Se consiguió ganar al Poli Ejido, un rival directo en estos inicios de temporada y quizás también más adelante, en la lucha por la permanencia. Eso es lo mejor. Era el objetivo y se cumplió. Lo importante eran los tres puntos y se lograron.
En la larga maratón que supone la competición liguera todos los puntos son importantes, todos los momentos son decisivos pero estos tres puntos en este momentos son muy importantes y puede que sean decisivos para el Granada 74.
Al final, cuestiones familiares y trabajo atrasado me impidieron bajar a Motril y vi el partido por Canal Sur 2. Perdí la emoción de ver el partido en el campo, el olor a hierba, las pipas y la coca-cola, la tensión directísima de los jugadores y de los espectadores, pero gané las repeticiones, los distintos planos y unos buenos comentarios profesionales de la evolución del juego. Sin alharacas y sin shows como en algunas cadenas nacionales.
Desde Granada y desde esta panorámica se echa todavía más de menos la posibilidad de haber jugado en Los Cármenes, no sólo contra el Atleti, porque tengo la impresión de que tenemos equipo para más.
Ayer Tapia y los jugadores demostraron profesionalidad, sacrificio y entrega y oficio. Sabían que las crónicas del partido duran dos días pero los puntos quedan grabados en el marcador, en la tabla y eso era lo importante. Los jugadores demostraron que saben sufrir y renunciar a las florituras.
Y además tuvimos suerte.
Aún así, creo que se puede y se debe jugar más, bajando el balón al suelo, asumir un poco de riesgo de medio campo para adelante. Hay clase para ello y puede dar buen resultado con equipos con mayores dificultades de adaptación al terreno que nosotros. Y pienso que se debería ensayar jugar con tres puntas presionando muy arriba para intentar robar balones y achicar el campo (todavía más) al contrario.
Así lo titularon:
En la larga maratón que supone la competición liguera todos los puntos son importantes, todos los momentos son decisivos pero estos tres puntos en este momentos son muy importantes y puede que sean decisivos para el Granada 74.
Al final, cuestiones familiares y trabajo atrasado me impidieron bajar a Motril y vi el partido por Canal Sur 2. Perdí la emoción de ver el partido en el campo, el olor a hierba, las pipas y la coca-cola, la tensión directísima de los jugadores y de los espectadores, pero gané las repeticiones, los distintos planos y unos buenos comentarios profesionales de la evolución del juego. Sin alharacas y sin shows como en algunas cadenas nacionales.
Desde Granada y desde esta panorámica se echa todavía más de menos la posibilidad de haber jugado en Los Cármenes, no sólo contra el Atleti, porque tengo la impresión de que tenemos equipo para más.
Ayer Tapia y los jugadores demostraron profesionalidad, sacrificio y entrega y oficio. Sabían que las crónicas del partido duran dos días pero los puntos quedan grabados en el marcador, en la tabla y eso era lo importante. Los jugadores demostraron que saben sufrir y renunciar a las florituras.
Y además tuvimos suerte.
Aún así, creo que se puede y se debe jugar más, bajando el balón al suelo, asumir un poco de riesgo de medio campo para adelante. Hay clase para ello y puede dar buen resultado con equipos con mayores dificultades de adaptación al terreno que nosotros. Y pienso que se debería ensayar jugar con tres puntas presionando muy arriba para intentar robar balones y achicar el campo (todavía más) al contrario.
Así lo titularon:
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