sábado, 30 de mayo de 2020

Tiene mérito el 'Pacto del codo"

Vuelvo a las andadas. Inicio mi particular desescalada recuperando mi columna en el periódico digital, 'on line', El Independiente de Granada y he querido arrancar con mi personal análisis del 'Pacto del Codo' suscrito en Granada por PSOE, PP y Ciudadanos para aprobar los presupuestos municipales.

He tenido que actualizar mi perfil 👉 IGNACIO HENARES ... es biólogo de bata, de bota, y de gabinete. Máster (de los de verdad) en Gestión del Medio Ambiente y del Agua por la Universidad de Granada...

Enlace al artículo en el periódico aquí.

Francisco Cuenca, flanqueado por Manuel Olivares y César Díaz.


Tiene mérito el ‘pacto del codo’


El PSOE de Granada ha firmado un acuerdo con el gobierno municipal, formado por el Partido Popular y Ciudadanos, para sacar adelante unos presupuestos que permitan hacer frente a la situación sobrevenida por la crisis sanitaria y las consecuencias sociales y económicas derivadas. El asunto cabe considerarlo como ‘histórico’, sin exageración, pues pone fin a cinco años de prórrogas de las cuentas municipales. En mi entorno social y político, poco proclive al ‘gobierno de los trapos sucios’ y al ‘alcalde por la cara’, todo el mundo ha aplaudido el que algunos llaman Pacto del Rasillo’, por ser el lugar donde se han llevado a cabo las reuniones, y otros el ‘Pacto del Codo’ (por la imagen en la que los portavoces de los tres partido firmantes comparecían para hacerlo público). La mayoría entienden con normalidad que “es lo que había que hacer”, por responsabilidad.

Pero creo que tiene un gran mérito este acuerdo porque surge de la mano tendida ofrecida por los socialistas, que están en la oposición aunque ganaron ampliamente las elecciones hace ahora un año, con 10.000 votos más que el PP y 20.000 más que Ciudadanos. El PSOE, como primera fuerza en el ayuntamiento, aporta al Pacto 10 concejales, 6 más que los naranjas y 3 más que los de la gaviota.

Y tiene mucho mérito también porque esa mano tendida ha sido recogida por el equipo de gobierno gracias al trabajo de los portavoces de los partidos que lo apoyan, César Díaz por el PP y Manuel Olivares por Ciudadanos, que han reaccionado de manera también responsable anteponiendo el bien de la institución y haciendo un esfuerzo por dar estabilidad al ayuntamiento en unos momentos difíciles y complicados, con preferencia a otras posibles aritméticas. Hay que reconocer que ese esfuerzo ha tapado la incompetencia e inacción de los otrora primeros espadas de sus formaciones, el alcalde Luis Salvador, de gira televisiva haciendo de oposición al gobierno de la nación en lugar de estar trabajando por la ciudad, y Sebastián Pérez, el vicealcalde, teniente de alcalde o no sé qué cargo y condición ostenta en la actualidad, que anunció que se retiraba pero que hoy por hoy se ha tomado muy a pecho lo del teletrabajo y está muy tele (de lejos) pero poco de trabajo.

Tiene mérito porque es un Pacto que se hace con luz y taquígrafos, que todo el mundo puede consultar y que difiere mucho del modo aún no aclarado en el que se llegó a la esperpéntica situación del actual gobierno municipal con un alcalde que fue el menos votado y ‘soportado’ (no es metáfora) por sus compañeros de grupo y por otro partido que cuenta el doble de concejales que el suyo.

Francisco Cuenca, durante la firma, con César Díaz y Manuel Olivares.

Tiene mérito también porque el Acuerdo alcanzado incluye acuerdos concretos para que los sectores más perjudicados por la pandemia no queden desprotegidos, con compromisos para reforzar los Servicios Sociales, medidas para poner en marcha programas de estímulo del comercio de cercanía, en el centro y los barrios, así como bonificaciones a los sectores profesionales más afectados como pueden ser la hostelería, el turismo o las empresas culturales. Y porque además apunta hacia la transición, que no debería de haberse torcido, hacia un nuevo modelo económico para Granada basado en la Ciencia y el Conocimiento. Entre los 22 puntos firmados se incluyen medidas fiscales, el impulso a la obra pública o una nueva movilidad, para la nueva normalidad que se avecina, con la ampliación de las zonas de peatonalización y la apuesta por un transporte público no contaminante.

Tiene mérito porque el grupo municipal socialista se ha tragado, con generosidad y por responsabilidad, que los partidos que forman el gobierno municipal no apoyaran los presupuestos en ejercicios anteriores en los que había un agujero económico heredado de la etapa negra del gobierno de Torres Hurtado, que creció con el desastre de la LAC y con las sentencias judiciales en las que la ciudad tuvo que pagar casi 30 millones de euros por asuntos de mala gestión urbanística o directamente ligados a la corruPPción, con dos P del Partido Popular.

Tiene mérito que Paco Cuenca y su equipo desde la oposición hayan facilitado el acuerdo en un contexto de crispación porque eso no es lo que está ocurriendo en Andalucía, a pesar del ofrecimiento hecho por Susana Díaz al presidente de la Junta, cuando JuanMa Moreno le da la presidencia de la Comisión Parlamentaria para la Reconstrucción de Andalucía a un miembro de Vox, formación que se había mostrado contraria a los objetivos y a la propia creación de la Comisión. No es tampoco desgraciadamente lo que está ocurriendo con la oposición nacional cuyos esfuerzos van únicamente orientados a derribar al gobierno, desde antes del coronavirus y después.

Tiene mérito el pacto firmado entre PP, Ciudadanos y PSOE porque es un acuerdo en el que las medidas recogidas han surgido del Plan de Reconstrucción por Granada propuesto por el grupo municipal socialista hace menos de un mes que a su vez recogía las aportaciones de los agentes económicos y sociales y colectivos ciudadanos de Granada. Ante la ausencia del alcalde durante estas semanas, (más pendiente de las cámaras que de las personas), Paco Cuenca, el portavoz socialista, ha cubierto el hueco y ha sabido escuchar las demandas de la ciudadanía y mostrar empatía con la situación personal, familiar, laboral o empresarial de la sociedad granadina.

Ojalá sirva de ejemplo este acuerdo, y el alcanzado en el ayuntamiento de Sevilla, (en este caso impulsado por el alcalde Juan Espadas y en el que se han implicado todas las fuerzas políticas, salvo VOX), para que haya un cambio de actitud por parte de todas las fuerzas políticas y estén a la altura de las circunstancias y del conjunto de la sociedad, que en su inmensa mayoría está teniendo un extraordinario y responsable comportamiento durante todo este ‘periodo especial’ que estamos viviendo en los últimos meses.

Ojalá suponga un punto de inflexión y fomente los acuerdos de los partidos políticos en las cuestiones de interés general, en los asuntos de estado y que este acuerdo en Granada espolee otros pactos por toda la geografía española.

Ojalá contribuya a que el Partido Popular, a nivel nacional, abandone el carril de la extrema derecha y deje de chupar rueda de la ultraderecha si quiere liderar el pelotón de la oposición y convertirse en una alternativa seria de gobierno. Convendría de camino, por su propio bien y por el del país, que Ciudadanos volviera al centro político y contribuyeran a que dejen de ser determinantes, para asuntos trascendentales de interés general, algunas fuerzas minoritarias con intereses muy particulares.

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