El sábado tuve la oportunidad de ver desde mi asiento 52 de la fila 8 de la Tribuna del campo del Motril, la primera victoria, la primera goleada, de la temporada del Granada 74. Este año casi todo es la primera vez, espero que la semana próxima podamos decir que es la primera vez que hay dos victorias seguidas en segunda división.
4-1 al Tenerife en un partido que empezó fácil con el gol granadino tempranero que me pilló llegando a mi asiento pero que se complicó con el empate tinerfeño tras un penalti tonto en una jugada sin peligro. Allí encontré a uno de mis entrenadores de juvenil (Gabriel Rosario “Lázaro”) que colabora con Radio Albolote y con el que pude comentar algunos detalles del equipo. Me sorprendió la coincidencia en sus argumentos sobre la pena, (para el fútbol y para la ciudad) de que el 74 no juegue en la capital, aún sin ser él del 74 precisamente, sino más bien lo contrario. Se quejaba de tener que "bajar" a Motril pero sobre todo que se desperdiciara la posibilidad de que hubiera mucha gente más en el campo animando al equipo. Sin saber él muchos detalles de mi posición sobre este tema y quizás con la prudencia de saberme jugador y aficionado, en otros tiempos, tanto del Granada 74 como del Granada CF. Comentamos que le faltaba al equipo serenidad y confianza. “Cuanto más alto es el nivel del futbolista, más bajo es el del balón”, me recordó. Dos jugadas aplicando esta máxima propiciaron dos oportunidades de claras y bonitas de gol antes del descanso.
La segunda parte fue otro partido. Un penalti por mano de los visitantes, que sonó a compensación, y los cambios realizados por Tapia para aprovechar la superioridad numérica por la expulsión de un jugador del Tenerife, encarrilaron una victoria que supo a histórica y que nos da tres puntos muy importantes.
Ya con el 4-1 me escapé a recoger a M. Ángeles porque había aprovechado para ir a la playa y ella me esperaba para subir a Granada donde habíamos quedado a cenar con unos amigos. Sin conos, tardamos cuarenta minutos, los mismos que tardamos en ducharnos, vestirnos y arreglarnos, casi los mismos que tardé luego en llegar al centro y aparcar.
Nota: El domingo perdió el Granada CF en Melilla y recordé a la peña de Tarifa “Sin Viento” que lucía en sus camisetas: “Hoy no hay viento, m’alegro”. Pues eso que ellos están deseando que fracase el 74 y se hunda y yo no tengo ninguna confianza ni interés en que se forren los Sanz y otros a costa de los granadinos.
Y como dice Antonio Fernández que hay que seguir pisando todos los días el callo del juanete y de los juanitos.
4-1 al Tenerife en un partido que empezó fácil con el gol granadino tempranero que me pilló llegando a mi asiento pero que se complicó con el empate tinerfeño tras un penalti tonto en una jugada sin peligro. Allí encontré a uno de mis entrenadores de juvenil (Gabriel Rosario “Lázaro”) que colabora con Radio Albolote y con el que pude comentar algunos detalles del equipo. Me sorprendió la coincidencia en sus argumentos sobre la pena, (para el fútbol y para la ciudad) de que el 74 no juegue en la capital, aún sin ser él del 74 precisamente, sino más bien lo contrario. Se quejaba de tener que "bajar" a Motril pero sobre todo que se desperdiciara la posibilidad de que hubiera mucha gente más en el campo animando al equipo. Sin saber él muchos detalles de mi posición sobre este tema y quizás con la prudencia de saberme jugador y aficionado, en otros tiempos, tanto del Granada 74 como del Granada CF. Comentamos que le faltaba al equipo serenidad y confianza. “Cuanto más alto es el nivel del futbolista, más bajo es el del balón”, me recordó. Dos jugadas aplicando esta máxima propiciaron dos oportunidades de claras y bonitas de gol antes del descanso.
La segunda parte fue otro partido. Un penalti por mano de los visitantes, que sonó a compensación, y los cambios realizados por Tapia para aprovechar la superioridad numérica por la expulsión de un jugador del Tenerife, encarrilaron una victoria que supo a histórica y que nos da tres puntos muy importantes.
Ya con el 4-1 me escapé a recoger a M. Ángeles porque había aprovechado para ir a la playa y ella me esperaba para subir a Granada donde habíamos quedado a cenar con unos amigos. Sin conos, tardamos cuarenta minutos, los mismos que tardamos en ducharnos, vestirnos y arreglarnos, casi los mismos que tardé luego en llegar al centro y aparcar.
Nota: El domingo perdió el Granada CF en Melilla y recordé a la peña de Tarifa “Sin Viento” que lucía en sus camisetas: “Hoy no hay viento, m’alegro”. Pues eso que ellos están deseando que fracase el 74 y se hunda y yo no tengo ninguna confianza ni interés en que se forren los Sanz y otros a costa de los granadinos.
Y como dice Antonio Fernández que hay que seguir pisando todos los días el callo del juanete y de los juanitos.
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