Soy egoblogoirrelevante

Buscando algunos consejos sobre como gestionar mi blog, me encontré con unas instrucciones a modo de Decálogo egoblogueril y de ahí pasé a hacer el TEST: ¿Cuál es tu categoría egobloguera?, cuyos resultados están entre ESTOS DOS PUNTOS que recojo a continuación:

1. Estas ahí, ahí. Tienes cierto grado de popularidad y hasta algunos fans radicales de tus actividades en internet. Tus subscritos al feed crecen y hasta piensas en poner publicidad en el blog (si no la has puesto ya). A pesar de que estás a punto de ser descubierto para el gran mundo de la blogocosa (si no lo has sido ya), todavía te permites el lujo de seguir a gente en Twitter sin mirar el número de followers que tienen. Pero eso sí, como ahora menciones o cuentes o digas algo que no encaje con lo que la popularidad y la blogocosa han dictado que eres o dejas de ser, volverás al ostracismo. La autocensura te será muy útil para continuar con tu camino hacia el éxito.

 

2. Eres egoblogoirrelevante, una egoblogokaka en toda regla. Eres uno más del montón, uno más de los millones de blogs que hay en internet sin relevancia alguna, sin apenas lectores, casi sin comentaristas. Nadie te quiere, tu familia y amigos no te leen, los gurusistas te ignoran en Twitter y nunca contestan a tus replís, en Menéame no pasas de los 20 votos y te tachan de "irrelevante", en Bitácoras te ignoran, en los premios 20Blogs te omiten y en Wikio estás en los últimos puestos de la fila.Vamos, que lo tuyo es vocación y amor a la actividad bloguerística sin intención de recibir nada a cambio. Sigue así.

Pues nada seguiré con mi blog personal, que ahora es un complemento accesorio a mi presencia en twitter y en facebook a los que precedió y ahora está subordinado mientras acabo de organizar todas mis cosas en una página, en una weblog o en otro de esos "inventos", con la ayuda de algún amigo que no está la economía particular para encargos a empresas especializadas.