jueves, 31 de agosto de 2017

'En Peligro' por su fama

Tenía ganas de 'meterle mano' a la manzanilla de la Sierra y he querido dedicarle un artículo huyendo del sensacionalismo, intentando poner el acento en la divulgación sobre su situación actual, algunas pinceladas sobre la historia de su protección, completando el reportaje con 'otras Artemisias' presentes en Sierra Nevada y algún apunte sobre la manzanilla común (en realidad dos especies diferentes se engloban bajo esta denominación).

Así quedó la versión digital en la web del periódico Granada Hoy:
http://www.granadahoy.com/provincia/peligro-fama_0_1166883716.html

Y así lucía la doble página en la versión impresa.



Reproduzco aquí la versión original del artículo, más amplia que la publicada finalmente, con las imágenes originales, facilitadas mayormente en esta ocasión por mi compañero José Miguel Muñoz, mi botánico de cabecera.


Sierra Nevada, Paraíso de Biodiversidad

En Peligro’ por su fama

La manzanilla de la Sierra o manzanilla real estuvo al borde de la extinción en el siglo pasado. Su abusiva recolección, por sus pretendidas propiedades medicinales, la convirtió en la primera y más protegida de toda la flora nevadense.


Artemisia granatensis es el nombre de la manzanilla real o manzanilla de la Sierra, una planta endémica exclusiva de Sierra Nevada. Vive en pastizales, en lugares secos y pedregosos, cascajares y grietas de rocas, por encima de los 2.500 metros y hasta las cumbres más elevadas. Allí en esos hostiles parajes convive con otros endemismos nevadenses como los dragoncillos, la zamárraga, violeta de Sierra Nevada o piornillo rosa.

Esta especie está catalogada ‘En Peligro de Extinción’ pues fue sometida a una “pertinaz persecución” (en palabras del catedrático de Botánica de la UGR Gabriel Blanca) que la colocó a punto de su desaparición. Descubierta y descrita por Boissier en el año 1837, ya era célebre por entonces por sus propiedades medicinales aunque todavía era “frecuente”. Otro ilustre botánico, Willkomm, indicaba en 1865 que la especie, “abundante en ambas vertientes, ha sido recogida por numerosos botánicos y recolectores insignes”, incluido él mismo. Pero a principios del siglo XX las referencias de los especialistas habían cambiado radicalmente. En 1909 el castellonense Pau comentaba que “la especie está condenada a desaparecer por el exterminio al que la someten los manzanilleros”. Quince años después Font-Quer insistía en la presión que sufría esta planta señalando entre los que la recolectaban a los pastores almerienses que subían a los pastos de verano y es que la fama de sus propiedades curativas, (exagerada cuando menos como veremos después), llegaba muy lejos y el precio que se pagaba era tan alto como las cumbres inaccesibles en las que la planta tenía que ir refugiándose.

ESPECIE MUY PROTEGIDA

La manzanilla de Sierra Nevada goza de una extraordinaria protección, a diferentes niveles, regional, nacional e internacional, tanto como especie amenazada como por el paraguas que supone que su hábitat esté incluido en un espacio natural protegido al máximo nivel como es Sierra Nevada. Los antecedentes de esta protección los encontramos en el año 1982 cuando fue incluida en un Decreto sobre protección de especies amenazadas de la flora silvestre junto a otras seis especies incluidas en el Convenio de Berna sobre Conservación de la Vida Silvestre y de los Hábitats Naturales de Europa. Esta protección suponía “la prohibición de arranque, recogida, corte y desraizamiento deliberado de dichas plantas o de parte de ellas, incluidas sus semillas así como su comercialización”. Posteriormente (1984) apareció en el Listado de Plantas Raras, Endémicas o Amenazadas de España publicado por el MOPU y en Libro Rojo de Especies Vegetales Amenazadas del ICONA (1987).

En la actualidad se encuentra protegida por la legislación básica del estado, Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad que califica como muy grave La destrucción, muerte, deterioro, recolección, comercio o intercambio, captura y oferta con fines de venta o intercambio o naturalización no autorizadas de especies de flora y fauna catalogadas en peligro de extinción, así como la de sus propágulos o restos”.

En Andalucía le es de aplicación también la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres en la que Artemisia granatensis es incluida en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, en la categoría de en peligro de extinción que se aplica a aquellas especies cuando su supervivencia resulte poco probable si los factores causales de su actual situación siguen actuando. Al estar incluida en esta categoría se ‘beneficia’ de la obligatoriedad de la elaboración de un plan de recuperación, en este caso el Plan de Recuperación y Conservación de Especies de Altas Cumbres aprobado en 2012 en el que se establecen medidas de protección para 56 especies de flora (y 5 de fauna invertebrada), la mayoría exclusivas de las Sierras Béticas de Andalucía, especialmente de Sierra Nevada y entre las que se encuentra Artemisia granatensis. De la misma manera los recursos de la Comunidad Autónoma, dedicados a la conservación de flora, in situ y ex situ, tales como el Banco de Germoplasma y los Jardines Botánicos, dedican una especial atención a las especies catalogadas con algún tipo de amenaza.

Dado que la amenaza principal para la manzanilla real es su recolección, para uso doméstico o comercialización, su principal defensa es que, según nuestra legislación, “Queda prohibido: destruir, recoger, cortar, talar o arrancar, en parte o en su totalidad, especímenes naturales de la flora silvestre, así como destruir sus hábitats.” El incumplimiento de esta prohibición, cuando se trata de ejemplares de especies silvestres amenazadas catalogadas en peligro de extinción, sin autorización, (eventualmente para fines de conservación o investigación), se considera una infracción muy grave y se pueden aplicar sanciones elevadas.

Por otra parte la manzanilla de la Sierra es una especie que se desarrolla en un espacio natural especialmente protegido ya que, en su mayor parte, las poblaciones de Artemisia granatensis, están en Parque Nacional, que son hábitats de interés prioritario de la Red Europea Natura 2000, y a la vez se encuentran en la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera declarada por UNESCO.

UNA SITUACIÓN MEJORADA

Desde finales de los años 80 el estatus de conservación de nuestra manzanilla real, y de otras especies amenazadas, ha mejorado notablemente. Cabe destacar el esfuerzo realizado en relación con la flora catalogada con el proyecto europeo LIFE denominado “Recuperación de áreas con flora amenazada en Sierra Nevada” que permitió un conocimiento más exhaustivo de la distribución de las poblaciones, sistemas de recogida, conservación y germinación de semillas, multiplicación y propagación, así como reimplantación en hábitat natural y refuerzo de poblaciones. Esta acción inicial tuvo continuidad con actuaciones incluidas en proyectos de “Recuperación de la flora en peligro y en peligro crítico de las Sierras de Andalucía Oriental” y otros programas de conservación de flora financiados por la Consejería de Medio Ambiente. La mejora de la situación de conservación de las poblaciones es evidente aunque en la naturaleza la recuperación de los impactos es, muy a menudo, lenta y requiere que cese la ‘fiebre’ recolectora.

Para acabar con este ‘furtivismo’ hay que empezar a desterrar, por falsa y estúpida, la excusa de que a la manzanilla “le viene bien que se le arranque para que crezca con fuerza”. Y continuar aclarando que las supuestas propiedades mágicas que le dieron fama y convirtieron en negocio no han sido acreditadas médicamente y no pasan de aliviar males estomacales (hay muchos medicamentos con mejores efectos y plantas más apropiadas que se cultivan para esos ‘terribles males’).

Pero prohibir su recolección y declarar los espacios naturales como protegidos no es suficiente. El territorio es muy amplio y no se puede llenar de “policías verdes” territorios tan amplios ni el objetivo de una sociedad madura debe ser la persecución de posibles infractores. La información y sensibilización del valor de nuestra flora y fauna y a la vez de su fragilidad y vulnerabilidad deben conseguir que podamos conservar nuestros espacios y nuestras especies a la vez que disfrutamos de nuestro rico y variado patrimonio de biodiversidad.

Protección de la manzanilla real o de Sierra Nevada (cuadro)

Convenio de Berna: En Peligro
Directiva Europea Conservación de los Hábitats Naturales y de la Fauna y la Flora Silvestres. De interés prioritario, según Anexo II.
Categoria UICN: En peligro crítico.
Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. En peligro.
Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía. En peligro crítico.


OTRAS ‘ARTEMISIAS’ EN SIERRA NEVADA

En Sierra Nevada se presentan otras 8 especies del mismo género que Artemisia granatensis. Artemisia alba subsp. nevadensis y A. umbelliformis, son muy escasas y se encuentran también catalogadas, en la categoría de ‘En Peligro’. La primera es también un endemismo exclusivo nevadense y está limitada a la zona noroccidental calcárea; la segunda ha quedado reducida a estaciones de refugio presionada por el pastoreo y quizás también la recolección confundida con A. granatensis, ya que tienen comportamientos ecológicos similares, citándose hibridaciones entre ellas que han originado A. x fragosoana.

Artemisia chamaemelifolia es una especie también escasa en Sierra Nevada aunque de distribución más amplia en otros sistemas montañosos. También podemos encontrar en zonas elevadas A. absinthium, conocida como ajenjo, planta medicinal cultivada y naturalizada en muchos lugares.

En zonas menos elevadas de Sierra Nevada, se encuentran otras plantas del género de más amplia distribución como A. barrelieri (manzanillón), A. campestris (escobilla parda), y A. herba-alba (bocha banca).

Manzanilla común: Bajo el nombre de manzanilla común se agrupan dos especies diferentes, la manzanilla ‘romana’, Chamaemelum nobile y la manzanilla ‘alemana’ (también conocida como de Castilla), Matricaria recutita. Ambas especies parecen tener su origen en Europa Central pero desde la Antigüedad se han cultivado por motivos ornamentales y medicinales y se encuentran ampliamente extendidas y naturalizadas. Los antiguos egipcios conocían ya sus propiedades. 


Los efectos terapéuticos asociados a la manzanilla común son: digestiva, eliminadora de flatulencias, sedante, tónica, vasodilatadora y antiespasmódica. El aceite esencial se emplea en aromaterapia, y la infusión de las flores se aplica al lavado del cabello para dar suavidad, luminosidad y brillo a los colores dorados. Otro de los usos de la manzanilla es para lavar los ojos en caso de alergias. 
Etimología
Artemisia: nombre genérico que parece derivar de la diosa de la caza (Artemis), o de una palabra del griego artemes = sano, en alusión a las propiedades medicinales de las plantas de este género.
Chamaemelum: el nombre de este género viene del latín camomilla que a su vez deriva del griego chamai = "baja, enana", y melón = "manzana". Parece que este nombre, en nuestra lengua ‘manzanillas’ vendría por recordar el perfume de algunas variedades de manzanas.
Matricaria: nombre genérico que deriva del latín mater (madre) o de matrix = "útero", en referencia a que la planta ha sido utilizada como una cura para los trastornos femeninos.

martes, 22 de agosto de 2017

Cada vez más embrujados

La entrada al pueblo invita a conocer este ‘territorio embrujado’.

Cuando estuve hace unos días en la Feria del Embrujo en Soportújar se me ocurrió hablando con el alcalde hacer un reportaje sobre cómo iba cambiando la imagen del pueblo. Mientras llegaban 'las autoridades' fuimos haciendo el recorrido por la Ruta del Embrujo y viendo las novedades de este año y elaborando mentalmente el guión del artículo que publiqué el pasado fin de semana. Es la segunda parte del que escribí "Soportújar, Tierra de Brujas", hace un par de años en el que escribí sobre la historia del pueblo y aludía a la Feria del Embrujo (pincha AQUÍ si quieres leerlo). En esta ocasión he querido mostrar cómo va tomando cuerpo este proyecto denominado Tierra de Embrujo, impulsado especialmente por el alcalde José Antonio Martín y su equipo de concejales y respaldado por todo el pueblo y que ha sabido recabar el apoyo de la Junta de Andalucía, incluida la aportación que hacemos desde el parque nacional de Sierra Nevada,  y de la Diputación de Granada.

Así quedó en la versión digital:

http://www.granadahoy.com/granada/vez-embrujados_0_1164783889.html

... y así quedó la doble página en la versión impresa:



Reproduzco la versión original tal y como la envié el periódico, con alguna fotografía de propina:

Sierra Nevada, Montaña de Oportunidades

Cada vez másembrujados

El recorrido por las calles de la localidad alpujarreña de Soportújar está adquiriendo en los últimos años los rasgos del Lugar de Embrujo en que el ayuntamiento ha convertido su ambicioso proyecto cultural y turístico.


Hace una década el ayuntamiento de Soportújar empezó a desarrollar el ‘Proyecto Embrujo’, un proyecto integral de desarrollo económico y turístico, basado en la puesta en valor del patrimonio antropológico, natural, paisajístico y arquitectónico. La idea se basaba en la rehabilitación, mejora y enriquecimiento de diferentes lugares emblemáticos del pueblo a la vez que se iban tematizando en torno a la identidad antropológica de ser Tierra de Brujas. La denominación secular que recibían los lugareños, brujas y brujos, ha pasado de resignación y de ser tomada con ‘deportividad’ a convertirse en un elemento central de su proyecto de desarrollo.
Uno de los típicos ‘soportales’ que dan nombre a Soportújar.
El nuevo aspecto de la localidad arranca en la misma entrada, en el cruce de la carretera que recorre la Alpujarra granadina. En el margen derecho se ha acondicionado la parada de autobús con una maqueta del pueblo de Soportújar y el logo de la bruja. En el otro margen se ha colocado el nombre del pueblo en letras bien visibles para los que circulan en el otro sentido. Aquí arranca la señalización de todos los lugares ‘embrujados’ que merece la pena visitar y es la primera parada, o la última, obligada para hacer una foto que testifique nuestro bautismo brujeril.

La ruta para la inmersión en un tiempo y en un mundo de brujas se inicia en este punto que coincide con el sendero de gran recorrido GR-7 y que conecta con otros senderos locales y con el sendero Sulayr, “la montaña del Sol”, que circunvala todo el parque nacional de Sierra Nevada y que tiene en Soportújar parte del tramo número 5 (que viene desde el refugio de Tello en Lanjarón y termina en Puente Palo) y del número 6 (que enlaza este área recreativa con la localidad de Capileira), recorriendo la acequia del Almiar, tramo que pasa por ser uno de los más atractivos de todo este sendero circular de gran recorrido, GR-240. De esta manera el pueblo conecta el patrimonio cultural y natural cuya conservación es una decidida y firme apuesta y el eje principal de su estrategia de desarrollo sostenible.

Una ‘ruta embrujada’ debe recorrer, al menos, los siguientes puntos de interés.

Cueva del Ojo.

Entrada a la Cueva del Ojo.
A medio camino entre el cruce de entrada y el centro del pueblo, está situada La Cueva del Ojo de la Bruja. Esta pequeña cueva se piensa era punto de embrujo y magia, un lugar apartado y recóndito ideal. El Barranco de la Cueva está situado frente a frente con el cementerio, (para más ‘inri’), e impone cuando se transita por sus inmediaciones especialmente a determinadas horas y épocas del año. Cuentan los mayores del pueblo que este paraje siempre ha sido un lugar que se atravesaba deprisa, sobre todo en las largas noches de los duros inviernos.. La Cueva del Ojo de la Bruja se ha ambientado con los útiles propios de la hechicería y en su interior se ha instalado la estatua de una joven bruja.
Una bruja nos señala el paso por el Puente Encantado que da acceso a la Cueva del Ojo 

Centro Temático de la Brujería.

El Centro Temático se ha habilitado en el colegio municipal en la antigua ‘casa de los maestros’. Se ha aprovechado este fin para para su rehabilitación y uso público. Este centro de recepción de visitantes nos introduce en distintos aspectos de la brujería, desde la propia definición y consideración de brujas y brujos, a lo largo de la Historia hasta una clasificación de los distintos tipos. En este Centro podemos ver la evolución de la consideración social de las brujas y brujos y el papel que han venido representando desde el Neolítico hasta la actualidad y las distintas prácticas que hacían, desde las más oscuras que se le atribuían, hasta el de curanderas, parteras y conocedoras de remedios, pócimas, plantas y sus efectos.

Fuente de las Brujas.

Fuente de las Brujas
En la plaza principal del pueblo, en el magnífico mirador de La Alpujarra, (rebautizado ahora como Mirador del Embrujo de Soportújar), se ubicó el primero y uno de los elementos más simbólicos de esta transformación urbana: la Fuente de las Brujas. Se trata de dos brujas haciendo pócimas en su caldero, una bruja experta y su aprendiz. Situado en el centro del escenario, “como por arte de magia”, este monumento desaparece para permitir el desarrollo de las actividades festivas y culturales.


Era de los Aquelarres.

La Era de los Aquelarres en la parte alta del pueblo.

Otra de las actuaciones desarrolladas con el Proyecto Embrujo de Soportújar es la Era de los Aquelarres. Localizada en la parte alta del municipio, es otro mirador privilegiado, desde donde se divisa el valle de Órgiva y, en días claros, podemos avistar hasta el mar Mediterráneo. Desde esta Era podemos dirigirnos, por el Sendero GR7, hacia Pampaneira, en el Barranco del Poqueira, el más turístico de toda la comarca, o hacia la vecina localidad de Cáñar, otro pequeño pueblo alpujarreño lleno de encanto. Las leyendas dicen que aquí se reunían las brujas de la Alpujarra para celebrar sus ritos, los denominados ‘aquelarres’ y por su posición dominante podían salir volando.

Las últimas ‘adquisiciones’ del proyecto Embrujo de Soportújar’ han sido financiadas con las subvenciones que recibe el municipio por pertenecer al parque nacional de Sierra Nevada y son obra del afamado escultor, afincado en la localidad de Órgiva, José Vera. Se trata de una gran imagen de una bruja y de una ornamental fuente.

Bruja Baba Yagá.

Bruja Baba Yagá
En el área recreativa ‘Barranco Caliente’, frente al centro temático, se ha instalado este año una inmensa escultura, que supera los 3 metros de altura y los 7.000 kg de peso y que representa a la ‘Bruja Babayaga’, una vieja bruja de ojos azules ya que proviene de la tradición eslava. Desde el primer momento se ha convertido en la referencia fotográfica por excelencia del itinerario embrujado.

Fuente del Dragón.


Muy cerca de la plaza principal, podemos encontrar el otro atractivo turístico incorporado este año: la Fuente del Dragón. Está situada en un barrio que ha sido objeto de una reciente restauración urbanística con varias casas rehabilitadas manteniendo las tipologías arquitectónicas. La actuación ha consistido en la reposición de una antigua fuente, que se encontraba en un estado muy precario, y se ha aprovechado para adornarla con una obra de arte que pretende funcionar como reclamo para pasear por el interior del pueblo y disfrutar de los soportales y tinaos que dan nombre al pueblo. ‘La Fuente del Dragón’ reúne los 5 elementos : la tierra, el aire, el fuego, el agua y el espíritu.

Fuente del Dragón

El embrujo que no cesa

A la vuelta del verano se pondrá en marcha un laboratorio de arte, con vocación internacional que bajo el el título del Lab958 canalizará la generación de proyectos capaces de dejar una huella artística e intelectual que mejore el municipio de Soportújar y toda la comarca de la Alpujarra, y que nace con la vocación de convertirse en un escaparate al mundo.

Este proyecto ha tenido su antesala con ”Tierra de Brujas”, una exposición colectiva de mujeres organizada con el objetivo de cuestionar y revisar el papel de la mujer en el mundo actual y contribuir a su empoderamiento, especialmente en el medio rural. En la Muestra se ha dado visibilidad a las mujeres que han apostado por el medio rural para desarrollar su experiencia vital, mujeres creadoras de distintas nacionalidades que llevan muchos años trabajando y viviendo en nuestro país. La muestra ha estado acompañada por los trabajos de mujeres locales, que ‘resisten’ en el mundo rural.



miércoles, 16 de agosto de 2017

Dicen que tienes veneno en la piel

Esta semana he utilizado el título de la famosa canción de los 90 de Radio Futura para el artículo de los acónitos, conocidos localmente como revientavacas. Algunas personas me han comentado que no se han podido quitar de la cabeza la musiquilla. Ese mismo día comienzo unos días de vacaciones aunque voy a intentar hacer huecos para seguir fiel a la cita semanal.

Así ha quedado la versión digital: http://www.granadahoy.com/granada/Dicen-veneno-piel_0_1162983803.html

Y la doble entrada a todo color el domingo lucía así:
Transcribo el texto y fotos originales tal y como fue remitido al periódico. Aunque es personal es transferible todo el contenido, a ser posible y si no es mucha molestia, citando la fuente. 


SIERRA NEVADA, PARAÍSO DE BIODIVERSIDAD

Dicen que tienes veneno en la piel

  • Los acónitos se encuentran entre las plantas más venenosas.
  • En Sierra Nevada se encuentran dos especies diferentes cuya floración máxima se produce en el mes de agosto.

Los acónitos son unas plantas pertenecientes a la familia de las Ranunculáceas, que están consideradas como las más tóxicas en nuestro continente y entre las 10 plantas conocidas más venenosas. Todas las partes de los acónitos contienen alcaloides tóxicos pero en las raíces acumulan sustancias especialmente peligrosas por sus efectos cardio- y neurotóxicosneurotóxicos a concentraciones muy bajas. La aconitina, presente en sus raíces, es uno de los alcaloides más potentes ya que apenas 1 miligramo es suficiente para ralentizar el corazón y provocar la muerte de una persona adulta. Por otro lado el acónito puede suponer una fuente oculta de envenenamiento por hierbas no tóxicas aunque contaminadas por sus raíces.

ACÓNITO AZUL

Conocido también como revientavacas o verdigambre, el acónito azul (Aconitum burnatii) está incluida en el Libro Rojo de la Flora Amenazada en la categoría de vulnerable. Presente en diferentes montañas del sur de Europa, en nuestra Península sólo se ha citado en el monte Oroel (en el Pirineo oscense) y en Sierra Nevada donde se encuentran diferentes poblaciones dispersas debido a su alta especificidad ecológica y su dependencia de una alta humedad edáfica. Su rango altitudinal en Sierra Nevada va desde los 1.700 a los 2.500 metros de altitud.

Su hábitat son los herbazales higrófilos, en el borde de arroyos de montaña o de lagunas y lagunillos. Se desarrolla sobre suelos húmedos y profundos, ricos en materia orgánica donde suele estar acompañado de especies como la primavera de Sierra Nevada (Primula elatior subsp. lofthousei), el cardo de aguas (Cirsium pyrenaicum), la cineraria de Sierra Nevada (Senecio elodes), la aguileña de Sierra Nevada (Aquilegia nevadensis), la dedalera (Digitalis purpurea), la tiraña de flores grandes (Pingüicola grandiflora)y especies del género Juncus y Carex.



El acónito azul es una megaforbia, con un tamaño anormalmente grande entre la flora de la alta montaña, (puede llegar hasta 150 cm). Durante el duro invierno de las cumbres pierde la parte aérea que rebrota en primavera al llegar el deshielo. Los tallos floríferos empiezan a desarrollarse en junio y la floración suele iniciarse a mediados de julio, con un máximo a mediados de agosto.

FICHA DESCRIPTIVA

Hierba vivaz, rizomatosa con un tallo erecto, robusto, sorprendentemente alto para lo que se observa en las plantas de Sierra Nevada, de hasta metro y medio.
Las hojas son simples y alternas. Las basales largamente pecioladas, las caulinares (que salen directamente del tallo) son palmatisectas (limbo dividido en segmentos que a su vez están divididos).
La inflorescencia es ramificada, recubierta de pelos glandulares, con flores hermafroditas, zigomorfas (de simetría radial) de color predominantemente azul, (aunque también hay flores completamente blancas), formadas por cinco piezas desiguales, la superior a manera de casco que incluye dos nectarios muy desarrollados y luego tras dos laterales y otras dos inferiores.
Frutos secos y dehiscentes con semillas negras y brillantes.

ACÓNITO BLANCO

En Sierra Nevada también se encuentra otra especie del mismo género que es conocido como acónito o verdigambre blanco y también ‘hierba lobuna’ aunque el nombre científico, Aconitum vulparia (subespecie neapolitanum), alude al zorro (cuyo nombre científico, proveniente del latín, es Vulpes vulpes). Más pequeña que su ‘prima’, ambas tienen una ecología muy similar aunque el acónito blanco es más abundante en la península ibérica, (presente en los sistemas montañosos septentrionales), y está más ampliamente distribuida por otras montañas de Europa y Norte de África.

Amenazas:

La toxicidad de los acónitos les sirve de protección ya que no son ingeridas por los animales pero el ganado que suele deambular por los lugares donde se desarrollan estas especies puede producir alteración en la calidad de las aguas o daños por pisoteo. La contaminación de las aguas de ríos y lagunas de alta montaña o la impermeabilización de las acequias constituyen elementos de reducción de sus hábitats idóneos, ya de por sí escasos.

NOMBRES QUE DELATAN
El nombre del género de estas plantasAconitumparece derivar del griego akòniton que significa planta venenosa. De hecho, estos vegetales son conocidos por su alta toxicidad desde la antigüedad homérica. Este nombre probablemente indicaba una planta venenosa endémica cuyo hábitat era común entre las rocas escarpadas en algunas zonas de Grecia. La palabra sería la composición de akone (= "piedra"), en referencia a su hábitat, y koné (= "matar"), obviamente haciendo referencia a su alta toxicidad. Según otras fuentes, (Plinio el Viejo), el nombre Aconitum vendría de un topónimo, un antiguo puerto en el Mar Negro, llamado Aconis.

Otra teoría indica que el origen de la palabra acónito, proviene del latín ‘akontion’ que significa dardo y se basa en que esta planta era utilizada por algunos pueblos para envenenar sus flechas.

El nombre científico del género Aconitum fue propuesto por Carl Von Linneo, biólogo y escritor sueco, padre de la clasificación científica de los organismos vivos, a partir de la publicación de su libro Species Plantarum, en el año1753.

burnatii: adjetivo otorgado en honor del botánico suizo Émile Burnat.

vulparia: epíteto latino que significa "de los zorros".