Esta semana el protagonismo en el tema del cambio climático ha correspondido a Greenpeace que ha hecho públicas unas impactantes imágenes sobre las consecuencias del cambio climático en España. Hay que hacer un esfuerzo para que este material, este mensaje, no quede recluido en un círculo restringido y mucho menos que su alcance se reduzca a los convencidos. Por eso me he propuesto seguir multiplicando los destinatarios, ayudando a la gente que pueda a entender el origen, las causas y los efectos del cambio global.
Es normal que Greenpeace, que el movimiento ecologista, esté en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.
No se han apuntado ahora a este carro. Nos vienen advirtiendo desde hace muchos años. Quizás la lección que podemos aprender es que hay que hacerles caso más temprano que tarde porque no son traidores del crecimiento económico sino avisadores del camino del desarrollo sostenible.
Hoy la utopía más grande no es la de los ecologistas sino la de los que creen que se puede continuar con un modelo de desarrollo como el actual, los que creen que podemos seguir con un modelo energético como el actual, los que creen que podemos seguir con el mismo modelo de consumo…
Los argumentos éticos sobre la conservación del medio ya han sido superados por los económicos y los sociales. Ahora más que nunca se puede ligar nuestro futuro como especie del futuro del resto de las especies.
Hay gente que se alarma cuando ve las imágenes de lo que está ocurriendo con las inundaciones en Holanda o en Alemania por la tormenta “Tilo” o las del huracán/ciclón "Noel" en Cuba, Bahamas y otros países americanos, (por hablar de lo más reciente), y las relacionan con esto del cambio climático, con lo de los glaciares fundiéndose y las sequías. Pero esto no es nada con lo que puede ocurrir antes de mediados de siglo si no frenamos esta carrera, si no invertimos la tendencia.
Es normal que Greenpeace, que el movimiento ecologista, esté en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.
No se han apuntado ahora a este carro. Nos vienen advirtiendo desde hace muchos años. Quizás la lección que podemos aprender es que hay que hacerles caso más temprano que tarde porque no son traidores del crecimiento económico sino avisadores del camino del desarrollo sostenible.
Hoy la utopía más grande no es la de los ecologistas sino la de los que creen que se puede continuar con un modelo de desarrollo como el actual, los que creen que podemos seguir con un modelo energético como el actual, los que creen que podemos seguir con el mismo modelo de consumo…
Los argumentos éticos sobre la conservación del medio ya han sido superados por los económicos y los sociales. Ahora más que nunca se puede ligar nuestro futuro como especie del futuro del resto de las especies.
Hay gente que se alarma cuando ve las imágenes de lo que está ocurriendo con las inundaciones en Holanda o en Alemania por la tormenta “Tilo” o las del huracán/ciclón "Noel" en Cuba, Bahamas y otros países americanos, (por hablar de lo más reciente), y las relacionan con esto del cambio climático, con lo de los glaciares fundiéndose y las sequías. Pero esto no es nada con lo que puede ocurrir antes de mediados de siglo si no frenamos esta carrera, si no invertimos la tendencia.
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