En esta ocasión propongo unos paseos por la vecina Sierra de Huétor e invito a mirarla y a mirar desde ella los bellos paisajes que la rodean. Lo hemos titulado "Miradas y miradores de Granada", y está inspirado en un taller de interpretación del paisaje impartido por los profesores Rafael Hernández del Águila y Miguel Ángel Sánchez del Árbol organizado por la directora del parque natural Sierra de Huétor, Milagros Menéndez. (Pincha en la imagen siguiente para entrar en la publicación)
El Parque Natural Sierra de Huétor es un espacio natural en el que se entremezclan diversos paisajes forestales y a la vez es una atalaya estratégica desde la que asomarse a contemplar un amplio y profundo campo de visión que incluye a Sierra Nevada, el Altiplano de Guadix, la Depresión de Granada…
Por su cercanía a la capital y su posición central en la provincia, el Parque Natural Sierra de Huétor es uno de los espacios protegidos más visitados de la geografía granadina. Está formado por un conjunto de sierras de media altura del Sistema Penibético (Sierra de la Alfaguara, Sierra de Cogollos, Sierra de Diezma, Sierra de Beas y estribaciones del sur de la Sierra de Arana). Se alternan estrechos barrancos, arroyos, tajos y calares que forman un relieve complejo debido a la naturaleza caliza del terreno que determina la abundancia de formaciones kársticas, que se combinan con una vegetación autóctona de encinares ricos en matorral espinoso, robles, arces y quejigos a la que se suman masas de repoblación de diferentes especies de pinos y otras coníferas alóctonas dispersas como cedros, cipreses, abetos, secuoyas...
Además de su valiosa naturaleza, sus paisajes y biodiversidad, este parque natural cuenta con otros muchos alicientes derivados de su rico pasado histórico-cultural, del que destaca el legado musulmán y el inconfundible sabor serrano de sus pueblos: Alfacar, Beas de Granada, Cogollos Vega, Diezma, Huétor Santillán, Nívar y Víznar. Para disfrutar de todos estos atractivos cuenta con una amplia oferta de Uso Público en la que se incluye el centro de información y recepción de visitantes de Puerto Lobo y una amplia y variada red de senderos señalizados, áreas recreativas y miradores.
1. Sierra Nevada desde Majalijar. Autor: Javier Rodríguez.
La Sierra de Huétor ha recibido la denominación de privilegiado balcón o del ‘mejor mirador de Sierra Nevada’ y reúne méritos sobrados para dichas calificaciones. El pico de Majalijar (1.878 m.), es el punto más elevado de todo el parque natural, solo superado por el Peñón de la Cruz, ya fuera del parque natural, en la vecina Sierra ‘Harana’. Llegamos a su cima por una cuerda compuesta por varios picos entre los 1700 y los 1800 metros conocidos como los Altos de Majalijar.
Todo este paraje constituye por tanto uno de los mejores lugares para contemplar las cumbres occidentales del macizo nevadense, toda la línea de picos por encima de los tres mil metros, que van desde el Cerro del Caballo, el más occidental y meridional, hasta el Picón de Jérez, el más al norte de esta parte de la divisoria de cumbres, con “los reyes”, Alcazaba y Mulhacén, y el Pico del Veleta en el centro de esta panorámica.
2. Río Fardes. Autora: Sheila Moreno Tapia.
El bosque galería lineal en torno al río Fardes es una de las imágenes más espectaculares del parque natural Sierra de Huétor. Dada la naturaleza, principalmente caliza, de este sistema montañoso, no abundan los cursos de agua permanentes en superficie por lo que constituye un excepcional elemento con un gran valor paisajístico.
El río Fardes nace en la confluencia de los arroyos Prado Negro y de las Perdices. Tras discurrir por la Sierra de Huétor entre bosques mixtos, camino de su encuentro con el Guadiana Menor, recibirá aportes de afluentes provenientes tanto de Sierra Nevada como de la Sierra de Baza, pasando a atravesar un paisaje de gran contraste con el anterior, el de los arroyos y cárcavas de los badlands de la Hoya de Guadix.
3. Mirador de la Cueva del Gato. Autor: Javier Rodríguez.
Uno de los mejores miradores de la Sierra de Huétor es el conocido como ‘La Cueva del Gato’ ya que está situado cerca de la cueva del mismo nombre, una amplia cavidad resultante de la acción del agua sobre la roca caliza, de gran interés geológico, que ha sido usada habitualmente por los pastores como refugio del ganado. Podemos llegar a este mirador a través de un sendero que sale desde la Casa Forestal de Puerto Lobo y que pasa previamente por las bien conservadas Trincheras del Maúllo.
Localizado en el término municipal de Víznar, tiene unas privilegiadas vistas sobre buena parte de la Sierra de Huétor, es un estupendo mirador de las majestuosas cumbres occidentales de Sierra Nevada. Hacia abajo podemos ver serpenteando un bosque de ribera que encierra al Darro, el río que algunos kilómetros después, ya en la capital granadina, atravesará la Carrera del Darro, “una de las calles más bellas de Europa”. Dadas las altas cotas de las cumbres, que se aproximan a los 2.000 metros, es frecuente que en invierno se produzcan precipitaciones en forma de nieve que dan lugar a unos paisajes excepcionalmente bellos.
4. Trincheras de la Yedra. Autor: Javier Rodríguez.
En diversos puntos del parque natural hay hermosas combinaciones entre la vegetación y los afloramientos rocosos calizos, entre las ‘piedras’ y las ‘plantas’, que bien pueden inspirar los equilibrios y la armonía del feng-shui. Es el caso de la panorámica desde las Trincheras de la Yedra desde la que se contempla un juego de roquedos calizos y diversas formaciones vegetales con un fondo escénico en el que se divisa el punto más alto del parque natural, el Pico de Majalijar, y Sierra Arana. También conocidas como ‘Avanzadilla de Nívar’ eran la primera línea de defensa del ejército sublevado, apenas a 2 kilómetros del Peñón de la Mata donde se ubicaban las fuerzas republicanas.
Situadas a una altitud cercana a los 1.400 metros se puede acceder a ellas a través de un sendero que parte del área recreativa de La Alfaguara o realizando el “Itinerario de las Tricheras”, un sendero señalizado completo que recorre el Parque Natural desde Alfacar hasta la Fuente Los Potros.
5. Tajo de los Halcones. Autor: Javier Rodríguez.
Una de las estampas más bellas y singulares del parque natural de la Sierra de Huétor la encontramos en el Tajo de los Halcones, unos acantilados rocosos que juegan en la imagen con bosques mixtos de pinos y frondosas dando unos peculiares contrastes cromáticos especialmente en otoño y primavera.
Recomendamos llegar a este paraje desde la zona Recreativa de la Fuente de los Potros hasta llegar al Cortijo Florencia desde donde sale un atractivo sendero que recorre la Acequia del Fardes, una acequia tradicional construida para los regadíos históricos de las vegas de Cogollos y Pulianas que atraviesa bosques de encinas, quejigos y masas de pinares.
6. Prado Negro. Autor: Miguel A. Sánchez del Árbol
La geología y geomorfología de la Sierra de Huétor la convierten en un aula al aire libre también de estas disciplinas científicas. Uno de los ejemplos es la imagen desde el Puerto de la Mora donde se puede desarrollar una lección gráfica con la apreciación del impresionante manto de cabalgamiento o el cerro testigo del fondo de la imagen, por encima de Prado Negro. El paraje de Prado Negro es uno de los elementos dominantes del paisaje, de gran visibilidad desde numerosos puntos. Recibe este nombre por el contraste de su color frente a los colores claros de los roquedos que hay por encima y con los tonos verdes más claros de la vegetación que aparecen por debajo.
Prado Negro es el nombre también de la pequeña aldea próxima, cuya primera mención documentada data del año 1500, cuando se señala su condición de paso natural para los viajeros que iban desde el Levante hasta Granada. En sus inmediaciones se encontró el Tesoro de la Cueva del Agua (2500 a. de C.), que actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada.
7. Las Agujas de Salinas. Autor: Javier Rodríguez.
La naturaleza caliza y dolomítica predominante de estas sierras da lugar a formaciones características tanto en superficie como subterráneas. Una de las más curiosas es la conocida como ‘Agujas de Salinas’, que se encuentran entre el Mirador de las Veguillas y la Fuente de la Teja.
Las ‘agujas’ (también denominadas pináculos o farallones) son formaciones geológicas que consiste en columnas de roca, fuertes y con frecuencia verticales, formadas por procesos erosivos en los que interviene principalmente el agua. Tienen lugar en calizas afectadas por multitud de planos de fractura que se disponen en orientaciones perpendiculares. El agua de lluvia se infiltra y va erosionando lentamente la roca caliza y ensanchando las fracturas hasta dar curiosas formas al relieve conocido como ruiniforme.
8. La Ermita. Autor: Javier Rodríguez
La Finca de la Ermita, recientemente adquirida por la Junta de Andalucía, es un paraje de enorme belleza paisajística y gran riqueza ecológica ya que alberga diversas formaciones vegetales representativas del bosque mediterráneo a las que hay que sumar los bosques lineales de galería que la atraviesan a lo largo de los cursos fluviales.
De sus 2.095 hectáreas de extensión destaca la formación híbrida de quejigos y encinas en las zonas más umbrías, (que constituye la zona de mayor biodiversidad vegetal de todo el espacio natural), especialmente atractiva en los contrastes de color de la fenofase otoñal que a su vez contrasta con los pinares de su entorno y con los afloramientos rocosos del fondo. Una ruta que parte desde la venta El Molinillo y termina en Prado Negro nos permite recorrer esta finca y apreciarla en todo su esplendor.
9. Llanos del Fraile. Autor: Javier Rodríguez
Vestigio de la historia reciente son las numerosas trincheras y búnkeres construidos durante la Guerra Civil española, auténticos miradores naturales desde donde se divisan las mejores panorámicas de este espacio natural.
La Sierra de Huétor cuenta con un sendero señalizado con un total de 20 kilómetros de longitud, el Itinerario de las Trincheras, que además de pasar por lugares emblemáticos del Parque como la Fuente La Teja o el área recreativa de la Alfaguara, nos permite recorrer los restos mejor conservados de todas las trincheras existentes (además de las más famosas del Maúllo, las del Fraile, Las Veguillas y las de la Sierra de la Yedra). El recorrido de este sendero permite por un lado acercarnos a la historia de la Guerra Civil y cómo se desarrolló en este territorio y, por otra parte, disfrutar de magníficas vistas dada su estratégica y privilegiada situación.
10. Cortijo de Pedro Andrés. Autor: Javier Rodríguez
Un ejemplo de la combinación de paisajes que podemos disfrutar en este parque natural lo constituye los alrededores del Cortijo de Pedro Andrés, una de las fincas ligadas históricamente al uso agro-ganadero en estas sierras. En la composición se alternan ‘pisos’ diferenciados; el primer plano lo portagoniza la agricultura extensiva, (con algunos pies de encinas aislados para el ganado); en el plano intermedio dominan los pinares de repoblación; los tajos rocosos calizos con escasa vegetación, coronan el paisaje en la parte superior.
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