El “topo” avanza. Mi amigo Enrique "Tillo", (uno de los blogueros de enlaces favoritos), me ayudó a inscribir a Ángeles en las actividades del Patronato Municipal de Deportes de este año por Internet. Tenía mis dudas sobre si le iba a gustar la gimnasia rítmica que era su demanda al haber oído hablar de ella en su colegio, ya que se desarrollan al lado, en el Pabellón Cubierto del Cerrillo de Maracena.
Ya lleva varias semanas y a pesar de que no es su mayor virtud esta del deporte y el ejercicio físico, (tanto tiempo llevándola en brazos habrá contribuido a hacerla floja), la cosa progresa y ya hace 20 “amdominales” y se abre completamente de piernas (esto me preocupa como a todos los padres).
Lo más importante es que hace amigas y que martes y jueves llega un poco más cansada con lo que se duerme a las 11 de la noche. Vamos avanzando. También me gusta que gana en disciplina y en elegancia andando y en posturas. Yo aprovecho para llevarme lectura a las gradas del Pabellón mientras observo su evolución.
Como es muy “novelera” todavía no me fio de su constancia y esperaré un poco a comprarle la malla mientras le hago entender que el fin no es la vestimenta sino el instrumento.
En su clase ya les ha tocado empezar la catequesis para la primera comunión. Aquí me va a ser más difícil explicar que la fiesta y los regalos no es lo importante, no es el fin y dudo que la Iglesia a esta edad se lo haga entender tampoco, pero a la Santa Madre le preocupa más reclutar socios. Si no fuera así este Sacramento se haría más tarde pero no deben fiarse de su capacidad para adoctrinar a adolescentes libres y con más criterio y capacidad de razonar y prefieren hacerlo a edades en la que son más propicios a los “cuentos”.
Se aprovechan de que, además, muchos padres no estamos dispuestos a estigmatizar a nuestros hijos, a hacerlos distintos por nuestras creencias. Tampoco tenemos derecho. En el fondo yo, tengo la esperanza y la ilusión de que cuanto más pronto la haga mejor, menos “daño” le van a hacer.
Ya lleva varias semanas y a pesar de que no es su mayor virtud esta del deporte y el ejercicio físico, (tanto tiempo llevándola en brazos habrá contribuido a hacerla floja), la cosa progresa y ya hace 20 “amdominales” y se abre completamente de piernas (esto me preocupa como a todos los padres).
Lo más importante es que hace amigas y que martes y jueves llega un poco más cansada con lo que se duerme a las 11 de la noche. Vamos avanzando. También me gusta que gana en disciplina y en elegancia andando y en posturas. Yo aprovecho para llevarme lectura a las gradas del Pabellón mientras observo su evolución.
Como es muy “novelera” todavía no me fio de su constancia y esperaré un poco a comprarle la malla mientras le hago entender que el fin no es la vestimenta sino el instrumento.
En su clase ya les ha tocado empezar la catequesis para la primera comunión. Aquí me va a ser más difícil explicar que la fiesta y los regalos no es lo importante, no es el fin y dudo que la Iglesia a esta edad se lo haga entender tampoco, pero a la Santa Madre le preocupa más reclutar socios. Si no fuera así este Sacramento se haría más tarde pero no deben fiarse de su capacidad para adoctrinar a adolescentes libres y con más criterio y capacidad de razonar y prefieren hacerlo a edades en la que son más propicios a los “cuentos”.
Se aprovechan de que, además, muchos padres no estamos dispuestos a estigmatizar a nuestros hijos, a hacerlos distintos por nuestras creencias. Tampoco tenemos derecho. En el fondo yo, tengo la esperanza y la ilusión de que cuanto más pronto la haga mejor, menos “daño” le van a hacer.
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