
Pacto Andaluz por el Agua
Lucha contra el cambio climático
Desarrollo sostenible en los espacios naturales protegidos
Mejora del Medio Ambiente Urbano
La consejera expresó que quiere desarrollar los objetivos de su política mediante la participación y el consen

Quizás por tanto sea mi último Consejo Andaluz de Medio Ambiente. Llegué a este órgano con su constitución en 1995 nombrado por el primer consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Manuel Pezzi, (entonces y todavía amigo y compañero y en la actualidad diputado en el Congreso), entre “las personas de reconocido prestigio en los temas ambientales”. Entonces yo era ya funcionario de la Junta de Andalucía, tras unos años de trabajo para varias empresas de consultoría ambiental, y me encontraba en excedencia por “servicios especiales” como concejal en el ayuntamiento de Granada. De aquella primera etapa recuerdo mi participación en la redacción del Plan Andaluz de Medio Ambiente que me proporcionó una visión amplia de la complejidad de las políticas ambientales tanto de la “línea verde” (a la que yo estaba más ligado) como de la “línea marrón”. Luego el CAMA y yo hemos vivido diferentes etapas con José Luis Blanco y Fuensanta Coves como titulares de la Consejería. En estos largos 13 años yo he pasado por diferentes puestos en la administración autonómica (Centro de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, Delegación del Gobierno, Servicio de Desarrollo Pesquero y vuelta a la Consejería de Medio Ambiente), y he mantenido la confianza de los diferentes consejeros lo que me ha permitido participar, ciertamente con irregularidad, en el CAMA. Uno de los momentos de mayor implicación en este órgano que recuerdo fue durante la elaboración de la Estrategia Andaluza de Desarrollo Sostenible.
Para mí ha sido un privilegio estar en el CAMA que me ha aportado mucho más de lo que yo he puesto aunque he procurado revertir lo aprendido en mi trabajo y en mi vida. Como yo soy de las personas del cupo que nombra directamente la consejera es fácil que se corrijan los porcentajes de infrarrepresentación de las mujeres sustituyéndonos a los que no cumplimos con esta medida de la paridad, al menos en este apartado.
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Yo soy partidario de esta medida (de broma suelo decir que en sentido defensivo esta medida nos reserva a los hombres en el futuro el 40% de los puestos) y además ahora, estoy de vuelta desde hace unos años en la “casa” y estoy a disposición (además de la obligada como funcionario), voluntaria y vocacional para asesorar a este órgano en lo que modestamente pueda aportar. Por lo tanto no me consideraré “víctima” de la paridad como algunos de los que se resisten a dejar este Foro creyéndose insustituibles y derramando un tufillo a machismo.
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