Esta semana he vuelto a dedicar mi artículo a un grupo de peces 'raros', que se salen del patrón habitual, como son los congrios y las morenas, 'primos' de las curiosísimas anguilas.
Os dejo aquí el enlace a la edición digital Congrios versus morenas
Y así quedo la edición, más resumida, en papel.
Congrios versus Morenas
La Mar de Biodiversidad
Ignacio Henares Civantos
Morena
con su navegación ondulante por el fondo marino. Juan Fernando
García
Los congrios y morenas pertenecen al grupo de los Anguiliformes, un orden de peces del que hay citadas cerca de mil especies (19 familias y 159 géneros distintos, incluidas las anguilas). Su morfología se separa mucho de la mayoría de los peces por carecer de aletas pectorales y pélvicas y tener una aleta dorsal que ocupa toda la longitud. Tampoco tienen escamas y la mucosa que poseen para compensar su ausencia es tóxica en muchas especies. La musculatura fuerte y las vértebras flexibles permiten una natación ondulante. Poseen una dentadura muy desarrollada con dientes por toda la boca.
SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS
Como todas las especies del Orden de los Anguiliformes, congrios y morenas tienen un cuerpo alargado y serpenteante. Ambos viven en fondos marinos, habitualmente en zonas rocosas o con corales. Son carnívoros que se alimentan de peces, crustáceos y otros invertebrados marinos. Son más activos durante la noche, que es cuando desarrollan su actividad predadora, ayudados por su gran capacidad olfativa.
Los congrios tienen un cuerpo generalmente más robusto y pueden alcanzar tamaños más grandes. Su piel es más lisa y tiene una coloración que varía entre gris y marrón. Las morenas tienen el cuerpo más delgado y alargado, con una piel algo más rugosa y mucosa y una coloración más viva y vibrante.
Los congrios tienden a ser más solitarios y pasan la mayor parte del tiempo encerrados en sus madrigueras en los fondos. Las morenas suelen mostrarse más curiosas y a menudo podemos encontrarlas asomándose de sus escondites en los que esperan al acecho a sus presas.
Aunque tanto congrios como morenas son especies ovíparas, con desoves en aguas abiertas, algunas especies de morenas tienen comportamientos de cuidados parentales más desarrollados.
Los congrios y las morenas son muy buscados por los aficionados al submarinismo que buscan inmortalizar su encuentro con esta especie asomadas en sus escondites y captar los momentos de agresividad defendiendo su territorio o atacando a sus presas.
Congrios y morenas en el litoral andaluz
Familia Muraneidae
En las costas andaluzas, tanto en la vertiente atlántica como en la costa mediterránea, encontramos dos especies de morenas: el murión o morena negra (Gymnothorax unicolor) y la morena mediterránea (Muraena helena). La morena negra es de color marrón, algo más oscuro en la parte dorsal y puede alcanzar el metro de longitud, mientras que la morena mediterránea tiene una coloración parda con manchas amarillas pequeñas y se han encontrado ejemplares de metro y medio y más de 15 kilos.
Las morenas tienen el cuerpo cilíndrico en la parte anterior y comprimido lateralmente en su parte terminal. Carecen de aletas pectorales y ventrales. La aleta dorsal nace en la cabeza y se une con la cola y la aleta anal. Poseen una sola hendidura branquial a cada lado, de diámetro reducido, que pueden cerrar mediante un repliegue de la piel, conservando agua en su interior. Tienen dientes en el paladar. Viven en fondos rocosos, en el interior de grietas, desde aguas someras hasta profundas. Suelen ser solitarios, aunque es frecuente observar ejemplares compartiendo su refugio con congrios.
Son inofensivas si no son molestadas, pero su mordedura puede ser peligrosa para bañistas y buceadores por las infecciones que pueden transmitir y porque pueden producir desgarros debido a su gran musculatura y por los giros que dan con todo su cuerpo aferradas a sus presas.
Familia Congridae
El congrio o congrio común (Conger conger), también conocido como safio, culebra o negrillo, es la única especie de esta familia que podemos encontrar en nuestro litoral aunque es una especie con amplia distribución por todo el Mediterráneo y por la costa este del Atlántico norte, llegando hasta el Báltico.
La longitud máxima descrita es de tres metros con un peso récord de 66 kilogramos. Los machos son de menor tamaño que las hembras y no superan el metro y medio de longitud.
Tienen el cuerpo cilíndrico muy parecido a las anguilas, con la cola comprimida lateralmente. La cabeza es grande con hocico prominente y labios carnosos. La piel es lisa, más bien gruesa, pero sin escamas, y una apertura branquial, en forma de rendija, que llega hasta el vientre. Carece de aletas ventrales pero sí dispone de pequeñas aletas pectorales y una especie de cresta cutánea que arranca justo tras estas, uniendo así en una sola pieza las aletas dorsal, caudal y anal. Destaca su gran boca de fauces fuertes, con una apertura que alcanza los notables ojos, ofreciendo un rostro que recuerda al de una serpiente. Color oscuro de tono grisáceo azulado, con el vientre blanco y un ribete negro en las aletas.
Vive cerca de la costa en un rango de profundidades entre 0 y unos 1.100 metros. Se encuentra sobre fondos de roca y arena, muy cerca de la costa cuando son jóvenes y se desplazan hacia aguas más profundas cuando alcanzan la edad de adultos. Como otros peces de este orden, se reproducen sólo una vez en la vida. Maduran sexualmente a la edad de entre los 5 y los 15 años, tras lo cual viajan para desovar en el Atlántico, frente a Portugal, y en el Mediterráneo.
Su carne es muy sabrosa por lo que es apreciada en la gastronomía tradicional de muchos lugares del mundo. En los mercados se puede encontrar seco, fresco o congelado, y puede ser consumido frito, guisado, cocido al horno, a la parrilla o en forma de caldillo. Como otros muchos pescados, el congrio se considera un pescado blanco pero realmente es semigraso, cuyo contenido en grasa puede variar según la época del año. Se trata de un alimento muy saludable, rico en proteínas de alta calidad, con un contenido calórico moderado y fuente de ácidos grasos beneficiosos. Es también una buena fuente de vitaminas (niacina, riboflavina, tiamina, vitaminas B6, B12, A, D y E) y rico en minerales como el fósforo, potasio, zinc y selenio.
El congrio se pesca en España tanto en aguas mediterráneas como atlánticas, por medio de palangres, de nasas, de trasmallos y de arrastres, y es común encontrarlo en lonjas y mercados locales durante todo el año, especialmente en primavera y otoño.
Etimología
El nombre del género Muraena parece venir de moray que era el nombre antiguo de estos peces en el Mediterráneo. El epíteto específico de la morena mediterránea (helena) tiene un origen desconocido aunque podría aludir a Helena de Troya, la mujer más hermosa y ‘peligrosa’ de la mitología griega. La relación con esta mujer se fundamentaría en la magnífica coloración y su aspecto amenazador. El término ‘morena’ es unívoco y podría ser un préstamo del griego mýraina y su forma alternativa smýraina. La razón viene del tacto de su piel, semejante a una superficie pulida, ya que smýris era una arena para pulimentar. Tanto el nombre científico como el término ‘anguila’ vienen del latín anguis=culebra, en alusión al parecido con una serpiente, más el sufijo diminutivo –illa.
La tautonimia Conger conger con la que se denomina científicamente a los congrios deriva del nombre con el que se conocía a estos peces en la antigua Grecia. En Andalucía se les conoce también como safios en alusión a la blancura de su carne (palabra de origen árabe que proviene de safi=puro).
Auténticas serpientes de mar
Aunque en ocasiones se denominan a congrios y morenas como serpientes marinas, en realidad solo podemos hablar propiamente de serpientes de mar si nos referimos a una subfamilia de de serpientes venenosas incluida en la familia Elapidae, caracterizada por poseer colmillos huecos por los que inyectan el veneno entre las que se encuentran cobras, serpientes de coral o mambas. Las especies de este grupo (Hidrophinae) habitan en ambientes marinos durante la mayoría o la totalidad de sus vidas y evolucionaron de antepasados terrestres para adaptarse a una vida totalmente acuática y son incluso incapaces de moverse en la tierra, (salvo las especies del género Laticauda, que conservan características ancestrales que permiten el movimiento en tierra aunque de forma limitada).
Serpiente marina. Wikipedia: Aloaiza. https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3582452