Esta semana he dedicado mi colaboración en Granada Hoy a la pequeña localidad alpujarreña de Soportújar. Había pensado titular el reportaje "Un futuro embrujado" pero al final nos hemos quedado con el de Soportújar, Tierra de Brujas.
Como no he encontrado la versión digital en el periódico os transcribo el texto completo y acompaño con imnágenes originales del artículo en color y alguna extra para completar la entrada.
Sierra
Nevada, Montaña de Oportunidades
Soportújar, Tierra de Brujas
La pequeña localidad alpujarreña de
Soportújar, siguiendo los pasos de lugares como Zugarramurdi o Salem, ha creado
un proyecto turístico y cultural ligado al mundo de la brujería.
Desde hace una década el municipio de Soportújar está llevando
adelante un proyecto turístico-cultural basado en su legado antropológico que
tiene a la brujería como elemento central siguiendo la estela de otros lugares
como Zugarramundi en Navarra, famoso a través de las pantallas de cine por la
película dirigida por Álex de la Iglesia o la localidad americana de Salem que
ha hecho de los luctuosos acontecimientos de finales del siglo XVII un reclamo
turístico que incluso se autodenomina “La Ciudad de las Brujas”.
El pueblo de Soportújar se está consolidando como destino
turístico vinculado con la brujería con la rehabilitación de diferentes espacios
relacionados con esta temática de raíces históricas, como son la Cueva del Ojo
de la Bruja, el Puente Encantado, la Fuente de las Brujas, las Eras de los
Aquelarres y de las Cruces o la creación
del Centro de Interpretación de la Brujería, incluidos en el proyecto
'Embrujo', en el que participa la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y la
Diputación. Y además tiene en cartera, la rehabilitación de nuevos espacios, la
construcción de un Teatro del Embrujo y otras iniciativas culturales y
urbanísticas para hacer de este pueblo un referente en este tema que quedaría
El proyecto 'Embrujo' puede contribuir de una forma decisiva a
fijar la población al territorio ya que está concebido para la recuperación,
protección y conservación del patrimonio natural y cultural, y orientado hacia
un turismo diferenciado, de acogida y excelencia, un turismo cultural de
calidad, que además de los valores por los que la comarca alpujarreña aspira a
ser Patrimonio Mundial, atraiga por algo diferente y singular, que ayude a desestacionalizar
la afluencia del turismo y a dinamizar la actividad económica durante todo el
año.
Feria del Embrujo.
En el mes de agosto, entre los días 10 al 16, se celebra la Feria del Embrujo una de las
citas obligadas en los últimos años para todos los soportujeros, incluidos los de
la ‘diáspora’, y uno de los atractivos veraniegos de los visitantes de esta
zona de la Alpujarra, que pueden encontrarse con un mercado medieval, un gran
caldero donde poder hacer conjuros y en definitiva pasear por una serie de
lugares (Cueva del Ojo de la Bruja, Puente Encantado, Era de los Aquelarres…)
que nos transportan a un mundo literalmente mágico.
Soportújar
rima con brujas
Aunque el nombre de esta localidad rima
con brujas en realidad el origen etimológico significa tierra de soportales, en
alusión a esta típica construcción alpujarreña de la que aún quedan ejemplos en
el pueblo. La denominación a los naturales de Soportújar como brujos y brujas,
es muy antigua, desde hace siglos e incluso se ha superpuesto al gentilicio de
sopotujeros. Ese apodo ha sido asumido por los lugareños de manera resignada e
incluso, con cariño. “Si nos llaman brujos,
los de los otros pueblos, por algo será”, reza un cartel que resume esta filosofía. Quizás
esta rima haya hecho que las brujas de Soportújar, y sus leyendas, se hicieran
más famosas que las de otros pueblos alpujarreños porque no es el único lugar
en el que se narran historias de otras brujas destacando las que relató el
hispanista Gerald Brenan de la última bruja de Yegen, hace menos de un siglo.
Se cree que el apelativo procede de historias antiguas, que sólo se han
conservado de manera oral entre las gentes de más avanzada edad, que las oyeron
de sus familiares y vecinos, que se correrían por los otros pueblos, y
prácticamente, por toda La Alpujarra y comarcas vecinas de Granada. Y Soportújar
sonaría, como el pueblo, ese aislado lugar, en donde había brujas, razón
necesaria para que se difundiese con ese apelativo, entre misterioso antes y
simpático ahora.
El Ayuntamiento de Soportújar ha
emprendido la tarea de recopilar, y dejar por escrito, lo que aún se conserva
de esa tradición oral histórica que se encontraba en trance de extinción.
HISTORIA
DE SOPORTÚJAR
Al menos hasta el siglo XVI esta población
se conoce por el nombre de ‘Xabotaya’ topónimo de origen desconocido. Además contaba
con un segundo barrio enclavado en la zona del colegio actual que se llamaba
‘Aratagram’. La etimología popularmente aceptada del nombre es lugar de
soportales, del término latino soportal, por lo que podemos pensar que el
municipio ya estaba poblado en tiempos de los romanos.
Soportújar nace como núcleo urbano a
partir de una alquería en el siglo XIII que dependía de la tahá de Órgiva.
Hasta finales del siglo XVI, estuvo
habitado por musulmanes que introdujeron el sistema de regadío. Como parte del Señorío
de Órgiva fue concedida a los hijos cristianos de Muley Hacen y posteriormente,
en septiembre de 1499, como recompensa por el aplastamiento de la primera
revuelta morisca, al Gran Capitán. Por entonces era una población habitada por
unas 70 familias moriscas. Como toda la comarca, tuvo especial protagonismo en
la sublevación de Aben Humeya en el siglo XVI (1568-1571) y pagó las
consecuencias con su despoblamiento tras la expulsión de los moriscos. Tras la
‘Guerra de las Alpujarras’ el Rey Felipe II entregó el lugar a 27 familias
cristianas traídas de otras regiones españolas a las que se les otorga la
titularidad pública de casi todo el término municipal, que pasa a pertenecer al
común de los vecinos. Según el Catastro del Marqués de la Ensenada, a mediados
del XVIII, el municipio contaba con una población alrededor de los 700
habitantes. Con la Desamortización Civil de Madoz, (1855), se sacan a subasta
las tierras comunales y casi todo el municipio se vendió en lotes.
En la posguerra, en la segunda mitad del
siglo XX muchos soportujeros comienzan a
emigrar a numerosos destinos dentro y fuera de nuestras fronteras quedando la
población reducida a un par de centenares.
FICHA DE SOPORTÚJAR:
Limita con los municipios de Carataunas,
Cáñar, Lanjarón, Bubión y Pampaneira.
Población: 320 habitantes.
Altitud: 950 metros. (El municipio tiene
su punto más elevado a 3.088 metros).
Distancia de la capital: 68 km.
Superficie en espacio natural protegido:
70%. (264 has en parque natural y 713 en parque nacional).
Patrimonio histórico-artístico: Iglesia
parroquial de Santa María la Mayor, de estilo mudéjar, construida en el siglo
XVI sobre una antigua mezquita. Conserva un precioso retablo del siglo XVIII en
madera ‘dorada’.
Desde el año pasado Soportújar cuenta con
bandera y escudo oficial.
Puerta de entrada a La Cueva del Ojo de la Bruja, muy cercana al cementerio. En su interior alberga la representación del ‘escenario de trabajo’ de una bruja. |
En la plaza principal del pueblo está el Mirador del Embrujo en el que destaca la Fuente de las Brujas, que recrea dos mujeres haciendo pócimas en su caldero. |
Panorámica de la bella localidad
alpujarreña de Soportújar.
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Señalización de la Ruta de las Brujas en
el Barranco de la Cueva.
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Soportal típico del que deriva el nombre
del pueblo.
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Imagen del conjuro popular en la Feria
del Embrujo del año pasado.
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