Voy a pasar por alto la hipocresía del Partido Popular que intentó negociar con ETA (Aznar llegó más lejos incluso que el gobierno actual) y ahora se ha echado las manos a la cabeza cuando otro gobierno legítimamente, dentro del Estado de Derecho y respetando la Constitución y las leyes, ha intentado llevar a cabo un proceso de paz. El PP que recibió entonces el respaldo y la solidaridad de la oposición, se ha dedicado ahora a poner chinas en ese camino.
El PP ha alimentado a ETA, le ha dado fuerza política a la banda terrorista cuando estaba más débil desde el punto de vista político y operativo. ETA se creció tanto, al debilitar el PP al gobierno, que los terroristas creyeron que Zapatero iba a ceder a sus pretensiones, se jugaron la partida a la mayor, a que el gobierno de la nación tendría que ceder más si quería lograr una solución pactada a la violencia.
El atentado de Barajas y la declaración del final de la tregua, han echado por tierra las esperanzas de millones de españoles que queríamos y creíamos en el proceso de paz, que pensábamos que era una buena oportunidad para el cese definitivo de la violencia terrorista etarra en nuestro país.
Pero la nueva situación echa por tierra también todo el montaje del Partido Popular, porque ha puesto en evidencia todas las mentiras de las gravísimas acusaciones contra los socialistas hechas por la derecha extrema que dirige el PP. Por desgracia ahora que llega de nuevo la amenaza terrorista queda, más claro que nunca, que ni se ha cedido al chantaje terrorista, ni se ha entregado Navarra, ni el estado de derecho ha claudicado, ni ninguna maledicencia era cierta. El precio para que esta verdad se imponga a todas las mentiras del PP puede ser muy alto.
Está claro que ETA ha engordado la política de desgaste del gobierno realizado por el PP. Pero ahora también es evidente que el PP ha alimentado a ETA, le ha dado crédito a algunos de sus mensajes y se ha convertido en su altavoz. Incluso ahora el PP quiere regalarle a los terroristas que marquen la agenda y el calendario electoral.
Esta Alianza ETA-PP, PP-ETA, se ha reflejado con claridad en el último mensaje de la banda terrorista (ETA) en la que se culpabiliza del fracaso del proceso de paz al PSOE y al PNV, al gobierno de la nación y al del País Vasco, los partidos políticos y las instituciones que más han apostado por dicho proceso y exonera de toda responsabilidad a los que han ejercido el terrorismo político (PP), precisamente los que más han estorbado y enturbiado el proceso. Las dos parte de la Alianza han practicado el “cuanto peor, mejor”.
Tenemos la responsabilidad el resto de fuerzas políticas, la sociedad española en su conjunto, de no dejarlos que se salgan con la suya, continuando con la lucha antiterrorista contra unos (que no ha parado en esta etapa en la que se han detenido más etarras que cuando gobernaba el PP) y ganándole la batalla a los otros, en las urnas.
El PP ha alimentado a ETA, le ha dado fuerza política a la banda terrorista cuando estaba más débil desde el punto de vista político y operativo. ETA se creció tanto, al debilitar el PP al gobierno, que los terroristas creyeron que Zapatero iba a ceder a sus pretensiones, se jugaron la partida a la mayor, a que el gobierno de la nación tendría que ceder más si quería lograr una solución pactada a la violencia.
El atentado de Barajas y la declaración del final de la tregua, han echado por tierra las esperanzas de millones de españoles que queríamos y creíamos en el proceso de paz, que pensábamos que era una buena oportunidad para el cese definitivo de la violencia terrorista etarra en nuestro país.
Pero la nueva situación echa por tierra también todo el montaje del Partido Popular, porque ha puesto en evidencia todas las mentiras de las gravísimas acusaciones contra los socialistas hechas por la derecha extrema que dirige el PP. Por desgracia ahora que llega de nuevo la amenaza terrorista queda, más claro que nunca, que ni se ha cedido al chantaje terrorista, ni se ha entregado Navarra, ni el estado de derecho ha claudicado, ni ninguna maledicencia era cierta. El precio para que esta verdad se imponga a todas las mentiras del PP puede ser muy alto.
Está claro que ETA ha engordado la política de desgaste del gobierno realizado por el PP. Pero ahora también es evidente que el PP ha alimentado a ETA, le ha dado crédito a algunos de sus mensajes y se ha convertido en su altavoz. Incluso ahora el PP quiere regalarle a los terroristas que marquen la agenda y el calendario electoral.
Esta Alianza ETA-PP, PP-ETA, se ha reflejado con claridad en el último mensaje de la banda terrorista (ETA) en la que se culpabiliza del fracaso del proceso de paz al PSOE y al PNV, al gobierno de la nación y al del País Vasco, los partidos políticos y las instituciones que más han apostado por dicho proceso y exonera de toda responsabilidad a los que han ejercido el terrorismo político (PP), precisamente los que más han estorbado y enturbiado el proceso. Las dos parte de la Alianza han practicado el “cuanto peor, mejor”.
Tenemos la responsabilidad el resto de fuerzas políticas, la sociedad española en su conjunto, de no dejarlos que se salgan con la suya, continuando con la lucha antiterrorista contra unos (que no ha parado en esta etapa en la que se han detenido más etarras que cuando gobernaba el PP) y ganándole la batalla a los otros, en las urnas.
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