Torres Hurtado ya ha entrado en campaña para las próximas elecciones generales y autonómicas. Su estrategia, la que ya le ha dado buenos réditos en las pasadas elecciones locales: confrontación y victimismo. El alcalde va a dedicar todo su esfuerzo de los próximos meses, a servir de ariete contra la Junta y contra el gobierno de la nación, como mandan Arenas, Rajoy y las directrices que emanan de la Fundación FAES que dirige el expresidente Aznar ("Si bebes, no des conferencias").
En lugar de hacer esfuerzos para buscar soluciones Pepetorres va a gastar sus energías en ser el campeón contra “el Chaves” como le llaman públicamente algunos neocons locales, como el Concejal de Incultura, García Montero, (el que se dedica a negocios editoriales particulares aprovechando el apellido y el cargo).
Estos del PP son muy peligrosos en sus segundos mandatos porque creen que están legitimados para hacer lo que quieran. Confunden mayorías absolutas con absolutismo.
Así, el alcalde ha salido rápidamente al paso del esperado anuncio del presidente de la Junta, Manuel Chaves, sobre la licitación de las obras del Metro en los dos tramos de la capital en las próximas semanas, calificándolas de ser realizadas “a la ligera” aunque de esas mismas declaraciones del alcalde lo que se desprende es que lo que parece que se han hecho “a la ligera” ha sido algunas obras en la ciudad de Granada en las que no se han tenido en cuenta las importantes infraestructuras pendientes que se estaban proyectando.
Aunque el PP haya ganado las elecciones de manera legítima y sin paliativos, ahora se va poner en evidencia que con su gestión en los últimos cuatro años se han hipotecado, en buena medida, las soluciones para el futuro tranvía por el centro de la ciudad, con las obras de Gran Vía y Avenida de la Constitución, de las que todavía no se ha hecho público su coste final.
Además ahora sufriremos las obras que se han realizado sin tener en cuenta que el metro ligero iba a pasar por algunos lugares por los que el gobierno municipal anterior ha realizado actuaciones que, cuando menos, merecen calificarse como improvisadas y sin coordinación entre las áreas municipales ni con otras administraciones.
Torres Hurtado debería saber cuál es su solución, si la tiene, al problema de la intermodalidad del metro con la estación de ferrocarril, cuál es su solución o alternativa, si la tiene, al trazado del metro ligero por la ciudad y el alcalde debería decir si tiene previstas las consecuencias para el comercio, para los residentes y para los edificios, que traerán las obras de su proyecto de trazado subterráneo por el Camino de Ronda y si tiene prevista su coordinación con las anunciadas obras en Pedro Antonio de Alarcón.
En lugar de hacer esfuerzos para buscar soluciones Pepetorres va a gastar sus energías en ser el campeón contra “el Chaves” como le llaman públicamente algunos neocons locales, como el Concejal de Incultura, García Montero, (el que se dedica a negocios editoriales particulares aprovechando el apellido y el cargo).
Estos del PP son muy peligrosos en sus segundos mandatos porque creen que están legitimados para hacer lo que quieran. Confunden mayorías absolutas con absolutismo.
Así, el alcalde ha salido rápidamente al paso del esperado anuncio del presidente de la Junta, Manuel Chaves, sobre la licitación de las obras del Metro en los dos tramos de la capital en las próximas semanas, calificándolas de ser realizadas “a la ligera” aunque de esas mismas declaraciones del alcalde lo que se desprende es que lo que parece que se han hecho “a la ligera” ha sido algunas obras en la ciudad de Granada en las que no se han tenido en cuenta las importantes infraestructuras pendientes que se estaban proyectando.
Aunque el PP haya ganado las elecciones de manera legítima y sin paliativos, ahora se va poner en evidencia que con su gestión en los últimos cuatro años se han hipotecado, en buena medida, las soluciones para el futuro tranvía por el centro de la ciudad, con las obras de Gran Vía y Avenida de la Constitución, de las que todavía no se ha hecho público su coste final.
Además ahora sufriremos las obras que se han realizado sin tener en cuenta que el metro ligero iba a pasar por algunos lugares por los que el gobierno municipal anterior ha realizado actuaciones que, cuando menos, merecen calificarse como improvisadas y sin coordinación entre las áreas municipales ni con otras administraciones.
Torres Hurtado debería saber cuál es su solución, si la tiene, al problema de la intermodalidad del metro con la estación de ferrocarril, cuál es su solución o alternativa, si la tiene, al trazado del metro ligero por la ciudad y el alcalde debería decir si tiene previstas las consecuencias para el comercio, para los residentes y para los edificios, que traerán las obras de su proyecto de trazado subterráneo por el Camino de Ronda y si tiene prevista su coordinación con las anunciadas obras en Pedro Antonio de Alarcón.
El alcalde confunde su renovada mayoría absoluta con la posibilidad de hacer lo que quiera y para erigirse en el único interlocutor de la ciudadanía. Torres Hurtado tiene que entender que hay otras legitimidades que defienden también intereses generales y que ser el alcalde no le convierte en una patente de corso absoluta.
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