miércoles, 9 de abril de 2025

Un año buceando en la Mar de Biodiversidad


Esta semana se cumple el año de mi estreno en Granada Hoy en la serie de artículos que hemos bautizado como "La mar de biodiversidad".  El 5 de abril del año pasado arrancamos con Delfines a la vista y, salvo algún breve descanso, desde entonces cada quince días me asomo a la web del periódico los viernes y a las páginas del periódico los sábados. La divulgación de temas marinos surgió como una 'huida' del tema de Sierra Nevada en el que había escrito casi dos centenares de artículos en varias 'colecciones':

Paraíso de Biodiversidad 

Montaña de Oportunidades

Paisaje y paisanaje

Era por otra parte un reto personal y 'profesional' adentrarme en un mundo en el que soy más aficionado que experto y enfrentarme a temas que me han suscitado interés desde pequeño y de los que quería compartir curiosidades y descubrimientos. 

Por la serie han desfilado,  por ahora, mucha fauna marina desde los delfines iniciales a la nacra, Al rescate del ‘mejillón’ gigante, pulpos, Los invertebrados + inteligentes, rayas, Una raya (eléctrica) en el agua (del mar), estrellas de mar, Protagonistas ‘estelares’‘Gusanos de fuego’Peces escorpiónTrompeta de TritónCorales nazaríes, tortugas, MIGRADORAS sub-MARINAS, pez luna, Cómo mola el ‘pez Mola’, peces golondrina, Cuerpo de pez, alas de pájaro y patas de cangrejo, caballitos de mar, A galopar, a galopar... por el fondo del mar, meros, De la mar, el mero, congrios y morenas, Congrios versus morenasPez limón, un depredador elegante y barracudas, Devoradoras de las profundidades

También ha habido tiempo para la flora marina: Algas 'invasoras'Praderas y bosquetes marinos y Rodolitos: tesoros marinos secretos

Además he configurado un menú curioso, ‘Ensalada’ marina', hemos celebrado el Día Mundial de los Océanos y he abogado por Hacia una pesca sostenible, además de (espero) haber aclarado ¿Por qué el mar es azul?



En esta senda voy incrementando el número de colaboradores que me asesoran, me ceden imágenes o incluso he escritos artículos al alimón (Jesús del Río, Alfredo Rosales, Emilio de la Rosa) aunque especialmente estoy agradecido a Luis Sánchez Tocino que a través de las páginas de la web Litoral de Granada (litoraldegranada.ugr.es) me proporciona muchas veces la necesaria referencia académica y las fotografías o vídeos que ilustran los artículos. De la misma forma debo agradecer a mi cuñado Juan Fernando al que por fin, como dice mi hermana, "hemos podido darle una gran utilidad a tantas horas de buceo y de grabación".  

Vamos a ver por donde continuamos en las próximas semanas y qué estelas vamos dejando sobre "el mar, la mar... de biodiversidad".


domingo, 6 de abril de 2025

¿Qué sabes de las medusas?

Al cumplir el año esta semana lo he dedicado a las medusas (¿Qué sabes de las medusas?) unos animales curiosos y fascinantes, Tan famosas como desconocidas; tan temidas como necesarias en los ecosistemas marinos. 


¿Qué sabes de las medusas?



Medusa aguamala (Rhizostoma pulmo)


Las medusas son unos organismos muy curiosos que existen desde, al menos, hace 500 millones de años, mucho antes de que los dinosaurios caminaran sobre nuestro planeta Tierra. Estos animales no tienen cerebro ni sangre, están compuestos principalmente de agua, (95%), su boca hace las funciones simultáneamente de ano, tienen varios tipos de reproducción (sexual y asexual) y pueden picar después de su muerte. Entre ellas está uno de los animales más temidos aunque el tamaño de las medusas no es proporcional a su peligrosidad.


Taxonomía


Las medusas están incluidas en los ‘cnidarios’, (del griego knide=ortiga), un filo de animales invertebrados, acuáticos, marinos, (salvo las hidras), que incluye además a los antozoos (anémonas y corales). Los escifozoos, (del griego skyphos=copa) son el grupo de cnidarios en el que predomina la fase medusa. En general son de gran tamaño, todos marinos y carecen de velo. Presentan cuatro tentáculos bucales con función alimenticia y tentáculos en el borde de la umbrela, (excepto los rizostómidos).


Anatomía


La simetría es radial primaria, con tendencia a la adquisición de una simetría birradial, tetrarradial o de otros tipos, siendo el eje principal del cuerpo el eje oral-aboral. Presentan unas células características del grupo, denominadas cnidocitos, que contienen unas estructuras urticantes, los cnidos o nematocistos, que se activan ante estímulos mecánicos, químicos o de ambos tipos, produciéndose el disparo del filamento. Los cnidocitos son más frecuentes en la región oral y en los tentáculos, en donde se suelen disponer en baterías.


Las medusas presentan una mesoglea gelatinosa gruesa que forma la umbrela o paraguas. La boca se encuentra en el centro de la parte interior de la umbrela, normalmente en el extremo de un tubo denominado manubrio. La cavidad gastrovascular se prolonga hacia el borde de la umbrela dando lugar a los canales radiales. Los órganos de los sentidos se sitúan en el borde umbrelar, en unas estructuras denominadas ropalias, que contienen un estatocito, un ocelo y una foseta sensorial.

Medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata)



Ciclo biológico tipo de las escifomedusas.

Una medusa adulta posee gónadas en su cavidad gástrica que producen gametos masculinos y femeninos que tras la fecundación (salvo excepciones) externa, da lugar a unas larvas de vida libre que se conocen como plánulas y que se fijan posteriormente a un sustrato para formar un pólipo (reproducción sexual). El pólipo o escifistoma se reproduce asexualmente por estrobilación -división transversal- en el que se forman medusas diminutas (éfiras) que quedan apiladas y se van liberando posteriormente para desarrollar una fase de vida libre de crecimiento hasta la maduración sexual que completa el ciclo.

¿Tienen las medusas un papel ecológico?

Las medusas desempeñan un papel ecológico crucial en los ecosistemas marinos ya que contribuyen a mantener el equilibrio en la cadena trófica. Al ser depredadores de plancton, pequeños peces, larvas y huevos controlan las poblaciones de determinadas especies evitando su sobreabundancia. A la vez al ser presas y fuente de alimento de otros depredadores marinos como algunas especies de tortugas, los peces lunas o determinadas aves marinas, se sitúan en los niveles intermedios de las pirámides alimenticias. Además cuando las medusas mueren sus cuerpos se descomponen en el fondo marino, liberando nutrientes que enriquecen los fondos y benefician a otros organismos, contribuyendo a los ciclos biogeoquímicos.



                                        Medusa luminiscente (Pelagia noctiluca).



Bioindicadores de cambios ambientales

Las medusas son consideradas bioindicadores, ya que nos proporcionan información sobre actividades humanas, como el aumento de nutrientes (eutrofización), el cambio climático o la sobrepesca, que reduce la competencia de sus depredadores naturales. Aunque su proliferación puede ser un síntoma de desequilibrios, también son una pieza clave en la resiliencia del mar.

Cambio climático y medusas

El cambio climático está teniendo un impacto significativo en las poblaciones de medusas, especialmente en el mar Mediterráneo. Sus efectos son:

1. Aumento de la temperatura del agua

El calentamiento global eleva la temperatura del mar, lo que favorece la reproducción de ciertas especies de medusas. Esto puede provocar su aparición más temprana en la temporada y un incremento en los episodios de proliferaciones masivas, conocidos como blooms. Estas condiciones amplían su rango de distribución, permitiéndoles colonizar nuevas áreas.

2. Cambios en la red trófica

La sobrepesca, combinada con el cambio climático, reduce las poblaciones de depredadores naturales de las medusas, como peces y tortugas. Esto les da una ventaja competitiva, permitiéndoles dominar ciertos ecosistemas y alterar el equilibrio de la red alimenticia.

3. Eutrofización y hábitats alterados

El cambio climático, junto con actividades humanas, contribuye a la eutrofización (exceso de nutrientes en el agua), lo que crea condiciones ideales para el crecimiento de las medusas. Además, la modificación de hábitats costeros puede facilitar su proliferación.

4. Impacto en ecosistemas y actividades humanas

El aumento de medusas puede desestabilizar ecosistemas marinos al competir con otras especies por recursos. También afecta negativamente a actividades como la pesca y el turismo, ya que las medusas pueden dañar redes de pesca y desalentar a los bañistas.

En resumen, el cambio climático está creando un entorno más favorable para las medusas, lo que plantea desafíos tanto ecológicos como económicos.


Las medusas en el litoral de Granada: un mundo de misterio y belleza



Las costas de Granada, bañadas por el Mediterráneo, son hogar de diversas especies de medusas. Estos invertebrados marinos, conocidos por su aspecto etéreo y sus tentáculos urticantes, desempeñan un papel crucial en el ecosistema marino. Entre las medusas que se pueden encontrar en el litoral granadino destacan:

  1. Medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata):

    Es una de las medusas más pequeñas que pueden aparecer en nuestras costas, no llegando a superar generalmente los 10 cm, aunque hay ejemplares que alcanzan los 30-35. Reconocible por su umbrela aplanada, de forma redondeada, y su color marrón amarillento con una protuberancia central pardo anaranjada que recuerda a un huevo frito. Tiene ocho brazos alrededor de la boca, con muchos apéndices en los que se forman verrugas de color azul violáceo. Su picadura es leve no pasando de un pequeño picor e irritación de la piel. Relativamente común en verano, en algunos lugares puede convertirse en una auténtica plaga.




  1. Medusa rosada, clavel o luminiscente (Pelagia noctiluca):

    De tamaño mediano, su campana puede medir unos 30 cm de diámetro. Llama la atención por su transparencia con tonos rosado-violáceos en los tentáculos y la superficie recubierta de verrugas, manchada de amarillo rojizo. Su picadura es moderadamente grave causando un dolor intenso, enrojecimiento e hinchazón en la zona afectada. En ocasiones puede provocar nauseas, mareos y vómitos. Es una de las más comunes en el Mediterráneo.


3. Medusa de compases o brújula (Chrysaora hysoscella): Se distingue por sus patrones radiales en forma de compás en la umbrela. De colores amarillentos y anaranjados. La campana puede medir entre 3 y 40 cm Tiene largos tentáculos y, aunque suele ser más habitual verla en aguas abiertas, puede llegar a la costa arrastrada por las corrientes. Su picadura puede ser molesta, causando quemazón y lesiones en la piel que pueden tardar tiempo en desaparecer, aunque no suelen ser graves. 





4. Medusa aguamala (Rhizostoma pulmo)También llamada medusa barril, es una de las más grandes del Mediterráneo con una umbrela acampanada de hasta 1 metro de diámetro, de color blanco con el margen lobulado azul. Los tentáculos orales son gruesos y unidos por la base. Desplazamiento activo hacia zonas con abundancia de alimento. Su veneno es leve y rara vez causa cuadros dermatológicos graves.


  1. Medusa luna (Aurelia aurita).

    Reciben este nombre porque su umbrela aplanada es translúcida. Cuatro brazos orales cortos y numerosos tentáculos que rodean su borde. Tienen un control limitado sobre su movimiento, prefiriendo ir a la deriva la mayor parte del tiempo. Es una de las más comunes en el Mediterráneo y su picadura es leve causando una ligera irritación en la piel aunque en algunas personas sensibles o con alergias pueden experimentar síntomas más fuertes.


    Otras especies de interés

    Medusa de puntos blancos (Phyllorhiza punctata).

    Conocida como campana flotante, es nativa del océano Pacífico occidental, desde Australia hasta Japón, aunque ha sido introducida en muchas regiones del mundo. Se alimenta principalmente de zooplancton. P. punctata puede llegar a medir alrededor de los 50 cm de diámetro. 


    Carabela portuguesa (Physalia physalis):

    Es denominada botella azul o falsa medusa porque en realidad no es una medusa propiamente sino un hidrozoo del grupo de los sifonóforos formado por una colonia de pólipos. Su sugerente forma con una estructura violácea a modo de flotador y coronada por una cresta o vela que le ayuda a desplazarse con el viento. Ocasionalmente aparece en el Mediterráneo y pasa por ser la especie más peligrosa que puede aparecer en nuestras costas. Su tamaño oscila entre los 15 y 30 centímetros cuadrados, pero los tentáculos son muy largos y cuentan con cápsulas urticantes capaces de paralizar a un pez grande y provocar graves daños a las personas, provocando consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas.


    Avispa marina (Carybdea marsupialis):

    Es la única especie que podemos encontrar en el Mediterráneo del grupo de las cubomedusas, caracterizadas por tener una umbrela amplia de forma cuadrada. Su caja es pequeña, (unos 3 cm), con tentáculos largos (de hasta 30 cm) con franjas rojas y venenosos. Aunque es menos común, su picadura puede ser dolorosa causando ronchas y dolor localizado intenso. Viven en las profundidades de 20 metros, y pasa desapercibida por su gran transparencia.


    Medusa cruz (Olindias muelleri).

    Hidromedusa con un diámetro de la umbrela de hasta 6 cm y 4 canales radiales. Aparte hay entre 11 a 19 canales entre estos últimos con el extremo superior ciego. Posee hasta 60 tentáculos primarios, que parten tangencialmente de la umbrela, y 120 secundarios. Las gónadas se disponen en los canales radiales. Urticante.



Algunos consejos útiles.

Para evitar encuentros desagradables hay aplicaciones de consulta gratuita en tiempo real sobre la presencia de medusas en el Mediterráneo. (Infomedusa y MedusApp). En las playas se señaliza el peligro con los colores amarillo (precaución) y rojo (prohibición del baño).

En el caso de que suframos la picadura de una medusa debemos lavar abundantemente con agua salada, retirar los restos de tentáculos con pinzas (usar guantes) y aplicar frío. En todo caso, acudir a atención médica si el dolor es persistente.

¡Atención! El vinagre resulta especialmente indicado para picaduras de la carabela portuguesa pero está contraindicado para picaduras de otras especies. Si no conocemos con seguridad la especie que nos ha picado, habría que evitar su utilización. En cualquier caso, el vinagre evitaría el disparo de células que están aún en la piel, pero no puede hacer nada frente al veneno que ya ha penetrado.

jueves, 27 de marzo de 2025

No tenemos un PLANeta B.

Me he estrenado en mi nueva 'carga' como secretario de Acción Climática y Transición Energética de la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE-A con la celebración del Día Mundial del Clima este 26 de marzo. Hemos impulsado un Manifiesto y hemos realizado varias acciones en redes sociales. Entre los diversos medios que han recogido mis declaraciones está 'mi Inde'. 

El PSOE-A "reafirma su compromiso" contra el cambio climático y rechaza "un negacionismo que no hará que desaparezca" | El Independiente de Granada







 






En la previa he publicado un artículo de esos que gustan tanto a mis amigos como 'pinchan' a mis contrarios que he titulado fanatismo climático que me ha servido para 'contextualizar el marco en el que se celebra esta efemérides que surgió en la Convención del Cambio Climático de la ONU allá por el año 1992. 



'Fanatismo climático' | El Independiente de Granada


Fanatismo climático’

Sacando punta

Ignacio Henares Civantos


En la semana en la que se celebra el Día Mundial del Clima nuestro columnista ambiental de cabecera nos facilita un argumentario para desmontar el fanatismo de los negacionistas climáticos.


No soy fanático, ni del clima ni de nada, ni siquiera del Barça mi equipo preferido, ni de ningún cantante o grupo musical, incluidos mis admirados Ceronoventayuno o Niños Mutantes. Pero como buen woke, tengo que asumir ser considerado así por los fanáticos, estos sí verdaderos y literalmente, negacionistas del cambio climático.


Pero me confieso woke en el sentido literal del término (=despierto), no en el despectivo que conservadores y ultraconservadores lo utilizan. Por eso me veo en la obligación ética de intentar despertar a los adormilados que se dejan llevar por lo que ahora peta/mola, por los que se han empoderado con el ascenso de la extrema derecha y el triunfo de Donald Trump, ridiculizando y haciendo chistes con el cambio climático, y sacando pecho cada vez más envalentonados.


Una sucesión de borrascas y una ‘deslumbrante’ capa de nieve a estas alturas de la temporada, bien venidas sean, les sirven para darle brillo al argumentario negacionista, confundiendo de nuevo tiempo (atmosférico) y clima. La osadía ha llegado a tal punto que en Valencia, sufridores de la bestial DANA del 29 de octubre del año pasado, (una consecuencia del cambio climático, según los científicos), han pactado PP y VOX incluyendo algunos puntos en el acuerdo presupuestario que lo niegan y que dan oxígeno a Carlos Mazón, el del Ventorro, y que han sido denominados como Pacto de la Vergüenza por este y otros motivos.


Fanatismo climático es lo que se vivió en la internacional fascista reunida en Madrid en la que se escucharon burradas como que “en lugar de restaurar la naturaleza lo que hay que hacer es dominarla”, que eructó el portavoz de VOX. Esta idea de la dominación es consustancial a la extrema derecha que se extiende al objetivo de dominar a las personas. Con estas proclamas están intentando (y consiguiendo en muchas ocasiones y ámbitos) arrinconar o acomplejar a las personas que usamos y nos apoyamos en la ciencia como primera aproximación a la interpretación de lo que ocurre a nuestro alrededor.


En este alarde de exabruptos ha llegado a manifestar Santiago matamoros II que “el fanatismo climático mata”. ¡Qué manera de darle la vuelta a la tortilla! Porque es la contaminación la que mata verdaderamente y es el negacionismo climático el cómplice de las muertes que ocasiona y de las que ocasionará de ahora en adelante. Aunque la palma se la lleva Donald Trump cuando se proclama como abanderado del sentido común. Manda huevos que el más loco de los dirigentes mundiales, (y mira que está la cosa competida), utilice expresiones como “fanatismo climático” y “excesos ecologistas” para referirse a las advertencias del mundo científico sobre la crisis climática. La motosierra del chapa argentino de las patillas y el taladro del crazy yanki del pelo naranja convertidas en las herramientas para construir un nuevo mundo…


Los científicos nos llevan advirtiendo desde hace mucho tiempo que, si no frenamos el ascenso de la temperatura media del planeta, la seguridad alimentaria e hídrica estarán cada vez más comprometidas. Unas amenazas que vienen acompañadas de otros fenómenos como la fusión de la nieve de los Polos y el calentamiento (y aumento del nivel) del mar, pandemias o conflictos, que afectarán a las especies y a los ecosistemas más vulnerables pero que sobre todo afectará a millones de personas en el mundo y al bienestar de la inmensa mayoría de la población.


Es curioso como muchas personas, incluidos unos pocos científicos, habitualmente fuera de su campo de estudio, se atreven a cuestionar o a desprestigiar los informes del IPCC, Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el organismo de las Naciones Unidas para evaluar la ciencia relacionada con el cambio climático; más curiosidad, si cabe, me despierta el silencio con el que una parte de los científicos asiste a este debate. Advierto mucha pasividad e incluso resignación a los ataques que se hacen a sus estudios o el desprecio e ignorancia del conocimiento atesorado y de las respuestas que aportan las ciencias (utilizo aquí el plural más comprensivo e inclusivo) a los problemas del mundo actual.


Lástima que estos conservadores en contra de todo lo que signifique progreso social hayan perdido la ocasión de abanderar una causa de la conservación de algo tan preciso y tan precioso como es la naturaleza. Y si además de conservadores son católicos se han debido quedar en lo de crecer y multiplicaos porque no tienen miedo a acabar con la obra del Creador.


Pero lo verdaderamente sorprendente es que se manejen con cuatro argumentos banales que no resisten el más mínimo debate. Yo estoy muy entrenado, he asistido a muchos debates sobre el cambio global y climático desde hace más de 20 años. Entonces costaba más trabajo desmontar sus fáciles y burdas consignas, era más difícil defender y entender los cambios que ya estaban ocurriendo pero, sobre todo, los que iban a venir; pero en la actualidad solo hay que tener un poco de memoria, abrir los ojos y ver las evidencias.


Suelen comenzar su relato los negacionistas afirmando que "los humanos no pueden influir en el clima global" pero lo cierto es que las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de actividades humanas han alterado el equilibrio climático. La quema de combustibles fósiles y la deforestación han aumentado la concentración de CO2 y metano en la atmósfera.


Uno de los argumentos de los negacionistas es que “el clima siempre ha cambiado, esto es natural”, ignorando o encubriendo -aquí se da la ignorancia y el cinismo a partes iguales- la magnitud y la velocidad del cambio climático actual sin precedentes en la historia geológica reciente. Valga como ejemplo que los 5 últimos años han sido los más cálidos desde que hay registros oficiales y que la concentración de CO2 en la atmósfera es la más alta de los últimos 800.000 años. Para defenderse suelen atacar al mensajero afirmando que “los modelos climáticos no son fiables”. Pero la verdad es la verdad, la diga Agamenon o su porquero y estos modelos climáticos no solo han predicho con precisión los patrones de temperatura y los eventos climáticos extremos como las olas de calor y los incrementos significativos en frecuencia e intensidad de estos eventos en todo el mundo, sino que en algunos casos incluso se están superando esas predicciones.


Más ridículo es el argumento esgrimido de que “no hay consenso científico" cuando el 97% de los científicos especializados en el estudio del clima están de acuerdo en que el cambio climático es real y de origen antropogénico. Y no es sólo el IPCC al que atacan e intentan desprestigiar como un organismo ‘politizado’ sino también la NASA, (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio), la NOAA, (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica), y en nuestro país la AEMET, las que respaldan esta posición con investigaciones exhaustivas. Si llegamos a este punto del debate nos atacarán diciendo que “ la acción climática es demasiado costosa”, a lo que es fácil contrarrestar explicando que lo que verdaderamente nos está costando mucho es los daños por desastres naturales y la pérdida de biodiversidad por no actuar. Y cuanto más tardemos en reaccionar más caro nos saldrá. Un dato que les suele abrumar y descolocar es referirse a los 70.000 millones de dólares causados por el huracán Sandy en USA, a los que podemos sumar los más de 3.000 millones que ha costado por ahora la DANA en la Comunidad Valenciana.


Los que estén acostumbrados a los postulados de los fanáticos climáticos, los auténticos, caerán en que cuando se sienten acorralados saltarán por el asunto de que “las energías renovables son insuficientes”. Curiosamente las ‘factorías’ que fabrican los argumentarios negacionistas, y los bulos, están financiadas por los lobbys asociados a los combustibles fósiles, pero no pueden negar que las tecnologías de energías renovables han avanzado significativamente y pueden satisfacer ya gran parte de nuestras necesidades energéticas. España llegó el año pasado al 53% de la producción total de la matriz energética y alcanzará un 56% de energía renovable en 2025, liderada por la eólica con un 23% y seguida de cerca por la energía solar fotovoltaica. Nuestro país puede alcanzar el objetivo de alcanzar el 81% de energías renovables para 2030.


Cuando ninguno de estos argumentos funciona se pone en marcha la maquinaria para retrasar o aplazar las necesarias acciones con diferentes tácticas: desviar responsabilidades (el problema lo causa China, y las grandes empresas que conduce a la actitud de que no podemos hacer nada individualmente); confiar ciegamente en la tecnología que nos salvará aunque a veces se caiga en soluciones ridículas como la propuesta de capturar los gases de los tubos de escape; enfocarse en los aspectos negativos de la acción climática como cuando se dice que abandonar los combustibles fósiles aumentará los precios o rendirse al fatalismo: no merece la pena esforzarse, si nos vamos a morir todos al final” (curioso paralelismo con lo expresado por Isabel Díaz Ayuso en relación con los 7.291 fallecidos en las residencias de mayores de Madrid durante el covid).


Aunque hay una amplia mayoría de la población en España que rechaza a los fanáticos negacionistas climáticos, muchas personas se preguntarán, pero entonces ¿por qué hay tanta gente aún que se cree a los negacionistas? ¿por qué tienen tanto éxito sus incosistentes postulados? La respuesta no es fácil ni simple, pero en la actualidad sabemos que hay algunas causas psicológicas tras el negacionismo climático porque sus mensajes caen en un terreno abonado y sus mensajes se aprovechan de ello y se aplican de igual manera a otras creencias, como los terraplanistas o los seguidores de otras teorías conspiranoicas.


Hasta ahora una de las ventajas principales con las que contaban era que había una distancia en el tiempo en el que se percibirían los peores efectos del cambio climático, lo que lo convertía en algo complejo y abstracto. Pero les cuesta trabajo rechazar algo que ya está aquí.


Muchos mensajes fatalistas han conducido a ver el cambio climático como algo inevitable, muy complicado y caro abordarlo, y ya sabemos que el paso entre el catastrofismo y la anestesia es muy estrecho. Pero lo más significativo es que se produce una identidad cultural y política con las personas que niegan el cambio climático, (o contra las personas que lo defendemos), a las que muchas personas se aferran para evitar el conflicto con sus referentes.


Finalmente parece que pesa mucho lo que se conoce como disonancia cognitiva que funcionaría como una resistencia a los cambios culturales, de modelo de vida y de consumo que requeriría tomar conciencia del problema, vértigos al cambio que muchas personas resuelven negándolo o metiendo la cabeza en el agujero.


Sobre estas bases psicológicas se apoyan las fuerzas políticas que alientan y sustentan, de manera irresponsable y con gran cinismo en muchas ocasiones, que han hecho del discurso negacionista uno de sus principales argumentos que aderezados con el antifeminismo, el racismo y la xenofobia han hecho un cóctel explosivo que alimenta la idea de que el enemigo es otra persona un poco más débil y pobre y acumulan ya legiones de seguidores fanáticos que con cuatro ideas prestadas, varias noticias falsas y unos cuantos videos manipulados se manejan con la seguridad y el atrevimiento que les da la ignorancia.


No es exclusiva de nuestro país esta deriva de la ultraderecha lo curioso es que en el nuestro hayan comprado los principios y argumentos la ‘derecha moderada. Cuando llegó Feijóo el PP pasó del escepticismo de MpuntoRajoy y su primo al retardismo en su discurso de investidura fallida. En el único momento en el que podemos decir que presentó un (amago de) proyecto político, expresó aquello de “transición ecológica sí, dictadura activista en ningún caso”. Y ahora el líder del PP da un paso más, hacia atrás, avalando el acuerdo con el partido de Abascal y oponiéndose al Pacto Verde Europeo, una iniciativa liderada por Ursula Von der Leyen y apoyada por sus homólogos del Partido Popular Europeo. ¡Estamos aviados!


sábado, 22 de marzo de 2025

Devoradoras de las profundidades

 Las barracudas son especies carnívoras de aguas profundas

Su estrategia de caza está basada en su morfología y la gran velocidad que pueden alcanzar.


Esta semana turno para las barracudas en #LaMarDeBiodiversidad. 

Enlace a la edición digital: Devoradoras de las profundidades

Devoradoras de las profundidades

La mar de biodiversidad

Las barracudas pertenecen a un género de peces carnívoros que viven en aguas profundas imposibles de confundir con otros peces por su morfología tan característica y su llamativa forma de atacar a sus presas con gran rapidez. La longitud de estos voraces peces oscila entre el medio metro de las especies menores hasta los casi dos metros de la gran barracuda del Caribe. Las especies que podemos encontrar en el Mediterráneo pueden llegar a superar el metro y medio. Las velocidades que alcanzan van desde los 50 km/h de las especies locales hasta los 90 km/h de algunas especies tropicales, velocidades que pueden lograr en apenas unos segundos gracias a su poderosa cola y su figura hidrodinámica.


Diseñadas para la caza

Los caracteres morfológicos de las barracudas parecen responder a un programa de diseño para convertirlos en eficaces depredadores. Tienen el cuerpo alargado y robusto, ideal para nadar a alta velocidad; una cabeza puntiaguda en la que destaca una gran boca, con la mandíbula inferior más larga que la superior y unos dientes afilados, perfectos para capturar sus presas; sus ojos grandes les otorgan una excelente visión para la función de caza; las escamas plateadas y la coloración azul-verdosa con franjas verticales les proporcionan un camuflaje en el agua.


Hábitat y distribución

Viven en aguas cálidas, principalmente tropicales y subtropicales, aunque hay especies adaptadas a zonas templadas. Frecuentan áreas costeras, arrecifes de coral, manglares y praderas marinas. La gran barracuda, conocida como ‘tigre de los mares’, es común en el Caribe. Son peces pelágicos que viven en las profundidades aunque en ocasiones se pueden encontrar en las proximidades de la costa, nadando “entre dos aguas”. Los ejemplares más jóvenes viven en áreas costeras sobre todo en fondos arenosos poco profundos o con vegetación abundante.

La barracuda europea o espetón (Sphyraena sphyraena) se distribuye por el Atlántico, el Mediterráneo y el Mar Negro. Hay otra especie de barracuda que puede ser encontrada en nuestro Mar de Alborán, (Sphyraena viridensis), conocida también como bicuda. Muy difícil de distinguir estas dos especies con similares patrones de coloración, ya que tienen la misma fisonomía alargada y fusiforme, mandíbula inferior prognata con boca grande y numerosos dientes, y la aleta caudal muy escotada, pero S. sphyraena tiene escamas en el borde posterior del preopérculo, de las que carece S. viridensis, y además alcanza un tamaño mayor.


Alimentación

La barracuda tiene una bien ganada reputación de gran depredador. Aunque su dieta varía de acuerdo con el hábitat, sus presas más frecuentes son peces (sardinas, bogas, mújoles, caballas, jureles…) y cefalópodos. La barracuda inicia su ataque embistiendo a su presa a gran velocidad. Después la desgarra con sus afilados dientes que están insertos en unas potentes mandíbulas. Aunque tiene una buena vista, puede cazar incluso en aguas turbias, localizando a sus presas mediante la línea lateral, que capta las vibraciones de otros seres vivos al desplazarse por el agua. A veces cazan en grupo, al parecer porque reunir un nutrido banco de peces aumenta el rendimiento de la operación.

Reproducción

A pesar de que son animales agresivos y solitarios, forman grandes cardúmenes cada año para la reproducción. En el Mediterráneo desovan entre abril y junio, período en el cual las hembras depositan sus huevos en aguas superficiales cerca de la costa y los machos los fertilizan externamente. Las más jóvenes producen hasta 4.000 huevos, pero los ejemplares adultos pueden llegar a depositar hasta 300.000. Las larvas son planctónicas y se desarrollan en aguas abiertas, empezando a cazar inmediatamente después de nacer.

Las barracudas no solo son fascinantes por su comportamiento y características, sino que también juegan un papel vital en la salud y el equilibrio de los ecosistemas marinos.

* Contribuyen a mantener el equilibrio y la salud de las comunidades acuáticas. En primer lugar, como cazadores eficientes, realizan un control y regulación de las poblaciones de otras especies, evitando la sobrepoblación y el agotamiento de recursos. Al mantener el equilibrio en las poblaciones de presas, las barracudas apoyan una mayor diversidad de especies en sus hábitats. Realizan además una selección natural al capturar a los individuos más débiles o enfermos promoviendo la salud genética y permitiendo que los individuos más fuertes y sanos sobrevivan y se reproduzcan.

* Compiten con otros depredadores por recursos alimenticios, lo que puede influir en las dinámicas de las poblaciones y promover la biodiversidad al reducir la dominancia de una sola especie.

* Contribuyen finalmente al ciclo de nutrientes en sus ecosistemas a través de la excreción y la descomposición de organismos muertos, lo que enriquece el ambiente marino y apoya el crecimiento de otras formas de vida.

Amenazas

Las barracudas enfrentan varias amenazas que afectan su supervivencia y conservación como son la sobrepesca, la degradación y destrucción de su hábitat y la contaminación por plásticos y productos químicos.

Conservación

La regulación de la pesca sostenible y la protección y restauración de los arrecifes de coral y otros hábitats costeros puede ayudar a conservar las poblaciones de barracudas. La educación y concienciación sobre el papel ecológico de las barracudas y las amenazas que enfrentan puede ayudar a fomentar prácticas más responsables y respetuosas con el medio.




Mito y realidad


Las barracudas están asociadas a varios mitos y creencias basadas en su imponente y aterradora apariencia y a sus hábitos de caza pero que sólo se dan en las películas y en novelas. La más extendida es la que alude al ataque a humanos aunque estos son extremadamente raros y solo se producen muy ocasionalmente cuando se sienten amenazadas o confunden a los nadadores con presas debido al brillo de relojes, cadenas u otros accesorios. La realidad es que no son animales agresivos hacia nuestra especie, evitando el conflicto y adoptando una posición defensiva si se sienten en peligro.

Tampoco es cierta la leyenda de que “son atraídas por el olor de la sangre”. Las barracudas cazan principalmente usando la buena vista que poseen aunque reaccionan a movimientos rápidos y objetos brillantes. Tampoco la fama de los tiburones de que son capaces de detectar una gota de sangre a gran distancia, incluso si se encuentra muy diluida, se corresponde con la realidad. Aunque todos los escualos pueden detectar olores y sustancias químicas se ha idealizado su olfato y el cine ha creado un mito sobre su capacidad olfativa. Es cierto que los tiburones identifican la sangre de sus presas, pero distinguen la de las personas (que no somos sus presas) y normalmente se marchan de las zonas en las que hay nadadores.

Tampoco es verdad que las barracudas siempre viajen en grandes bancos, que solo ocurre, como estrategia de protección, en los individuos jóvenes. Los adultos son solitarios y solo se agrupan para reproducirse. Aunque sus mandíbulas son fuertes y sus dientes afilados su boca está diseñada para desgarrar las presas por lo que el dicho de que “su mordida puede cortar cualquier cosa", también es falso y lo de que corta metales o materiales duros es una exageración infundada.