Parece avispa pero no lo es. Sírfido del género Chrysotoxum |
Esta semana tocaba de nuevo tratar algún asunto relativo a Sierra Nevada como Paraíso de Biodiversidad y tocaba 'bichos' y me he atrevido de nuevo con un grupo de insectos, en este caso mujy curioso porque la mayoría de la gente al verlos puede pensar que son avispas y son 'moscas'. Por alguna razón no apareció en la web del periódico por lo que no puedo adjuntar el enlace. El reportaje fotográfico es obra de Adriá Miralles un joven aunque experto naturalista completado con alguna imagen de mi amigo, y colaborador más habitual, José Miguel Barea.
Así quedó finalmente la doble página a color del sábado:
Reproduzco aquí el artículo original que quedó recortado un poco por razones de espacio en la versión en papel.
Moscas muy 'avispadas'
Dos grupos de insectos,
estrechamente emparentados con las moscas, aparentan ser avispas o
abejas para confundir a sus posibles depredadores.
Los sírfidos son conocidos como moscas de las flores (Eristalis arbustorum) |
Los dípteros son un grupo de insectos muy amplio que incluye a
moscas, mosquitos, típulas, tábanos y otros insectos caracterizados
por tener un par de alas membranosas y otro par reducido a una
especie de diminutos balancines denominado halterios que les sirven a
manera de giróscopos para controlar la dirección durante el vuelo.
En este grupo se encuentran también los bombílidos y los sírfidos,
dípteros braquíceros, (con antenas cortas), un asombroso caso
evolutivo de mimetismo animal.
Sírfidos
o ‘moscas de las flores’.
Los sírfidos constituyen una familia de dípteros braquíceros cuyos
adultos liban el néctar, de ahí el nombre de 'moscas de las flores,
adoptando el aspecto de himenópteros como las abejas y las avispas,
con las que se confunden fácilmente a primera vista. Se les conoce
también como moscas cernícalo (en inglés se les denomina
hoverflies) por su habilidad para suspenderse inmóviles en el
aire, e incluso para avanzar en cualquier dirección sin girar el
cuerpo. Algunas especies se asemejan mucho a himenópteros con
aguijón por sus colores negros y amarillos, como las avispas, o
pardos con bandas anaranjadas, como las abejas.
'Moscas cernícalo'. Los sírfidos se conocen también como moscas cernícalo por su capacidad para suspenderse inmóviles en el aire. |
Existen alrededor de 5.400 especies de sírfidos, de las que en
España podemos encontrar cerca de 300. En Sierra Nevada se han
citado, hasta el momento, unas 40 especies.
BENEFICIOSOS:
Además de ser extraordinarios indicadores de la biodiversidad de los
ecosistemas, los sírfidos son doblemente beneficiosos. Cuando son
larvas, se alimentan de pulgones (en algunos lugares se emplean como
control biológico de plagas). Los adultos son polinizadores
importantes, ya que se alimentan de néctar y también de polen,
especialmente las hembras que necesitan las proteínas del polen para
la maduración de los ovarios y la producción de los huevos.
¿Cómo distinguirlos?
Aunque a primera vista el disfraz puede hacer que los sírfidos se
confundan con una avispa o abeja, resulta fácil distinguirlos,
aparte de por no poseer el temido aguijón. Existen varias
características diferenciadoras:
En la cabeza: los ojos son ‘de mosca’, grandes,
desproporcionados en relación a la cabeza y las antenas son muy
cortas y sin la articulación en dos partes de los himenópteros;
además, la boca tiene ‘trompa chupadora’, como las moscas, y no
aparato masticador, como las abejas y avispas.
Cópula de Eupeodes. Los sírfidos a diferencia de las avispas tienen los ojos muy grandes y las antenas pequeñas. |
En las alas: como todos los dípteros, tiene únicamente
dos alas funcionales operativas (las otras dos están atrofiadas a
modo de balancines o timones para el vuelo), a diferencia de los
himenópteros que poseen dos pares de alas.
En el abdomen: la inmensa mayoría son lampiños, y
carecen de la ‘típica cintura de avispa’, manteniendo un grosor
más o menos uniforme en todo el cuerpo.
Los sírfidos tienen exclusivamente un par de alas (Helophilus pendulus) y el abdomen generalmente lampiño, careciendo de la típica 'cintura de avispa'. |
Además los sírfidos se diferencian de cualquier otro díptero en
que poseen una vena característica en las alas denominada vena
espuria.
Bombílidos
o ‘moscas abeja’.
Estos insectos tienen un aspecto semejante a las abejas (en inglés
se denominan beeflies que significa ‘mosca abeja’). Los
bombílidos son una de las mayores familias de dípteros braquíceros,
con más de 5.000 especies en todo el mundo. Pueden encontrarse en
todos los continentes excepto en la Antártida, sin embargo, su más
alta distribución se produce en ambientes semiáridos y áridos. En
Sierra Nevada se conocen 30 especies aunque es probable que la
diversidad sea mayor ya que es un grupo insuficientemente estudiado.
Mosca abeja. Los bombílidos se alimentan de néctar y polen. |
Un bombílido chupando sales minerales (José Miguel Barea) |
La mayoría de las especies de este grupo son corpulentas, velludas y
de tamaño mediano, con un vuelo rápido. Las larvas son predadoras
de los huevos y larvas de otros insectos, tales como orugas, abejas y
escarabajos. Las hembras depositan sus huevos en la proximidad de los
nidos de otros insectos, en especial de abejas solitarias. Algunos
taxones se han especializado con respecto al hospedador pero otras
son oportunistas y parasitan a gran variedad de especies. Los adultos
se alimentan de néctar y polen de las flores por lo que aumentan la
confusión con su posibles predadores que pueden temer la picadura de
una abeja.
Mosca abeja. Bombylella atra |
Mimetismo
y camuflaje: el arte de engañar
Muchos insectos han adoptado dos estrategias para la supervivencia:
el mimetismo y el camuflaje. El mimetismo es una habilidad que
ciertos seres vivos poseen para asemejarse a otros organismos de su
entorno y así obtener alguna ventaja funcional. El objeto del
mimetismo es engañar a los sentidos de los otros animales que
conviven en el mismo hábitat, induciendo en ellos una determinada
conducta. Los casos más conocidos afectan a la percepción visual,
como es el caso de las moscas de las flores y moscas abeja, pero
también hay ejemplos de mimetismo auditivo, olfativo o táctil.
Por otro lado, mediante la técnica del camuflaje o cripsis
otros organismos consiguen confundirse con su entorno, (piedras,
hojas, suelo…), para pasar desapercibidos, bien para evitar ser
capturados o bien para evitar que sus presas los detecten hasta el
momento del ataque. Aunque se da en muchos grupos zoológicos, en el
amplísimo grupo de los insectos encontramos verdaderos especialistas
en este arte de engañar y de camuflarse.
El mimetismo es un motor evolutivo, una lucha constante, por un lado,
para conseguir pasar desapercibido y confundir al enemigo y por otra,
para distinguir la realidad con las apariencias.
CAMUFLAJE:
Geométrido. La oruga de esta mariposa nocturna parece enteramente una ramita más de la planta.
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Pseudochazara hippolyte. Esta mariposa se confunde en reposo con su sustrato (José Miguel Barea) |
Casos curiosos:
El gran pavón de noche (Saturnia piry) tiene unas marcas en las alas que simulan los ojos de un búho. A este fenómeno se le denomina aposematismo, animales inofensivos que adoptan rasgos de advertencia de otros peligrosos.
Autor: José Mguel Barea |
La orquídea abeja espejo (Ophrys speculum) es una especie de planta cuya flor imita el aspecto de una abeja a los ojos de un macho. La mancha azul evoca el reflejo del cielo sobre las alas paralelas. Además del engaño visual las orquídeas emiten sustancias olorosas que se asemejan a las feromonas para atraer a las abejas.
Autor: Sergio Martín |
Etimología:
Dípteros.
Proviene del latín díptera y este a su vez del griego di
= dos, doble y pteron = alas.
Braquíceros.
Esta palabra en su etimología está compuesta del griego brachis
= breve y keras = cuerno (antena).
Mimetismo:
del griego mimetes = imitación
Cripsis:
de kryptos que significa 'lo oculto'
1 comentario:
Muy interesante gracias por compartir esta obra de la naturaleza
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