Llevaba tiempo pensando en utilizar mi blog personal para escribir una sección dedicada al cambio climático. Creo que tengo la obligación moral de intentar contribuir, siquiera modestamente, a la concienciación social sobre esta cuestión.
Hace unos años, unos cuantos años ya, colaboré en un magazine que se hacía los fines de semana en Canal Sur Radio, con Pepa Rosales, (una voz maravillosa propiedad de una mujer estupenda, la que más sabe de música caribeña). Aquél espacio se denominaba La Azotea, y yo me asomaba todas las semanas para dar consejos sobre cómo contribuir a la conservación de la naturaleza desde nuestras casas. Era algo así como una ecología de la vida cotidiana. Me divertí y aprendí mucho. Me propongo ahora utilizar esta ventana para convertirme en altavoz o en portavoz de mensajes que deben llegar a todas las casas. Quiero abrir un balcón nuevo, de par en par, de este blog para divulgar, para combatir la demagogia, para facilitar la búsqueda y el conocimiento sobre uno de los grandes temas del siglo.
Este último mes se han dado varias coincidencias que me han empujado a no demorar más esta idea que me rondaba la cabeza. La lectura de la revista de mi Consejería de Medio Ambiente que dedicó el especial de este verano al Cambio Climático, la edición de octubre del National Geographic España (www.nationalgeographic.com) que incluye un monográfico titulado “Adios al hielo, la evidencia del cambio climático”, la concesión del Premio Nobel a Al Gore y al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC para los amigos), las frecuentes conversaciones sobre este tema en reuniones familiares o con las pandillas varias...
Hace unos años, unos cuantos años ya, colaboré en un magazine que se hacía los fines de semana en Canal Sur Radio, con Pepa Rosales, (una voz maravillosa propiedad de una mujer estupenda, la que más sabe de música caribeña). Aquél espacio se denominaba La Azotea, y yo me asomaba todas las semanas para dar consejos sobre cómo contribuir a la conservación de la naturaleza desde nuestras casas. Era algo así como una ecología de la vida cotidiana. Me divertí y aprendí mucho. Me propongo ahora utilizar esta ventana para convertirme en altavoz o en portavoz de mensajes que deben llegar a todas las casas. Quiero abrir un balcón nuevo, de par en par, de este blog para divulgar, para combatir la demagogia, para facilitar la búsqueda y el conocimiento sobre uno de los grandes temas del siglo.
Este último mes se han dado varias coincidencias que me han empujado a no demorar más esta idea que me rondaba la cabeza. La lectura de la revista de mi Consejería de Medio Ambiente que dedicó el especial de este verano al Cambio Climático, la edición de octubre del National Geographic España (www.nationalgeographic.com) que incluye un monográfico titulado “Adios al hielo, la evidencia del cambio climático”, la concesión del Premio Nobel a Al Gore y al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC para los amigos), las frecuentes conversaciones sobre este tema en reuniones familiares o con las pandillas varias...
Hace un par de semanas, acudí a un curso de la Fundación Jaime Vera titulado “Cambio climático en España: retos y oportunidades” para ponerme al día. Allí se planteó que la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático deben ser uno de los ejes principales del programa electoral del PSOE y tuve la oportunidad de conocer, de primerísima mano, por los responsables al más alto nivel del gobierno de Zapatero, incluida la ministra Narbona, las medidas puestas en marcha por el gobierno de Zapatero sobre este trascendental asunto.
Pero lo que me ha empujado de manera definitiva a arrancar esta página han sido las declaraciones de Rajoy que hoy ha vuelto a demostrar que es un fiel exponente de los conservadores (conservaduros les dice mi amigo Luis), pero no es un conservacionista. Me han preocupado enormemente porque revelan la personalidad real del líder de la oposición (Dios quiera que nos dure muchos años en este papel que hace tan bien que debería continuar ejerciéndolo después de marzo) y el auténtico discurso y pensamiento político del Partido Popular.
Hoy, como hace veinticinco años, cuando yo empecé en esto del medio ambiente, las cuestiones ecológicas deben ser entendidas, desde mi manera de pensar, desde mi concepción de la sociedad, como una cuestión de solidaridad sincrónica y diacrónica, una cuestión de solidaridad en el espacio y en el tiempo.
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Sigue vivo el eslogan “Piensa global, actúa localmente”, (para el que no lo sepa se utilizó por primera vez en la Conferencia de la Organización Mundial de la Salud celebrada en Alma Ata), y estoy convencido que podemos hacer mucho por este tema de manera individual, como un uso eficiente del transporte, optimizar el gasto energético del hogar y por supuesto la estrategia de las tres “R”, reciclar, recuperar y reutilizar. Eso además nos dará fuerza y legitimidad para exigir a los poderes públicos que intervengan de manera decidida y responsable.
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