jueves, 8 de agosto de 2013

Per-Siguiendo Apollos y Mariposeando por Sierra Nevada


Me he impuesto este verano salir un par de veces a la semana al campo y compartir con los diferentes equipos de seguimiento del Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada una jornada de trabajo. Ya relaté en un anterior artículo Descubriendo Joyas Botánicas cómo me había ido con la gente de flora y os quiero contar aquí y ahora la experiencia con el seguimiento de mariposas.
_
En esta ocasión había quedado con José Miguel, Barea, otro biólogo, en este caso más “bichólogo” aunque su formación es muy amplia. Barea es uno de los autores del libro "Las mariposas diurnas de Sierra Nevada", junto a Alberto Tinaut, Javier Olivares, Javier Pérez y yo mismo,  que editó la Consejería de Medio Ambiente en el 2011 (y cuya versión digital está disponible aquí). José Miguel Barea es otro tío estupendo de los que se está a gusto con él de excursión, en la oficina, en reuniones, en cursos, o echando una cerveza. Una persona que gestiona recursos y equipos, que proyecta, que investiga, que escribe y todo lo hace muy bien y para colmo, además, es un gran fotógrafo. Tiene un extraordinario curriculum vitae, a pesar de su juventud, del que yo destaco su participación en la elaboración del Libro Rojo de los Invertebrados de Andalucía. En la actualidad trabaja en la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya para los amigos) y es uno de los “pilares” del Programa de Seguimiento del Observatorio de Cambio Global.
_
Pero lo mejor de todo es que Barea jr, (su padre ha sido un gran investigador especializado en micorrizas, que durante varios años dirigió la Estación Experimental del Zaidín del CSIC, con el que intimé en mi etapa en el Instituto Andaluz de Investigación Agraria y Pesquera cuando yo trabajaba en una línea de investigación acerca del papel de las micorrizas en las restauraciones forestales), es una persona  “dispuesta y disponible” para emprender nuevas ideas, nuevos proyectos.

Para aprovechar bien la salida al campo, (por las enormes distancias que hay que recorrer en Sierra Nevada que requieren un gran esfuerzo y además para ahorrar en desplazamientos), habíamos programado sesión doble: en la primera nos dedicamos a realizar un par de transectos para contar “Apollos de Sierra Nevada” ya que este año estamos colaborando con un proyecto de investigación de la Universidad de Granada coordinado por los profesores Alberto Tinaut y Juan Gabriel Martínez con un seguimiento intensivo de esta especie emblemática de las cumbres nevadenses. A nosotros nos tocó hacer dos transectos de 500 metros en las parcelas superiores (en el límite superior de distribución, entre los 2.500-2.700 metros y en la cota inmediatamente inferior). Hace unos días en Ideal Granada, Juan Enrique Gómez, (un periodista reciclado de las páginas políticas hacia la divulgación de nuestros espacios naturales y a la información ambiental que está realizando una magnífica tarea, sin parangón en toda España en un medio de comunicación), realizó un completo reportaje sobre esta subespecie, Parnassius apollo nevadensis, uno de los endemismos nevadenses entre los ropalóceros o mariposas diurnas, en el que hace alusión a este proyecto.

Reportaje publicado por JE Gómez en Ideal Granada
La segunda sesión correspondía con otros dos transectos propios del seguimiento de mariposas diurnas del Observatorio de Cambio Global, dentro del capítulo en el que analizamos sus repercusiones sobre la biodiversidad: fenología, cambios en la abundancia y distribución de las especies y comunidades.

El método empleado para el seguimiento de mariposas diurnas (con excepción de los Hespéridos) es el mismo que se utilizan en otros programas de seguimiento que gozan de gran tradición como es el caso del famoso Butterfly Monitoring Scheme del Reino Unido o el de Cataluña, el más sólido y antiguo en nuestro país. Se trata de repetir los muestreos durante los meses de mayo a septiembre, semanal o quincenalmente, según los casos,  a lo largo de itinerarios distribuidos estratégicamente por todo el macizo nevadense (robledales, enebrales, áreas de matorral espinoso, zona de cumbres…).

(Más información se puede consultar en el apartado concreto sobre seguimiento de mariposas (aquí) del Manual de Metodologías del Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada).

En este caso los transectos miden 2,5 kilómetros cada uno por lo que sumados al kilómetro inicial hacen la distancia total de 6 kilómetros (en montaña) “mariposeando”por Sierra Nevada, más lo extras  hasta llegar o para regresar de los puntos de muestreo.

Pseudochazara hyppolite
La jornada resultó especialmente atractiva por la variedad de especies encontrada y el número de ejemplares contabilizados y porque me permitió mejorar la identificación de especies en vuelo con algunos trucos que me enseñó José Miguel. Cabe destacar que por primera vez en este tramo hemos localizado a la interesante y asustadiza Pseudochazzara hyppolyte (una especie endémica una distribución disjunta entre Sierra Nevada y en Asia Central –desde el Cáucaso hasta el norte del Tibet-). Como norma general diré que se constata que este año hay un retraso generalizado en la fenología de la mayoría de las especies debido al invierno extraordinario en cuanto a precipitaciones y temperaturas que hemos tenido en Sierra Nevada, al igual que en el resto de la península.

A título de ejemplo muestro la ficha del tramo alto de la Loma Papeles. Las especies que más hemos visto por aquí son Satyrus actaea, Parnassius apollo, Hyponephele lupinus, Issoria lathonia y Lycaenas alciphron, aunque el total de especies es 19 y el número de ejemplares identificados y contabilizados, (según las pautas de la metodología empleada se descartan las que están a más de 2,5 metros de distancia hacia ambos lados del observador y las que se encuentran a más de 5 metros por delante), en esta parte es de 94.




Issoria lathonia







No hay comentarios: