domingo, 24 de junio de 2018

Alberto Tinaut. Nominado y nominando.

Uno de mis profesores, de mis maestros, en la carrera y después, a lo largo de todos estos años ha sido Alberto Tinaut, al que he dedicado esta semana mi entrevista/reportaje que he titulado en esta ocasión "Haciendo grande el estudio de lo pequeño"

Así me ha quedado la entrevista en la versión digital:

https://www.granadahoy.com/granada/Haciendo-estudio-pequenoAlberto-raneraNominando-nominado_0_1257174809.html

Y así el reportaje completo en la versión impresa:



Sierra Nevada, Paisaje y Paisanaje



Alberto Tinaut Ranera







Haciendo grande el estudio de lo pequeño



“En el principio fue la montaña” la que ejerció una atracción en Alberto Tinaut, cuando todavía era muy pequeño. Luego vino el interés por la fauna, especialmente los insectos y otros invertebrados. Ambas aficiones se unieron de manera indisoluble en su vida, encontrando en Sierra Nevada el espacio ideal para poder dedicarse con pasión a ellas.



En Sierra Nevada ha escalado casi todos los tres miles, ha practicado esquí alpino y de travesía, bicicleta de montaña…. Además de ‘patearse’ toda Sierra Nevada ha recorrido y estudiado otras montañas españolas como los Pirineos, Picos de Europa, Gredos... Fuera de España,  ha estado en el Atlas, los Alpes y los Andes, tanto en la parte del Ecuador como en Perú. No presume de 'montañero' pero está muy feliz de todas sus conquistas aunque lamenta que le han quedado muchas por descubrir.




ENTREVISTA.



Alberto Tinaut es un investigador, admirado y querido por todo el ‘mundillo bichológico’, un grande de la Entomología española, como las montañas que tanto ama. Como persona es de una extraordinaria sencillez y humildad, que no puede esconder sin embargo su fecunda actividad investigadora (más de 150 artículos científicos) y divulgativa con numerosas publicaciones entre las que podemos destacar la coordinación de la Enciclopedia sobre Fauna de Andalucía. Su contribución al conocimiento de muchos insectos es de gran importancia. Yo he sido uno de los más de 6000 alumnos que ha bebido de esas fuentes y de los inoculados por el interés por estos animales, aparentemente, menos atractivos.



¿Cuándo surge tu vocación como zoólogo? No sabría decirlo, desde pequeño, como a la mayoría de los niños, me gustaban los animales y en mi casa, mis padres apoyaban (y sufrían) esa afición. El interés por los animales y mi amor a la montaña se complementaron.



¿Cómo eran aquellos primeros años de investigación en Sierra Nevada? En los años 70 la Sierra aún era visitada por pocas personas y por tanto tenía una aureola más ‘salvaje e indómita’. Era menos accesible y había que quedarse varios días en la montaña para completar los muestreos. Iba con una mochila suficientemente cargada de alimento, ropa y el material de trabajo. Las Alegas, Siete Lagunas, Vacares, etc, eran parajes bastante solitarios… resultaba infrecuente encontrarse con alguien después de 2-3 días de estancia. Era emocionante esa sensación de lejanía y de soledad, de la que a veces no quería desprenderme y que en ocasiones agradecía pues no era fácil explicar qué hacía un muchacho en lo alto de la Sierra cogiendo hormigas o algún otro insecto.



Ha cambiado mucho la Sierra y la forma en la que se hace investigación en ella. Los principales cambios que se han producido yo los observo en el procesado del material recogido ya que los sistemas de lupas o microscopios han mejorado bastante; el uso del microscopio electrónico es algo habitual, incluso, salvando el tema económico, las técnicas de secuenciación genética están relativamente al alcance. Todo esto te permite acceder a otros interrogantes y a otras respuestas en consecuencia.



Insectos y Sierra Nevada.



Hablamos de la importancia de la biodiversidad animal en Sierra Nevada. Haciendo recuento en el grupo de los insectos comprobamos que están inventariadas ahora mismo 3.750 especies lo que supone la mitad de las conocidas de Andalucía y casi el 20 por ciento de la Península Ibérica.  Ello indica que en un porcentaje de territorio relativamente pequeño tenemos una gran concentración de especies, lo que convierte al parque nacional y natural en 'hotspost', un punto caliente en biodiversidad, en la Región Mediterránea.



¿Queda mucho por descubrir en los insectos de Sierra Nevada? Mucho. Se calcula que la mitad de las especies presentes aún no están citadas. Es raro el año que no se describen especies e incluso géneros nuevos. Hay muchos grupos que están bastante poco estudiados, por falta de especialistas y/o por falta de financiación.



¿Cuáles son los insectos nevadenses mejor conocidos? Realmente bien conocidos a nivel taxonómico, podíamos decir que hay muy pocos. Quizás algunas familias pertenecientes a los coleópteros, sean las mejores conocidas, junto a algunos grupos de insectos ligados con medios acuáticos y las mariposas diurnas. Por supuesto y aunque esté feo decirlo, al ser motivo de mi tesis doctoral y uno de los grupos que más he estudiado,  las hormigas,  se conocen bastante bien, aunque siempre surgen sorpresas.


Por el contrario, ¿cuáles son los más desconocidos?  Los dípteros,  la mayor parte de las mariposas nocturnas, o algunas familias de himenópteros, por citar grupos importantes, están en su mayor parte sin estudiar. En general podemos afirmar que en entomofauna se desconoce más de lo que se conoce. Algunas estimas que he realizado sitúan el número de insectos en Sierra Nevada en torno a las 12.000 especies.



Algunos protagonistas de sus estudios



La mariposa Apolo, un símbolo e icono de Sierra Nevada, es una de las especies que has estudiado en profundidad. Esta mariposa es una especie muy curiosa. Empezando por su diseño y coloración, con las manchas negras y los ocelos color vinagre y su gran tamaño. Es un ejemplo de una especie que vino con el frío y se quedó colgada en las alturas, en un sitio que realmente no le correspondía. En el norte de Europa la podemos ver a orillas del mar o en praderas a baja altitud. En el sur  esta especie sobrevivió refugiada en las zonas frías, pero en estos sitios es un inquilino forzoso.




Las especies de mariposas propias de la montaña son tienen tamaño y alas pequeñas que le permiten volar a ras de suelo, casi elevarse más alto que las piedras que les cortan el viento; es la misma estrategia de las gaviotas que vuelan pegadas a las olas cuando el viento arrecia. Sin embargo la Apolo de gran envergadura alar apenas si puede remontar o dirigir su vuelo cuando hace viento, algo frecuente en las zonas altas y desprovistas de vegetación arbórea, siendo a veces arrastrada por alguna ráfaga u obligada a permanecer inmóvil en alguna planta o en el suelo. Ese carácter de mariposa procedente del frío, la hace muy sensible a los cambios climáticos y de usos del suelo y por tanto un buen bio-indicador. Su biología apenas estaba estudiada y hemos podido conocer su diversidad genética, la existencia de flujo génico entre poblaciones más o menos distantes, su desarrollo fenológico, plantas alimenticia.



Una vez te escuché una charla denominada ¿Qué hace una hormiga como tú en un sitio como este? dedicada a las ‘hormigas esclavistas'. Ha sido uno de tus principales campos de investigación. Este  tipo de comportamiento de algunas especies de hormigas me ha llevado más de 20 años de mi investigación. Es un comportamiento que parece irreal, pensar que una sociedad de hormigas viva a costa de otra especie a la que secuestra en sus fases más juveniles para llevarlas a su hormiguero y que, una vez lleguen a adultas, se dediquen a cuidar y alimentar, no sólo a las larvas y huevos de la especie parásita, sino también a las obreras y reina de la especie parásita… Y sobre todo que las obreras de la especie parásita formen un ejército cuya única misión es salir al exterior a asaltar de vez en cuando nuevos hormigueros de la especie hospedadora, parece más fruto de la imaginación de un guionista de ciencia ficción que algo que ocurre en la vida misma, pero así es.

 

Se conocen más géneros y especies pero el género con el que hemos trabajado en la Universidad de Granada, el género Rossomyrmex, es muy singular por varias cuestiones. Primero porque se conocen en escasas localidades, aunque está muy distribuido. En Europa sólo se ha citado en algunas montañas béticas y recientemente en la Sierra de Guadarrama y no vuelve a aparecer hasta las llanuras de Anatolia (Turquia), cerca del Mar Caspio, Kazajstán y China, con sólo cuatro especies a nivel mundial. Además su comportamiento es, aparte de los asaltos, realmente singular, tanto en los mecanismos de orientación y búsqueda de hormigueros, como en su reproducción, muy organizados y no conocidos en otras hormigas.



¿Qué te movió a interesarte por las especies de las cuevas? Las cuevas son ambientes biológicamente muy desconocidos y con una gran dificultad para su estudio, dos ingredientes necesarios para descubrir lo que hay en su interior.. La dificultad del estudio estriba en que algunas cavidades exigen un esfuerzo físico y técnico que a veces te hace plantearte si vale la pena, pero hasta el momento, al final siempre ha ganado la curiosidad. Ha sido también una actividad que me ha llevado muchos años, alternando con otras investigaciones. Su estudio ha sido muy productivo y me ha proporcionado lazos académicos y afectivos con mucha gente del mundo de la espeleología.  



Las especies troglobias son una fauna de otro mundo. Taxonómicamente es muy diversa, fundamentalmente insectos, pero también miriápodos y arácnidos, lo que la hace difícil de estudiar al tener que contar con especialistas de campos muy diversos.  Son formas bien adaptadas a este ambiente,  de aspecto elegante, largos apéndices, ciegas, de color miel que a veces permite ver algunos órganos internos; no distinguen el día de la noche y su ritmo es casi constante pero lento, pausado, aunque algunos pueden correr muy rápido gracias a sus largas patas. En el comienzo de lo bioespeleología se pensaba que las cuevas andaluzas no tenían mucho interés, en comparación con las del Pirineo o del Levante. Hoy día se conocen más de 500 especies habitantes de las cuevas, la mayor parte de ellas endémicas y en algunos casos géneros o incluso familias exclusivas, lo que nos habla de una larga historia evolutiva encerrada en el subsuelo.



Nominando y siendo nominado: Su dilatada trayectoria de estudio de especies le ha llevado a describir varias nuevas y a bautizarlas, como el coleóptero Tinautius troglophilus, el diplópodo Acipes andalusius  y el pececillo de plata Coletinia tinauti.


A la vez otros investigadores le han puesto en su honor el apellido Tinaut a especies que han descubierto. Es el caso de Philorizus tinauti, un carábido endémico del sureste andaluz, Origmatogona tinauti, un milpiés endémico de la Cueva del Agua,  Polydrusus tinauti  un coleóptero de la familia de los gorgojos y Aphaenogaster tinauti, una hormiga carnívora.




Un júbilo muy productivo. A punto de cumplir 68 años continúa como colaborador extraordinario en la Universidad desarrollando una ardua labor investigadora y de divulgación científica. Lo ‘pillo’ terminando varios artículos sobre hormigas cuyo estudio pretende seguir adelante hasta completar la fauna del grupo en  Andalucía y su filogenia En el departamento sigue dirigiendo algunos Trabajos Fin de Grado y de Fin de Máster  y en la mejora de la Colección Histórico-Didáctica y Científica de Zoología. Además colabora con otros grupos de investigación sobre la mariposa Apolo o la fauna de la Cueva de Nerja. Además asesora y desarrolla varios estudios en el Parque de las Ciencias en el aula científica del BioDomo.

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