Si yo hubiera tenido más tiempo en la Asamblea del día 30 de junio o algún “lugar” en el Partido, siquiera virtual, dónde intervenir hubiera comunicado las reflexiones, ideas y propuestas que dejo aquí en mi blog personal para que las lean “a quien le interese”, aunque a mí me gustaría que llegaran preferentemente “a quien correspondan”. Pero sobre todo las dejo para mí mismo, para obligarme a parar a pensar y a comprometerme con lo que pienso y escribo.
“No nos vencerán las dificultades sino nuestra resignación”.
Los tiempos de campaña, es cierto, son tiempos de acción, pero eso no quita que haya que hacer las cosas sin reflexión, sin discusión y sin debate. Siempre es tiempo para el pensamiento. Por otro lado, siempre estamos en campaña, aplazando debates y ya no podemos demorar más algunas decisiones si no queremos ir de derrota en derrota hasta la derrota total (y final).
Lo que le ha ocurrido al PSOE el 22M se veía venir como el chiste de agresor a 20kms. Lo raro es que haya parte de las esferas políticas que se sorprenda, que no hayan sabido o podido evitarlo, que no estuvieran preparados para este escenario. ¿En que mundo viven?, ¿con quién se relacionan? Va a ser verdad que hay demasiada gente que se ha acostumbrado a pisar moqueta y desplazarse en vehículo oficial.
Y lo peor de todo es que no hemos tocado fondo y me refiero no sólo a la eventualidad de perder las próximas elecciones generales y las autonómicas andaluzas, sino a quedarnos como una fuerza política minoritaria y en algunos lugares irrelevante. Eso está ocurriendo en la socialdemocracia europea y fuera de nuestro entorno; en otros lugares del mundo para los que Europa es el referente, el panorama tampoco es alentador para la izquierda, ya que la Internacional Socialista ha tenido que apoyarse y apoyar a regímenes, partidos y personas, impresentables (desde nuestros parámetros y concepciones democráticas).
Los militantes, los ciudadanos, esperan respuestas, soluciones, que a veces no se encuentran porque no se formulan de manera y en el lugar adecuado las preguntas. Ya he manifestado en otras ocasiones que la verdad está en los matices y que en la dirección de la agrupación local faltan muchos matices. La Ejecutiva Local se ha convertido en un pequeño grupo monolítico, cerrado que empobrece la expresión rica y diversa de los militantes socialistas granadinos. Hay un caudal inmenso en el PSOE de Granada desaprovechado, arrinconado, ignorado y silenciado por la dirección que carece de altura de miras y de generosidad para liderar este momento difícil. En lugar de gestionar este patrimonio de biodiversidad, que es nuestro mayor tesoro, se ha optado por hacer política sólo con los más próximos, afines, pero que sólo son una minoría, un subconjunto del gran conjunto de los socialistas granadinos. Somos más y mejor de lo que estamos poniendo en juego.
Hay una sensación generalizada de final de ciclo que algunas de las actuaciones que se están haciendo no hacen más que consolidar mostrándonos como un partido en liquidación (y derribo), en venta de saldos, que me parece todavía más peligroso. Si practicamos la teoría del “paso atrás” y el achique de espacios no vamos sino a darle la razón a los que intentan trasladar la idea de que estamos a la defensiva, noqueados, sin respuestas y sin propuestas a merced de elementos ajenos a la Política.
Ha llegado el momento de que el Partido cambie, en Granada y a todos los niveles. O lo hacemos nosotros solos, desde dentro, y lo iniciamos ya, o lo harán por nosotros y sin nosotros y nos costará más y nos llevará más tiempo levantarnos. Vamos que volvemos al “O cambiamos o nos cambian”.
Tomada ya la opción Alfredo/Rubalcaba, con todas las consecuencias, el modelo no puede repetirse miméticamente a todos los niveles porque apareceremos como un Partido que no se renueva (en ideas y en personas) y que no ofrece una alternativa, para el futuro, además de una explicación/justificación creíble sobre cómo hemos llegado hasta aquí. Y ello significará no sólo que nos vamos a quedar muy solos sino que vamos a tener muy difícil configurar eventualmente una posición política y una alternativa a la derechona durante bastante tiempo.
“No nos vencerán las dificultades sino nuestra resignación”.
Los tiempos de campaña, es cierto, son tiempos de acción, pero eso no quita que haya que hacer las cosas sin reflexión, sin discusión y sin debate. Siempre es tiempo para el pensamiento. Por otro lado, siempre estamos en campaña, aplazando debates y ya no podemos demorar más algunas decisiones si no queremos ir de derrota en derrota hasta la derrota total (y final).
Lo que le ha ocurrido al PSOE el 22M se veía venir como el chiste de agresor a 20kms. Lo raro es que haya parte de las esferas políticas que se sorprenda, que no hayan sabido o podido evitarlo, que no estuvieran preparados para este escenario. ¿En que mundo viven?, ¿con quién se relacionan? Va a ser verdad que hay demasiada gente que se ha acostumbrado a pisar moqueta y desplazarse en vehículo oficial.
Y lo peor de todo es que no hemos tocado fondo y me refiero no sólo a la eventualidad de perder las próximas elecciones generales y las autonómicas andaluzas, sino a quedarnos como una fuerza política minoritaria y en algunos lugares irrelevante. Eso está ocurriendo en la socialdemocracia europea y fuera de nuestro entorno; en otros lugares del mundo para los que Europa es el referente, el panorama tampoco es alentador para la izquierda, ya que la Internacional Socialista ha tenido que apoyarse y apoyar a regímenes, partidos y personas, impresentables (desde nuestros parámetros y concepciones democráticas).
Los militantes, los ciudadanos, esperan respuestas, soluciones, que a veces no se encuentran porque no se formulan de manera y en el lugar adecuado las preguntas. Ya he manifestado en otras ocasiones que la verdad está en los matices y que en la dirección de la agrupación local faltan muchos matices. La Ejecutiva Local se ha convertido en un pequeño grupo monolítico, cerrado que empobrece la expresión rica y diversa de los militantes socialistas granadinos. Hay un caudal inmenso en el PSOE de Granada desaprovechado, arrinconado, ignorado y silenciado por la dirección que carece de altura de miras y de generosidad para liderar este momento difícil. En lugar de gestionar este patrimonio de biodiversidad, que es nuestro mayor tesoro, se ha optado por hacer política sólo con los más próximos, afines, pero que sólo son una minoría, un subconjunto del gran conjunto de los socialistas granadinos. Somos más y mejor de lo que estamos poniendo en juego.
Hay una sensación generalizada de final de ciclo que algunas de las actuaciones que se están haciendo no hacen más que consolidar mostrándonos como un partido en liquidación (y derribo), en venta de saldos, que me parece todavía más peligroso. Si practicamos la teoría del “paso atrás” y el achique de espacios no vamos sino a darle la razón a los que intentan trasladar la idea de que estamos a la defensiva, noqueados, sin respuestas y sin propuestas a merced de elementos ajenos a la Política.
Ha llegado el momento de que el Partido cambie, en Granada y a todos los niveles. O lo hacemos nosotros solos, desde dentro, y lo iniciamos ya, o lo harán por nosotros y sin nosotros y nos costará más y nos llevará más tiempo levantarnos. Vamos que volvemos al “O cambiamos o nos cambian”.
Tomada ya la opción Alfredo/Rubalcaba, con todas las consecuencias, el modelo no puede repetirse miméticamente a todos los niveles porque apareceremos como un Partido que no se renueva (en ideas y en personas) y que no ofrece una alternativa, para el futuro, además de una explicación/justificación creíble sobre cómo hemos llegado hasta aquí. Y ello significará no sólo que nos vamos a quedar muy solos sino que vamos a tener muy difícil configurar eventualmente una posición política y una alternativa a la derechona durante bastante tiempo.
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