Gentiana alpina, al fondo el Mulhacén |
El enlace a la edición digital está AQUÍ:
http://www.granadahoy.com/article/granada/2293669/la/lista/se/agranda.html
y la edición en papel, a doble página, aunque en blanco y negro quedó así:
Os dejo los textos y las fotos originales con permiso de uso citando la fuente, sobre todo de las imágenes que en este reportaje corresponden a Luis Ordóñez (genciana y amapola), José Miguel Muñoz, Mario Ruiz y Miguel Ángel Mesa y Antonio Gómez (las de los pinos insignes y secuoyas respectivamente).
La
‘Lista’ se agranda
Una
reciente actualización del Catálogo de plantas de Sierra Nevada
eleva a 2.353 las especies presentes. La cifra supone un incremento
del 15% sobre las estimadas hasta el momento.
La
prestigiosa revista científica dedicada al mundo de las plantas,
PHYTOTAXA, ha publicado un artículo del profesor Juan Lorite, del
Departamento de Botánica de la Universidad de Granada, con la
actualización del Listado completo de plantas de Sierra Nevada,
trabajo que no se realizaba desde la década de los 80 del siglo
pasado cuando los profesores Molero Mesa y Pérez-Raya (1987)
elaboraron la única Lista de flora vascular disponible de toda
Sierra Nevada hasta ahora.
De
las 2.100 plantas que se estimaban hace tres décadas se ha pasado,
con esta revisión a un total de 2.353 taxones diferentes (2.063
especies, 258 subespecies y 32 híbridos identificados), lo que
supone un incremento de 359 taxones, lo que supone un incremento del
15% sobre lo que se consideraba anteriormente. Los avances genéticos,
los nuevos estudios realizados, las actualizaciones en taxonomía y
la publicación de los Catálogos de Flora de la Península Ibérica
y de Andalucía Oriental, han dado pie a esta revisión florística
que queda abierta a probables nuevas incorporaciones con un mayor
esfuerzo de muestreo y nuevos trabajos de recopilación.
Estos
valores absolutos tan elevados tienen además una relevancia
cualitativa desde dos puntos de vista distintos. En primer lugar
porque esta cantidad supone que en
Sierra Nevada está presente el 40% de las plantas de toda la
Península Ibérica,
porcentaje que habla por sí solo de la importancia de la flora
nevadense. Esta cantidad es particularmente alta en comparación con
otros espacios naturales como Cazorla que con una superficie aún
mayor que Sierra Nevada, ‘solo’ alcanza 1.590 taxones según un
reciente estudio similar.
Por
otro lado la flora nevadense se caracteriza por su alto porcentaje de
endemismos. Hasta
105 plantas han sido confirmadas como exclusivas de Sierra Nevada
en este estudio del profesor Lorite, lo que la convierte también en
una de las áreas con mayor endemicidad.
Cuadro:
Grado de amenaza de las especies de flora de Sierra Nevada.
201
especies de plantas tienen algún tipo de amenaza, de ellas 35 están
en peligro o en peligro crítico de extinción.
- 17 en peligro crítico de extinción
- 18 en peligro
- 105 vulnerables
- 68 casi amenazadas
- 43 datos insuficientes
ESPECIES
AMENAZADAS
En
peligro crítico:
alfilerillo
de Los Alayos
(Erodium astragaloides), Arenaria nevadensis, manzanilla
real (Artemisia
granatensis).
En
peligro: Espuelillas
o conejillos de Sierra Nevada (Linaria
glacialis)
y Ranunculus glacialis.
Vulnerables:
Perdiguera
del Trevenque
(Helianthemun pannosum), Valeriana apula.
Sierra
Nevada, paraíso de biodiversidad vegetal.
Sierra
Nevada ha sido reconocida desde hace mucho tiempo como un enclave de
gran biodiversidad vegetal de la Región Mediterránea, lo que se
conoce como hotspot
(punto
caliente).
154
tipos de comunidades vegetales diferentes han sido descritas que van
desde los pastizales psicroxerófilos de la alta montaña hasta los
tomillares subdesérticos del extremo oriental almeriense pasando por
enebrales-piornales, tomillares dolomíticos, pinares de diversos
tipos, robledales, encinares, saucedas o espinares.
La
mayoría de los taxones, (2.273), están incluidos entre las
angiospermas, (plantas vasculares con flores). En este grupo son
mucho más abundantes las dicotiledóneas (1.861 taxones, 82%), que
las monocotiledóneas que se quedan en 419 especies (18%); por su
parte los helechos llegan a 51 taxones y las coníferas están
representadas con 29.
Las
familias identificadas en Sierra Nevada suponen el 86,7% de las
presentes en Andalucía oriental. Seis de estas familias, Compuestas,
Leguminosas, Labiadas, Gramíneas, Crucíferas y la Cariophyllaceae,
tienen
más de 100 especies cada una.
Diez
géneros de plantas tienen 20 o más representantes en Sierra Nevada
y entre ellos acumulan 233 especies, un 10% del total. Los géneros
con más número de especies presentes en Sierra Nevada son:
Astragalus
(20),
Carex (24),
Centaurea (23),
Festuca (20),
Galium (23),
Helianthemun (24),
Orobanche (20),
Ranunculus (25),
Silene (27)
y
Trifolium (27).
La
mayor parte de las especies son autóctonas, 2.232. El resto, un
total de 121 especies son alóctonas o exóticas, la mayoría de
ellas especies cultivadas o introducidas en las repoblaciones u
ornamentales.
Origen
de la biodiversidad nevadense
El
origen de esta extraordinaria biodiversidad vegetal nevadense se
encuentra tanto en factores paleohistóricos como biogeográficos.
Sierra Nevada ha funcionado como punto de encuentro de plantas de
diversas procedencias tan diferentes como el norte de África, las
estepas del sureste de Asia o finalmente todas las llegadas del norte
de Europa desde el Cuaternario que encontraron aquí refugio de las
sucesivas glaciaciones.
A
las plantas provenientes desde lugares tan diferentes, Sierra Nevada
les ha proporcionado múltiples ambientes debido a su gradiente
altitudinal, distintos tipos de sustratos, derivado de su gran
variedad geológica (micaesquistos, filitas, cuarcitas, calizas,
dolomías, conglomerados…), su diversidad climática o su compleja
orografía.
La
explicación más sencilla a esta enorme biodiversidad es entender
que Sierra Nevada funciona como si fuera un pequeño continente ya
que es un sistema montañoso aislado que posee un gradiente
altitudinal muy amplio que va desde los 300 metros de altitud de las
estribaciones orientales almerienses hasta las altas cumbres
occidentales con más de veinte picos por encima de los 3.000 metros,
incluyendo el Mulhacén, techo de la Península.
El
Tamaño sí importa
El
Inventario Florístico de un espacio natural es un elemento muy
importante desde el punto de vista científico ya que es un requisito
previo para evaluar la necesidad de planes de conservación, de
recuperación y manejo de las diferentes especies vegetales así como
un elemento fundamental para diagnosticar la necesidad de estudios
más concretos y detallados. Por otro lado, desde el punto de vista
social, es la manera más visual y cuantitativa de poner en valor la
biodiversidad de un determinado ámbito y su importancia para el
conjunto de la sociedad, posibilitando la comparación con otras
zonas y estableciendo un ranking. Desde el punto de vista de las
políticas ambientales, las Listas pueden servir para establecer
prioridades de actuación en áreas con elevada biodiversidad o con
alto porcentaje de endemismos. Pero lo verdaderamente importante es
que la biodiversidad es un índice de riqueza de los ecosistemas y
también de resistencia y resiliencia ante perturbaciones por lo que
es un ‘seguro’ de los ecosistemas para seguir proporcionando
bienes y servicios a la sociedad.
“Endemismos
por arriba y por abajo”:
La
amapola de Sierra Nevada es el endemismo que crece ‘más alto’,
por encima de los 3.000 m. en la Loma del Mulhacén, mientras que
Euzomodendron
bourgaeanum,
una planta de la familia de las crucíferas, vive en las cotas más
bajas del parque a unos 300 m. de altitud.
Amapola de Sierra Nevada. Foto Luis Ordóñez |
Euzomodendron bourgaeanum. Foro de María Luisa Rodríguez Tamayo |
ESPECIES
INTRODUCIDAS:
Secuoya
gigante y pino insigne dos especies originarias de California.
Ranunculus
cherubicus subsp
girelai., es
la última especie incorporada a la Lista de Sierra Nevada tras su
descubrimiento en el puerto de la Ragua, hace un par de años, por
José Miguel Muñoz, botánico que trabaja en los Programas de
Seguimiento y de Conservación de flora del parque nacional y natural
de Sierra Nevada. Su apellido (girelai)
ha sido puesto en honor a Mario Ruiz Girela, director del Jardín
Botánico “Hoya de Pedraza”.
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