La ciudad de Copenhague ha sido el testigo de un sueño realizado, el del presidente Ignacio Lula, el de la ciudad de Río de Janeiro, de Brasil y de todo el continente sudamericano y también el escenario de otros muchos sueños frustrados, los de otras ciudades y países, los de otros alcaldes y presidentes, otros comités organizadores…
En Madrid, en Granada, en España, había mucha gente pendiente del partido que se jugaba en la capital danesa, (muchos ni siquiera acertarían a ponerla en el mapa), como si realmente nos jugáramos nuestro futuro en esa cita, en este evento, todos arrastrados por la expectación creada por los medios de comunicación, por todas las instituciones.
Siempre me ha extrañado cómo acontecimientos deportivos, más o menos importantes, son capaces de suscitar mucha más atención y fervor que otros acontecimientos sociales y culturales; de la misma manera los periódicos deportivos son más solicitados en los bares que los diarios informativos como si fuera más importante en nuestras vidas el tobillo de Ronaldo o la rodilla de Messi que el índice del paro o el precio del barril de Brent.
Lo que saco de positivo de esta apuesta político/deportiva es la unidad mostrada por todas las instancias apoyando a Madrid y me hubiera gustado ver si en otras circunstancias políticas con papeles intercambiados, muchos personajes y personajillos se hubieran comportado con la misma lealtad y cohesión.
Sin embargo para España, para Brasil, para EEUU, para Lula, Obama, Zapatero, para todo el mundo, la verdadera cita de Copenhague será en Diciembre, con
El necesario acuerdo que sustituya al Protocolo de Kyoto que debe producirse en Copenhague, no es condición suficiente para frenar el proceso de calentamiento global del planeta e iniciar un nuevo modelo de desarrollo sostenible, económicamente viable, ambientalmente sostenible y socialmente justo como quedó definido en otra Cumbre Mundial de Medio Ambiente; pero si fracasa la cumbre, si fracasamos en diciembre habremos dado un paso atrás que hará que la adaptación de nuestra sociedad a los impactos del cambio climático sea más traumática, más difícil, más cara y con muchas más víctimas, que como siempre estarán en el lado del planeta más débil, más vulnerable, más pobre.
¿Estaremos todos tan pendientes de Copenhague en ese importante partido de diciembre en el que todos estamos en el mismo equipo/barco?
Yo seguiré aquí en mi blog, predicando desde Sierra Nevada, mi montaña, observatorio privilegiado para el seguimiento de los efectos del cambio global.
3 comentarios:
Politicamente me alegro que sudamérica se lleve los juegos por primera vez, ya Samaranch aconsejó no presentarse esta segunda y si lo hacemos una tercera propongo el lema "tengo una cabezonada" como he oido ya por ahí.
Desde luego que deberíamos poner el mismo empeño en el compromiso del cambio climático, compromiso en el que nos jugamos el futuro, esa zona del tiempo que nunca veremos pero de la que seremos protagonistas. Bravo por la iniciativa Ignacio: piensa global y actúa local
tan cierto como la vida misma
desgraciadamente en la sociedad que nos ha tocado vivir a la gente le importa más si este jugador cobra más millones de euros que este otro, si "hemos fichado" a este o aquel, si "hemos ganado" tantas copas de tal o cual liga, como si ellos jugaran ese partido, como si la camiseta la sudaran ellos, como si las primas millonarias se repartiesen entre todos.... cuando el único partido que jugamos es el del medio ambiente, cada día, cada hora... y lo estamos perdiendo
la gente no se entera, o no quiere enterarse, a los medios no les interesa porque "no es noticia", no es "de interés público", pero si eso no lo es ¿entonces qué lo será?, los recursos de la naturaleza, el calentamiento global, especies que desaparecen, por no hablar del mar que contaminamos y drenamos de vida con la pesca sin control... joder.... sigamos viendo culebrones y reality-shows, el partido de la copa y movilizándonos por cosas de menor transcendencia... a ver donde llegamos
Me encanta tu comentario en mi blog. Que sería del mundo sin locos utópicos. Tu compromiso con el medio ámbiente y la lucha contra el cambio climático es una maravillosa locura
María José Sán chez
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