El pasado 29 de junio asistí, como representante de
la Organización Sectorial de Medio Ambiente (OSMA), al
Comité Director, máximo órgano del PSOE de Andalucía entre congresos. Era mi
estreno desde que fui elegido
coordinador regional y acudí a Sevilla con expectación. Hacía 25 años que no participaba en una reunión de estas características desde mi etapa de miembro de la ejecutiva regional de las Juventudes Socialistas.
(Estuve a punto de decir lo de que ya había pasado de joven promesa a vieja gloria pero me retuve).
El Comité Director estaba centrado en el análisis de los resultados de las elecciones europeas, la transición en la presidencia de la Junta de Andalucía y el tema de la financiación autonómica. Inició Manuel Chaves el turno de intervenciones dando las gracias por las muestras de cariño y apoyo recibidas ante la infame y lamentable campaña orquestada por la cúpula del PP para intentar manchar su trayectoria política y pidiendo que no se le diera más importancia. Luego hizo una valoración, globalmente positiva, de los resultados de las elecciones europeas en Andalucía aunque la baja participación, los menos buenos resultados en los núcleos urbanos y la pérdida a nivel del estado y en la mayoría de países europeos hace que los socialistas no podamos sentirnos satisfechos.
Pedí la palabra con timidez y un poco de miedo escénico pero conforme empezaron a conceder palabras observé que todos los que intervenían eran los máximos dirigentes provinciales, y entre ellos el propio presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán. En ese momento los nervios propios de la situación ya se habían convertido en acojonamiento. Terminado el turno de los primeros espadas (curiosamente todos hombres por lo que comenté que las mujeres a parte de pedir puestos deberían pedir la palabra), la mayoría del resto de peticiones de palabra fueron retiradas ya que sobre esos temas principales habían sido fijadas las posiciones políticas y estaba todo el pescado vendido.
Aún así me atreví a consumir mi turno porque quería hacer visible a la OSMA, porque creo que el tema y los militantes que la forman, merecían estar presentes. Aproveché por tanto para presentarme y explicar lo que ese mismo día habíamos remitido a toda la organización en forma de circular. La OSMA ha iniciado una nueva etapa que queremos que sea de normalización y estabilidad organizativa en el que el objetivo principal es facilitar y fomentar la participación de los militantes y simpatizantes socialistas y los nuevos responsables queremos que la OSMA sea útil al Partido y a los propios militantes.
Y dije que la crisis económica y las elecciones europeas han puesto de manifiesto, si cabe de una forma más evidente, la dimensión global de los temas ambientales y la necesidad de “ecologizar la economía o economizar la ecología”. Que ya no bastaban las políticas verdes de conservación de espacios y de especies ni las políticas marrones de minimización y corrección de los déficits ambientales. Que necesitamos políticas a todo color, un nuevo modelo económico, como han apuntado Zapatero y el propio Griñán, que necesitamos apostar por el desarrollo sostenible.
Dije que la OSMA puede y debe servir al encuadramiento de los militantes; que la OSMA quiere y puede servir para la formación e información de los militantes y que la OSMA puede, quiere y debe servir para dinamizar la vida participativa del Partido, sobre todo en los núcleos urbanos, donde más se necesita.
Utilicé el lema del Comité Director (Saber que podemos) para recordar el eslogan de Obama (Yes, we can) y completar el resto del estribillo de la canción: Saber que queremos, saber que podemos, pintémonos la cara de verde esperanza y añadí y del rojo de la pasión de los socialistas por la justicia, por la igualdad y por la solidaridad con las generaciones venideras y con las regiones más pobres, que así es como yo interpreto ideológicamente la apuesta del socialismo democrático por el medio ambiente.
Terminé mi breve intervención, que no necesitó advertencia del presidente de la mesa siquiera, invitando al presidente de la Junta de Andalucía a visitar el sendero de gran recorrido “Sulayr” de Sierra Nevada, a caballo entre las provincias de Granada y Almería lo que servirá para su promoción y para que el presidente se cargue de glóbulos rojos mientras que disfruta de hermosas panorámicas, paisajes espectaculares y puede conocer el lugar de mayor biodiversidad de Europa.
Y creo que cumplí con mi deber de no ser un convidado de piedra y de colocar el tema de la sostenibilidad y la preocupación por el medio ambiente en este importante foro a la vez que daba voz a todos los militantes de las organizaciones sectoriales y especialmente a los de la Sectorial de Medio Ambiente. Y aunque con nervios, un poco atropellado en algunas frases e impresionado por el auditorio (que incluía además a mi consejera), espero que mi mensaje tenga eco.
1 comentario:
Enhorabuena Ignacio.
Te felicito por el arrojo que has tenido, (hay que echarle...), pero sobre todo por poner de manifiesto ante los principales responsables políticos, lo que muchos pensamos.
UN Abrazo desde la Alpujarra.
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