Debo tener algún problema de comunicación, con el canal, en el emisor, con los receptores o no sé en que pollas fallo (tenía que decirlo), porque en muchas ocasiones y mucha gente, conocida mi militancia política, me pregunta que qué pienso, con quién estoy, qué es lo que quiero… y a mí me extraña que no sepan "ubicarme” ya que soy de las personas más transparentes, que con más claridad y por más medios me expreso. Vamos que soy de los que más se mojan, se retratan, se posicionan o cómo quiera que se diga, hacia dentro y hacia fuera.
El otro día me volvieron a
preguntar que yo en estos momentos dónde estaba, aunque creo que lo que querían
preguntarme era con quién estaba. Y pretendían que mi respuesta fuera lineal,
tajante, directa, sin rodeos. Y yo con los románticos franceses devoto de “la
verdad está en los matices”, en
contra de lo que sostenía Pío Baroja, y además granadino militante amigo de los
peros, no sé ni resumir ni responder sin alegaciones y comentarios a pie de página.
Quizás, el problema radica en que
soy una persona con muchas dudas. Desde que me aprendí la cita de Bertrand
Russell (cuentan que lo dijo en una conversación con Albert Einstein) “gran
parte de los problemas de la humanidad se debe a que los ignorantes están completamente
seguros y los inteligentes llenos de dudas” me manejo con bastante
prudencia a la hora de expresarme sobre cuestiones más o menos complejas a la
vez que me asombra la claridad con la que mucha gente ve las cosas.
A pesar de estas limitaciones de
partida voy a satisfacer algunas curiosidades, en parte.
1. En estos días “la batalla” política
en el PSOE de Granada está centrada en el duelo a la dirección provincial a la
que optan a la actual secretaria general, Teresa Jiménez, vicepresidenta del
Parlamento andaluz y el exsenador y tertuliano de Intereconomía, Luis Salvador.
Aunque estoy de acuerdo con muchos de los planteamientos de Socialistas X Granada, plataforma que apoya al aspirante, (yo y la inmensa mayoría de los
militantes socialistas) por lo que he manifestado que “la verdad es la verdad la diga
Agamenón o su porquero”, ya me he decantado a favor de seguir
confiando en Teresa Jiménez para que lidere los cambios que necesita el partido
en la provincia y he bromeado “que no necesitamos salvadores, aunque sí ser
salvados”. No iré de delegado a ese Congreso provincial de mediados del mes de
julio (coincide con la fiesta
nacional francesa), por lo que, de nuevo,
mi opinión es poco influyente, casi irrelevante, como mi blog (véase anterior entrada) y si alguien leyera o
leyese esta entrada no tendría mayor trascendencia.
2. Por el contrario sí estaré en
Almería, unos días antes en el Congreso Regional en el que sólo se presenta
Griñán a la secretaría general y el interés está más en cómo se reajustan las
fuerzas en las distintas provincias y cómo se conforma la nueva dirección
regional. En lo ideológico y programático hay poco que resolver en la medida en
que nuestro programa y compromiso con los andaluces está reciente. Ya opiné
sobre lo que creía que suponía el acuerdo de gobierno PSOE e IU en Andalucía. que condicionará esta etapa. Total que hay poco que rascar y poca vidilla, a priori, para los morbosos,
aunque en los congresos se sabe como se empieza pero nunca como acaba.
3. En lo que sí parece que habrá
meneo, competencia y ardor guerrero será en la guerrilla urbana, la batalla a
la sucesión de Chema Rueda por la dirección del PSOE en la capital. Sí a estas
alturas, me pringo y vaticino que el secretario general va a dar el salto y no
se presentará a la reelección. No hablo de oídas, aunque he oído campanas, sino
de olfato. Lo mismo me equivoco, pero en ese caso, tendría muy difícil su
continuidad, no porque yo no lo vaya a apoyar, que eso es notorio, pero también
casi irrelevante, sino porque hay un
amplísimo consenso en la necesidad de un cambio, radical, importante, tanto en
el modelo organizativo como en la estrategia y en el equipo que afronte esta
nueva etapa. Sobre este asunto, a ratos, recopilo notas sobre mis experiencias
en el partido en la capital, (desde hace 33 años) que haré públicas por si son útiles
y quieren ser utilizadas, y estarán disponibles (ellas, las ideas, yo, no). ¿Qué cuál es mi posición al
respecto?
Parafraseando el fragmento de la
película "El lado oscuro del corazón" (que adjunto y transcribo más abajo), podríamos decir sobre la próxima
dirección del Partido en la ciudad de Granada, (y de paso sobre nuestro próximo
cartel electoral, que no es lo mismo pero va ligado):
"Me importa un pimiento si es
hombre o mujer, si es joven o mayor (o entre medias), si es homo o hetero, si
nació en Granada o vino después y se quedó, si es alta o baja, feo o guapo,
gorda o flaca, si estuvo con los renovadores o con los guerristas, si es de
Socialistas por Granada o es del “aparato”, si estuvo con Vida o con Moratalla,
con Chacón o con Rubalcaba, si hace cuatro años votó a Chema, Baldo, César, Néstor
o a ninguno o si ni siquiera participó en aquella cita (la de más alta
participación en la última década en el partido en la ciudad de Granada)…
Yo lo
que le pediré, le pido ya, es que sea alguien que sepa soñar, y en eso soy
absolutamente inflexible y lo considero requisito irrenunciable. Alguien que
sueñe y que nos haga soñar con cambiar el triste destino del partido en la
ciudad y de la ciudad en sí misma. Alguien con ilusión y con fuerza para
cambiar la realidad que no nos gusta. Absténgase tristes, pesimistas y
conformistas y sobre todo huyamos de los que se contentan con administrar la
derrota". Continuará.
No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero
eso sí! -y en esto soy irreductible: no les perdono, bajo
ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
1 comentario:
evidentemente me equivoqué en lo de Chema que iba a dar el salto pero más bien pienso que se equivocó él (o no pudo o supo hacerlo) y nos hemos equivocado todos porque esta solución impedirá la solució a los problemas endémicos y a los nuevos de la agrupación municipal de Granada. Ojalá, como casi siempre, me equivoque.
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