domingo, 25 de febrero de 2007

Promesas que son mentiras

Arranca Rajoy la campaña electoral (¡pero si llevan en campaña contra el gobierno desde que perdieron las elecciones generales de 2004!) con la promesa de bajar los impuestos. Aquí en Granada da risa escuchar al PP esta propuesta porque Torres Hurtado se hartó de decir eso por las calles, tiendas y medios de comunicación y luego ha subido los impuestos de manera salvaje, sobre todo el IBI que subió dos años más del 30 %, el impuesto de las cocheras y además ha creado nuevos impuestos, como los de los cajeros automáticos en las calles o la nueva tasa de los cementerios que ya ni muertos nos dejan descansar en paz. Por el contrario lo primero que hizo el alcalde de Granada fue subirse su sueldo y el de los concejales del equipo de gobierno y comprarse un coche de superlujo para desplazarse a su domicilio en Los Ogíjares*.

Promete Rajoy también “luchar contra la corrupción urbanística”. Viendo noticias de los negocios de la familia de la "Espe" Aguirre en Madrid y Guadalajara o los pelotazos del yerno de Aznar que me han recordado en un correo electrónico en estos días, comprendo que tengan ansias de ganar las próximas elecciones y que lamenten los años perdidos. Con lo que se podían haber forrado en estos tiempos de bonanza económica. ¿Recuerdan que Rajoy pronosticó que España, además de romperse, iba a la bancarrota? Como dijo Zapatero, como gobernantes han sido malos para el país pero como profetas no tienen ningún porvenir.

Prometen también, transparencia y que los candidatos del PP harán pública la declaración de bienes antes de entrar y al acabar el mandato. Aquí en Granada dijeron que eso era una tontería cuando lo hizo Torres Vela y esperaremos a ver si lo cumple Torres Hurtado ahora.

Promesas que son mentiras, calumnias y difamaciones como las que colgaron en la página web del PP de Guadix sobre el atentado del 11-M y que ahora la Fiscalía del TSJA ha remitido a la Audiencia Nacional.
* Los Ogíjares: pueblo cercano a la capital en el que casualmente viven muchos de los líderes del PP aunque eso no tenga, en principio, nada que ver con los numerosos casos de corrupción que investiga la Justicia en dicha localidad. Eso es otra casualidad, igual que es fruto del azar también que en el ayuntamiento contrataran, por el morro, a la hermana del presidente provincial del PP, Sebastián Pérez hijo, precursor del nacional provincialismo granadino.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En lo de prometer cosas que no cumplen en Granada son expertos como ocurrió con lo de la Exposición Universal que iban a hacer y ya la había prometido Aznar y Rajoy a Zaragoza. Lo del IBI sería suficiente para no votarlos más por dobles mentirosos. Primero dijeron que lo iban a bajar y luego que lo devolverían.

Anónimo dijo...

Torres Hurtado también dijo que acabaría con el botellón en un año y luego nos ha convertido en la capital mundial del botellón. Son unos verdaderos expertos en mentir y darle la vuelta a las cosas para que parezca que la culpa es de otros

Anónimo dijo...

¿Acaso esperas, amigo Ignacio, que el señorito de la plaza del Carmen te diga cuales son sus verdaderas intenciones? ¿Has olvidado la última de su anterior campaña?

Prometió y prometió,
y prometió hasta que metió
y una vez metido
olvidó lo prometido.
Por ejemplo dijo
que Granada sería sede
no de una reunión de pijos,
si no de una Expo Universal,
de lo que se desdijo
nada más ganar
la elección municipal
este campeón del cortijo.

¿Y de la bajada qué?
¿Recuerdas lo de los impuestos?
No sé qué tanto por cien
bajaría en un mes
y lo que hizo el cretino
fue subirse en dos millones
su sueldo, mezquino
y pollino, tocador de cojones,
con sueldo de doce millones
gastó otros treinta, y no en melones,
pardiez, en coche de lujo
pa sus riñones,
que se los coma eal jerez
porque a la mentira hace honores
este sinvergüenza
de la cabeza a los pies.
Pero no se preocupe amigo,
seguro esté usted,
que la culpa la tiene el otro,
o la Junta o un ciempiés,
pero no le busque a este tío
responsabilidad por doquier:
que la culpa la tiene el otro,
Sa Blas o San Manuel,
con banderas y relicarios,
paso firme, pardiez,
y del IBI no me hables
que me tiembla desde la cabeza a los pies
el 33% de subida,
de subida de una sola vez,
y ahora dice el desvergonzado
que los bajará otra vez.
Tiéntome las ropas,
tientomelas otra vez,
y busco ayuda divina
o un préstamo de bajo interés,
porque como este gachó
gane las próximas
voy a tener que vender
hasta la salivilla de la boca
para pagar el IBI, su coche, joé,
las copas de Balderas
y la subida otra vez
del sueldo del alcalde
a millón y medio al mes.
Ve con Dios, amigo Ignacio,
Hasta otro día pues,
que el Pedro Botero se marcha
a ver si aprende inglés,
que se está quedando Granada
pa los turistas con parné.