Han pasado unos meses desde la presentación del INFORME DE MEDIO AMBIENTE EN ANDALUCÍA 2009, hasta que he podido “trabajarlo” con detenimiento, como merece este importante documento, aprovechando los últimos viajes y la asistencia a un par de congresos, con lo que además he aliviado las tediosas esperas en aeropuertos y las noches sin MA.
Me hice con este IMA 2009 en el Consejo Andaluz de Medio Ambiente del verano pasado, en el que se estrenaba el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo y mi directora general, Rocío Espinosa, al haber pasado las competencias de este órgano consultivo de asesoramiento y participación ciudadana a su departamento, con la última remodelación del organigrama de la Consejería.
Pertenezco a este Consejo Andaluz de Medio Ambiente desde su constitución en 1995 en el que fui nombrado por Manuel Pezzi, primer titular de la, recién creada por entonces, Consejería de Medio Ambiente. Nadie me ha echado cuentas desde entonces y he resistido a varios consejeros y consejeras convirtiéndome en el más veterano, que no el mayor, de sus miembros.
El Informe de Andalucía de Medio Ambiente, en papel y en digital, se ha convertido en un instrumento de consulta y análisis obligado para los que trabajamos en los temas ambientales. Es un documento útil, riguroso, accesible, continuamente en renovación y mejora de sus contenidos, prestaciones y presentación.
Esta edición cuenta en el apartado inicial de Monografías con dos capítulos muy interesantes y de rabiosa actualidad:
* La Política de los Espacios Naturales en Andalucía en el contexto del cambio global (AN+20 para los amigos).
* Sostenibilidad urbana y cambio climático.
Otro apartado interesante son los hitos significativos de 2009, un repaso exhaustivo a lo acontecido en el mundo ambiental a lo largo del año.
El grueso del IMA es un Análisis del Medio Ambiente en Andalucía a través de diferentes indicadores: aguas, residuos sólidos urbanos, residuos peligrosos, usos del suelo, biodiversidad, espacios naturales protegidos, calidad de las aguas litorales, calidad atmosférica o integración ambiental en el tejido productivo.
Además hay un directorio muy interesante actualizado y en la versión digital hay un apartado disponible de legislación y lugares Web de interés.
Cuenta con una versión reducida en español y en inglés y la compilación de los informes de los años anteriores con la posibilidad de comparar las tablas de datos y así analizar la evolución de los diferentes indicadores.
Como suele ocurrir, es un documento que tiene una gran valoración y aceptación, “más allá de Despeñaperros”, pero por estos lares me parece a mí que no acaba de saltar de los ámbitos académicos y de los estrictamente profesionales de la “cosa” ambiental pero en todo caso me siento orgulloso de este esfuerzo colectivo de documentación, análisis y transparencia que supone.
Me hice con este IMA 2009 en el Consejo Andaluz de Medio Ambiente del verano pasado, en el que se estrenaba el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo y mi directora general, Rocío Espinosa, al haber pasado las competencias de este órgano consultivo de asesoramiento y participación ciudadana a su departamento, con la última remodelación del organigrama de la Consejería.
Pertenezco a este Consejo Andaluz de Medio Ambiente desde su constitución en 1995 en el que fui nombrado por Manuel Pezzi, primer titular de la, recién creada por entonces, Consejería de Medio Ambiente. Nadie me ha echado cuentas desde entonces y he resistido a varios consejeros y consejeras convirtiéndome en el más veterano, que no el mayor, de sus miembros.
El Informe de Andalucía de Medio Ambiente, en papel y en digital, se ha convertido en un instrumento de consulta y análisis obligado para los que trabajamos en los temas ambientales. Es un documento útil, riguroso, accesible, continuamente en renovación y mejora de sus contenidos, prestaciones y presentación.
Esta edición cuenta en el apartado inicial de Monografías con dos capítulos muy interesantes y de rabiosa actualidad:
* La Política de los Espacios Naturales en Andalucía en el contexto del cambio global (AN+20 para los amigos).
* Sostenibilidad urbana y cambio climático.
Otro apartado interesante son los hitos significativos de 2009, un repaso exhaustivo a lo acontecido en el mundo ambiental a lo largo del año.
El grueso del IMA es un Análisis del Medio Ambiente en Andalucía a través de diferentes indicadores: aguas, residuos sólidos urbanos, residuos peligrosos, usos del suelo, biodiversidad, espacios naturales protegidos, calidad de las aguas litorales, calidad atmosférica o integración ambiental en el tejido productivo.
Además hay un directorio muy interesante actualizado y en la versión digital hay un apartado disponible de legislación y lugares Web de interés.
Cuenta con una versión reducida en español y en inglés y la compilación de los informes de los años anteriores con la posibilidad de comparar las tablas de datos y así analizar la evolución de los diferentes indicadores.
Como suele ocurrir, es un documento que tiene una gran valoración y aceptación, “más allá de Despeñaperros”, pero por estos lares me parece a mí que no acaba de saltar de los ámbitos académicos y de los estrictamente profesionales de la “cosa” ambiental pero en todo caso me siento orgulloso de este esfuerzo colectivo de documentación, análisis y transparencia que supone.
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