Hace dos años realizamos una campaña de evaluación de la gestión del gobierno municipal de Granada. En el ecuador del mandato analizamos el grado de cumplimiento del programa electoral del PP. Yo nunca había estudiado tanto un programa electoral, ni siquiera cuando yo he sido candidato; por distritos por áreas, la introducción, el final, los epígrafes, los entresacados...
El resultado del análisis fue contundente. El 75% de las propuestas habían sido incumplidas. En principio quedaba mucho mandato todavía y hay una maldad que dice que los programas están para incumplirlos. Pero lo sorprendente de este caso es que el programa no era una cosa absolutamente inalcanzable y ambiciosa y además lo más grave es que Torres Hurtado había basado su campaña en el lema CUMPLIMOS. Hicimos folletos, pegatinas y un video que denunciaron (la verdad duele) por no sé cuantos delitos y que fue archivado con un auto en el que faltaba suspender o quitarle el título de abogado a sus promotores.
El resultado del análisis fue contundente. El 75% de las propuestas habían sido incumplidas. En principio quedaba mucho mandato todavía y hay una maldad que dice que los programas están para incumplirlos. Pero lo sorprendente de este caso es que el programa no era una cosa absolutamente inalcanzable y ambiciosa y además lo más grave es que Torres Hurtado había basado su campaña en el lema CUMPLIMOS. Hicimos folletos, pegatinas y un video que denunciaron (la verdad duele) por no sé cuantos delitos y que fue archivado con un auto en el que faltaba suspender o quitarle el título de abogado a sus promotores.
Al incumplimiento se unía la incompetencia y la ineficacia y ahora al final del mandato se ha agudizado la Improvisacion.
Dos años después seguimos igual, la mayoría de las promesas incumplidas y además el alcalde se erige como campeón de las mentiras y de la confrontación, convirtiéndose en un ariete contra el PSOE, contra la Junta, contra Zapatero, utilizando el ayuntamiento para estos fines partidarios.
En los próximos días iré haciendo mi particular balance de estos cuatro años. Aprovecharé la impunidad de este blog, ahora y aquí que nadie me lee, para lanzar una acusación muy fuerte.
Del Ojo, diputado imputado, es el hombre de paja de Torres Hurtado. Cuando el actual alcalde era delegado del gobierno de Aznar (ocho tristes años para Andalucía y para Granada en los que no se puede encontrar ni una obra, ni un proyecto importante impulsado por PepeTorres para nuestra tierra) puso un despacho a Del Ojo desde el que conspiraba contra Martínez Soriano. Lo que hacía en aquél despacho no se sabe con detalle, pero sí que fue un elemento decisivo para que Juande, así le llaman sus amigos, no consiguiera su aspiración de ser candidato a la alcaldía de Granada por decisión dedocrática del enano de las Azores. En otro post contaré más detalles de esta operación de acoso y derribo.
Por el hilo se saca el ovillo y ahora el alcalde de Ogíjares ha empezado a largar que todo el entramado de corrupción del PP tiene su epicentro en el despacho municipal de Sebastián Pérez hijo, presidente del nacionalprovincialismo. Y Arenas estaba enterado. Por eso Del Ojo no dimite y no se atreven a dimitirle. No es casualidad que el alcalde, Del Ojo y otros dirigentes populares vivan en Los Ogíjares y que haya muchos cargos del PP que tienen propiedades que aparecen en el caso Marchelo y lo que tiene que aparecer en Monachil todavía.
Y mientras el alcalde de Granada dice que lo importante de unas obras es que le guste a la gente y qué mas da que se doble el presupuesto sin que nadie lo haya autorizado y que se hayan perdido los millones en los semáforos, en las plantitas y en las farolas. El ayuntamiento gobernado como si fuera un cortijero con el agravante de que no es su cortijo.
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