Hace unos días
presenté en el Parque de las Ciencias, la catedral de la divulgación
científica, ante un gran puñado de amigos, mi libro digital “SIERRA
NEVADA: una gran montaña, un pequeño continente”, una recopilación de
los artículos publicados en el periódico Granada
Hoy entre el 24 de octubre de 2014 y el 25 de octubre de 2015, un año
exacto, mi primer año de colaboración semanal con este diario. Más o menos, lo que viene a continuación fue
mi intervención en dicho acto, tras la introducción hecha por Magda Trillo, la
directora del periódico, e Inma Oria, delegada territorial de la Consejería de Medio
Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.
Cuando empecé a escribir, cuando se me ocurrió la idea de
iniciar una serie de artículos sobre Sierra Nevada, me imaginaba a un lector
pasando el papel de las páginas del periódico (tomando el café, sentado en
casa, en el autobús…) y encontrándose con una página diferente, un descanso, en
las noticias de información diarias, en las crónicas fungibles que ocupan la
mayor parte de la prensa escrita. Soñaba con que algún día, eso sería ya la hostia, alguien nos buscara expresamente los viernes y
nos echara de menos si no apareciéramos; en realidad ya hay algunos
incondicionales en esta categoría de fieles, a los que agradezco este
seguimiento, sin duda alimentado por la amistad).
No había pensado nunca en esta otra manera de utilizar mis
artículos en un formato digital y compilados todos juntos, no había tenido en
cuenta la posibilidad de que pudieran ser usados de una manera tan diferente
como la que ahora propongo con este ‘e-book’: una publicación que me gustaría
que sirviera como material de consulta para amantes de Sierra Nevada y de la
naturaleza en general, estudiantes y docentes, senderistas, ecoturistas. Esta
es quizás la razón principal de este esfuerzo de recopilación ya que hemos
comprobado que a veces los artículos, cobran protagonismo más tarde, o lo
renuevan y son leídos más en la versión digital que en el papel. Un ejemplo
está en un reportaje que hice la pasada Semana Santa, viernes santo para más
INRI, (viene muy bien la expresión en esta ocasión), sobre la procesionaria, por esta razón lo
llamamos “Procesión sin cofrades”, (para el que conté con la
colaboración del profesor Hódar), que este año me ha venido muy bien para
explicar mi opinión al respecto de la polémica sobre el tratamiento de esta
‘plaga’y ha sido mucho más leído que cuando se publicó.
Hay muchos asuntos relacionados con lugares de los que he
escrito a lo largo de este tiempo, que me permiten ya ‘autocitarme’ y enlazar
mi propuesta, a uno de los artículos publicados a lo largo de este tiempo. La
estrella de los senderos, (si alguien me pregunta por la Verea de la
Estrella), El Bosque encantado, (si la demanda se refiere al Camarate),
Los Lavaderos de la Reina… Igual ocurre con muchas de las especies a las que he
dedicado algún artículo ya sean de flora o de fauna que cuando he recibido
alguna petición de información me he remitido a uno de mis propios artículos en
primera instancia.
Mi colaboración en Granada Hoy ha ido evolucionando desde
aquél “Salirse del guión”, la
primera página de la serie “Sierra Nevada, paraíso de biodiversidad” dedicados
al mirlo capiblanco y a la quitameriendas o “Sinfonía de colores” de
la otra serie “Sierra Nevada, una montaña de oportunidades”, en la que
invitaba a conocer la Dehesa del Camarate y la Laguna de Aguas Verdes. Esta
evolución, no sé si ha cuajado como un estilo propio, pero espero que con el tiempo
los lectores me vayan conociendo más y sobre todo conozcan mejor (y quieran más)
a Sierra Nevada, esta gran montaña, pequeño continente que da título a la publicación.
El caso es que he ido aprendiendo a escribir para el periódico, (que es muy
distinto a la redacción de un artículo
científico o de un informe técnico), de lo que quiero; ir contando algo de lo
que sé, un poco, y transmitir ese conocimiento (en muchos casos contagiar lo
que siento).
Siempre he rechazado aquella manera de escribir utilizada
para demostrar lo mucho que alguien sabe de algo. Yo pretendo lo contrario,
compartir mucho de lo poco que sé. Por
eso lo que en ocasiones ha ocurrido es que he estudiado aún más sobre algunas
cosas de Sierra Nevada para luego resumirlas, “traducirlas” y compartirlas.
El origen de todo fue la reflexión de que Sierra Nevada
encierra muchas cosas desconocidas, incluso para los que la conocen; quizás por
tenerla tan cerca, tan a la vista, tan accesible, no la conocemos bien. Quería
contribuir a que los granadinos, pudieran presumir con más conocimiento de
causa de que Sierra Nevada es mucho más que una estación de esquí. Y hacia
fuera justificar las razones por las que
nuestro macizo montañoso es Reserva de la Biosfera, parque nacional y parque natural.
Sierra Nevada no cabe en un reportaje, al contrario es una
enciclopedia, una fuente inagotable de historias, de lugares, de momentos, de
experiencias. Yo había colaborado en prensa, especialmente con Granada Hoy,
puntualmente, casi siempre con artículos de opinión, pero fue a raíz de mi
colaboración radiofónica en la emergida y pronto desaparecida La Voz de
Granada, con la sección “El Hombre y la Sierra”, un programa divulgativo,
cuando se me ocurrió proponerle a Magda una colaboración periódica en el periódico,
valga la redundancia. Tardamos muy poco en dibujar un formato, esto de las dos
series complementarias, alternativas cada semana. Me dio unos consejos, me
explicó la mecánica de funcionamiento y me dijo: “ya está, la semana que viene
empezamos”. Sentí lo mismo que como cuando me compré una moto y me dijo el
concesionario: “hala, llévatela”, y me entró una sensación de vértigo, de
miedo. Pero igual que entonces se transformó pronto en una sensación de
libertad, para ir donde quisiera, ahora se transformó en una para escribir lo que quisiera y de lo que
quiero.
Bueno, hay que explicar que no iba suelto de manos con la
moto, quiero decir que me ofrecieron la inestimable colaboración de una gran
periodista como Lola Quero que me ha ayudado, me ha enseñado mucho sobre estilo
periodístico, la métrica y la mecánica de la edición de un periódico y a no
ponerme nervioso, “los periódicos salen todos los días al final”. La inmensa
mayoría de las veces, mando el material y ya no sé nada hasta que lo veo en el
papel. Al principio me preocupaba porque no recibía respuesta, retorno, pero
pronto me di cuenta que eso era una buena noticia, si algo falla o falta ya te
localizan, hasta en lo alto de la Sierra, en alguna ocasión.
Lola inicialmente, y luego la interacción con los electores,
me hizo comprender, mucho mejor de lo que yo ya sabía, la importancia de un
titular. ¿Cómo conseguir que alguien que pasa las páginas –o que ojea una web o
una red social- se detenga en nuestra página? Se necesita un buen titular, que
desarrollado con una entradilla y apoyado en las imágenes, despierte interés,
admiración, provoque una sensación… Primero porque la suma de esa primera
impresión debe ser la motivación para continuar leyendo y segundo porque para
un porcentaje alto esto será lo que recuerden (y en muchas ocasiones lo único
que leen y no hay que desperdiciar a estos lectores ‘parciales’). Por esta
razón también aprendí a utilizar los pies de foto como lugar donde poner
importantes mensajes en ocasiones y también a buscar un segundo titular, a
veces complementario, a veces colateral, o un “bocadillo” en el que colocar una
idea fuerza, un dato relevante o una curiosidad…Titulares en ocasiones sacados
de la literatura como “La coronela sí
tiene quien le escriba” o “Volverán los coloridos abejarucos”, otras del cine como “Nacidas para sobrevivir”, “la reina de las blues”, que surgen
después de escribir u otros que primero nacen, que son el origen de una página.
Aunque en temas de cine lo que he escrito más directamente ha sido “Un
espacio natural de cine”, una propuesta para convertir en destino eco-turístico
a Sierra Nevada a partir de los escenarios de las películas que se han rodado en
los últimos años en nuestra montaña del Sol, Libertador, A perfect day o
Caníbal.
Tengo que añadir que no me he tirado al charco sin flotador,
que no he saltado al vacío sin paracaídas sino que he contado y cuento con
múltiples colaboradores a los que quiero aprovechar para agradecerles su ayuda.
Mis compañeros: José Miguel Muñoz, mi botánico de cabecera y
Mario Ruiz, director del Jardín Botánico Hoya de Pedraza; José Miguel Barea, mi
zoólogo de cabecera y para otros muchos temas.
Rut, sobre cambio climático, temas forestales o lo que haga falta.
Miguel Ángel Díaz para las cuestiones de Geología. Antonio Ramos y Antonio José Herrera, para
los temas de Uso Público.
Otras colaboraciones son externas como las de profesores de
la UGR, José A. Hódar, Juan Lorite, Antonio Castillo o la de mi gran y buen
amigo Jorge Garzón.
Me han cedido fotografías, además de los anteriores, Javier
Olivares, Luis Ordóñez, Roberto Travesí, Juan Carlos Poveda, Lorenzo Arribas,
Juan Fran, Sergio y Mariano de SEO Sierra Nevada, Fernando Castro, Juan Ra
Cardenete, Fernando del Valle, Antonio
Velázquez, Emi Juárez, Miguel Olvera, Manuel Cid, Emilio González Miras,
Eduardo Espinosa, Luis García Cardenete y otros compañeros del parque como Guillermo, Parody, Pedro Sánchez, Antonio Gómez, María
Luisa Rodríguez y José Manuel Fernández.
En algunas ocasiones las imágenes que me han “prestado” valen
más que mis mil palabras,
aproximadamente, por artículo, y lo que escribo sirve sólo para rellenar, para
no molestar mucho a las fotos.
Una confesión: muchas veces es un truco, pido fotos para
implicar en esta empresa a gente que no lee prensa habitualmente y así busco
que se aficionen al periódico o por lo menos a mis artículos. A muchos de estos
colaboradores tengo que avisarles de cuando salen y en qué periódico, y todos
se extrañan pero le encanta que un periódico dedique un rincón a este tipo de
información.
Voy a contar una anécdota relativa al artículo de “Pampaneira, en la élite de los
pueblos más bonitos de España”. Había estado la semana anterior pasando
con la familia unos días por allí y sin embargo no hice fotos y se me ocurrió
estando ya en Granada hacer el reportaje por lo que llamé al alcalde y le pedí
que fuera a un par de sitios que tenía en mente para que me hiciera unas fotos
que lo ilustraran. Igual ocurrió con el reportaje reciente Puerta y Puente, sobre Pórtugos
y el sendero del río Bermejo, que hice ir una tarde a Pepe Castillo, otro alcalde
(de Capileira), agente de medio ambiente del Parque, que estaba de guardia, a
hacerme unas fotos del pueblo y de Fuente Agria, ya que cuando estaba escribiendo
conseguí autorización para una doble página y las necesitaba para completar el
reportaje. Otro alcalde, José A. Martín,
de Soportújar, me facilitó las imágenes del reportaje de su pueblo, “Soportújar,
tierra de brujas”, pero según me confesó salieron ganando ellos por lo
contentos que quedaron. Este reportaje también fue de los que se han leído
posteriormente mucho sobre todo con la
entrega de un premio de la Asociación de Municipios en Parques
Nacionales al pueblo.
Finalmente diré que cuento con una colaboración especial que son una
serie de “indicadores” con los que voy testando si llegan mis mensajes, si el
lenguaje que utilizo es claro, asequible. Como mi madre me seguidora más fiel
que colecciona los artículos, mi compañera Nati, la encargada del dossier de
prensa en la oficina que me dice cuándo me “he pasado” en palabras y explicaciones técnicas,
pero sobre todo hago caso del retorno que me llega a través del contacto directo o a través
de las redes sociales de mis lectores, que no son muchos pero son muy buenos
porque me quieren a mí un poco y quieren mucho a Sierra Nevada.
Nota: Lo que mejor ha quedado del libro
al final han sido los prólogos que le (que me) han dedicado Magda Trillo, la
directora del periódico y Federico Mayor Zaragoza, presidente del
Consejo de Participación del Espacio Natural Sierra Nevada. Muchas gracias.
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