Este año me he sumado a
la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente dedicándole el contenido del
mi programa semanal de radio en La Voz de Granada y haciendo un poco de “ruido” en las redes
sociales aunque hay tanto ruido que apenas mi voz y mis palabras y las de los
que gritamos por la conservación de nuestro medio ambiente se han escuchado.
Pero como soy de los que piensan que “más vale encender una vela que maldecir
la oscuridad” he aportado mi grano de arena.
El Día Mundial del medio
Ambiente fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas, en
diciembre de 1972 con el inicio de la Conferencia de Estocolmo, Suecia, cuyo
tema central fue el Medio Ambiente. Se celebra el 5 de junio de cada año desde
1973, que fue el día que arrancó aquella importante Conferencia que luego sería
sucedida por la Cumbre de Río de Janeiro (Brasil) y la más reciente de
Johannesburgo (Sudáfrica).
El Día Mundial del Medio Ambiente es una de las herramientas principales de las Naciones Unidas para
impulsar la sensibilización y acción por el medio ambiente en todo el mundo.
Los objetivos principales son brindar un contexto humano, motivar a las
personas para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y
equitativo; promover el papel fundamental de las comunidades en el cambio de
actitud hacia temas ambientales, y fomentar la cooperación internacional para
todas las naciones y personas disfruten de un futuro más próspero y seguro.
El Día Mundial del Medio
Ambiente es un evento en el que se realizan múltiples actividades:
concentraciones en calles, conciertos ecológicos, actividades de educación
ambiental, plantaciones de árboles, campañas de reciclaje y de limpieza…
Es además, un
acontecimiento que lleva a periodistas a escribir y hacer reportajes críticos
acerca del medio ambiente. Documentales televisivos, exhibiciones fotográficas,
eventos intelectuales como seminarios, mesas redondas, conferencias, sólo por
nombrar algunos. El Día Mundial del Medio Ambiente es el
momento para darse cuenta de que el cuidado de la Tierra es responsabilidad de
todos y de convertirnos en agentes de cambio (“lo que podemos entre todos es lo
que nadie puede”).
Este año a nivel mundial el
lema ha sido “Alza tu voz, no el nivel del mar” y ha girado en torno a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo
en apoyo al nombramiento de las Naciones Unidas de 2014 como Año Internacional
de los SIDS (siglas en inglés), relacionando este tema con el cambio climático, uno de los temas que más preocupan a nivel mundial y que se repiten, desde diferentes perspectivas en los últimos años.
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En Sierra Nevada lo hemos
celebrado con dos actividades: aves y plantas.
La dedicada a las aves se ha desarrollado este sábado en el aula de la naturaleza “El Aguadero”, en Padul, que continúa su programa de dinamización con una nueva actividad de anillamiento, itinerario, talleres… y una exhibición de rapaces.
La actividad central de la Junta de Andalucía en Granada se realizó el jueves pasado y ha girado en torno al 25 aniversario de la inauguración del jardín botánico de La Cortijuela con la presencia de la delegada del gobierno, Sandra García, y la delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Inma Oria, "mis jefas".
El jardín botánico La Cortijuela se
encuentra en una zona de extremado valor ecológico dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada: la falda del Cerro del Trevenque. El jardín botánico, con una extensión de
12,4 ha, es un conglomerado de fragmentos de bosque autóctono de Pinus
sylvestris subsp. nevadensis, encinares de Quercus rotundifolia y repoblaciones
de Pinus sylvestris y Pinus nigra estas, especies foráneas. Con un sotobosque de gran variedad de
especies acompañantes, en los estratos inferiores de la vegetación veremos
abundar la peonía (Paeonia coriacea), la salvia (Salvia lavandulifolia), oreja
de burro (Phlomis crinita), piorno (Erinacea anthyllis), hierba de los
ballesteros (Helleborus foetidus) o la gayuba (Arctostaphylos uva-ursi).
En las zonas más frescas con arces granadinos (Acer
opalus subsp. granatense), mostajos (Sorbus aria y Sorbus torminalis), durillo
(Amelanchier ovalis), durillo dulce (Cotoneaster granatense) y tejo (Taxus
baccata). También abundan los espinales como el rosal silvestre (Rosa canina),
majuelo (Crataegus monogyna), agracejo (Berberis hispanica), zarzamora (Rubus
ulmifolius), endrino (Prunus ramburii), carrasquilla (Rhamnus myrtifolius),
enebro (Juniperus oxycedrus) y varias especies de orquídeas.
El interior del jardín está recorrido por
dos arroyos donde podremos observar especies propias de riberas, como olmos
(Ulmus minor) sauces y mimbres (Salix spp.), juncos (Juncus
inflexus), mastranzo blanco (Mentha longifolia), abedul (Betula pendula subsp.
fontqueri)...
Dentro del jardín hay 58 familias
representadas, con más de 400 taxones de especímenes vegetales de Sierra Nevada
y de otras sierras orientales de Andalucía. En el vivero, se cultivan plantas tanto
de las que se encuentran en peligro de extinción, como las consideradas
vulnerables. En peligro de extinción tales como: Acer opalus subsp. granatense
(Arce de Granada), Erodium boissieri, Rothmaleria granatensis, Salix hastata
subsp. sierrae-nevadae, Senecio elodes, Narcissus nevadensis (Narciso de Sierra
Nevada) y Artemisa granatensis (Manzanilla real). De las consideradas
vulnerables: Amelanchier ovalis (Guillomo), Celtis australis (Almez), Ilex
aquifolium (Acebo), Quercus pyrenaica (Roble melojo), Santolina elegans
(Santolina) y Sorbus aria (Mostajo).
Cómo llegar: Se encuentra a unos 30 Km. de la ciudad de Granada. Para llegar hay que dirigirse a la localidad de La Zubia. En el interior del núcleo de población, hay que circular hacia la zona denominada Cumbres Verdes, una empinada carretera de montaña que discurre entre pinares. Una vez en Cumbres Verdes se inicia un carril de tierra que llegará hasta la Fuente del Hervidero, un antiguo cortijo convertido en famoso merendero. Desde ese punto el carril continúa hasta una bifurcación que, a la derecha accede a un área de aparcamiento de la que salen dos sendas. El carril hacia la Cortijuela es el que ha quedado a la izquierda antes de acceder al aparcamiento y que, desde este punto, no es recomendable a vehículos que no sean todo terreno, ya que se encuentra muy irregular. Por este carril se llegará al “puente de los siete ojos”. El carril, que desde el Hervidero tiene un recorrido de 8 kilómetros, llega hasta el jardín de la Cortijuela. Allí nos encontramos con una casa forestal reconvertida en centro de recepción y punto de información. Unos cien metros más adelante se encuentra la entrada del jardín botánico.
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