domingo, 31 de enero de 2010

CUIDAR LOS HUMEDALES

Una respuesta al cambio climático

El dos de febrero de 1971 se firmó el Convenio Internacional sobre los Humedales, a orillas del Mar Caspio, en la ciudad iraní de Ramsar, de la que recibe el nombre por la que se ha hecho famoso. Esta es la fecha escogida para la celebración del Día Mundial de los Humedales.

Los humedales son ecosistemas especialmente amenazados ya que hay múltiples factores que afectan a su pérdida o degradación (sobreexplotación, sedimentación, contaminación, reducción hábitat, eutrofización, introducción de especies exóticas invasoras…).

A estas causas “clásicas” podemos sumar que los humedales son especialmente vulnerables al cambio climático ya que éste producirá, está produciendo, variaciones en la cantidad y calidad del agua, alteración de los periodos de sequía e inundación, ampliación del área de distribución de especies invasoras... y otros muchos impactos que todavía no somos capaces de identificar y valorar y que se desarrollarán a velocidades que harán muy difícil la adaptación a las nuevas condiciones ambientales de las variadas comunidades biológicas que albergan.

La otra cara de la moneda es que la conservación, la correcta gestión de los humedales, nos puede ayudar a mitigar los efectos del cambio climático y a establecer estrategias de adaptación que disminuyan su impacto al hacerlos más resistentes.

Sierra Nevada, la gran montaña mediterránea, es famosa por sus numerosas lagunas de origen glaciar, pero cuenta también con un paraje, en su falda suroccidental, de gran importancia ecológica incluido en el listado de Humedales Ramsar: "Los Humedales y Turberas de Padul". Invito a acercarse a este lugar a través de la mirada de mi amigo Jorge Garzón en el extraordinario portal desarrollado por Andarural, denominado "Miradas de Andalucía", o a través de la Estación Ornitológica de Padul que gestiona el aula taller del parque natural "El Aguadero", bajo la dirección de otro amigo, José Manuel Rivas. A ellos no hace falta explicarles la importancia y atractivo de las áreas húmedas ni tampoco sobre la biodiversidad, sobre todo de avifauna, que albergan.

La Convención de Ramsar

La Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, llamada la Convención de Ramsar, es un tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos. Negociado en los años 1960 por los países y organizaciones no gubernamentales que se preocupaban por la creciente pérdida y degradación de los hábitats de humedales de las aves acuáticas migratorias, el tratado se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 y entró en vigor en 1975. Es el único tratado global relativo al medio ambiente que se ocupa de un tipo de ecosistema en particular, y los países miembros de la Convención abarcan todas las regiones geográficas del planeta.

La misión de Ramsar

La misión de la Convención es “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”.

La Convención emplea una definición amplia de los tipos de humedales abarcados por esta misión, incluidos pantanos y marismas, lagos y ríos, pastizales húmedos y turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, zonas marinas próximas a las costas, manglares y arrecifes de coral, así como sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas.

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