las altas cumbres de Sierra Nevada, un lugar idónea para evaluar los efectos del cambio climático |
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LA HUELLA DEL CAMBIO
GLOBAL EN SIERRA NEVADA
“LAS
PLANTAS SE CAEN POR ARRIBA”
El
cambio climático empuja a la flora de la alta montaña a escalar a cotas
superiores. Paulatinamente se reducirá el área disponible hasta quedarse sin
sitio donde “refugiarse”.
Amapola de Sierra Nevada, una especie amenazada por el cambio climático |
Las áreas protegidas
situadas en zonas de montaña juegan en este sentido un papel fundamental en la
conservación de la biodiversidad ya que las poblaciones pueden adaptarse a los
cambios desplazándose altitudinalmente de acuerdo a sus requerimientos
ecológicos y buscando nichos ecológicos más apropiados como vienen haciendo
desde la última glaciación, si acaso ahora de manera acelerada.
Violeta de Sierra Nevada, ve reducida su área de distribución |
En nuestro macizo se está
haciendo un seguimiento exhaustivo muy en especial de 4 cimas en un gradiente
altitudinal que va desde los 2.700 a los 3.300 metros en las que se analiza de
manera minuciosa, periódicamente, la
composición de especies y la cobertura de cada uno de los taxones.
RESULTADOS
A escala del continente
europeo se ha observado como las plantas, en un periodo de 7 años, han
ascendido unos 3 metros su límite de distribución, movimiento ligeramente
superior en ambientes boreales y
templados que en las montañas mediterráneas. De igual manera hay múltiples
estudios en los que se ha observado cómo prospera la entrada de especies
termófilas en las cumbres y cómo se rarifican las especies adaptadas al frío,
siendo este balance más acusado en las zonas del centro y norte de Europa,
(ganancia neta de 4 especies), que en las meridionales (pérdida de 1,5 especies
de promedio). Estas observaciones son independientes de la altitud, pues este
fenómeno ocurre tanto en el límite del bosque como en los pisos bioclimáticos superiores
del oro y del crioromediterráneo, en los dominios de los matorrales de alta
montaña y en el denominado ‘desierto frío’, y también se dan a cualquier
latitud ya que se observan desde la
península de Escandinavia hasta la isla de Creta.
En las localidades
estudiadas en las cumbres de Sierra Nevada,
se ha constatado la desaparición de 13 especies en la última década a la
vez que se han detectado 5 taxones que no habían sido citados previamente. Cabe
destacar la reducción del área de distribución de muchas plantas, que ha sido
especialmente acusada en determinadas especies como la violeta (Viola crassiuscula) y la romperrocas de
Sierra Nevada (Saxifraga nevadensis),
endemismos nevadenses que viven en
roquedos y cascajares o Lepidium
stylatum, una planta de la familia
de las compuestas adaptada a bordes de borreguiles y gleras de esquistos y
pizarras.
Luzula
hispanica y Poa minor
nevadensis, dos especies ligadas a condiciones de mayor humedad, no han
aparecido en los últimos censos realizados por lo que parece que se están
perdiendo en las cumbres nevadenses. La primera es una herbácea de la familia
de los juncos y la segunda es una gramínea asociada a los borreguiles, con lo
que están directamente relacionadas tanto con el ascenso de las temperaturas
como con la menor disponibilidad de agua. Otras especies vegetales muestran una
clara tendencia a ascender hacia mayores altitudes como es el caso del llantén
(Plantago radicata subsp. granatensis), el cardo azul o cardo
cuco de Sierra Nevada (Eryngium glaciale)
o el cerrillejo (Pilosella castellana).
Linaria glacialis |
Algunos de los resultados
que se están obteniendo en los últimos años difieren de estas tendencias y
podrían estar mostrando la capacidad adaptativa de determinadas plantas ante un
escenario de calentamiento global lo que sería congruente con la historia evolutiva
de estas especies y su gran resiliencia propia de especies que viven en
ambientes de gran amplitud térmica y de variabilidad en las precipitaciones.
Será necesario un
seguimiento a largo plazo para poder establecer tendencias en las dinámicas de extinción-colonización
y las expansiones-retracciones altitudinales. La interpretación de los
resultados que se están obteniendo en Sierra Nevada en un contexto geográfico
más amplio servirán para establecer patrones comunes en diferentes macizos
montañosos de todo el Planeta.
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