martes, 31 de julio de 2012

Nueva etapa en Sierra Nevada


Había pensado titular "Un año más?" así con interrogante, pero he optado por denominarlo como "Nueva etapa en Sierra Nevada" porque he querido resaltar que se inicia un tiempo nuevo en la gestión del parque nacional y parque natural de Sierra Nevada que se abre con la celebración el pasado viernes del Pleno Ordinario del Consejo de Participación. 

El Consejo de participación del Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada es un órgano de carácter predominantemente consultivo y deliberante, de colaboración y coparticipación entre las Administraciones implicadas, para hacer efectiva la coordinación interadministrativa exigida constitucionalmente y, además, como vehículo para servir a la necesaria participación ciudadana en la gestión de este espacio protegido.

Aunque el orden del día y los asuntos a tratar eran aparentemente “ordinarios”, se presentía una reunión especial. La cita era en las nuevas instalaciones del Hotel Balneario de Lanjarón en esa idea, por un lado, de ir circulando por todos los municipios del parque y por otro, de  “apoyar” una iniciativa que ha apostado fuerte por el turismo sostenible.

Pero en el ambiente había una gran expectación por diversos motivos. Estrenábamos consejero, Luis Planas, y nueva consejería, (Agricultura, Pesca y Medio Ambiente), y el consejero tuvo el gesto de acudir acompañado de toda la "plana" mayor (Viceconsejero, Secretario General de Medio Ambiente, Directora General de la Red de Espacios Naturales, delegados provinciales de Granada y Almería); además había muchos representantes de los diferentes colectivos e instituciones que se estrenaban, tras los cambios en ayuntamientos, en Administración del Estado y en la Junta de Andalucía. Y entre los puntos del orden del día estaba el espinoso asunto de la Pista del Águila que ya había monopolizado gran parte del Pleno anterior, la ordenación de accesos a las Altas Cumbres, o el informe sobre la nueva zonificación de la Reserva de la Biosfera aprobada por la UNESCO. Temas todos de suficiente enjundia.

Pero, sobre todo, mi interés se centraba en el punto de la Aprobación de la Memoria de Actividades y Resultados del 2011, nuestro informe de gestión y en el que teníamos que defender, en apenas unos minutos, el trabajo de todo un año, un difícil año.

Por todas estas razones estaba especialmente nervioso. Había preparado una presentación de apoyo a la Memoria resumen del año que habíamos entregado con anterioridad a los miembros del Consejo de Participación pero consciente que este es un documento “frío” que sigue un esquema obligado de proyectos desarrollados, de inversiones, de número de expedientes tramitados y otras estadísticas,  elaboré unas notas que me sirvieran para trasladar, en esos breves minutos de gloria, algunas ideas sobre el papel de los espacios naturales protegidos en la actualidad y al menos poder lanzar una visión de nuestra gestión más global y estratégica, en un momento quizás más necesario que nunca.
Hay que tener en cuenta que había muchas personas “nuevas” en este órgano, a los que nos dirigíamos por primera vez y que no poseen la memoria histórica del trabajo de los últimos años, que desconocen incluso la propia historia de Sierra Nevada como espacio natural protegido. Y además la mayor parte de mi relación con muchos miembros del Consejo Participación, aunque lleven más tiempo participando en Plenos y Comisiones de Trabajo, se refiere a temas concretos, a expedientes concretos (a menudo problemas concretos) relativos al sector o al pueblo respectivo y que la gestión ordinaria no propicia oportunidades para expresar con  profundidad nuestro complejo trabajo de esa manera más integral, de conjunto.

Empecé mi intervención en la defensa de la Memoria diciendo que la habíamos estructurado en dos grandes áreas (la que yo coordino, Conservación e Investigación y la de Desarrollo Sostenible, que expondría posteriormente la gerente del parque) pero que esa división sólo lo era a efectos administrativos porque todo el Equipo de Gestión defendemos, que el binomio conservación y desarrollo no sólo no es incompatible sino que de su equilibrio y conjunción, (difícil equilibrio-difícil combinación, bien es cierto), depende el futuro de Sierra Nevada. Claro que tuve que matizar que no hay que confundir desarrollo con crecimiento y que no podemos admitir el adjetivo sostenible a toda iniciativa que se apellide así.

Y continué diciendo que lo que tenemos que hacer más que conservar, en el sentido clásico, estático del concepto (gestión pasiva), el reto de los espacios naturales protegidos, especialmente en las áreas de montaña, está en la gestión adaptativa, proactiva, “construir capacidad de adaptación” ante el cambio global.

En este sentido, relacionado con nuestro Observatorio de Seguimiento de Cambio Global, afirmé que no podemos contentarnos con ser forenses de lo que está ocurriendo, sino que tenemos que hacer lo posible por mitigar sus efectos y por adaptarnos a los nuevos escenarios. Cobra aquí un papel distinto, un nuevo sentido,  el tema de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que aportan los espacios naturales ya que son la base del bienestar de nuestra sociedad. Más que presumir de tenerla muy grande –dije- la Lista, el Catálogo de Especies, (que en Sierra Nevada lo tenemos de los más grandes), lo importante de tener una gran biodiversidad es que es una garantía para seguir suministrando esos servicios de abastecimiento, regulación o culturales, en la medida en que unos ecosistemas mejor conservados son más resilientes, más resistentes a los impactos. Mayor biodiversidad, menos vulnerabilidad, menos fragilidad.

Pude, apoyado en una selección variada de imágenes, ir desgranando, siquiera de manera rápida, una serie de ideas-fuerza sobre la gestión de Sierra Nevada, (más allá de la coyuntura del 2011 que analizábamos), como que Sierra Nevada es una gran montaña que encierra un pequeño continente, Paraíso de Biodiversidad (un tesoro de joyas botánicas sí, pero también con una fauna de gran interés),  para terminar cediendo el testigo a mi compañera Mar Lara diciendo que además Sierra Nevada era una montaña de oportunidades con la que pasábamos a la otra parte de la gestión ligada al Uso Público y al Desarrollo Sostenible.


Las fotografías que iba pasando me permitieron detenerme en algunos proyectos significativos, a título de ejemplo, para mostrar algunas imágenes simbólicas de lo acontecido en el año 2011: naturalización de pinares, restauración del incendio de Lanjarón (los dos apuntan hacia un modelo de monte mediterráneo que ligué con la actualidad de los incendios forestales), mejora de las infraestructuras tradicionales (reivindicando –no hay que perder la oportunidad- la necesidad de seguir actuando en la restauración y mantenimiento de las acequias tradicionales y  el papel de la ganadería extensiva en nuestro paisaje), Plan de Gestión de Ungulados Silvestres, cabra montés y jabalí (aprovechando para tocar el tema de la caza y el control de la poblaciones) o finalmente la restauración de las canteras de La Zubia.

Escogí esta vez otro poema de Lorca para rematar la presentación, jugando con la broma de que una agencia de noticias había anunciado que  el poeta iba a presidir la reunión de Lanjarón (por Federico Mayor Zaragoza) y diciendo que ya que no había podido venir el inmortal Federico yo lo traía para que lo tuviéramos presente con sus versos sobre el agua (que mejor sitio una reunión de Sierra Nevada y en un lugar como el Balneario para un poema sobre el agua). Y con unas fotografías del águila real, que me ha regalado Roberto Travesí,  finalicé realizando una metáfora sobre los tiempos difíciles que vivimos “cuando hay tormenta los pajarillos se refugian pero las águilas vuelan alto”.

 Las palabras del presidente del Consejo de Participación y posteriormente del consejero, alabando la labor del director y del equipo de gestión y el agradecimiento a nuestra exposición y nuestro trabajo y la propia cita por parte  de ambos, de algunos de los mensajes que habíamos realizado durante la presentación, (aparte de la aprobación por unanimidad de la Memoria de Actividades),  es la mayor satisfacción que podemos recibir y la recompensa al trabajo.

Digamos que como Red Bull, este reconocimiento público nos “da alas” para seguir en la brecha, malgré tout, (los recortes de salario y la “suspensión de la paga extra”, la campaña de desprestigio de los empleados públicos y todas las demás puyas que estamos sufriendo.
Hubo más temas durante la larga reunión, los medios de comunicación destacaron, es natural, otros aspectos, y pusieron el acento en otros asuntos, en otros temas. Os dejo los enlaces por si interesan.