En esta ocasión en mi sección "La mar de biodiversidad" en Granada Hoy escribo sobre el pez ballesta, una especie fascinante con una anatomía muy característica con una extraordinaria capacidad de defensa basada en su armadura.
Enlace a la versión digital que incluye un par de videos.
Armadura y ‘gatillo’, armas defensivas del pez ballesta
El pez ballesta es una especie fascinante con una anatomía muy característica y un papel crucial en el equilibrio ecológico de su entorno. Tiene una extraordinaria capacidad de defensa basada en su armadura, formada por una piel muy dura, cubierta de escamas y bastante resistente, y unas aletas dorsales móviles que funcionan como una ballesta. Su dieta variada y la adaptación a su hábitat lo convierten en un elemento vital dentro de la diversa comunidad de organismos marinos y su supervivencia es fundamental para preservar la rica biodiversidad marina y promover la salud del Mediterráneo y de los océanos en general.
Nombre científico: Balistes capriscus.
Nombre común: Pez ballesta.
Sinónimos: ballesta gris, ballesta común, cerdo de mar, tambor, escopeta, sollo…
Características morfológicas
El pez ballesta tiene un cuerpo robusto, ovalado y comprimido lateralmente. La cabeza, grande y angular, termina en una boca pequeña en forma de pico, con labios gruesos y carnosos y dientes afilados y poderosos. El tamaño medio es de unos 45 cm aunque pueden alcanzar los 70. Los pequeños ojos están situados cerca de la parte superior de la cabeza.
La aleta caudal es grande y con los radios de los extremos muy alargados. La primera dorsal presenta tres radios con un mecanismo parecido al de un gatillo. La segunda dorsal y la anal, son muy grandes, y son las aletas que utilizan para propulsarse, dirigiendo el movimiento con las pectorales, más pequeñas, y con la cola. Las aberturas branquiales consisten en una pequeña abertura por encima de las aletas pectorales. Las aletas ventrales, han degenerado en un aguijón impar.
El color es pardo grisáceo, con algunos patrones moteados o rayados más oscuros que le proporcionan camuflaje entre las rocas y los arrecifes donde suele habitar. Esta adaptación le permite al pez ballesta ocultarse de sus depredadores y acechar a sus presas con sigilo.
¿Por qué se denomina ‘pez ballesta’?
Recibe este nombre por el mecanismo de su primera aleta dorsal, que al levantarla y luego fijarla con una espina más pequeña, se asemeja al mecanismo de una ballesta o a un gatillo, actuando como defensa para el pez. Este mecanismo es un ingenioso sistema de defensa que le ayuda a protegerse en las pequeñas grietas de las rocas o corales, ya que al bloquearse hace imposible que un depredador lo saque. Esta acción le permite fijarse firmemente en grietas de rocas o corales para evitar ser expulsado o sacado por un depredador.
Mecanismo de funcionamiento del gatillo.
Este sistema, que se ha comparado con el de una ballesta, le ha valido su nombre, que coincide con la denominación en inglés de la especie ‘triggerfish’.
Comportamiento
Los adultos del pez ballesta son territoriales, suelen vivir en solitario o en pequeños grupos. Aunque generalmente es tranquilo, puede volverse agresivo durante la época de cría si se acercan demasiado a su nido, utilizando su peculiar aleta dorsal y sus potentes dientes para defenderse de depredadores y proteger su territorio.
Los peces ballesta no son venenosos, sus ataques se limitan a pequeñas mordeduras, similares a las de las pirañas, aunque menos peligrosas y no representan un riesgo serio para los bañistas, aunque pueden ser problemáticas para los buceadores. Como defienden su territorio de forma vertical, desde su nido, en forma de cono, la forma más segura de evitar los ataques es desplazarse lateralmente, alejándose del área.
Reproducción
Durante la temporada de cría, el pez ballesta no solo es un constructor de nidos, sino un ‘guerrero’ submarino que defiende su prole con una ferocidad inusual en el mundo marino. La época de reproducción, generalmente en verano en aguas templadas, transforma a este pez de ejemplar aislado a un guardián familiar feroz.
Habitualmente el proceso comienza cuando la hembra escoge y limpia meticulosamente una zona en el fondo. Para ello utiliza la boca y las aletas, excavando un nido en forma de cráter en la arena o el sustrato, que servirá de ‘cuna’ para la futura puesta. Una vez preparado el nido, la pareja se une. El macho a menudo realiza un cortejo enérgico que puede incluir cambios de coloración y danzas.
Tras la fertilización externa, la hembra deposita una gran cantidad de huevos (decenas y hasta cientos de miles) dentro del nido, que eclosionan entre 24 y 48 después de la fertilización. Las crías liberadas son pelágicas, es decir, viven en mar abierto cerca de la superficie, a menudo camuflándose entre algas flotantes, donde inician su vida antes de buscar los arrecifes y fondos rocosos, hábitat habitual de los adultos.
El cuidado de la puesta es una tarea intensa y casi siempre recae en la hembra. Ella se convierte en una ‘supermamá’ vigilante, oxigenando y limpiando la puesta, utilizando ráfagas de agua o movimientos de sus aletas para ventilar la puesta y limpiarla de detritos.
Tanto el macho como la hembra defienden el nido con una agresividad extrema y una territorialidad vertical. Atacan con fiereza a cualquier intruso (incluidos buceadores) que se acerque al área, utilizando sus potentes dientes y su aleta-gatillo para intimidar.
Dieta
En un pez omnívoro que se alimenta de una variedad de organismos marinos, incluyendo algas, corales, crustáceos, moluscos y pequeños peces. Sus potentes mandíbulas le permiten romper conchas y caparazones para acceder a su contenido nutritivo, lo que le otorga una ventaja en la ‘competición’ por recursos alimenticios en su hábitat.
Distribución y estado de conservación
Los peces ballesta viven en aguas templadas y tropicales (18 a 24ºC) de casi todos los océanos del mundo, incluyendo el Atlántico (desde el Mediterráneo hasta el Caribe), el Indo-Pacífico y el Mar Rojo. Prefieren hábitats costeros como los arrecifes rocosos, fondos con arena y vegetación marina, y a menudo se encuentran en aguas poco profundas (1-100 m).
El pez ballesta gris es común en el Mediterráneo, incluyendo el Mar de Alborán, donde su presencia ha aumentado recientemente probablemente debido al incremento de las temperaturas. La contaminación del agua, la destrucción de los arrecifes y la sobrepesca son factores que pueden afectar negativamente a estas poblaciones.
Los adultos frecuentan zonas costeras poco profundas, como praderas marinas, arrecifes de coral y bahías rocosas. En ocasiones, también pueden estar presentes en puertos y estuarios, donde encuentran refugio y alimento.
¿Se come el pez ballesta?
El pez ballesta es comestible y su carne es muy valorada por ser firme, dulce, blanca y jugosa, con un sabor que se asemeja más al del marisco que al pescado. Ideal para cocinar al horno, puede prepararse también a la plancha o frito.
Se debe tener precaución con algunas especies tropicales de esta familia, con colores llamativos como el pez ballesta titán, ya que pueden ser tóxicas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario