jueves, 27 de marzo de 2025

No tenemos un PLANeta B.

Me he estrenado en mi nueva 'carga' como secretario de Acción Climática y Transición Energética de la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE-A con la celebración del Día Mundial del Clima este 26 de marzo. Hemos impulsado un Manifiesto y hemos realizado varias acciones en redes sociales. Entre los diversos medios que han recogido mis declaraciones está 'mi Inde'. 

El PSOE-A "reafirma su compromiso" contra el cambio climático y rechaza "un negacionismo que no hará que desaparezca" | El Independiente de Granada







 






En la previa he publicado un artículo de esos que gustan tanto a mis amigos como 'pinchan' a mis contrarios que he titulado fanatismo climático que me ha servido para 'contextualizar el marco en el que se celebra esta efemérides que surgió en la Convención del Cambio Climático de la ONU allá por el año 1992. 



'Fanatismo climático' | El Independiente de Granada


Fanatismo climático’

Sacando punta

Ignacio Henares Civantos


En la semana en la que se celebra el Día Mundial del Clima nuestro columnista ambiental de cabecera nos facilita un argumentario para desmontar el fanatismo de los negacionistas climáticos.


No soy fanático, ni del clima ni de nada, ni siquiera del Barça mi equipo preferido, ni de ningún cantante o grupo musical, incluidos mis admirados Ceronoventayuno o Niños Mutantes. Pero como buen woke, tengo que asumir ser considerado así por los fanáticos, estos sí verdaderos y literalmente, negacionistas del cambio climático.


Pero me confieso woke en el sentido literal del término (=despierto), no en el despectivo que conservadores y ultraconservadores lo utilizan. Por eso me veo en la obligación ética de intentar despertar a los adormilados que se dejan llevar por lo que ahora peta/mola, por los que se han empoderado con el ascenso de la extrema derecha y el triunfo de Donald Trump, ridiculizando y haciendo chistes con el cambio climático, y sacando pecho cada vez más envalentonados.


Una sucesión de borrascas y una ‘deslumbrante’ capa de nieve a estas alturas de la temporada, bien venidas sean, les sirven para darle brillo al argumentario negacionista, confundiendo de nuevo tiempo (atmosférico) y clima. La osadía ha llegado a tal punto que en Valencia, sufridores de la bestial DANA del 29 de octubre del año pasado, (una consecuencia del cambio climático, según los científicos), han pactado PP y VOX incluyendo algunos puntos en el acuerdo presupuestario que lo niegan y que dan oxígeno a Carlos Mazón, el del Ventorro, y que han sido denominados como Pacto de la Vergüenza por este y otros motivos.


Fanatismo climático es lo que se vivió en la internacional fascista reunida en Madrid en la que se escucharon burradas como que “en lugar de restaurar la naturaleza lo que hay que hacer es dominarla”, que eructó el portavoz de VOX. Esta idea de la dominación es consustancial a la extrema derecha que se extiende al objetivo de dominar a las personas. Con estas proclamas están intentando (y consiguiendo en muchas ocasiones y ámbitos) arrinconar o acomplejar a las personas que usamos y nos apoyamos en la ciencia como primera aproximación a la interpretación de lo que ocurre a nuestro alrededor.


En este alarde de exabruptos ha llegado a manifestar Santiago matamoros II que “el fanatismo climático mata”. ¡Qué manera de darle la vuelta a la tortilla! Porque es la contaminación la que mata verdaderamente y es el negacionismo climático el cómplice de las muertes que ocasiona y de las que ocasionará de ahora en adelante. Aunque la palma se la lleva Donald Trump cuando se proclama como abanderado del sentido común. Manda huevos que el más loco de los dirigentes mundiales, (y mira que está la cosa competida), utilice expresiones como “fanatismo climático” y “excesos ecologistas” para referirse a las advertencias del mundo científico sobre la crisis climática. La motosierra del chapa argentino de las patillas y el taladro del crazy yanki del pelo naranja convertidas en las herramientas para construir un nuevo mundo…


Los científicos nos llevan advirtiendo desde hace mucho tiempo que, si no frenamos el ascenso de la temperatura media del planeta, la seguridad alimentaria e hídrica estarán cada vez más comprometidas. Unas amenazas que vienen acompañadas de otros fenómenos como la fusión de la nieve de los Polos y el calentamiento (y aumento del nivel) del mar, pandemias o conflictos, que afectarán a las especies y a los ecosistemas más vulnerables pero que sobre todo afectará a millones de personas en el mundo y al bienestar de la inmensa mayoría de la población.


Es curioso como muchas personas, incluidos unos pocos científicos, habitualmente fuera de su campo de estudio, se atreven a cuestionar o a desprestigiar los informes del IPCC, Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el organismo de las Naciones Unidas para evaluar la ciencia relacionada con el cambio climático; más curiosidad, si cabe, me despierta el silencio con el que una parte de los científicos asiste a este debate. Advierto mucha pasividad e incluso resignación a los ataques que se hacen a sus estudios o el desprecio e ignorancia del conocimiento atesorado y de las respuestas que aportan las ciencias (utilizo aquí el plural más comprensivo e inclusivo) a los problemas del mundo actual.


Lástima que estos conservadores en contra de todo lo que signifique progreso social hayan perdido la ocasión de abanderar una causa de la conservación de algo tan preciso y tan precioso como es la naturaleza. Y si además de conservadores son católicos se han debido quedar en lo de crecer y multiplicaos porque no tienen miedo a acabar con la obra del Creador.


Pero lo verdaderamente sorprendente es que se manejen con cuatro argumentos banales que no resisten el más mínimo debate. Yo estoy muy entrenado, he asistido a muchos debates sobre el cambio global y climático desde hace más de 20 años. Entonces costaba más trabajo desmontar sus fáciles y burdas consignas, era más difícil defender y entender los cambios que ya estaban ocurriendo pero, sobre todo, los que iban a venir; pero en la actualidad solo hay que tener un poco de memoria, abrir los ojos y ver las evidencias.


Suelen comenzar su relato los negacionistas afirmando que "los humanos no pueden influir en el clima global" pero lo cierto es que las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de actividades humanas han alterado el equilibrio climático. La quema de combustibles fósiles y la deforestación han aumentado la concentración de CO2 y metano en la atmósfera.


Uno de los argumentos de los negacionistas es que “el clima siempre ha cambiado, esto es natural”, ignorando o encubriendo -aquí se da la ignorancia y el cinismo a partes iguales- la magnitud y la velocidad del cambio climático actual sin precedentes en la historia geológica reciente. Valga como ejemplo que los 5 últimos años han sido los más cálidos desde que hay registros oficiales y que la concentración de CO2 en la atmósfera es la más alta de los últimos 800.000 años. Para defenderse suelen atacar al mensajero afirmando que “los modelos climáticos no son fiables”. Pero la verdad es la verdad, la diga Agamenon o su porquero y estos modelos climáticos no solo han predicho con precisión los patrones de temperatura y los eventos climáticos extremos como las olas de calor y los incrementos significativos en frecuencia e intensidad de estos eventos en todo el mundo, sino que en algunos casos incluso se están superando esas predicciones.


Más ridículo es el argumento esgrimido de que “no hay consenso científico" cuando el 97% de los científicos especializados en el estudio del clima están de acuerdo en que el cambio climático es real y de origen antropogénico. Y no es sólo el IPCC al que atacan e intentan desprestigiar como un organismo ‘politizado’ sino también la NASA, (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio), la NOAA, (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica), y en nuestro país la AEMET, las que respaldan esta posición con investigaciones exhaustivas. Si llegamos a este punto del debate nos atacarán diciendo que “ la acción climática es demasiado costosa”, a lo que es fácil contrarrestar explicando que lo que verdaderamente nos está costando mucho es los daños por desastres naturales y la pérdida de biodiversidad por no actuar. Y cuanto más tardemos en reaccionar más caro nos saldrá. Un dato que les suele abrumar y descolocar es referirse a los 70.000 millones de dólares causados por el huracán Sandy en USA, a los que podemos sumar los más de 3.000 millones que ha costado por ahora la DANA en la Comunidad Valenciana.


Los que estén acostumbrados a los postulados de los fanáticos climáticos, los auténticos, caerán en que cuando se sienten acorralados saltarán por el asunto de que “las energías renovables son insuficientes”. Curiosamente las ‘factorías’ que fabrican los argumentarios negacionistas, y los bulos, están financiadas por los lobbys asociados a los combustibles fósiles, pero no pueden negar que las tecnologías de energías renovables han avanzado significativamente y pueden satisfacer ya gran parte de nuestras necesidades energéticas. España llegó el año pasado al 53% de la producción total de la matriz energética y alcanzará un 56% de energía renovable en 2025, liderada por la eólica con un 23% y seguida de cerca por la energía solar fotovoltaica. Nuestro país puede alcanzar el objetivo de alcanzar el 81% de energías renovables para 2030.


Cuando ninguno de estos argumentos funciona se pone en marcha la maquinaria para retrasar o aplazar las necesarias acciones con diferentes tácticas: desviar responsabilidades (el problema lo causa China, y las grandes empresas que conduce a la actitud de que no podemos hacer nada individualmente); confiar ciegamente en la tecnología que nos salvará aunque a veces se caiga en soluciones ridículas como la propuesta de capturar los gases de los tubos de escape; enfocarse en los aspectos negativos de la acción climática como cuando se dice que abandonar los combustibles fósiles aumentará los precios o rendirse al fatalismo: no merece la pena esforzarse, si nos vamos a morir todos al final” (curioso paralelismo con lo expresado por Isabel Díaz Ayuso en relación con los 7.291 fallecidos en las residencias de mayores de Madrid durante el covid).


Aunque hay una amplia mayoría de la población en España que rechaza a los fanáticos negacionistas climáticos, muchas personas se preguntarán, pero entonces ¿por qué hay tanta gente aún que se cree a los negacionistas? ¿por qué tienen tanto éxito sus incosistentes postulados? La respuesta no es fácil ni simple, pero en la actualidad sabemos que hay algunas causas psicológicas tras el negacionismo climático porque sus mensajes caen en un terreno abonado y sus mensajes se aprovechan de ello y se aplican de igual manera a otras creencias, como los terraplanistas o los seguidores de otras teorías conspiranoicas.


Hasta ahora una de las ventajas principales con las que contaban era que había una distancia en el tiempo en el que se percibirían los peores efectos del cambio climático, lo que lo convertía en algo complejo y abstracto. Pero les cuesta trabajo rechazar algo que ya está aquí.


Muchos mensajes fatalistas han conducido a ver el cambio climático como algo inevitable, muy complicado y caro abordarlo, y ya sabemos que el paso entre el catastrofismo y la anestesia es muy estrecho. Pero lo más significativo es que se produce una identidad cultural y política con las personas que niegan el cambio climático, (o contra las personas que lo defendemos), a las que muchas personas se aferran para evitar el conflicto con sus referentes.


Finalmente parece que pesa mucho lo que se conoce como disonancia cognitiva que funcionaría como una resistencia a los cambios culturales, de modelo de vida y de consumo que requeriría tomar conciencia del problema, vértigos al cambio que muchas personas resuelven negándolo o metiendo la cabeza en el agujero.


Sobre estas bases psicológicas se apoyan las fuerzas políticas que alientan y sustentan, de manera irresponsable y con gran cinismo en muchas ocasiones, que han hecho del discurso negacionista uno de sus principales argumentos que aderezados con el antifeminismo, el racismo y la xenofobia han hecho un cóctel explosivo que alimenta la idea de que el enemigo es otra persona un poco más débil y pobre y acumulan ya legiones de seguidores fanáticos que con cuatro ideas prestadas, varias noticias falsas y unos cuantos videos manipulados se manejan con la seguridad y el atrevimiento que les da la ignorancia.


No es exclusiva de nuestro país esta deriva de la ultraderecha lo curioso es que en el nuestro hayan comprado los principios y argumentos la ‘derecha moderada. Cuando llegó Feijóo el PP pasó del escepticismo de MpuntoRajoy y su primo al retardismo en su discurso de investidura fallida. En el único momento en el que podemos decir que presentó un (amago de) proyecto político, expresó aquello de “transición ecológica sí, dictadura activista en ningún caso”. Y ahora el líder del PP da un paso más, hacia atrás, avalando el acuerdo con el partido de Abascal y oponiéndose al Pacto Verde Europeo, una iniciativa liderada por Ursula Von der Leyen y apoyada por sus homólogos del Partido Popular Europeo. ¡Estamos aviados!


sábado, 22 de marzo de 2025

Devoradoras de las profundidades

 Las barracudas son especies carnívoras de aguas profundas

Su estrategia de caza está basada en su morfología y la gran velocidad que pueden alcanzar.


Esta semana turno para las barracudas en #LaMarDeBiodiversidad. 

Enlace a la edición digital: Devoradoras de las profundidades

Devoradoras de las profundidades

La mar de biodiversidad

Las barracudas pertenecen a un género de peces carnívoros que viven en aguas profundas imposibles de confundir con otros peces por su morfología tan característica y su llamativa forma de atacar a sus presas con gran rapidez. La longitud de estos voraces peces oscila entre el medio metro de las especies menores hasta los casi dos metros de la gran barracuda del Caribe. Las especies que podemos encontrar en el Mediterráneo pueden llegar a superar el metro y medio. Las velocidades que alcanzan van desde los 50 km/h de las especies locales hasta los 90 km/h de algunas especies tropicales, velocidades que pueden lograr en apenas unos segundos gracias a su poderosa cola y su figura hidrodinámica.


Diseñadas para la caza

Los caracteres morfológicos de las barracudas parecen responder a un programa de diseño para convertirlos en eficaces depredadores. Tienen el cuerpo alargado y robusto, ideal para nadar a alta velocidad; una cabeza puntiaguda en la que destaca una gran boca, con la mandíbula inferior más larga que la superior y unos dientes afilados, perfectos para capturar sus presas; sus ojos grandes les otorgan una excelente visión para la función de caza; las escamas plateadas y la coloración azul-verdosa con franjas verticales les proporcionan un camuflaje en el agua.


Hábitat y distribución

Viven en aguas cálidas, principalmente tropicales y subtropicales, aunque hay especies adaptadas a zonas templadas. Frecuentan áreas costeras, arrecifes de coral, manglares y praderas marinas. La gran barracuda, conocida como ‘tigre de los mares’, es común en el Caribe. Son peces pelágicos que viven en las profundidades aunque en ocasiones se pueden encontrar en las proximidades de la costa, nadando “entre dos aguas”. Los ejemplares más jóvenes viven en áreas costeras sobre todo en fondos arenosos poco profundos o con vegetación abundante.

La barracuda europea o espetón (Sphyraena sphyraena) se distribuye por el Atlántico, el Mediterráneo y el Mar Negro. Hay otra especie de barracuda que puede ser encontrada en nuestro Mar de Alborán, (Sphyraena viridensis), conocida también como bicuda. Muy difícil de distinguir estas dos especies con similares patrones de coloración, ya que tienen la misma fisonomía alargada y fusiforme, mandíbula inferior prognata con boca grande y numerosos dientes, y la aleta caudal muy escotada, pero S. sphyraena tiene escamas en el borde posterior del preopérculo, de las que carece S. viridensis, y además alcanza un tamaño mayor.


Alimentación

La barracuda tiene una bien ganada reputación de gran depredador. Aunque su dieta varía de acuerdo con el hábitat, sus presas más frecuentes son peces (sardinas, bogas, mújoles, caballas, jureles…) y cefalópodos. La barracuda inicia su ataque embistiendo a su presa a gran velocidad. Después la desgarra con sus afilados dientes que están insertos en unas potentes mandíbulas. Aunque tiene una buena vista, puede cazar incluso en aguas turbias, localizando a sus presas mediante la línea lateral, que capta las vibraciones de otros seres vivos al desplazarse por el agua. A veces cazan en grupo, al parecer porque reunir un nutrido banco de peces aumenta el rendimiento de la operación.

Reproducción

A pesar de que son animales agresivos y solitarios, forman grandes cardúmenes cada año para la reproducción. En el Mediterráneo desovan entre abril y junio, período en el cual las hembras depositan sus huevos en aguas superficiales cerca de la costa y los machos los fertilizan externamente. Las más jóvenes producen hasta 4.000 huevos, pero los ejemplares adultos pueden llegar a depositar hasta 300.000. Las larvas son planctónicas y se desarrollan en aguas abiertas, empezando a cazar inmediatamente después de nacer.

Las barracudas no solo son fascinantes por su comportamiento y características, sino que también juegan un papel vital en la salud y el equilibrio de los ecosistemas marinos.

* Contribuyen a mantener el equilibrio y la salud de las comunidades acuáticas. En primer lugar, como cazadores eficientes, realizan un control y regulación de las poblaciones de otras especies, evitando la sobrepoblación y el agotamiento de recursos. Al mantener el equilibrio en las poblaciones de presas, las barracudas apoyan una mayor diversidad de especies en sus hábitats. Realizan además una selección natural al capturar a los individuos más débiles o enfermos promoviendo la salud genética y permitiendo que los individuos más fuertes y sanos sobrevivan y se reproduzcan.

* Compiten con otros depredadores por recursos alimenticios, lo que puede influir en las dinámicas de las poblaciones y promover la biodiversidad al reducir la dominancia de una sola especie.

* Contribuyen finalmente al ciclo de nutrientes en sus ecosistemas a través de la excreción y la descomposición de organismos muertos, lo que enriquece el ambiente marino y apoya el crecimiento de otras formas de vida.

Amenazas

Las barracudas enfrentan varias amenazas que afectan su supervivencia y conservación como son la sobrepesca, la degradación y destrucción de su hábitat y la contaminación por plásticos y productos químicos.

Conservación

La regulación de la pesca sostenible y la protección y restauración de los arrecifes de coral y otros hábitats costeros puede ayudar a conservar las poblaciones de barracudas. La educación y concienciación sobre el papel ecológico de las barracudas y las amenazas que enfrentan puede ayudar a fomentar prácticas más responsables y respetuosas con el medio.




Mito y realidad


Las barracudas están asociadas a varios mitos y creencias basadas en su imponente y aterradora apariencia y a sus hábitos de caza pero que sólo se dan en las películas y en novelas. La más extendida es la que alude al ataque a humanos aunque estos son extremadamente raros y solo se producen muy ocasionalmente cuando se sienten amenazadas o confunden a los nadadores con presas debido al brillo de relojes, cadenas u otros accesorios. La realidad es que no son animales agresivos hacia nuestra especie, evitando el conflicto y adoptando una posición defensiva si se sienten en peligro.

Tampoco es cierta la leyenda de que “son atraídas por el olor de la sangre”. Las barracudas cazan principalmente usando la buena vista que poseen aunque reaccionan a movimientos rápidos y objetos brillantes. Tampoco la fama de los tiburones de que son capaces de detectar una gota de sangre a gran distancia, incluso si se encuentra muy diluida, se corresponde con la realidad. Aunque todos los escualos pueden detectar olores y sustancias químicas se ha idealizado su olfato y el cine ha creado un mito sobre su capacidad olfativa. Es cierto que los tiburones identifican la sangre de sus presas, pero distinguen la de las personas (que no somos sus presas) y normalmente se marchan de las zonas en las que hay nadadores.

Tampoco es verdad que las barracudas siempre viajen en grandes bancos, que solo ocurre, como estrategia de protección, en los individuos jóvenes. Los adultos son solitarios y solo se agrupan para reproducirse. Aunque sus mandíbulas son fuertes y sus dientes afilados su boca está diseñada para desgarrar las presas por lo que el dicho de que “su mordida puede cortar cualquier cosa", también es falso y lo de que corta metales o materiales duros es una exageración infundada.

martes, 11 de marzo de 2025

¿Oportunidad desperdiciada?

 Me pidieron que opinara como 'experto' sobre la Zona Baja de Emisiones y he escrito que es una oportunidad desperdiciada aunque he puesto el interrogante por si rectifican. 

(Tras la publicación aunque no han rectificado sí han retrasado hasta otoño la puesta en marcha de la ZBE pero lamento que sea porque no han hecho los deberes y no han resuelto los contratos y ni tan siquiera han aprobado la Ordenanza Municipal. Una prórroga para ver si se calman los ánimos y se enfría el ambiente de oposición y crítica a la chapuza). 

¿Oportunidad desperdiciada? | El Independiente de Granada


¿Oportunidad desperdiciada?

Sacando punta

Ignacio Henares Civantos

El objetivo de la Zona Baja de Emisiones debe ser la mejora de la calidad del aire que no será posible si las medidas que se adoptan no tienen una coordinación con toda el área metropolitana.

La Ley de cambio climático y transición energética, establece la obligación para municipios de más de 50.000 habitantes de crear zonas de bajas emisiones (ZBE), “áreas de carácter continuo, delimitadas por los ayuntamientos, en las que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones”. Esta medida está encuadrada en la lucha contra el cambio climático, pero en nuestra ciudad, dados los altos índices de contaminación que sufrimos que nos colocan a la cabeza de España, es además de una obligación legal, una necesidad de salud pública y una oportunidad para replantear la movilidad de Granada y su entorno, apostando por el transporte público, la intermodalidad y la peatonalización.

El gobierno municipal está desperdiciando la ocasión para propiciar un amplio acuerdo social y político sobre un asunto de los que requieren altura de miras, visión de futuro y una perspectiva que va más allá de los límites del término municipal. No parece que vayan muy sobrados la alcaldesa y su equipo en estas cualidades. El empecinamiento en la imposición de ‘su modelo’, amparado en la legítima mayoría absoluta que tiene el Partido Popular en el ayuntamiento de la capital, es un error estratégico porque se pretende implantar sin el necesario consenso, lo que provocará una des afección con la medida y un mayor desgaste para conseguir el apoyo social necesario que requieren este tipo de actuaciones; pero es un error más grande realizarlo sin negociarlo con otros ayuntamientos porque la movilidad y la accesibilidad no pueden abordarse yendo cada municipio ‘a su bola’ ya que los vehículos se mueven por toda el área metropolitana, entrando y saliendo continuamente para desplazamientos laborales, compras u otros servicios.

Tampoco hay ‘fronteras’ para la circulación del aire y los granadinos no tenemos garantizada la mejora del aire que nos tragamos aliviando (supuestamente) el tráfico en nuestra ciudad si no se producen otros cambios en la movilidad en todo el territorio que nos rodea.

Parece por tanto que la opción de ZBE por la que se apuesta está más bien enfocada a otros objetivos distintos de mejorar la calidad del aire que respiramos, 13 veces por minuto según Gabriel Celaya (15 veces según los expertos médicos). Y el personal ya ha empezado a sospechar que, como en otras medidas que está aplicando el gobierno de la Señora Carazo, esté orientado más a ‘hacer caja’, por la recaudación de multas que a otras cosas. Lo de las multas tiene su guasa porque es la cuestión en la que coinciden muchas de las personas con las que hablo que más se nota de la vuelta del PP a la Plaza del Carmen (eso y que la Policía Nacional ha vuelto a entrar persiguiendo la corrupción, en este caso con el chanchullo de las oposiciones a Policía Local en el que está implicado el que la alcaldesa había elegido para dirigir el ‘Cuerpo’). Multas que como hemos podido escuchar por los audios filtrados están además bajo la sombra de la sospecha al haberse establecido un mecanismo opaco y un compadreo del que estaba enterada Marifrán y la concejal delegada del ramo y no han hecho nada por corregirlo.

Parece como si se les hubiera echado el tiempo encima, tras mucho tiempo inactivos y han tirado para adelante sin valorar adecuadamente el impacto socioeconómico que puede tener en una conurbación que funciona como una ciudad metropolitana con ciudadanos acostumbrados a moverse con libertad a los que se pretende cambiar sus hábitos de movilidad sin ofrecer alternativas reales, en precio y en tiempo, para los desplazamientos.

Para que la Zona de Bajas Emisiones proyectada funcionara debería haber venido acompañada de medidas de fomento del transporte público que no se han tenido en cuenta (mayor frecuencia de autobuses urbanos, líneas de conexión con otros municipios próximos como Maracena o Armilla a manera de la línea 33, puesta en marcha de una nueva línea de metro…), replanteamiento del mapa de los aparcamientos disuasorios de borde... y en definitiva, tener en cuenta esa realidad de la movilidad interurbana.

Una de las evidencias más claras de la chapuza es que la implantación de la ZBE no dispone de un mecanismo adecuado de medición del impacto y evaluación de las medidas presentadas lo que podría anular su validez o impedir que, pasado el tiempo de dos años de ‘prueba’ para comprobar su eficacia y el cumplimiento de los objetivos, nos demos cuenta de que no ha servido para nada, salvo para coser a multas a vecinos de otras localidades que vengan al médico, a la farmacia o a cualquier gestión de urgencia y no adviertan de que se ha colocado una muralla que no se ve pero con la que se choca a base de sanciones que, eso sí, con pronto pago se quedan en la mitad.

Y mira que la alcaldesa lo tenía fácil. El gobierno anterior había dejado los deberes muy avanzados, partiendo a su vez de lo que un gobierno del PP y Ciudadanos habían proyectado para buscar el máximo acuerdo posible, un modelo progresivo con diferentes ‘almendras’ que iba acompañado de aumento de la frecuencia de los autobuses y con una visión metropolitana del que carece el actual… Y lo sigue teniendo muy fácil. Basta con atender a los representantes de los municipios vecinos afectados, con escuchar a los comerciantes granadinos, a los profesionales autónomos y con responder a las alegaciones que los grupos municipales y la ciudadanía han realizado.

Para 'desfacer el entuerto' la alcaldesa solo tiene que hacer lo que decía que había que hacer cuando era consejera de Fomento del gobierno andaluz, cuando tramitaba, (sigue en tránsito), el Plan de Transporte Metropolitano del Área de Granada y apostaba por una movilidad metropolitana equilibrada. Entonces CARAzo afirmaba que la ZBE debía implementarse de forma coordinada en toda el área metropolitana, con mejoras en el transporte público y la creación de aparcamientos disuasorios. Sin embargo, la ordenanza municipal que ahora proponen rompe con esta estrategia, aplicando restricciones sin compensaciones para los municipios colindantes.

Porque no es de recibo que además del más que cuestionable fracaso en el diseño desde el punto de vista de la movilidad el modelo que se quiere aplicar es tremendamente injusto y supone un trato discriminatorio de la ciudadanía dependiendo del lugar de residencia y penalizando a las personas que no tienen su vehículo empadronado en la capital, mientras que los residentes en Granada pueden seguir contaminando simplemente por abonar el impuesto municipal de circulación. Quien contamine que pague sí pero con un criterio igualitario y no barra libre para vehículos contaminantes de la capital y restricciones y amenazas de multas para los de otros municipios.


Finalmente el gobierno municipal debe dejar de aparecer y parecer como el comercial de los aparcamientos privados y de los grandes centros comerciales que, en todo caso, deberían estar conectados con transporte público. 



domingo, 9 de marzo de 2025

Pez limón, un depredador elegante

Nuevo artículo en "La mar de biodiversidad" en el periódico Granada Hoy en el que vuelvo a combinar biología y gastronomía con un par de recetas de complemento. 

Enlace a la edición digital: Pez limón, un depredador elegante

Y así quedó la versión en papel del sábado.


Pez limón, un depredador elegante

La Mar de Biodiversidad

Ignacio Henares Civantos


  • Primo de jureles o chicharros

  • Gran nadador que se alimenta principalmente de crustáceos, calamares y alevines de peces.



Imágenes cedidas por la web: litoraldegranada.ugr.es

El pez limón (Seriola dumerlii) es un pez óseo, perciforme, teleósteo, que pertenece a la familia de los carángidos que incluye a los jureles del género Trachurus. También es conocido como lecha, especialmente los ejemplares más jóvenes por su color blanquecino. Su nombre científico deriva del nombre común en francés, seriole, con el que se le conoce en la Costa Azul. En diversas localidades granadinas desde Almuñécar hasta Castell de Ferro, se denominan verderones a los ejemplares jóvenes de esta especie, con un color verde intenso, que algunos pescadores atribuyen a su crianza en jaulas marinas, aunque esta denominación es anterior a 2002 cuando se implantaron las jaulas de cultivo en la costa granadina.


Aunque, por el momento, no es una especie protegida, se enfrenta en algunos lugares a una fuerte presión de la pesca industrial, artesanal y deportiva. Desde hace una década hay  varios proyectos de acuicultura en Andalucía que trabajan con esta especie.



Ejemplares de pez limón. Luis Sánchez Tocino


Morfología

El cuerpo de este pez se encuentra comprimido lateralmente y posee la forma de un óvalo puntiagudo, lo que facilita la natación a altas velocidades. De color azulado en el dorso y plateado en la zona ventral. Algunos ejemplares, especialmente los más jóvenes, tienen una línea de color amarillo a lo largo de los flancos de donde deriva el nombre común. La línea lateral se encuentra levemente arqueada en su parte anterior, un carácter distintivo de este grupo.





Tiene dos aletas dorsales, la primera con 6-8 radios duros y la segunda con numerosos radios blandos, y una aleta anal precedida de dos espinas, más corta que en la segunda dorsal pero de forma similar. Las pectorales sobrepasan ligeramente la mitad de la primera dorsal. Pedúnculo caudal con una pequeña hendidura transversal arriba y abajo y una ligera quilla a cada lado.


La boca es terminal, ancha, con una mandíbula inferior prominente. Los ojos son pequeños y aparecen atravesados por una banda negra oblicua que va desde el primer tercio de la boca hasta la parte superior de las agallas. Esta especie puede medir entre 40 centímetros y 2 metros y llegar a pesar 80 kilogramos.


Hábitat y distribución

Es un pez de hábitos pelágicos o epibentónicos, que podemos encontrar hasta más de 350 metros de profundidad. Durante el invierno se encuentra en aguas profundas, pero conforme se acerca la primavera y el verano, se desplaza hacia la costa y las aguas superficiales, situándose a profundidades de entre 20 y 60 metros. Forman pequeños grupos que se reúnen con otros bancos más grandes en zonas rocosas o montañas sumergidas, aunque también podemos encontrar individuos solitarios.


Su distribución es circunglobal, encontrándose en el océano Índico, en el Pacífico occidental y en el Atlántico, (desde Nueva Escocia hasta Brasil, y desde las islas británicas hasta Marruecos), así como en en todo el mar Mediterráneo. Es propio de aguas subtropicales, principalmente asociado a los arrecifes. Presente en todo el litoral y aunque poco abundante es una especie que goza de fama entre pescadores profesionales y aficionados.



Alimentación

Es un depredador voraz que se alimenta principalmente de crustáceos, sepias, calamares y alevines de otros peces, (sardinas, merluzas...). Utiliza su velocidad y agilidad para capturar a sus presas, cazando generalmente en solitario o en pequeños grupos.



El pez limón pertenece a la familia de los jureles.


Reproducción

El pez limón se reproduce en primavera o verano, dependiendo del área de distribución. Las hembras alcanzan la madurez sexual entre los 3 y 5 años de edad, cuando miden aproximadamente 109 cm, mientras que los machos lo hacen entre los 2 y 5 años, con una longitud de alrededor de 113 cm. La reproducción de los peces de esta familia de los carángidos es por fecundación externa, con la liberación de los gametos a la columna de agua. Tras la fecundación se forman pequeñísimos huevos traslucidos que, gracias a las corrientes, son diseminados a grandes distancias. Tras 24 a 48 horas después de la fecundación eclosionan las larvas que tienen una vida planctónica, pasando los alevines a buscar refugio bajo la protección de praderas marinas o al cobijo de objetos flotantes.


Gastronomía

Su carne es muy valorada en nuestra gastronomía siendo utilizado en una gran variedad de platos desde preparados a la parrilla y al horno hasta sushi y sashimi. Tiene un sabor delicioso y versátil que combina bien con múltiples acompañamientos como las verduras asadas, ensaladas frescas, arroz, quinoa, o un puré de patatas, de boniato o de coliflor.


Pez Limón a la Parrilla con Salsa de Limón y Ajo


Ingredientes: pez limón fileteado, ajo, zumo y ralladura de limón, perejil, sal, pimienta negra y blanca y AOVE.


Preparación: En un bol pequeño, mezcla el ajo picado, el zumo de limón, la ralladura de limón y el aceite de oliva. Sazona los filetes de pez limón con sal y pimienta al gusto. Coloca los filetes en una parrilla caliente y cocina durante 4-5 minutos por cada lado, o hasta que estén bien cocidos. Calienta aparte la mezcla de ajo y limón en una sartén a fuego medio durante unos minutos. Sirve los filetes de pez limón a la parrilla con la salsa de limón y ajo por encima, y decora con el perejil fresco picado.


Tartar de Pez Limón con Aguacate y Mango


Ingredientes: filetes de pez limón fresco, (cortado en cubos pequeños), 1 aguacate y 1 mango maduros, 1 chalota, zumo de lima, salsa de soja, aceite de sésamo, jengibre fresco, sal, pimienta.


Preparación: En un bol grande, mezcla el pez limón, el aguacate y el mango cortado en cubos pequeños y la chalota picada finamente. En otro bol pequeño, combina el zumo de lima, la salsa de soja, el aceite de sésamo y el jengibre rallado. Vierte la mezcla de lima y soja sobre la de pez limón y frutos y mezcla muy bien. Sazona con sal y pimienta al gusto. Sirve el tartar en platos individuales y decora con semillas de sésamo tostadas.