martes, 22 de septiembre de 2009

El final del verano, llegó...

Aunque aún quedan días de verano (del veranillo de los membrillos), hoy se acaba oficialmente el verano, que dicho así se convierte en una manera lastimosa, tendente a la depresión, de afrontar este cambio de estación que podría y debería formularse de otra manera, en positivo, esto es, el otoño ya ha llegado; así deberíamos saludar el comienzo de esta etapa maravillosa, llena de colores, de contrastes, de matices, una época que en Sierra Nevada es especialmente bella, que nos traerá estupendas estampas en la Alpujarra, en el “San Juan”, en el Camarate y en otros muchos parajes de este extenso parque nacional y parque natural. Y nos traerá también una nueva temporada de setas, que espero que este año sean abundantes y acudiré de nuevo a la cita de Abla a degustarlas.
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Yo voy a recibirlo como el año pasado, acudiendo a la vecina Sierra de Baza a escuchar la “berrea” de los ciervos y tengo previsto disfrutar de este otoño de manera intensa saboreando sus frutos, contemplando sus atardeceres, recargando mi espíritu con la energía que dejan las tormentas en el ambiente y disfrutando del olor a tierra mojada.

Quizás esté exagerando pero me parece que ni el verano es la hostia ni el otoño es la puñeta y que lo importante es la actitud con la que afrontamos cualquier momento, cualquier situación, y yo estoy dispuesto a que este otoño sea la mejor etapa de mi vida. Y lo mismo espero del extraordinario invierno que le sucederá y de la hermosa primavera posterior y así llegaremos al verano, esa etapa también maravillosa, limpia y llena de luz.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Lagunas de Sierra Nevada

La reciente publicación de un magnífico libro del profesor de la UGR, y amigo, Antonio Castillo sobre las lagunas de Sierra Nevada, ha dado lugar a una noticia de la Universidad de Granada “Hasta el siglo XX varias lagunas de Sierra Nevada permanecieron ocultas por nieves perpetuas”. Titulares muy parecidos han empleado varios medios de comunicación para destacar lo que más les ha llamado la atención de esta publicación.

Diario IDEAL: Las lagunas de Sierra Nevada permanecieron ocultas hasta el siglo XX por nieves perpetuas
LA OPINIÓN DE GRANADA: Un estudio de la UGR desvela lagunas en Sierra Nevada
Diario GRANADA HOY: Las lagunas secretas de "la Sierra"

Los autores de las crónicas quizás sólo hayan visto y leído la nota de prensa facilitada por el gabinete de comunicación de la Universidad de Granada o el del Instituto del Agua porque tanta coincidencia en este aspecto que resaltan resulta extraña en un volumen que da para muchas lecturas, muchas interpretaciones, anécdotas e historias. Si es así se están perdiendo un estupendo libro, que además cuenta con hermosas fotografías y abundantes ilustraciones realizadas por mi colega y “gran” amiga Pilar.

Algo más ha profundizado, en el autor y en esta publicación , Inés Gallastegui que ha vuelto a sacar otro fenomenal reportaje sobre Sierra Nevada a doble página en el Suplemento Vivir de Ideal aprovechando esta coyuntura. Lo ha titulado las Joyas de la montaña y destaca que Sierra Nevada esconde más de 70 lagunas, vestigios de la última glaciación, hace 10.000 años, y amenazadas por el cambio del clima.


Y para continuar exaltando estas maravillosas joyas de nuestra sierra, que se unen a las joyas botánicas, a la extraordinaria biodiversidad de su entomofauna (en unos dias se celebran las jornadas nacionales de entomología aquí en Granada con Sierra Nevada como estrella protagonista), traigo aquí un enlace al blog AVESTRAZOS de FRANCISCO J. HERNANDEZ, que aunque suele estar más centrado en otros espacios naturales con mayor interés desde el punto de vista de la avifauna, en esta ocasión, no es la única, se ha acercado a Sierra Nevada para dejarnos algunos apuntes de sus dibujos en un post titulado: Laguna de la mosca / Laggon of the fly


La laguna de la mosca está literalmente colgada en lo que fue la cubeta de un glaciar a 2700 m de altitud, al fondo está "La Alcazaba" tercera cumbre de Sierra Nevada. Sobre la laguna, se levanta la cara norte del Mulhacén que se eleva casi 800 m por encima de la laguna. En este entorno casi monocromo de dimensiones colosales, la laguna aporta una bellísima nota de color, una esmeralda que se derrama entre los grises y violáceos esquistos.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Vuelta a Túnez y de nuevo a Sierra Nevada

Como en el chiste, este año me ha tocado un “viaje atunes” pero yo sí he sabido que hacer con “tanto pescado”.

He vuelto por tercera vez a este cercano, y desconocido para la inmensa mayoría de mi entorno, país del norte de África. Es curioso este desconocimiento o la imagen tan alejada de la realidad que tiene mucha gente con la que he comentado estos días mi lugar de vacaciones. En realidad yo tampoco conozco mucho ya que sólo he estado en unos cuantos lugares tunecinos, aunque en algunos de ellos (Cartago, Tunis capital, Sidi Bou Said) he estado ya en tres ocasiones: en 1995, hace cuatro años y ahora.


Pero en esta ocasión, sobre todo, ha sido un destino para disfrutar del sol, de playa y de piscina, para leer, para comer bien, desconectar del día a día y, muy especialmente, para pasar todo el tiempo con MA y con mis hijos pequeños, Ignacio, (que ha disfrutado de su segundo veraneo enormemente trasnochando y comiendo de todo) y Ángeles, (que ya lo cuenta ella en su propio blog personal).


Jazmine Hammamet, donde hemos estado, es un destino para turismo europeo que ha cumplido con nuestras exigencias y expectativas en cuanto a calidad, seguridad y oportunidades de ocio y de excursiones, un poco diezmadas en esta ocasión por la edad de Ignacio jr. que nos ha limitado un poco la “movilidad” e impedido la posibilidad de pasar una noche en un oasis en el desierto y ver anochecer y amanecer rodeados de arena como me hubiera gustado. Dejamos también para otras ocasiones otros lugares de la costa (para cuando tenga el yate) y del interior tunecino que he descubierto y que me han interesado mucho como un gran anfiteatro romano en el que hay un festival internacional de música, o la mezquita de Kairouan, una de las más grandes y antiguas del continente africano.


Para no dar demasiada envidia evitaré contar muchas historias y diré que en el vuelo Madrid/Túnez perdimos un bolso maleta, que habíamos comprado en nuestro viaje a China y al que teníamos un cariño especial, cargado con todo el calzado de MA y de los niños, el botiquín de emergencias, mis gafas de bucear y algunas otras cosillas. No ha aparecido todavía ni ya es probable que vuelva porque pienso que esta vez no fue culpa de la compañía aérea, sino de alguna otra de las "compañías" del vuelo, que se adelantaron en la cinta de recogida de equipajes ya que fuimos los últimos en salir del control policial y cuando llegamos ya había desaparecido casi todo el mundo y quedaban sólo unas cuantas maletas girando. Y además tampoco fue todo bien porque jugando al fútbol en la playa me lastimé un dedo y todavía tengo molestias.

A la vuelta de Túnez y antes de volver al trabajo en mi (lo utilizo en sentido afectivo, no posesivo) parque nacional y parque natural, he pasado unos días de nuevo en este maravilloso e inmenso espacio natural protegido. En esta ocasión nos hemos instalado en las Cuevas del Tío Tobas, en el área de Influencia Socioeconómica de Sierra Nevada, establecimiento pionero en nuestro proyecto de la Carta Europea de Turismo Sostenible. Desde allí teníamos a tiro de piedra (con una buena honda), el Picón de Jerez con los últimos y únicos neveros en el nacimiento del río Alhorí, la Dehesa del Camarate y toda la comarca del Marquesado del zenete. Pero lo mejor ha sido disfrutar de este ingenio constructivo desde el punto de vista bioclimático que nos ha hecho taparnos con mantas en estas, todavía calurosas, últimas noches de verano.


Así que he terminado las vacaciones (por ahora) cómo y dónde las empecé: en Sierra Nevada este admirado y admirable espacio natural al que vuelvo ahora a trabajar en su conservación y/o desarrollo sostenible. Un trabajo que me gusta y en un lugar que me encanta: “un trabajo por todo lo alto”.

Pero aún quedan días de verano para…