sábado, 16 de noviembre de 2024

Cuerpo de pez, alas de pájaro y patas de cangrejo

Esta semana en mi serie de artículos divulgativos sobre la biodiversidad marina que yo llamo 'La mar de biodiversidad' vía Granada Hoy he escrito sobre una familia de peces muy curiosa. Lo he titulado "Cuerpo de pez, alas de pájaro y patas de cangrejo" y en el video que da entradilla a la edición digital se ve claramente por qué.


Tengo que agradecer a mi cuñado Juan Fernando García y al profesor Luis Sánchez Tocino coordinador de la web Litoral de Granada de la Universidad de Granada por la colaboración y cesión de las imágenes. https://litoraldegranada.ugr.es/

Enlace a la edición digital: 


LA MAR DE BIODIVERSIDAD

Ignacio Henares Civantos


CUERPO DE PEZ, ALAS DE

 PÁJARO Y PATAS DE CANGREJO

Los peces golondrina y ‘rubios’ pertenecen a una familia de peces que presenta curiosas adaptaciones en sus aletas parecidas a alas y patas

Chelidonichthys lastoviza. 

Los fondos marinos están llenos de sorpresas y curiosidades. En ocasiones podemos encontrarnos con unas especies de peces que, vistos desde arriba, parecen un extraño pajarraco con las alas desplegadas; observados desde abajo, podrían parecernos un crustáceo y mirados de costado nos llevan ya a sumergirnos en leyendas y a empezar a pensar en criaturas misteriosas y extrañas, diferentes a nuestra idea mental de un pez típico.

La familia Triglidae son un grupo de peces marinos que llaman poderosamente la atención por sus alas de pájaro, patas de cangrejo y cuerpo de pez. Reciben diferentes nombres comunes como rubios, peces golondrina, vacas, cabrillas, borrachos, peces gallo, escarchos, petirrojos de mar… Pertenecen al orden Scorpaeniformes, un grupo de peces que incluye a los famosos peces roca y peces escorpión, conocido por su diversidad de formas y adaptaciones a diferentes nichos ecológicos marinos. Los antecesores comunes probablemente eran peces que vivieron en fondos marinos poco profundos hace millones de años, evolucionando con adaptaciones como espinas, placas óseas y camuflaje, para protegerse de los depredadores y capturar presas. Aparecen por primera vez en el registro fósil en el Eoceno, en el Terciario inferior.

Hábitat y distribución

Viven en mares y estuarios de aguas templadas y tropicales generalmente entre los 40 y 50 m de profundidad aunque su rango se amplía desde unos 10 metros hasta más de 150. Son todos especies bentónicas que viven en el fondo marino, donde se alimentan desenterrando sus presas.


    Pez golondrina con las alas desplegadas. Juan Fernando García


Descripción

Las especies de esta familia son peces de pequeños a medianos, desde los 10 cm hasta 1 m de longitud, máxima descrita. Presentan el cuerpo más o menos fusiforme, más alto y grueso en la región anterior; cubierto de escamas y escudetes óseos, a veces espinosos. Cabeza fuerte, recubierta de un hueso a modo de casco y provista de espinas. La línea lateral es bien aparente.

Las dos aletas dorsales están claramente separadas. Las pectorales tienen tres radios más alargados, parecidos a patas, que se separan de las aletas y sirven tanto para la locomoción como para la detección sensorial del entorno y para localizar el alimento; algunas especies tienen estas aletas agrandadas y con colores llamativos, como de aves. Este conjunto de apéndices no es solo una peculiaridad visual ya que, en realidad, representan un notable avance evolutivo que les ha permitido ‘caminar’ sobre el fondo marino, escarbar en la arena y descubrir presas ocultas bajo ella.

Adaptaciones morfológicas

Las más importantes son esas ‘patas’ pectorales, estructuras que facilitan el movimiento pegados a los fondos arenosos en busca de alimento, lo que les da una ventaja sobre otros peces que nadan a mayor altura en la columna de agua. A lo largo de millones de años, este grupo se ha diversificado y especializado para ocupar diferentes nichos ecológicos. Algunas especies han desarrollado estructuras óseas en la cabeza para protegerse de los depredadores y para ayudarse en la captura de presas. La coloración y otras adaptaciones para el camuflaje en su hábitat son clave para sobrevivir en su entorno, por un lado, evitando a sus depredadores y por otro, permitiendo acercarse sigilosamente a sus presas.


                        Detalle de las adaptaciones morfológicas de un pez 'rubio'.



Importancia Ecológica

Los peces de la familia Triglidae desempeñan un papel crucial en las cadenas alimentarias marinas. Son depredadores de invertebrados bentónicos como crustáceos, moluscos y pequeños peces, lo que ayuda a mantener el equilibrio de las poblaciones de estas especies. Al mismo tiempo, sirven de presa para peces más grandes y otros depredadores marinos, siendo una pieza clave en los ecosistemas donde habitan.

Al ‘caminar’ por el fondo marino con sus aletas pectorales modificadas, contribuyen a la bioturbación, el proceso de remezclar los sedimentos del fondo marino. Esto puede tener efectos beneficiosos en la oxigenación del sedimento y en la distribución de nutrientes, lo que a su vez favorece la biodiversidad del ecosistema bentónico. Esta habilidad para escarbar el medio marino permite a otras especies seguir su pista y beneficiarse de la localización de alimento.

Debido a su sensibilidad a cambios en el ambiente, pueden ser utilizados como bioindicadores de la salud de los ecosistemas marinos. Cambios en sus poblaciones pueden reflejar alteraciones en la calidad del agua, la disponibilidad de hábitat o la abundancia de presas, lo que puede ser útil para la gestión y conservación de los ecosistemas marinos.

    Ejemplar de Prionotus coralinus, especie sobre la que se está investigando el origen genético de las     adaptaciones morfológicas de este grupo de peces.


Importancia Económica

Algunas especies como el pez gallo europeo tienen importancia comercial en las pesquerías de muchas regiones. Son apreciados por su carne blanca y sabrosa, y se capturan tanto mediante pesca de arrastre como pesca artesanal. Su valor económico puede ser significativo en las economías locales, especialmente en comunidades costeras.

Los Triglidae también pueden contribuir al turismo y actividades recreativas. Por su comportamiento único y su apariencia distintiva, son un punto de interés para los buceadores y entusiastas de la fauna marina. La pesca deportiva de algunas especies también puede generar ingresos adicionales a través del turismo de pesca.

En algunos lugares estos peces tienen un valor cultural y gastronómico. Platos tradicionales que incluyen estos peces forman parte de la identidad culinaria de diversas regiones, atrayendo a turistas y promoviendo la preservación de tradiciones culinarias.


        Chelidonichthys lucerna. Luis Sánchez Tocino.


Etimología

El género Trigla que da nombre a la familia, es el término griego que se refiere al salmonete rojo. Comparte con esta especie, además de cierto parecido en la forma, (y a menudo en el color), la capacidad para crear sonidos sacados del agua, gracias a la presencia de un pequeño músculo que tamborilea emitiendo sonidos al golpear la vejiga natatoria. De ahí viene uno de los nombres comunes con los que son conocidos, rubios. Al capturarlos emiten un croar similar al de una rana, lo que les ha dado el nombre onomatopéyico de rubio.

Otro de los nombres comunes, petirrojo de mar, proviene del color anaranjado de la superficie ventral de algunas especies del género Prionotus y de las grandes aletas pectorales que se asemejan a las alas de un pájaro. 

Uno de los géneros destacados de la familia es Chelidonichthys una composición del griego ‘chelidon’, que significa golondrina, e ‘ichtys’, que significa pez. Literalmente traducido sería pez golondrina.

Especies presentes en el Mediterráneo occidental

En el Mar de Alborán se ha citado la especie Trigla lyra, 3 especies del género Chelidonichthys, Ch. lucerna, Ch. lastoviza y Ch. obscurus y 2 del género Lepidotrigla, L. cavillone y L. dieuzeidei.

(+ información sobre la familia Triglidae en la web Litoral de Granada)

Exaptación y adaptación.

La exaptación y la adaptación son dos procesos evolutivos que se relacionan estrechamente. La adaptación se refiere al proceso por el cual una característica o estructura evoluciona para cumplir un propósito específico en el entorno. En cambio, la exaptación se refiere al proceso por el cual una característica o estructura evoluciona para cumplir un propósito diferente al que originalmente tenía. En el caso de las ‘patas’ de los peces golondrina se suman estos dos procesos, primero con una adaptación de las aletas pectorales para caminar y remover el fondo y posteriormente, en algunas especies, cumpliendo funciones sensoriales para una mejor detección de presas. 



domingo, 10 de noviembre de 2024

Pre-Supuestos

Mi visión sobre los Presupuestos de la Junta de Andalucía vía El Independiente de Granada. Os lo resumo y como conclusión, como dice un amigo mío, los Presupuestos presentados por el gobierno andaluz no son ni buenos ni malos… son mentira.



Enlace a la edición digital:  'Pre-Supuestos' | El Independiente de Granada

Pre-Supuestos

Sacando punta

Ígnacio Henares Civantos


El gobierno andaluz está lanzado a pregonar las bondades de los Pre-Supuestos para el próximo año. Pero no cuentan que las cuentas públicas que llegan al Parlamento Andaluz no han cuadrado en los últimos ejercicios conlos objetivos ‘supuestamente’ perseguidos ni con lo que se ‘pre-suponía’ que se iba a gastar.


El gobierno andaluz presidido por JuanMa Moreno presentó hace unos días el proyecto de ley de presupuestos para 2025 que esta semana avanzará su tramitación parlamentaria hasta su segura aprobación, dado que goza de la mayoría absoluta en la Cámara. Como en otras ocasiones, lo ha hecho ‘a bombo y platillo’ sin regatear en expresiones grandilocuentes como “el más alto de la historia”, “el más social”, “cuentas difíciles de mejorar”... Los diferentes miembros del Consejo de Gobierno se desplegaron por las 8 provincias para anunciar la buena nueva y pregonar las bondades de esas cuentas que nos cuentan. Todos y todas han repetido como cacatúas literalmente la misma cantinela: “Se busca seguir transformando Andalucía mediante unas cuentas pegadas a la realidad y centradas en la gestión para atender las necesidades más urgentes de los andaluces como la sanidad, la dependencia, la educación, el empleo y la vivienda”. Merece ponerle de fondo a esas ruedas de prensa la canción “Paroles, paroles” como banda sonora.

Siguiendo el guión salido de la factoría de propaganda de San Telmo, todos los componentes del Consejo de Gobierno y portavoces parlamentarios del PP han dado por buena la congelación de la inversión pública que reflejan los presupuestos para el año próximo y han lamentado que faltan 1.522 millones de financiación autonómica, el déficit de financiación del gobierno central con Andalucía. A mí lo que me parece lamentable es que en la presentación de los presupuestos hayan dedicado más tiempo a confrontar con Pedro Sánchez que a explicar qué tienen para invertir (en este caso en el sentido de dar la vuelta) la tendencia de deterioro de los servicios públicos que no tuvieran los anteriores que se vendían con la misma letra y música y que han obtenido resultados pésimos. Resulta ya cansino el empeño del gobierno andaluz, además de injusto ya que el presupuesto que presenta ahora Moreno Bonilla et al. tiene más ingresos que nunca, gracias al Gobierno de España que aporta más de 11.000 millones de euros más que en el último presupuesto de MpuntoRajoy.

Los calificativos altisonantes y las hipérboles utilizadas por los miembros del Consejo de Gobierno por toda la geografía andaluza no son nada originales, se han repetido en los últimos años, pero su traducción a la realidad, los resultados reales de esas cifras multimillonarias, están siendo decepcionantes porque la Junta de Andalucía dispone de más dinero que nunca, más ingresos que nunca, pero la gestión del presupuesto del gobierno de Moreno Bonilla es muy chapucera e ineficaz. El gobierno andaluz ni es capaz de ejecutar sus propios presupuestos, (muchos de ellos provenientes del gobierno central), ni con ello consigue mejorar los servicios públicos esenciales para la ciudadanía. Antes al contrario, lo que sí avanzamos a una gran velocidad es en el deterioro y el desmantelamiento de dichos servicios y en su privatización, especialmente en el apartado de la sanidad en el que aquí si puede hablarse de ‘histórico’ el trasvase de fondos a la iniciativa privada, con un nuevo incremento del 20%, destinado a ‘nuevos planes de choque’ que luego chocan con la realidad y no para mejorar las listas de espera ni la calidad del servicio.

Por eso creo que el Pre- del prefijo de los presupuestos, que se refiere a la previsión de ingresos y gastos, en este caso está opacado por la otras parte del término, los SUPUESTOS, ya que las cuentas públicas que llegan al Parlamento Andaluz no cuadran luego ni con los objetivos ‘supuestamente’ perseguidos ni con lo que se ‘supone’ que se va a gastar.

Usemos unas cuantas cifras para documentar estas afirmaciones. En el año 2023 el gobierno de JuanMa dejó sin ejecutar más de un cuarto de los ingresos finalistas del Gobierno de España, la friolera de 2.052 millones de euros. En este año, a final de septiembre casi la mitad de este mismo concepto (4.110 millones) estaba aún sin ejecutar. Lo mismo podríamos decir de las inversiones propias previstas de la Junta, capítulos 6 y 7 del Presupuesto. Casi 3.000 millones de euros (un 45% de lo pre-supuestado) del 2023 no se ejecutaron y el 75% a tres meses del cierre del ejercicio actual llevaba el mismo camino.

Similares datos podríamos encontrar en infraestructuras viarias, inversiones en materia de aguas, dependencia, atención a la infancia, vivienda, violencia de género...

Por eso no verán similar despliegue de consejeros y consejeras para contar el grado de ejecución presupuestaria con el que se cierra el ejercicio porque por mucho que se maquillen las cuentas, y en esto son unos cualificados expertos, no son resultados presentables ya que muestran la incompetencia en la gestión.

Presupuestos de la Junta de Andalucía en Granada

Habrán escuchado que Granada es la gran beneficiada de los presupuestos andaluces, incluso he leído que “Granada es la gran protagonista del gobierno de JuanMa”. La falta de rubor para tales afirmaciones es admirable. Les enfrío las ilusiones: he leído que eso mismo se ha dicho en el resto de las provincias andaluzas (esa es otra estrofa de la misma canción: Paroles, Paroles, Paroles). Consulten lo que dijo el gobierno en Córdoba, donde se dijo que era “la gran beneficiada de estos Presupuestos”, en Huelva o en Cádiz, donde se dijo que los presupuestos podrían calificarse de muy onubenses y gaditanos respectivamente; en Jaén se ha dicho que se incrementa el presupuesto un 15% (pueden poner lo que quieran si luego no se ejecuta ni la mitad de la mitad); en la vecina Almería se les ha vendido también que son los que más van a recibir; y ya no digo nada de lo que se han explayado en Málaga y Sevilla (aunque estas sí podrían presumir de volver a ser las más agraciadas, al menos sobre el papel).

Granada es un ejemplo paradigmático de esa falta de credibilidad de los Pre-Supuestos andaluces. De los 534 millones de que se anunciaron que nos caerían en suerte en 2024 sólo se ha ejecutado algo más del 10%. En los presupuestos provincializados de Granada para 2025 aparecen de nuevo partidas millonarias del año pasado no ejecutadas como el Metro, el Palacio de Congresos o la Ciudad de la Justicia. Se arrastran inversiones pendientes en materia de depuración de aguas y siguen en el limbo actuaciones en esta materia que se declararon urgentes y de interés autonómico ¡hace cuatro años!

Pero el capítulo presupuestario más importante es el que no aparece, el dedicado a los grandes olvidos de estas cuentas a pesar de las promesas y de que iban incluidos en el programa electoral del PP, que de esta forma convierte las cuentas públicas en un cuento: “el de nunca acabar”. No busquen en qué partida va la inversión prometida destinada a la Autovía del Almanzora o al Hospital de la Alpujarra; no pierdan el tiempo les aseguro que no la van a encontrar.

Si yo fuera director de un medio de comunicación no prestaría ninguna atención a este supuesto gran momento de presentación de los presupuestos y dedicaría un especial despliegue informativo por contra para el balance de ejecución de los presupuestos. Seguramente no habría tanto codazo para asomar el cuello en las comparecencias públicas y los adjetivos grandilocuentes y las exageradas frases quedarían moderadas por la incontestable realidad de los números sin adornos ni maquillajes. Y eso que no estoy pidiendo indicadores objetivos que midan la gestión presupuestaria...

Por ello señoras y señores, concluyendo, como dice un amigo mío, los Presupuestos presentados por el gobierno andaluz no son ni buenos ni malos... son mentira; una mentira más de JuanMa empaquetada y adornada con papel celofá y distribuida por la mayoría de los medios de comunicación que tienen en su cuenta de resultados la publicidad institucional en posición preeminente o prominente, pero que carecen de credibilidad y no dan respuesta a los problemas con los que se enfrenta la mayoría de la población ni suponen una mejora de la calidad de vida y de los servicios públicos.

domingo, 3 de noviembre de 2024

¡Cómo mola el pez Mola!

Esta semana en "La mar de biodiversidad" presento a un pez muy peculiar: el pez luna, también conocido en algunos lugares como pez mula. El pez luna es el pez óseo más grande del mundo. Su peculiar y atípica morfología (dice un amigo mío que está 'contrahecho') le lleva a ser considerado uno de los peces más raros. 

Enlace a la edición digital en la web del periódico: 

https://www.granadahoy.com/blogs/la-mar-de-biodiversidad/mola-pez_0_2002691259.html


LA MAR DE BIODIVERSIDAD

Ignacio Henares Civantos


Cómo mola el ‘pez Mola


  • El pez luna es el pez óseo más grande del mundo.

  • Su peculiar y atípica morfología le lleva a ser considerado uno de los peces más raros.



Encuadre taxonómico


El pez luna, cuyo nombre científico es Mola mola, es conocido en muchas partes de Andalucía como pez mula. Pertenece a la familia Molidae, que forma parte del orden de los Tetraodontiformes, que toma su nombre por los cuatro dientes fusionados que forman su característico ‘pico’, ((tetra=cuatro + odous=diente + formes=forma). En este grupo se incluyen también los peces globo, los peces erizo y las lijas. El género Mola incluye otras dos especies, M. ramsayi y M. tecta, distribuidas fundamentalmente por el Hemisferio Sur. Esta especie es quizás el pez óseo más grande con ejemplares que pueden alcanzar los 3 metros de longitud y pesar más de 2 toneladas.


Características y morfología


  • Pez de perfil elíptico-redondeado, con cuerpo muy alto y aplastado lateralmente.

  • La boca, los ojos y la abertura branquial son muy pequeños.

  • Las aletas dorsal y anal son estrechas y alargadas, en forma triangular y están situadas muy atrás. No presenta aletas ventrales y las aletas pectorales son pequeñas y redondeadas. Sin aletas pelvianas. La aleta caudal está sustituida por una estructura abanicada llamada clavus, que le sirve para la propulsión.

  • La coloración es gris plateada brillante, más oscura por el dorso y más clara en la parte ventral, siendo las aletas negruzcas. En caso de excitación aparecen unos dibujos de color pardo oscuro en la cabeza.

  • No tiene escamas y la piel es muy rugosa y áspera.

  • Carecen de vejiga natatoria y no tienen línea lateral.


        Pez luna o pez mula. Juan Fernando García


Alimentación y predadores


La dieta de estos peculiares peces consiste principalmente en varios tipos de zooplancton gelatinoso como medusas, carabelas portuguesas, ctenóforos o salpas, de las que consume grandes cantidades para poder desarrollarse y mantener su gran tamaño y peso, puesto que es una dieta pobre en nutrientes. También se alimenta de crustáceos, algas y larvas de peces.


El gran tamaño de los ejemplares adultos y su piel gruesa disuaden a muchos depredadores aunque los ejemplares jóvenes son vulnerables a las capturas por especies como el atún rojo. Se ha observado que los leones marinos y las orcas los cazan, más como deporte o como juego que como dieta habitual, careciendo de defensas ante los ataques de estos grandes depredadores dada su relativa lentitud nadadora, por lo que su estrategia es descender a grandes profundidades donde sus posibles enemigos no se atreven a aventurarse.



        Pez luna en posición horizontal, tomando el sol en la superficie del mar.


Hábitat y distribución


El hábitat del pez luna es muy variado ya que es una especie cosmopolita que habita en aguas tropicales y templadas del océano Atlántico, Pacífico, Índico y en el mar Mediterráneo, en un rango que va desde los 20 a los 500 m de profundidad, aunque lo más habitual es encontrarlo entre los 50 a 70 metros.


En ocasiones esta especie solitaria, pelágica y de aguas abiertas puede acercarse a la costa y situarse en la superficie sacando la aleta dorsal por encima del agua y estableciendo relaciones con peces como los lábridos que los despojan de parásitos; incluso aves marinas como las gaviotas colaboran en esta ‘limpieza’.


Reproducción


Se dispone de escasa información sobre los hábitos reproductivos del pez luna, sin embargo, se cree que las hembras desovan en el mar de los Sargazos entre los meses de agosto y octubre, donde ponen millones de huevos que son fertilizados de manera externa. Tras la eclosión pasan por tres estadios larvarios, el último de los cuales presenta grandes aletas pectorales, una aleta caudal y numerosas espinas corporales en la piel (como sus primos, los peces globo), características diferentes a las de los adultos.


        Larva de pez luna.


Etimología

El nombre científico de la especie, Mola mola, significa en latín ‘muela, piedra de molino’, debido a su color gris, textura áspera y cuerpo redondeado. La mayoría de los nombres comunes aplicados a esta especie a lo largo de todo el mundo hacen referencia a su característica forma aplastada y redondeada. En español y en otros idiomas como el neerlandés (maanvis), el portugués (peixe lua), el francés (poisson lune) o en alemán (mondfisch), es pez luna, en referencia a esa atípica forma para un animal marino.


En alemán también recibe el nombre de schwimmender kopf, = cabeza que nada y en polaco samogłów = solo cabeza, señalando en ambos que no tiene una auténtica aleta caudal. Su nombre común en inglés, sunfish = pez sol, hace referencia a la costumbre que tiene este animal de tomar el sol en la superficie del agua. En nuestras costas andaluzas comparte el nombre de pez luna con el de pez mula.


Amenazas

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) considera esta especie como ‘vulnerable’, aunque no la incluye, por ahora, en su Lista Roja. Las diferentes amenazas señaladas que tiene en su medio natural están relacionadas con las actividades humanas. Las más preocupantes son la contaminación de mares y océanos, la pesca accidental en redes de arrastre y la ingesta de plásticos. En algunos lugares de su área de distribución (Japón, Corea, Taiwán) son pescados para su consumo, considerado una exquisitez, pero en la Unión Europea la carne de las especies de la familia Molidae se considera tóxica y la comercialización está prohibida.



Un pez ‘Guiness’. El pez luna tiene varios récords:


  1. Es el mayor pez óseo del mundo, con ejemplares atrapados en las Azores que han llegado a los 3,5 metros de longitud y a las 3 toneladas de peso.

  2. Las hembras pueden poner hasta 300 millones de huevos, lo que supone todo un récord en los vertebrados.

  3. También tienen el récord de crecimiento, pasando de un tamaño de 2 milímetros al nacer ,hasta los 3 metros en su tamaño adulto. No se conoce la velocidad de crecimiento en libertad pero en cautividad un pez luna ha llegado a coger 400 kilogramos en 14 meses.



GIGANTES MARINOS

Hay otros peces óseos que comparten con el pez luna su clasificación entre los más grandes del mundo. Son el pez remo, quizás el más largo ya que hay ejemplares que han alcanzado los 15 metros y los 200 kilos, y el esturión beluga, el mayor pez de agua dulce, un pez muy longevo que puede llegar a superar los 7 metros de largo, y famoso por su bien apreciado, y costoso, caviar.

Sin embargo estos récords son superados de largo por peces del grupo de los cartilaginosos. Entre ellos destaca el tiburón ballena, otra especie muy longeva, que promedia las 20 toneladas y los 12 metros de longitud, aunque se han citado ejemplares con 20 m y un peso por encima de las 40 Tn. Estas cifras lo convierten en el vertebrado no mamífero marino mayor en la actualidad. Además de otros grandes tiburones, (peregrino, blanco) en este selecto club de gigantes marinos también tiene un hueco la mantarraya gigante, algunos de cuyos ejemplares llegan a los 7 metros de ancho y las 2 toneladas de peso.

Pero sin duda el título del más gigante de los animales marinos corresponde a un cetáceo misticeto, la ballena azul, con un tamaño medio de 20 metros de largo y unas 40 toneladas de peso, (aunque se han citado ejemplares por encima de los 30 metros y hasta 190 toneladas). A pesar de sus inmensas dimensiones se alimenta casi exclusivamente de diminutos crustáceos denominados ‘krill’, de los que puede consumir en una sola jornada hasta 4 toneladas filtrando millones de litros de agua marina a través de sus ‘barbas’. El segundo lugar del pódium corresponde a uno de sus ‘primos’, el rorcual común con ejemplares que han llegado hasta los 24 m y 70 Tn.

Cabe citar también en este top de gigantes marinos a un molusco cefalópodo, el calamar gigante del Atlántico, una criatura misteriosa y fascinante que puede alcanzar los 14 metros al que se refería Julio Verne en su obra “Veinte mil leguas de viaje submarino”. Hace un par de semanas apareció un ejemplar de 10 m en una playa del municipio asturiano de Llanes. Pasa además por ser el animal con los ojos más grandes.


sábado, 26 de octubre de 2024

Mariposas diurnas de Sierra Nevada

Esta semana he recibido la visita de mi amigo Pepe Rodríguez, presidente de ALUMA, Asociación del Aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad de Granada, que me ha traído el número de este año de la revista El Senado, dedicado en esta ocasión a Juan Ramón Jiménez y Lorca y al 30 aniversario del Aula. En esta ocasión mi colaboración sobre Sierra Nevada la he dedicado a las mariposas diurnas. 

Adjunto enlace a la edición digital.  https://lnkd.in/e7DJJ646








MARIPOSAS DIURNAS DE SIERRA NEVADA

Ignacio Henares Civantos para la revista “El Senado”.

Como en otros grupos taxonómicos, las mariposas diurnas de Sierra Nevada, son un exponente de la extraordinaria biodiversidad que atesora”la gran montaña mediterránea”. El origen del abundante número de especies se encuentra tanto en factores paleohistóricos como biogeográficos. Sierra Nevada ha funcionado como punto de encuentro de especies de diversas procedencias tan diferentes como el norte de África, las estepas del sureste de Asia o finalmente todas las llegadas del norte de Europa desde el Cuaternario que encontraron aquí refugio de las sucesivas glaciaciones. A las especies provenientes desde lugares tan diferentes, Sierra Nevada les ha proporcionado múltiples ambientes, una gran variedad de ecosistemas fruto de su amplio gradiente altitudinal, su diversidad climática o su compleja orografía.




De las 120 especies de mariposas diurnas citadas, el mayor porcentaje (40,8%) corresponde a las que tienen una amplia distribución y entre ellas las paleárticas, es decir, aquellas distribuidas por toda Europa, incluida Asia, en mayor o menor extensión, y África del Norte. A continuación le siguen, con una representación similar (20%), las especies europeas y las iberomagrebíes. En menor número tenemos las especies endémicas de la Península Ibérica, con un 7,5 %.


Entre ellas encontramos tres taxones endémicos estrictos nevadenses, es decir, especies que exclusivamente se encuentran en este macizo montañoso, a saber, la niña de Sierra Nevada (Polyommatus golgus), alpina de Sierra Nevada (Agriades zullichi) y erebia (Erebia hispania), además de un endemismo bético, la boabdil (Arethusana boabdil). A ellas habría que sumar otros taxones señalados como subespecies aunque todavía en discusión ‘académica’, como es el caso de la niña esmeralda’ (Plebejus idas nevadensis), la apolo de Sierra Nevada (Parnassius apollo nevadensis) o el sátiro negro (Satyrus actea nevadensis).















Especies disyuntas Sierra Nevada-Asia Central. Es seguramente una de las distribuciones más llamativas y singulares que podemos encontrar en la fauna de Sierra Nevada. Son varias las especies de insectos que tienen este tipo de distribución, que comparte la mariposa cuatro ocelos (Pseudochazara hippolyte), presente en algunas montañas de Andalucía oriental, además de Sierra Nevada, y no vuelve a aparecer hasta el Cáucaso, sur de los Urales, norte de la cordillera del Tian Chan, Mongolia y norte del Tíbet. Una explicación razonable es que estas especies debieron aparecer en estos territorios en alguna de las oleadas producidas a finales del Terciario y procedentes de Asia.


Especies relícticas tropicales
. En Sierra Nevada y otras montañas del sur, podemos encontrar incluso elementos aún más antiguos, especies muy probablemente supervivientes de aquellos períodos en los que la fauna estaba dominada por elementos tropicales o semitropicales, a mediados del Terciario, cuando Sierra Nevada estaba aún en un proceso de elevación y unión con el resto de la Península Ibérica. En el grupo de las mariposas encontramos una con este origen, la mariposa del almez (Libythea celtis), una especie rara y muy localizada junto a ejemplares de este árbol del que se alimentan las larvas.



Especies beticorifeñas. Son aquellas que aparecen tanto en el borde sur de la Península Ibérica, particularmente al sur de Sierra Morena y además en el borde norte de África, desde Marruecos hasta Túnez, bordeando por el sur el Atlas Medio. Las iberomagrebíes serían aquellas que viven en la Península Ibérica, hasta los Pirineos y en el norte de África. Para este tipo de distribución, a las causas de origen paleohistórico hay que unir unas causas actuales ecológicas basadas en una similitud climática y ambiental a ambas orillas del Mediterráneo Occidental y a una relativa proximidad geográfica entre ambas, lo que sin duda permite un trasiego de especies que pueden encontrar lugar adecuado para desarrollarse e instalarse a uno y otro lado del Estrecho de Gibraltar.



Entre los ropalóceros tenemos algunos ejemplos que se ajustan muy bien a esta distribución como es el caso de varias especie de la familia Pieridae, como la blanquiverdosa menor (Euchloe tagis), blanquiverdosa rayada (E. belemia) y la banderita española (Anthocaris euphenoides), algunos ninfálidos como la ondas blancas (Euphydryas desfontanii), y bastantes ejemplos entre los licénidos como cardenillo (Tomares ballus), duende de Lorquin (Cupido lorquinii) y abencerraje meridional (Pseudophilotes abencerragus). En algunos de estos casos la distribución de la mariposa está muy ligada a la de su planta nutricia, como es el caso de la mariposa de la alcaparra (Colotis evagore).



Especies de distribución alpina o glaciar. Este tipo de distribución es el que completa el panorama sobre los diferentes flujos migratorios que colonizaron Andalucía. Suelen ser especies que viven en las zonas cacuminales de Andalucía y de otras montañas de la Península Ibérica y/o Europa. Su origen se sitúa, con muchas probabilidades, en aquellas especies que viviendo en latitudes septentrionales a comienzos del Cuaternario, se vieron impulsadas a desplazarse hasta latitudes más meridionales como consecuencia del descenso de temperatura y los hielos permanentes que cubrieron buena parte del centro y norte de Europa. Durante los períodos interglaciares, estas especies o bien subían en latitud o bien en altitud, buscando una temperatura adecuada en las montañas, con lo que quedaban aisladas del resto de la población que desplazándose hacia el norte iban colonizando las montañas que encontraban a su paso. Por estas razones su distribución consiste en una serie de manchas salpicadas y aisladas, en las latitudes más meridionales, correspondiéndose con las montañas, y que se van haciendo más densas y uniformes en latitudes septentrionales. Buenos ejemplos de especies de este tipo de distribución son la apolo de Sierra Nevada o la erebia nevadense.



¿Dónde podemos encontrarlas?

En cuanto a los ecosistemas en que podemos localizar las especies de mariposas diurnas nevadenses realizamos la siguiente aproximación geográfica:

Pastizales y canchales de alta montaña: Las especie típicas de estos ecosistemas correspondientes a las altas cumbres son la alpina de Sierra Nevada, morena española (Aricia morronensis) y niña de Sierra Nevada. También podemos encontrar ejemplares de otras especies que llegan a estas cotas en sus desplazamientos altitudinales o en las migraciones como son la ortiguera (Aglais urticae), la mariposa de los cardos (Vanessa cardui), nacarada niobe (Argynnis niobe), espejitos (Issoria lathonia), estriada canela (Lampides boeticus) o la blanquiverdosa (Pontia daplidice).



Borreguiles y lagunas de alta montaña: En estos verdaderos oasis ‘por todo lo alto’ encuentran su hábitat diferentes especies como la nacarada (Argynnis aglaja), doncella atenea (Melitaea parthenoides) y doncella meridional, (Melitaea athalia), ajedrezada verdosa (Pyrgus serratulae) y ajedrezada mayor (Pyrgus carthami) o la manto púrpura (Lycaena alciphron), y ocasionalmente ortigueras, niñas esmeralda, erebias y niñas de Sierra Nevada.




Bosques autóctonos: Los robledales de Sierra Nevada posibilitan la presencia de una mariposa que requiere la presencia de estas masas forestales como es la niña amanda (Polyommatus amandus). Además en robledales o encinares nos encontramos especies como la medioluto ibérica (Melanargia lachesis), nazarena (Favonius quercus), rabicorta del roble (Satyrium ilicis) y rabicorta de la coscoja (S. sculi), cejirrubia (Callophrys avis), proto (Muschampia proto), piquitos (Carcharodus baeticus), banderita española, blanca verdinervada (Pieris napi), la ‘C’ blanca (Polygonia c-album), olmera (Nymphalis polychloros), nacarada pandora (Argynnis pandora), y la llamativa y muy coloreada arlequín (Zerynthia rumina).


En pinares calcícolas más o menos degradados aparece la boabdil y las especies
circe (Brintesia circe), sátiro de Hermione (Hipparchia alcyone) y sátiro rubio (H. semele), habitantes característicos de las masas forestales autóctonas y de repoblación de estas sierras. En zonas más abiertas en donde el robledal ha sido aclarado y zonas de espinal, aparece una mariposa especialmente protegida, la ondas rojas europea (Euphydryas aurinia), asociada a los pies de planta de Lonicera arborea. La doncella del gordolobo (Melitaea trivia) también es una especie típica en el robledal y en menor medida del encinar, aunque puede colonizar otros medios con facilidad. Las dos especies del género Hyponephele (H. lycaon y H. lupinus), lobo y lobo anillado presentes en la Sierra son abundantes en los bosques autóctonos, aunque pueden también encontrarse en otros ambientes más abiertos, dado su carácter relativamente generalista.

Matorrales de alta montaña: Estos ecosistemas son de enorme importancia para las comunidades de mariposas diurnas de Sierra Nevada, ya que albergan los principales núcleos poblacionales de especies emblemáticas como las ya citadas apolo, erebia o cuatro ocelos. La niña esmeralda encuentra aquí también su hábitat óptimo, lo cual no es de extrañar ya que es aquí donde el piorno amarillo (Genista versicolor) es una de las especies vegetales predominantes. En estas vastas laderas y collados, ocupados por matorrales almohadillados y una diversa comunidad de gramíneas que se asientan sobre las terrazas glaciares, la especie de mariposa diurna predominante durante la segunda quincena de julio y todo el mes de agosto es el sátiro negro. Además de esta inconfundible mariposa de ciertas dimensiones y tonos oscuros, en un paseo veraniego por estos medios podemos encontrar nutridas poblaciones de manto púrpura, mediolutos, niobes, lobos, ajedrezadas

Otras grandes mariposas de la familia de los papiliónidos como el macaón (Papilio machaon) y la chupaleches (Iphiclides feisthamelii) pueden también ser observadas en estos ambientes realizando los característicos vuelos de hill-toping en las horas más calurosas de los días de verano. La esmaltada espinosa (Plebejus argus), aunque también vuela a menor altitud, es otro habitante común de los matorrales de montaña en Sierra Nevada ya que se alimenta de vegetales que crecen aquí de forma habitual como especies de los géneros Genista y Cytisus. En los arroyos y charcos es habitual encontrarse con dos habitantes característicos del matorral a estas cotas: se trata de los hespéridos, la dorada manchas blancas (Hesperia comma) y la ajedrezada mayor.



Matorrales de media montaña: La fauna de estos matorrales es también muy variada. Uno de los elementos más característicos de la media montaña nevadense es la mariposa del majuelo (Aporia crataegi), cuyas orugas se alimentan de los abundantes pies de Crataegus y especies del género Prunus, silvestres o cultivadas. Otras especies habituales de la orla de matorral espinoso nevadense son la circe, rabicorta de mancha azul, chupaleches, mediolutos, doncella mayor o la singular boabdil. En los pastizales podemos también comprobar con facilidad la presencia de especies comunes como las colias (Colias croceus y C. alfacariensis) y oceladas dorada y común (Coenonympha dorus y C. lyllus), así como un buen número de especies de piéridos, licénidos y hespéridos generalistas. En las zonas húmedas aparecen las dos especies del género Gonepteryx, la cleopatra (G. cleopatra) y limonera (G. rhamni).


Comunidades riparias:
Entre las mariposas diurnas asociadas especialmente a la vegetación que crece en los cauces y riberas, encontramos la moradilla del fresno (Laeosopis roboris) y la mariposa del almez. A la vegetación acuática se asocia también la blanquiverdosa nervada así como otras muchas especies ya citadas que son atraídas a los manantiales de las zonas altas, concentrándose muchas especies en ‘bebederos’ en los que se puede disfrutar del ocasional espectáculo de centenares de ejemplares posados sobre el barro o merodeando el rico elenco de especies vegetales con flores que crecen en torno a los arroyos y manantiales.


Pinares de repoblación: En las abundantes masas de pinares de repoblación presentes en Sierra Nevada, podemos completar las especies de mariposas diurnas presentes en Sierra Nevada, entre las que podemos citar la saltacercas (Lasiommata megera), ondulada (Pararge aegeria), ocelada, lobito de banda blanca, (Pyronia bathseba), sátiros o la ya citada espejitos.