Un manotazo duro, un golpe helado, (como en la Elegía a Ramón Sijé), he sentido al conocer la noticia del “asesinato” de un ejemplar de quebrantahuesos en la Sierra de Castril. Nunca he entendido el placer de la caza, el gustillo por el disparo a un animal salvaje (dicho en el mejor sentido de la palabra). Pero cuando la pieza es un ejemplar como esta hermosa ave carroñera, para más INRI, en época fuera de veda, y con la premeditación y alevosía que parece estar perpetrado el crimen, me entra una gran duda sobre la humanidad de su autor, a buen seguro un salvaje animal (en el peor sentido ahora del término), y desde luego poco digno de pertenecer a la especie de homo sapiens.
La reciente muerte, por disparo de escopeta, de la quebrantahuesos Segura hará que esta gran Ave retrase su llegada a Granada y nos prive unos años más de su vuelo majestuoso por las cumbres de Sierra Nevada. Esta vez la culpa no será la falta de presupuestos ni el enfrentamiento entre instituciones, (las más de las veces estéril). Un desalmado, un gilipollas, la mala leche y la insensatez de una persona, sola o malacompañada, provocará que tardemos algo más en disfrutar del impresionante espectáculo del quebrantahuesos sobre el Trevenque o Los Cahorros, una imagen perdida desde el año 1950 (en el que se recogen las últimas citas de esta especie en nuestra provincia), por causas in-humanas (venenos, coleccionismo y accidentes en tendidos eléctricos principalmente).
Espero que mis compañeros de la Consejería de Medio Ambiente, encabezados por Miguel Ángel Simón y los amigos Juan, Mariló, Sergio... de la Fundación Gypaetus, (una organización privada, sin ánimo de lucro, que trabaja por la conservación y recuperación de especies amenazadas en Andalucía), encargada del desarrollo del proyecto de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía, se sobrepongan a este atentado y continúen con éxito el programa con la suelta de los ejemplares que ahora se encuentran en el Centro de Cría ubicado en el parque natural de Cazorla.
La reciente muerte, por disparo de escopeta, de la quebrantahuesos Segura hará que esta gran Ave retrase su llegada a Granada y nos prive unos años más de su vuelo majestuoso por las cumbres de Sierra Nevada. Esta vez la culpa no será la falta de presupuestos ni el enfrentamiento entre instituciones, (las más de las veces estéril). Un desalmado, un gilipollas, la mala leche y la insensatez de una persona, sola o malacompañada, provocará que tardemos algo más en disfrutar del impresionante espectáculo del quebrantahuesos sobre el Trevenque o Los Cahorros, una imagen perdida desde el año 1950 (en el que se recogen las últimas citas de esta especie en nuestra provincia), por causas in-humanas (venenos, coleccionismo y accidentes en tendidos eléctricos principalmente).
Espero que mis compañeros de la Consejería de Medio Ambiente, encabezados por Miguel Ángel Simón y los amigos Juan, Mariló, Sergio... de la Fundación Gypaetus, (una organización privada, sin ánimo de lucro, que trabaja por la conservación y recuperación de especies amenazadas en Andalucía), encargada del desarrollo del proyecto de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía, se sobrepongan a este atentado y continúen con éxito el programa con la suelta de los ejemplares que ahora se encuentran en el Centro de Cría ubicado en el parque natural de Cazorla.
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