracia reconocerlo, España ha estado a la altura de la encomienda y ha cumplido con creces con Europa, y Pedro Sánchez, y esto sí que les corroe y les cuesta confirmar, ha reforzado su crédito y liderazgo a nivel internacional.


Por mi parte me he entretenido en consultar en medios internacionales, para apartar los problemas internos y el color del cristal del que se mira en la ‘canalla española’, y he podido extraer algunas conclusiones generales y prácticamente generalizadas al respecto de la gestión de la presidencia española, en la que se han aprobado, y este ya es un primer dato positivo, 43 expedientes relevantes y se han alcanzado importantes avances en materia legislativa y política.


Lo primero que destaca es el balance positivo que han realizado tanto la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que la han calificado como un verdadero éxito. El recuerdo positivo de Ursula Von der Leyen, (incluido el regalo del pañuelo que le hizo Sumaya Abdelbi, guía oficial de la Alhambra), del éxito de la cumbre celebrada en nuestra ciudad, seguirá rindiendo créditos durante mucho tiempo. El propio comisario europeo de Justicia Didier Reynders, al que el Partido Popular quiere usar de ariete contra el gobierno español con el tema de la Ley de Amnistía, reconoció que el enmarañado traslado de este debate a Europa quizás había enturbiado el indudable balance muy positivo de la presidencia española.


Entre los ‘éxitos’ en la mayoría de los medios se destaca uno especialmente, que ha sido calificado como ‘hito histórico’: el inicio de las negociaciones para la adhesión de Ucrania y Moldavia a la UE. Este acuerdo tuvo su inicio en la visita que como presidente de turno, al principio del mandato, realizó Pedro Sánchez a Kiev para reunirse con Volodímir Zelenski. En Europa se valora la futura entrada de nuevos estados miembros no solo como una ampliación geográfica de Europa hacia el sur o hacia el este, que hará extender nuestras fronteras, sino también que nos hará más grandes en cada uno de los rincones de Europa, con más seguridad, más empleos y más prosperidad.


Europa ha avanzado en estos seis meses de manera decisiva en asuntos que significan mucho sobre el futuro de la UE y de nuestra sociedad. Uno de ellos es la aprobación del Reglamento de la Inteligencia Artificial, la primera regulación integral de esta materia en el mundo, que ayudará a impulsar el desarrollo y la adopción de esta compleja y revolucionaria tecnología, al tiempo que se evita la reproducción de sesgos, la discriminación, y el daño a las personas, protegiendo nuestros valores y nuestros derechos como europeos.


En este mandato el gobierno de España ha aprovechado para la avanzar en la consolidación del Pilar Social a escala europea, con avances notables como la puesta en marcha de la Tarjeta Europea de Discapacidad y el desarrollo de nuevas directivas para combatir la violencia contra las mujeres y la trata de seres humanos, así como la ampliación de los derechos de otros colectivos vulnerables. También se han aprobado medidas que refuerzan los derechos de los consumidores y mejoran las condiciones laborales de millones de trabajadores.


En el plano económico también se han dado pasos importantes a favor de la reforma del marco de la gobernanza económica, con nuevas reglas fiscales que reforzarán la dimensión social de nuestra política económica, dejando atrás los dogmas neoliberales y austericidas que tanto sufrimiento causaron en la anterior crisis a nuestro tejido empresarial y económico y que además se cebaron especialmente con las personas más vulnerables. Como uno de sus objetivos prioritarios, la Presidencia española ha tratado de impulsar la reindustrialización de Europa y su autonomía estratégica para garantizar la competitividad de aquellos sectores en los que ya somos punteros, e impulsar nuevas industrias de futuro que generen empleos de calidad y riqueza para nuestros ciudadanos. Como el presidente Sánchez ha señalado esta autonomía estratégica debe hacerse “con formación, innovación, más política industrial y más integración del Mercado Único, que acabe con las deslocalizaciones masivas y la dependencia ciega de las importaciones masivas”. En este sentido ha sido muy importante la aprobación de leyes para garantizar el abastecimiento de materias primas críticas y el impulso del liderazgo en las tecnologías verdes y digitales.


Esa combinación de una mayor justicia social y económica como prioridad de la Presidencia española ha llevado a pasos importantes, como los avances realizados hacia la reforma del mercado eléctrico para conseguir precios de la energía más bajos y estables, con mayor transparencia en el sistema para proteger a los ciudadanos frente a los posibles abusos de las multinacionales energéticas.


Quedan para la próxima presidencia de Bélgica numerosas e importantes tareas en este apartado como la actualización del marco financiero plurianual que se quedó a un suspiro, a falta de que la Hungría de Victor Orbán se sume al consenso alcanzado por los otros 26 estados miembros.


La presidencia española se ha cerrado con el Pacto sobre Migración y Asilo que, aunque no colma las expectativas de muchas organizaciones no gubernamentales al respecto, supone un importante avance para el conjunto de la Unión Europea en esta materia. En materia de política internacional también cabe destacar la firmeza del presidente del gobierno español censurando, con igual rotundidad, el ataque terrorista de Hamás y la petición de liberación de todos los rehenes, así como la legitimidad de la defensa del estado israelí, pero condenando simultáneamente los crímenes de guerra y el genocidio contra el pueblo palestino que está llevando a cabo el gobierno de Netanyahu.


Pero si hay algo en lo que particularmente me siento especialmente contento y orgulloso es que, a pesar de las dificultades y reticencias puestas por la familia política europea del Partido Popular, durante la presidencia española de la UE, haya salido adelante la Ley de Restauración de la Naturaleza, otra norma pionera en el mundo, para recuperar los ecosistemas degradados. En temas como la sostenibilidad y la transición ecológica además se ha dado un impulso importante a la revisión de las normas sobre Calidad del Aire y Europa ha tenido un papel importante en la COP28 de Dubái, en el que la UE, con la vicepresidenta del gobierno español al frente, se ha empleado a fondo para defender el fin de los combustibles fósiles. En este contexto, en los últimos meses se han aprobado además varios reglamentos que ayudarán a reutilizar mejor los residuos y a tener productos más duraderos, reparables y reciclables.


En definitiva que durante esta presidencia, España ha contribuido a afianzar esa Europa con la que soñamos, por la que merece la pena luchar. Una Europa que no se resigna a la lenta decadencia que preconizan aquellos que viven del miedo ante las grandes transformaciones de nuestro tiempo y se refugian en las banderas nacionales, intentando usar las desgracias internacionales sufridas en los últimos años para socavar los cimientos de la UE. Como ha afirmado la propia presidenta de la Comisión nuestro país simboliza el ideal de la construcción de una Europa fuerte y unida y “España se ha convertido en un ejemplo del alma europea”.


Si nos quitamos la camiseta de nuestros respectivos clubes españoles y nos colocamos la camiseta (roja, blanca o celeste) de la selección, podemos y debemos sentirnos orgullosos de nuestro gobierno, y del papel del presidente Pedro Sánchez, al frente de la presidencia rotatoria de la Unión Europea que termina oficialmente el mismo 31 de diciembre. Nuestra voz se escucha y se respeta como nunca antes y nuestras propuestas han forjado importantes acuerdos en base al diálogo y al consenso. Ojalá ocurra algo similar dentro de España en los próximos años. Algunos ya han demostrado que tienen voluntad y capacidad para llevarlos a cabo con diferentes países y con diferentes formaciones políticas. A ‘algunillos’ les falta demostrar voluntad, capacidad y autonomía para llevarlos a cabo. Ahora es su turno.  

lunes, 18 de junio de 2018

Yo soy español, español, español

Nueva columna Sacando Punta en El Independiente de Granada.

www.elindependientedegranada.es/blog/yo-soy-espanol-espanol-espanol


Hay quien llama la atención sobre el posible ‘efecto llamada’ de la llegada del Aquarius. Yo espero que al contrario pueda ser una llamada de atención a la Unión Europea y al mundo.
Faltó muy poco la noche del viernes para que millones de gargantas lanzaran el grito de guerra del orgullo patrio “yo soy español, español, español...”, (en la versión local se completa con: y de Graná casi ná). Faltó un gol más de la roja o uno menos de CR7; o sobró el penalti tempranero o el fallo de De Gea o faltó que entrara el disparo al larguero de Izco o la espuela de Koke. Cualquiera de esos lances hubiera conducido a la victoria y desatado los gritos de euforia, en el arranque del Mundial de Rusia. Apenas 48 horas después del relevo del seleccionador que presagiaba el fracaso de la ‘roja’ en quinielas, porras y en las apuestas, estuvimos a punto de lanzar las campanas al vuelo y de salir con las pinturas de guerra lanzando cohetes.
A mí también me gusta la fiesta futbolera pero el grito del titular lo lancé durante la mañana dominical, cuando el Aquarius entraba por la bocana del puerto de Valencia. No pude contener el grito en twitter ni en facebook y me puse a escribir estas líneas para manifestar que me siento orgulloso de que el gobierno de mi país tomara la decisión humanitaria de acoger a los ‘pasajeros’ del barco abandonados por el gobierno italiano (que no por Italia donde esa decisión ha molestado a tantos ciudadanos incluidos algunos viejos amigos ecopacifistas que esta semana enviaban mensajes felicitándome por la decisión del gobierno de Pedro Sánchez y avergonzados por la xenofobia del presidente Giuseppe Conte y Salvini -el apellido del vicepresidente no haca causa con su actitud en este asunto-).
Y siento orgullo también por la respuesta del gobierno de la Comunidad Valenciana y de muchos ayuntamientos y organizaciones no gubernamentales que se han aprestado a colaborar en la recepción de los migrantes. Y siento especial orgullo por los numerosos voluntarios que están participando en la atención durante la acogida en suelo español.
Orgullo de ser español que he sentido también esta misma semana cuando el Consejo de Ministros anunciaba que iniciaba el camino a la sanidad universal, los trámites para revertir en unas semanas aquél aciago Decreto de 2012 que quitaba el derecho a la asistencia sanitaria a “los inmigrantes no regularizados”. Esa medida devuelve la decencia política a nuestro país y recoge el mandato de organismos internacionales y del Defensor del Pueblo. Pero además de ser una medida indigna e insolidaria se ha demostrado que tenía un planteamiento falso y se ha mostrado ineficaz económicamente y con nefastos resultados según lo expertos en salud pública.
También hay algunos españoles que han llamado la atención sobre estas decisiones advirtiendo de su posible ‘efecto llamada’ en los países subdesarrollados. Eso piensan y dicen para alimentar a su seguidores con ese podrido argumento o eso dicen para los que así pudieran pensar se identifiquen con esas fuerzas políticas. No sé que es peor. Me dan pena y repugnan esos ‘buitres’. Son los mismos carroñeros que de producirse la derrota de la selección se lanzarían a atacar a Rubiales, a Diego Costa o a De Gea, por distintas razones pero con el mismo objetivo. Patriotas de hojalata todos que diría aquél. Yo espero por el contrario que la medida tenga un efecto de llamada de atención a la Unión Europea y al mundo y sirva de revulsivo para replantear de manera unida y solidaria la situación de los inmigrantes y la situación de los países de donde vienen los inmigrantes.
Esta semana yo seguiré cantando ‘yo soy español’ por las dos razones y me uniré al grito de ‘a por ellos’ pero no contra los catalanes, sino a abrazar a los que han llegado en los barcos a nuestra tierra, porque eso nos ha hecho grandes a los españoles como país y a ellos les hace dejar de ser pequeños y les devuelve a la Humanidad. Y gritaré ‘a por ellos’ también  estos días frente a Irán y a Marruecos, pero sólo en sentido deportivo.
Nota: No me pidáis que cante el himno español con la letra de Marta Sánchez, que yo soy un ciudadano español orgulloso, pero no tengo el orgullo de ser español de Ciudadanos, a tanto españolismo no llego.

miércoles, 6 de junio de 2018

De Frankestein a Juego de Tronos


Esta semana he volcado mi versión, versión, del por qué del triunfo de la moción de censura de Pedro Sánchez y la he publicado en mi blog/columna "Sacando Punta" en El Independiente de Granada. Así, cuando pase el tiempo podré analizarme, e incluso rectificarme. Dejo aquí el enlace a cómo apareció el artículo en este medio digital:

http://www.elindependientedegranada.es/blog/frankestein-juego-tronos

y transcribo aquí el texto tal y como lo remití con algunos 'adornos' gráficos.


De Frankestein a Juego de Tronos

Llevaban mucho tiempo desde el PP et al. dando la tabarra con lo de ‘que viene el gobierno Frankestein’, pretendiendo asustar a la masa con esa estrategia machacona, repetitiva, que tanto resultado le ha dado para convencer a sus huestes. Le sirvió en las dos últimas elecciones generales para aguantar el desgaste por sus políticas antisociales, y para torpedear cualquier fórmula de acuerdo transversal necesario para obtener una mayoría que desbloquease el nuevo ‘orden político’ resultante del fragmentado mapa electoral actual. Estaban tan entretenidos con la ya vieja estrategia que no han advertido la tormenta que descargaba con la primera sentencia judicial de la Gürtel, y no se habían dado cuenta que la tropa ya había quedado insuficiente para contener la avalancha. La película que se estaba fraguando era diferente. Esta vez no ha valido la doctrina D. Tancredo de dejar que la tormenta escampe para sortear los elementos.

La película ha cambiado pero el Partido Popular no se ha dado cuenta. Llevaba tiempo noqueado por las encuestas y bloqueado por haber dejado a la justicia encargada de resolver los problemas con Cataluña y a la vez encargada de marcar su agenda política con la retahíla de noticias y de personas de su entorno, desfilando por los juzgados y entrando en la cárcel. Teniendo como único socio a los naranjitos de Albert Ribera, (insuficiente hasta para aprobar los Presupuestos Generales del Estado y más interesados en la destrucción lenta del PP), los de la gaviota iban lentamente disolviéndose, traspasando su capital y la confianza de los poderes fácticos, (haberlos haylos), hacia Ciudadanos que demoscópicamente ya les había superado e ideológicamente ya les había dado el ‘sorpasso’ por la (extrema) derecha.

Imagen relacionada

Se habían quedado desfasados, anclados en un ‘relato’ que ya no vendía en el nuevo escenario político. La propuesta que había lanzado la semana pasada Pedro Sánchez estaba más relacionada con Juego de Tronos y con el Guardián de la Noche liquidando zombies que con la de Frankestein.

Pedro Sánchez ha jugado con el factor sorpresa y ha aprovechado las cartas que tenía para lanzar una moción de censura en la que ganaba si perdía pero ninguno más de los adversarios políticos ganaba si no prosperaba. Ninguno de los que la han apoyado habría salido mejor parado si no votaba ‘contra Rajoy’ y ninguno de los que la rechazaba salía indemne de la moción de censura aunque no saliera adelante.

Pero la moción de censura estaba lanzada para ganar y ha triunfado porque se han unido dos circunstancias en el transcurso de la escasa semana en la que el gobierno saliente había restringido el proceso. De un lado ha sido la habilidad negociadora para conseguir que los que eventualmente podían votar a favor de la moción de censura vieran que si perdía Rajoy ellos ganaban y que ganando Pedro Sánchez ellos no perdían, aunque no ganaran inmediatamente nada. Fuera del acuerdo explícito con el PNV, ninguna de las otras fuerzas han podido arrancar ningún compromiso concreto por parte del ya presidente del gobierno. Aunque durante la tramitación y el debate PP y Ciudadanos, se empeñaran en denunciar pactos ocultos, el PSOE ha dejado claro que su gobierno va a ser monocolor, en minoría pero cohesionado, y que su defensa de la integridad territorial no estaba en negociación. El mejor aval de la lealtad de los socialistas en el asunto catalán ha sido el apoyo de la aplicación del 155 y se lo acababa de reconocer el propio Rajoy, afirmando públicamente, contra Albert Rivera, que Pedro Sánchez se había comportando en este asunto de manera extraordinaria “y no como otros”.


La otra cuestión decisiva que ha sido determinante para el inesperado cambio de gobierno por esta vía tan estrecha, pero rápida, prevista en nuestra Carta Magna, ha sido la actitud de Ciudadanos. Su posición de mantener a Rajoy sólo para que continuara achicharrándose y sacar tajada particular ha sido tan burda y descarada que se ha visto desde todo el hemiciclo. Primero afirmando que tras la sentencia judicial la legislatura se había acabado. Después que había que retirar la moción y presentar otra ¿instrumental? -es curioso que los que se aferran a la Constitución inventen esta modalidad que choca con el carácter constructivo que se otorga a la moción de censura-. Para colmo proponía el líder de los naranjas a socialistas como candidatos. Finalmente se atrincheró en pedir la dimisión de Rajoy e intentar bloquear la tramitación de la moción de censura. Ha parecido tan sólo el líder de Ciudadanos que parecía denostar el fin del partidismo para imponer el (su) partido único.
Resultado de imagen de resultado de la moción de censura

A estos pretendidos amantes de la estabilidad no les pareció que el escenario que pintaban generaba más desconcierto, a diestro y siniestro, que la propia moción de censura ‘frankestein’. El PNV, con el acuerdo logrado de no tocar los presupuestos del 2018, ahora pendientes de la aprobación en el Senado, le daba más miedo que no saliera adelante la moción, (y cargar en su tierra con el muerto de que habían mantenido a Rajoy y abierto la puerta a Rivera), y encontró el argumento final para decantarse. Y el Partido Popular, en un duelo sotto voce (que este sí que ha sido oculto) no sucumbió a las demandas de harakiri lanzadas desde varios púlpitos y así prolongar su agonía unas semanas más, en detrimento de su principal oponente real y decidió no caer en la trampa de la dimisión, prefiriendo ser matado a morir como inicio de la estrategia política de futuro.

Resultado de imagen de toma de posesión de pedro sánchez

Balance final (por ahora): 

Mariano Rajoy ya no tiene en su mano más que decidir qué hace su partido, si basar su estrategia en el pasado o iniciar una regeneración mirando hacia el futuro, apartándose (después de señalar su sucesor/a) del camino, que no es poco.

Pedro Sánchez tiene un escenario de gobierno muy difícil, tanto como el que tenía Rajoy. Pero al actual presidente, hundido en el pozo según sus contrincantes, sólo le cabe ir mejorando y ahora además cuenta con poderosos instrumentos para visibilizar su propuesta de Acuerdos de País con los que desde la oposición intentaba construir una alternativa contra ‘vientos’ y contra ‘mareas’ o más bien llegando a acuerdos de geometría, y geografía, variable. 

Comienza el baile.

lunes, 30 de mayo de 2016

Del asalto a los cielos a la condena al infierno

Una nueva entrada "guerrera" en el Independiente de Granada.


Pablo Iglesias después de habernos hecho pasar por el purgatorio, abandona su asalto a los cielos y pude condenarnos al infierno de un nuevo gobierno de Rajoy. ¿Cuánta gente se quedará en el limbo?

Para leer más pincha en el siguiente enlace. Del asalto a los cielos a la condena al infierno

 

viernes, 8 de enero de 2016

Líneas verdes en lugar de rojas

Empiezo  "En mi ambiente"  el año. Columna en El Independiente de Granada con un deseo de reorientación del debate sobre la formación del nuevo gobierno que debe surgir de la nueva composición del Congreso de los Diputados tras las elecciones del 20D.


"En las próximas semanas tendrán que decidir si se lo juegan todo a una carta, la de conquistar los cielos, o seguimos en el infierno mientras ellos se quedan en el limbo".

Para leer artículo completo: Pinchar abajo.

Líneas verdes en lugar de rojas | El Independiente de Granada

miércoles, 23 de diciembre de 2015

¿Y ahora qué?



La resaca electoral ha empezado como acabó la campaña electoral: agitada, confusa e intoxicada.  El resultado de las urnas es inapelable y no puede ser reinterpretado a la medida que nos interese. Las opiniones son múltiples, casi tantas como los votos emitidos,  pero la expresión global del resultado es la que es. A mí lo que me sorprende es que haya gente que se manifieste sorprendida de los resultados. No sé en qué mundo viven o si están rodeados de tahúres expertos en jugar al póker con su cara y con sus opiniones. El resultado de las urnas no es más que la suma integrada de lo que ocurre en las familias, en los "tajos", en los barrios... con las mismas contradicciones e incertidumbres y con las mismas cosas claras que ocurre, que se vive, en estos momentos en nuestra sociedad. Podríamos decir ante esta complejidad que a mucha gente pone nerviosa, tanto por novedosa como por difícil, (tomo las palabras del noi de Poble Sec -ya mejor dicho del avi Serrat-),  que "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio".  Lo que si tiene remedio es la gestión de un resultado que en apariencia conduce a la ingobernabilidad.

Habría que asumir,  de primeras, que los electores no hemos querido aplazar la decisión sobre la formación de un gobierno y no hemos especulado con la posibilidad de unas hipotéticas segundas elecciones. El sistema electoral actual es a una vuelta y aunque yo soy partidario de su reforma (en este mismo blog lo he expresado en varias ocasiones desde hace unos años), no se puede variar las normas a mitad de partido y cuestionar el resultado, (otros sistemas no hubieran arreglado el actual panorama político), por lo que debe conducirse la estrategia a conseguir una mayoría de gobierno con suficiente estabilidad.
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Para ello lo primero que hay que hacer es dejar de hablar de "geografía política y de matemáticas" y poner sobre la mesa la agenda de la gente. Deberíamos dejar de hablar de yo soy el primero aquí y allí, tú tienes el peor resultado de la historia, yo he subido no sé cuanto en unos meses, tú has pinchado… Es momento de tomar posiciones Políticas (con mayúsculas) y abandonar posiciones electoralistas (con minúsculas).
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Para mí el resultado no permite que Rajoy pueda ser investido presidente del gobierno. Ni la aritmética ni la herencia recibida de sí mismo y de su gobierno de estos cuatro años lo permiten ya que su despotismo absolutista le ha cerrado todas las puertas posibles. Más bien el PP se ha cerrado esta posibilidad de manera voluntaria y han jugado a que esa era la mejor y la única alternativa. Para ello habían preparado un escenario para la renovación de su mandato, alargando la legislatura para aprobar unos presupuestos, maquillando los datos económicos y de empleo, ambientando con luces de Navidad y consumismo la campaña electoral… y asumiendo un ligero desgaste poder continuar su desmantelamiento del estado del Bienestar. Pero ni siquiera con el apoyo de la muleta de Albert Rivera -podíamos decir Ciudadanos pero es que hoy por hoy es más una apuesta personal que un proyecto político- le han salido las cuentas y no puede ni acercarse a la posibilidad de ser investido ni en primera ni en segunda vuelta.

Y digo que no puede ser investido porque la abstención del PSOE ni en primera ni en segunda vuelta puede valorarse como una opción seria ni coherente. Como no lo puede ni va a ser la de Pablo Iglesias. Ni la aludida situación de emergencia nacional ni las presiones de los poderes fácticos pueden conducir a este callejón sin salida.  Ello supondría dar la razón a que el sistema está agotado y no es capaz de dar solución a los problemas institucionales, no sólo que necesita reformas sino que requeriría una solución final y significaría un fracaso político total y global ante la sociedad.
Agotada esta primera posibilidad en torno al partido más votado, ni con Rajoy ni sin él ¿hay otra alternativa? Aunque ahora se ve muy difícil, más difícil desde luego lo tiene el Partido Popular, creo que los partidos de izquierda están en la obligación de explorar una solución, de apuntar soluciones al problema y no plantear problemas a la solución. Porque en España ha ganado el cambio progresista a que las cosas sigan como están, eso es lo que, con distintas visiones y versiones una mayoría de ciudadanos ha dicho que quiere.
Si yo fuera Pedro Sánchez, si fuera candidato a la presidencia del gobierno, -vaya hipótesis más alejada de la realidad me he buscado- empezaría a tomar la iniciativa en un sentido diferente al que han tomado los primeros escarceos y desafiaría a todas las fuerzas políticas en una agenda de gobierno y legislativa (nótese la separación intencionada) y obligaría a que se retrataran todos los actores políticos (nótese que aquí me refiero no sólo a los partidos y coaliciones políticas en liza).

Mi discurso  provocador se desmarcaría del ARVotómetro e iría en las líneas siguientes: 

¿Y si fijamos el objetivo en avanzar hacia la igualdad entre hombres y mujeres, en el trabajo, la política... que alcance la vida familiar?

¿Y si ponemos el centro de atención en las personas, en los mayores, los jóvenes, los desempleados... ?

¿Y si hablamos de una nueva política energética, de transición hacia las renovables e incluimos medidas de ahorro y eficiencia en la agenda?

¿Y si incluimos la lucha contra la pobreza energética y las iniciativas para evitar los desahucios como elementos centrales de un acuerdo?

¿Y si situamos en el centro del debate del próximo gobierno un Gran Pacto educativo?

¿Y si ponemos como medida fundamental para un acuerdo de gobierno la derogación de la reforma laboral?

¿Y si ponemos como primera condición para llegar a acuerdos un programa contra el cambio climático? 

Por las ideas y los programas, por el discurso durante la campaña electoral, habría una mayoría suficiente para formar un gobierno estable del cambio que pudiera llevar a cabo la contrarreforma de las reformas del PP y si faltaran unos cuantos votos no dudo que los naranjitos que tienen esa responsabilidad y esa altura de miras y sentido de Estado y que no son ni de derechas ni de izquierdas sino de centro, igual que están dispuestos a sacrificarse por el interés general en un sentido podían hacerlo hacia el otro y España les reconocería su gesto en el futuro. Aparte del discurso de los platós y del marketing electoral, más allá de las poses y de lo de la nueva y la vieja política, lo de la casta, los emergentes y toda esa palabrería con fecha de caducidad,  yo no veo diferencias abismales entre el supuesto asalto a los cielos de Podemos et al y la presunta gestión pisando en el suelo que propone Pedro Sánchez.
 
Este debate ha estado siempre latiendo, residiendo, en la izquierda española aunque más concentrado en una fuerza hasta ahora hegemónica, el PSOE que vive con dos almas, y una segunda fuerza pequeña pero influyente políticamente, en sus diferentes versiones: los ‘comunistas’ Izquierda Unida o la Izquierda Plural. Porque, ¿qué es lo que proponen las fuerzas de izquierda ‘auténticas’, si asumimos que han superado ya la fase infantil bolivariana y se aprestan a distanciarse de la adolescente solución a la griega? Pues les queda recomponer el Estado del Bienestar, actualizado, modernizado, si se quiere, que fue posible con gobiernos socialistas, y la regeneración de la política, sobre todo con la lucha contra la corrupción institucionalizada y en este asunto, el actual líder socialista tiene las manos limpias y no puede considerarse un obstáculo por parte de los podemitas. 

¿Es posible para PODEMOS avanzar en este país, en este momento junto a un PSOE renovado, con un líder legitimado por haber ganado con el voto directo en primarias de las bases socialistas o piensan “el Coletas y los suyos” que su conquista es a todo o nada, no sólo contra el PSOE sino sin el PSOE?

En esta ocasión, hace unos días, los españoles, con todos los matices geográficos que se quiera,  con todas las asimetrías que se consideren,  han dicho que el cambio debe ser con el PSOE, incluso han dicho más, con el PSOE en primer lugar, a pesar de las condiciones tan difíciles en las que ha jugado esta partida. Pero la respuesta a esta pregunta anterior la tienen en su tejado los “En Común” y pueden evadirla amparándose en cuestiones como que lo primero es el derecho a decidir y la arquitectura del Estado, sabiendo no sólo que esa vía es estrecha y lenta frente al AVE de la formación del gobierno y que además no avanza con el bloqueo del Partido Popular.  

Puede que en el camino que yo dibujo haya más obstáculos de los que yo he señalado y más intereses partidistas y estrategias paralelas en juego pero en todo caso con esta oferta de cambio de progreso ya habríamos adelantado bastante para iniciar la carrera, si estuviéramos abocados a devolverle la palabra y la papeleta a los ciudadanos, y al menos estaríamos mejor informados de que ocurriría con nuestro voto, de cómo sería utilizado, en esas nuevas elecciones.

jueves, 17 de julio de 2014

España camisa blanca de mi esperanza


Me gusta Ana Belén, como cantante me refiero, y desde hace muchos años me gusta la canción que lleva el título de "España camisa blanca de mi esperanza", que toma el nombre de un poema de Blas de Otero. Me gusta tanto que su música la utilizamos en mi murga de carnaval en el año 1998, un año en el que íbamos disfrazados de jueces y cantábamos "España con manos blancas, de la esperanza", el año siguiente al asesinato por ETA de Miguel Ángel Blanco, (curiosamente el 13 de julio, el mismo día en que se han celebrado las primarias a secretario general del PSOE).

En los últimos artículos escritos en mi blog, relativos a esta elección mediante el procedimiento de un militante = un voto, comunicaba mi opinión al respecto del complejo y difícil proceso en el que los socialistas estaban inmersos y sobre cuál era la opción que yo prefería.

Los militantes han hablado y el resultado es inapelable aunque las interpretaciones son de lo más variopintas. Ha ganado de manera rotunda Pedro Sánchez con su lema cambiar el PSOE para cambiar España, el título que daba a un artículo en el País los últimos días de campaña, y con el mensaje de “el socialismo que une”.  

El día antes de las votaciones pude compartir mesa con el entonces candidato, vi en su cara que iba a ser el ganador del proceso y creo que también el futuro presidente del gobierno, más temprano que tarde.

No tiene nada de científico pero lo vi en su rostro, en su movimiento, en sus gestos y en sus palabras pero sobre todo lo vi en los rostros, reacciones, gestos y palabras de los que lo observaban. Y me vino a la cabeza el título de esta canción y le comenté a Pedro Sánchez públicamente que ya tenía título para mi artículo siguiente aprovechando que pude tomar la palabra en el acto para hacerle una pregunta (habéis acertado pregunté sobre la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo compatible con la conservación del medio ambiente y sobre el cambio climático).


Cambiar el PSOEPrimarias generalizadas en el interior del Partido y para la elección de los candidatos, limitación de mandatos, incompatibilidades... el mismo partido de siempre, con los mismos valores y principios,  pero un partido nuevo, más democrático, más participativo más cercano y conectado a su base social, a sus propias bases de las que se ha alejado demasiado.

Cambiar España. Una España más solidaria, más libre e igualitaria, en la que la diversidad de territorios, lenguas, razas u orientaciones sexuales sea un elemento enriquecedor; una España más educada y más culta, más respetuosa con su patrimonio natural y cultural; una España más justa con una reforma profunda del sistema fiscal…

Internamente para este proceso, que no será de la noche a la mañana por la profundidad del cambio necesario,  viviremos las resistencias a “soltar el poder” y los “vértigos a los cambios” en esta organización centenaria.

Externamente, “todas las derechas concentradas” y buena parte de la “izquierda fragmentada”, junto a casi todos los  medios de comunicación, jugando con la desafección a los políticos y en buena medida a la Política, se emplearán, ya han empezado, en deslegitimar el proceso histórico de la elección de Pedro Sánchez y en cuestionar todo su programa político. Y lo van a hacer con fuerza, tanta como sea la capacidad de formular un proyecto político radical de restitución de los derechos y libertades y un nuevo modelo económico.

En estos días me estoy divirtiendo mucho con algunas reacciones a su elección como secretario general de las que quiero destacar a la MariCospe que ha dicho que sólo ha oído palabras de Pedro Sánchez que faltan obras. “Esta gente tan preparada…” que dice mi tía la facha, como se columpia.

También es meritoria la de los portacoces (perdón portavoces) del PP que han saltado a decir que le falta liderazgo y carisma al flamante secretario general del PSOE.  Manda huevos, los que tienen de jefe (y lo digo sin metáfora, sin comillas) a Marianico y antes -y ahora- han sufrido a JoseMari, hablando de líderes sin carisma... Esto sí que tiene guasa.

Igualmente me he reído mucho con los que han criticado (dentro y fuera) a Pedro Sánchez por ser guapo o bien parecido, insinuando o acusando directamente de ser sólo un producto de marketing político. Como si estuviera reñido tener buen aspecto físico y capacidad política. Diremos al respecto que con lo bajo que está el nivel –el físico y el otro- es fácil destacar. Y me he sentido solidario y consciente de cómo muchas mujeres atractivas tienen que luchar en sus ámbitos profesionales para que las vean y juzguen por su trabajo y no por su apariencia, sufriendo prejuicios y juicios insultantes sobre qué pretenden o cómo habrán llegado tan alto.

Pero lo que ya es de cachondeo es la de los hooligans (también de dentro y de fuera del PSOE) que saltan con un “a mí no me gusta”, “no me parece tan guapo” o “yo no lo veo bien parecido”.

Yo creo que además de ser un buen tío, se le nota en la cara, y en la de su mujer y en la de su madre cuando lo miran, (estos indicadores no fallan), “el candidato en la carretera” es un tío bueno en el mejor sentido de la palabra y no hay que ser mujer ni cambiar de orientación sexual para reconocerlo, y a mí me parece que eso ayuda a crear empatía con la gente y si no ayuda al menos no es negativo. Si perjudica tener buena planta me veré obligado a hacerme una cicatriz en la cara y alguna lesión para mejorar mis expectativas en los próximos procesos electorales si decidiera dar un paso adelante (tranquilos, que no cunda el pánico, me estoy quitando y no voy a cambiar mi perfil en las redes sociales: de joven promesa a vieja gloria).

El caso es que a falta de la ratificación por el Congreso Federal Pedro Sánchez ya está ejerciendo y ya se le puede juzgar por su acciones, (“mi primera medida será derogar la reforma laboral”, el voto negativo al nombramiento de Juncker o las reservas de las eléctricas a su elección, por citar tres ejemplos), que apuntan en una dirección que me gusta mucho. 

Pues es eso que el PSOE y España necesitan una camisa blanca, nueva, limpia que nos dé esperanzas. Yo tengo fe en él y por caridad dejémosle, ayudémosle a que lo consiga. (Hala ya he juntado las tres virtudes teologales en la misma frase). 

Pidamos que también tenga nuestro nuevo secretario general las virtudes cardinales: Justicia, Prudencia, Fortaleza y Templanza, falta le van a hacer. 

sábado, 12 de julio de 2014

Alea jacta est.

Llega el final el proceso de elección del nuevo secretario general del PSOE que se rige, por fin, bajo el principio: un militante = un voto. Aunque algunos se empeñen en martillear cansinamente con el PSOE=PP, al menos en este tema, deben reconocer que el PP resuelve estos asuntos con otra filosofía, la de una persona (concretamente un dedo, el del que manda) = un voto, un voto único que vale por todos.

He comprobado como la fiesta de la democracia, de la participación directa de los militantes socialistas, se vive con ilusión y con expectación (que trasciende los muros de las sedes) y me ha alegrado ver que este proceso está siendo un revulsivo en muchos lugares en los que la moral de la tropa estaba bastante baja.


 ¿Quién es ese tal Pedro Sánchez?




Pedro Sánchez un candidato en la carretera


En los últimos días me he pringado del todo e incluso he participado en representación de la plataforma de apoyo “Granada con Pedro” en varios debates en agrupaciones locales. En mis intervenciones en los debates he procurado ser absolutamente exquisito con todos los candidatos y con sus representantes y también lo han sido conmigo tanto los anfitriones como los contertulios y me he sentido querido y respetado. (A Pedro le han lanzado varias puyas que he intentado contrarrestar sin devolver las agresiones verbales. Espero que del calumnia que algo queda se pase al que quien calumnia la paga). Me he reencontrado con viejas y buenas amistades y compañer@s y he conocido a nueva gente sobre todo en Ogíjares, Churriana y Montefrío, (las plazas en las que me ha tocado torear), de la familia socialista ya que hacía bastante tiempo que no participaba en la vida orgánica del Partido de la que estoy voluntariamente distante, salvo para los temas ambientales como saben los que me siguen.

Cuando escribo estas líneas estoy a punto de conocer directamente al candidato pues voy a asistir a un almuerzo con militantes en el restaurante El Guerra, un lugar simbólico para los socialistas granadinos, en la vecina localidad de Huétor-Vega, (el otro símbolo  El Guerra, el Alfonso, ha dado un capotazo a Edu Madina,  y luego a un acto público abierto en Fuente Vaqueros, todo un símbolo del compromiso de Pedro Sánchez con la cultura y con la memoria histórica.

Cierro esta serie de artículos con una nueva llamada a la participación mañana domingo día 13 y a la responsabilidad y generosidad en la gestión del resultado de las urnas. Sé que si gana Pedro Sánchez hará valer el eslogan de campaña El socialismo que une o Unidos por el Cambio e integrará en su equipo a los otros candidatos, como ha repetido públicamente en todos sus actos desde el principio, y que aprovecharemos todas las inteligencias y capacidades que han fluido en el proceso; confío en que los otros candidatos hagan lo mismo.

Sé que, gane quien gane, el partido iniciará una nueva etapa, una época de cambios que debe conducirnos a un Cambio de Época, a la que yo llego con la misma ilusión que cuando hace treintaycinco años (lo pongo así con letra para reforzarlo) me afilié al Partido Socialista Obrero Español (también escrito entero, con todas sus letras) y viví la ilusión del Cambio que protagonizó el PSOE en la década de los 80.
Sé que las primarias no son la panacea, que son necesarias pero no suficientes,  y que deben de ir acompañadas de más cambios en el modelo de partido (listas abiertas, limitación de mandatos, incompatibilidades, cierre de puertas giratorias, código ético...) y de un nuevo proyecto político anclado en los mismos principios de libertad, igualdad y solidaridad que hemos defendido siempre. Pero las primarias pueden y deben ser el principio del acicate que mucha gente, dentro y fuera del PSOE está esperando para renovar la ilusión y confianza en un nuevo proyecto que frene a la derecha en primera instancia y protagonice después una nueva era en la que se restituyan las conquistas de derechos y libertades que el Partido Popular en alianza con el neoliberalismo conservador está podando de manera severa.

Mi próximo artículo irá sobre el nuevo secretario general del PSOE. Espero dentro de un rato obtener unas fotos de él y con él para poder ilustrarlo bien. VOTO A PEDRO.