Termino el año mi colaboración periódica con el periódico digital "El Independiente de Granada" con mi particular balance del semestre de turno de la presidencia española en la Unión Europea. No he podido encontrar muchas referencias en la prensa española, atiborrada de 'polarización', la palabra del año. Debo dar las gracias a mis amigos del Inde por dar cobertura a mis cosas a la vez que les animo a que no se rindan y sigan con esta aventura personal y periodística tan útil y necesaria.
Balance de la presidencia española en la Unión Europea | El Independiente de Granada
Balance de la presidencia española en la Unión Europea
Sacando punta
Ignacio Henares Civantos
Algunas claves del semestre en el que España ha asumido la Presidencia del Consejo de la Unión Europea que no encontrarás en la mayoría de los medios de comunicación españoles y que sin embargo ha tenido gran eco en los internacionales.
Termina la presidencia española de turno en la Unión Europea que ‘algunillos’ se han encargado de torpedear y/o invisibilizar, en lo que yo aprecio que hay más envidia, por no haber podido impedir esta responsabilidad o por no haber podido gozar de esa oportunidad/privilegio, que verdaderas razones políticas de país, de Estado. Aunque el patriotismo de hojalata,“nos ha echado en el abandono”, el balance de la gestión del gobierno español merece que al menos lo “colmemos de algunas bendiciones”, siquiera por lo que ha supuesto para el futuro de Europa.
Hace unos días, el propio Pedro Sánchez, compareció en el Congreso de los Diputados para dar cuenta del balance del semestre en el que España ha estado al frente de la UE. Anteriormente lo había hecho ante el Pleno del Parlamento Europeo. Quizás no lo hayan visto en las teles ni hayan leído apenas al respecto. Aquí solemos estar enfrascados en la sempiterna confrontación política y en otros asuntos de ‘interés general’ como la ruptura de España, (ahora de nuevo supuestamente amenazada por la Ley de Amnistía) o el tema del terrorismo (desaparecido en España hace más de una década, gracias al conjunto de la sociedad española pero, –y esto les duele a algunos especialmente-, con un gobierno socialista al frente).
En algún mundano periódico a lo más que han podido llegar es a decir, y es literal, es que “la presidencia española del Consejo de la UE ha sido una decepción en términos de aprovechamiento de oportunidad y liderazgo, pero, a pesar de ello, un éxito claro a nivel técnico, diplomático y de resultados”. Ello bastaría para concluir que, aunque los algunillos de la entradilla, instalados en el ‘cuanto peor mejor’, lo nieguen y no les haga gracia reconocerlo, España ha estado a la altura de la encomienda y ha cumplido con creces con Europa, y Pedro Sánchez, y esto sí que les corroe y les cuesta confirmar, ha reforzado su crédito y liderazgo a nivel internacional.
Por mi parte me he entretenido en consultar en medios internacionales, para apartar los problemas internos y el color del cristal del que se mira en la ‘canalla española’, y he podido extraer algunas conclusiones generales y prácticamente generalizadas al respecto de la gestión de la presidencia española, en la que se han aprobado, y este ya es un primer dato positivo, 43 expedientes relevantes y se han alcanzado importantes avances en materia legislativa y política.
Lo primero que destaca es el balance positivo que han realizado tanto la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que la han calificado como un verdadero éxito. El recuerdo positivo de Ursula Von der Leyen, (incluido el regalo del pañuelo que le hizo Sumaya Abdelbi, guía oficial de la Alhambra), del éxito de la cumbre celebrada en nuestra ciudad, seguirá rindiendo créditos durante mucho tiempo. El propio comisario europeo de Justicia Didier Reynders, al que el Partido Popular quiere usar de ariete contra el gobierno español con el tema de la Ley de Amnistía, reconoció que el enmarañado traslado de este debate a Europa quizás había enturbiado el indudable balance muy positivo de la presidencia española.
Entre los ‘éxitos’ en la mayoría de los medios se destaca uno especialmente, que ha sido calificado como ‘hito histórico’: el inicio de las negociaciones para la adhesión de Ucrania y Moldavia a la UE. Este acuerdo tuvo su inicio en la visita que como presidente de turno, al principio del mandato, realizó Pedro Sánchez a Kiev para reunirse con Volodímir Zelenski. En Europa se valora la futura entrada de nuevos estados miembros no solo como una ampliación geográfica de Europa hacia el sur o hacia el este, que hará extender nuestras fronteras, sino también que nos hará más grandes en cada uno de los rincones de Europa, con más seguridad, más empleos y más prosperidad.
Europa ha avanzado en estos seis meses de manera decisiva en asuntos que significan mucho sobre el futuro de la UE y de nuestra sociedad. Uno de ellos es la aprobación del Reglamento de la Inteligencia Artificial, la primera regulación integral de esta materia en el mundo, que ayudará a impulsar el desarrollo y la adopción de esta compleja y revolucionaria tecnología, al tiempo que se evita la reproducción de sesgos, la discriminación, y el daño a las personas, protegiendo nuestros valores y nuestros derechos como europeos.
En este mandato el gobierno de España ha aprovechado para la avanzar en la consolidación del Pilar Social a escala europea, con avances notables como la puesta en marcha de la Tarjeta Europea de Discapacidad y el desarrollo de nuevas directivas para combatir la violencia contra las mujeres y la trata de seres humanos, así como la ampliación de los derechos de otros colectivos vulnerables. También se han aprobado medidas que refuerzan los derechos de los consumidores y mejoran las condiciones laborales de millones de trabajadores.
En el plano económico también se han dado pasos importantes a favor de la reforma del marco de la gobernanza económica, con nuevas reglas fiscales que reforzarán la dimensión social de nuestra política económica, dejando atrás los dogmas neoliberales y austericidas que tanto sufrimiento causaron en la anterior crisis a nuestro tejido empresarial y económico y que además se cebaron especialmente con las personas más vulnerables. Como uno de sus objetivos prioritarios, la Presidencia española ha tratado de impulsar la reindustrialización de Europa y su autonomía estratégica para garantizar la competitividad de aquellos sectores en los que ya somos punteros, e impulsar nuevas industrias de futuro que generen empleos de calidad y riqueza para nuestros ciudadanos. Como el presidente Sánchez ha señalado esta autonomía estratégica debe hacerse “con formación, innovación, más política industrial y más integración del Mercado Único, que acabe con las deslocalizaciones masivas y la dependencia ciega de las importaciones masivas”. En este sentido ha sido muy importante la aprobación de leyes para garantizar el abastecimiento de materias primas críticas y el impulso del liderazgo en las tecnologías verdes y digitales.
Esa combinación de una mayor justicia social y económica como prioridad de la Presidencia española ha llevado a pasos importantes, como los avances realizados hacia la reforma del mercado eléctrico para conseguir precios de la energía más bajos y estables, con mayor transparencia en el sistema para proteger a los ciudadanos frente a los posibles abusos de las multinacionales energéticas.
Quedan para la próxima presidencia de Bélgica numerosas e importantes tareas en este apartado como la actualización del marco financiero plurianual que se quedó a un suspiro, a falta de que la Hungría de Victor Orbán se sume al consenso alcanzado por los otros 26 estados miembros.
La presidencia española se ha cerrado con el Pacto sobre Migración y Asilo que, aunque no colma las expectativas de muchas organizaciones no gubernamentales al respecto, supone un importante avance para el conjunto de la Unión Europea en esta materia. En materia de política internacional también cabe destacar la firmeza del presidente del gobierno español censurando, con igual rotundidad, el ataque terrorista de Hamás y la petición de liberación de todos los rehenes, así como la legitimidad de la defensa del estado israelí, pero condenando simultáneamente los crímenes de guerra y el genocidio contra el pueblo palestino que está llevando a cabo el gobierno de Netanyahu.
Pero si hay algo en lo que particularmente me siento especialmente contento y orgulloso es que, a pesar de las dificultades y reticencias puestas por la familia política europea del Partido Popular, durante la presidencia española de la UE, haya salido adelante la Ley de Restauración de la Naturaleza, otra norma pionera en el mundo, para recuperar los ecosistemas degradados. En temas como la sostenibilidad y la transición ecológica además se ha dado un impulso importante a la revisión de las normas sobre Calidad del Aire y Europa ha tenido un papel importante en la COP28 de Dubái, en el que la UE, con la vicepresidenta del gobierno español al frente, se ha empleado a fondo para defender el fin de los combustibles fósiles. En este contexto, en los últimos meses se han aprobado además varios reglamentos que ayudarán a reutilizar mejor los residuos y a tener productos más duraderos, reparables y reciclables.
En definitiva que durante esta presidencia, España ha contribuido a afianzar esa Europa con la que soñamos, por la que merece la pena luchar. Una Europa que no se resigna a la lenta decadencia que preconizan aquellos que viven del miedo ante las grandes transformaciones de nuestro tiempo y se refugian en las banderas nacionales, intentando usar las desgracias internacionales sufridas en los últimos años para socavar los cimientos de la UE. Como ha afirmado la propia presidenta de la Comisión nuestro país simboliza el ideal de la construcción de una Europa fuerte y unida y “España se ha convertido en un ejemplo del alma europea”.
Si nos quitamos la camiseta de nuestros respectivos clubes españoles y nos colocamos la camiseta (roja, blanca o celeste) de la selección, podemos y debemos sentirnos orgullosos de nuestro gobierno, y del papel del presidente Pedro Sánchez, al frente de la presidencia rotatoria de la Unión Europea que termina oficialmente el mismo 31 de diciembre. Nuestra voz se escucha y se respeta como nunca antes y nuestras propuestas han forjado importantes acuerdos en base al diálogo y al consenso. Ojalá ocurra algo similar dentro de España en los próximos años. Algunos ya han demostrado que tienen voluntad y capacidad para llevarlos a cabo con diferentes países y con diferentes formaciones políticas. A ‘algunillos’ les falta demostrar voluntad, capacidad y autonomía para llevarlos a cabo. Ahora es su turno.
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