jueves, 1 de diciembre de 2011

Post 20-11. Segunda parte


La otra parte del análisis post 20-11 es que el PSOE ha perdido las elecciones, incluso esta afirmación es más rotunda incluso que decir que el PP las ha ganado. Rajoy ha obtenido la mayoría absoluta con menos votos de los que obtuvo Zapatero en el 2008 y con todos los vientos a su favor. La mayor parte de los españoles sabría decir unas cuantas razones por las que el PSOE/Rubalcaba han perdido las elecciones y les costaría más trabajo decir razones, motivos por los que Rajoy/PP las han ganado.

El PSOE se ha desangrado por varias heridas: la vena más grande es la que ha drenado hacia el PP, un voto de muchos orígenes y causas; hay otra herida grande pero menor que la anterior, que ha vertido hacia Izquierda Unida, menor de la que cabía esperar si las críticas al gobierno de Zapatero era que había sucumbido a los mercados y a políticas conservadoras; UPyD ha captado también mucho descontento socialista aunque capta votos también por otros lados ya que su opción es es menos ideológica en mi opinión; y en fin creo que mucho votante socialista de anteriores ocasiones haya podido ir a opciones minoritarias como EQUO o se haya quedado en casa. Vamos que el PSOE ha hecho aguas por todas partes por lo que enmendar costará mucho trabajo y múltiples enfoques.

Ya he escrito en otras ocasiones que las estrategias se miden por los resultados y en función de éstos los socialistas han errado en el planteamiento o quizás a estas alturas de la película, debemos al menos reconocer que cuando la cúpula del partido apostó por Rubalcaba no tenía ya otra (mejor) alternativa. Las hipotecas del PSOE y del candidato han podido más que la campaña realizada y como he ido comentando en anteriores entradas, el PP y sus aliados mediáticos han conseguido que la campaña electoral no haya servido para mover, apenas, la posición política de los ciudadanos y desde hace tiempo la suerte estaba echada.

En todo caso, y sea cual sea la actitud que adopte Rubalcaba ante el proceso congresual que abrirá el Comité Federal del PSOE este fin de semana, hay que darle las gracias por este nuevo y gran servicio prestado al Partido y su gran esfuerzo para intentar paliar la debacle que se cernía y que ha acabado materializándose en las urnas.

Los españoles, de forma mayoritaria querían un cambio y aunque mucha gente no las tenía todas consigo sobre qué y cómo piensa llevar a la práctica ese cambio el Partido Popular, le han dado un amplio margen de confianza para que lo lleve adelante. Otra gente, mucha gente, a pesar del sistema electoral que no lo favorece, ha entregado su voto a otras opciones que hacen presagiar que el 20 del 11 del 2011 puede ser también el final del sistema bipartidista, aunque con el riesgo de que el objetivo se yerre y en lugar de marchar hacia un sistema más plural como pretendían, la deriva nos lleve hacia un sistema con un partido super-hegemónico y múltiples y pequeñas fuerzas compitiendo por el mismo y más estrecho espacio electoral.

Si la “auténtica izquierda” considera un éxito los resultados obtenidos, que Izquierda Unida afirme que sus 10 diputados compensan la mayoría absoluta del PP significa que su objetivo real es que el PSOE desaparezca, (el mismo que persigue la derecha y toda la caverna) y asumir que España es un país de derechas que no tiene futuro, ni el país ni la izquierda democrática, en muchos años.

Yo no creo “que contra el PP se viva mejor” como opina alguna gente en todo caso lo que sí está claro es que el PSOE tiene que ser ahora un partido mejor porque en las circunstancias en las que el PP ha ganado las elecciones y ha concentrado gran parte del poder en todo el Estado va a ser difícil hacer oposición institucional y se necesita un partido socialista diferente al que se ha ido configurando en los últimos años y que ha conducido a un partido pequeño, con pocos militantes y al que le falta penetración social, excesivamente institucionalizado.

El PSOE ha perdido es cierto pero ha perdido toda la izquierda porque el PP pretendía una mayoría absoluta para gestionar el cambio y ahora podrá hacer el que quiera sin posibilidad de freno ni control parlamentario aunque la sociedad, la calle, las redes sociales sí podrán condicionar al futuro gobierno.

Aunque parezca que el PP lo va a tener fácil por su cómoda mayoría parlamentaria, me atrevo a aventurar que va a ser una legislatura complicada para Rajoy. Primero porque pronto se le acabará su virginidad y deberá empezar a pringarse en múltiples frentes internos y externos. Dos de los principales escollos que se encontrará Rajoy los encontramos en el País Vasco y Cataluña donde la situación política es complicada y en ellas el PP es una fuerza minoritaria. Gestionar la cohabitación con un gobierno nacionalista en Cataluña y con la nueva situación en el País Vasco tras el final de ETA y la irrupción con fuerza de la izquierda abertzale va a deparar más de un quebradero de cabeza a Mariano Rajoy.

Sin embargo Rajoy cuenta con una ventaja adicional a la de su cómodo mayoría parlamentaria, de la que no ha gozado el gobierno saliente: el PSOE va a hacer ahora lo que no ha hecho el PP durante estos últimos años, una oposición seria, constructiva y responsable, eso va en el ADN de los socialistas, trabajando más por el interés colectivo que por el partidario. El reto será conseguir que los españoles valoren dicho comportamiento sea cual sea la evolución de la situación socioeconómica. El límite a esa lealtad institucional debe ser la defensa de los elementos básicos del Estado del Bienestar.

Lo más importante ahora para los españoles no es lo que haga el PSOE sino lo que diga y haga Rajoy pero lo importante para los socialistas no es lo que hagan los del PP y sus acompañantes sino escuchar (y oir) y entender a los españoles. Escuchar, hacer y explicar, en evaluación continua comos se dice en el ámbito educativo, (o gestión adaptativa como empleamos en el ámbito de la gestión de los espacios naturales), desde el primer momento asumiendo nuestro papel de oposición y sacudirnos rápido que éramos el gobierno anterior por lo que habrá tomar decisiones coherentes con esta nueva situación, tanto en el Partido, en el nuevo PSOE que debe nacer, como en el ámbito institucional con la conformación de la dirección del grupo parlamentario.

Como siempre, yo tengo más dudas y preguntas sobre el futuro que claves y respuestas. Sé mas bien qué no hay que hacer. Por ejemplo yo veo alguna gente más preocupada en buscar responsables que en proponer soluciones. Eso no es bueno. Veo a otra gente pidiendo a unos cuantos que den pasos atrás cuando lo que deberían, deberíamos es ilusionar a muchos en que se tiren para adelante. Observo que algunos compañeros se empeñan en convertir el debate en un debate de posición y para mi no se trata de girar a derecha (como pretende Bono) ni a la izquierda (como algunos bienintencionados creen) sino que lo que tiene que hacer el PSOE es mirar hacia dentro y hacia el conjunto de la sociedad porque tiene ahora mismo más un problema de credibilidad que ideológico.

Sí tengo claro lo que no debería de hacer el PSOE: un congreso para salir del paso. Es malo para los resultados en Andalucía (en mi opinión empeorará los resultados) y sobre todo si los resultados no son buenos será una hipoteca más pesada de las posibilidades de recuperación al día siguiente de las elecciones como ocurre a hora a nivel federal.

Yo soy pesimista sobre el futuro del PSOE en Andalucía. Pienso que Griñán y el PSOE lo tienen hoy por hoy muy difícil para impedir una victoria del PP y soy muy escéptico sobre lo que haría Izquierda Unida en una hipotética victoria del PP por mayoría insuficiente para gobernar. En todo caso si el PP saca más votos que el PSOE yo me iría a la oposición a rearmarme ideológica y organizativamente. Ese pesimismo me hace que me ponga a trabajar para evitar que el PP gane las elecciones y creo que la mejor manera en la que mucha gente podemos contribuir es continuar trabajando, haciendo nuestro trabajo de la mejor manera posible.

Pero mi pesimismo se acentúa cuando observo reacciones en los dirigentes socialistas o mejor dicho cuando veo que no reaccionan cuando parecen ennortados, como groggys por el batacazo de las generales (al que se suma el de las municipales y autonómicas pasadas).

Ese “miedo” a que la situación vaya a peor queda compensado cuando me pongo a comparar lo que hace el PP en otras comunidades autónomas y lo que haría el PP en caso de que ganara en Andalucía. Eso me da fuerzas y ganas de pelear por lo que quiero de nuevo.

Pero reitero, una vez más, que el PSOE tiene una única posibilidad de ganarle al PP en Andalucía y no es dando miedo sino generando ilusión, por lo que va a ser difícil que jugando a resistir en la trinchera, a desacreditar al enemigo, pueda evitarse que el próximo marzo Arenas, por fin y a la enésima se convierta en presidente de la Junta de Andalucía.

Nota 1: No sabéis cuantos apolíticos hasta anteayer de mi alrededor, ahora son del PP de toda la vida. A mí no me han engañado y no me sorprenden que salgan del armario político, es más lo prefiero, lo agradezco. Ahora podremos hablar de política y les pediré que den la cara que expliquen, que defiendan, si son capaces al gobierno.

Nota 2: El principal escollo que tiene el PSOE de Andalucía ahora mismo para afrontar una nueva etapa es que hay demasiada gente más pendientes de su culo y de buscar excusas y justificaciones que en invertir la tendencia a la baja. Si jugamos al empate perderemos seguro.


1 comentario:

Unknown dijo...

Creo que eres algo benévolo en el ánalisis de los motivos de la derrota pero creo que aciertas en "PSOE tiene que ser ahora un partido mejor", "la lucha por sus culos" y "pesimista por los resultados en Andalucía. En general estoy contigo