Esta semana volvemos al apartado de flora en la serie de artículos de Sierra Nevada, Paraíso de Biodiversidad en el periódico Granada Hoy. En esta ocasión lo he dedicado al género Sorbus, con cinco especies representadas, de las cuales dos están en peligro de extinción en Andalucía. De nuevo he contado con el asesoramiento y colaboración de Mario Ruiz, el director del Jardín Botánico Hoya de Pedraza y de José Miguel Muñoz, mi botánico de cabecera y responsable del equipo de flora del Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada. Y he rescatado una bella foto del Camarate de Luis Ordóñez para ilustrar la comunidad del robledal en la que podemos encontrar los mejores ejemplares del género en Sierra Nevada.
Así quedó la edición digital:
http://www.granadahoy.com/granada/Serbales-mostajos_0_1192081103.html
Y así quedó la doble página en la versión impresa a color.
Reproduzco la versión original completa tal y como la envié al periódico con un apartado 'extra' sobre la apomixis:
Sierra Nevada, Paraíso de Biodiversidad
Serbales y mostajos
En Sierra Nevada hay presentes cinco especies del género Sorbus, dos de ellas están catalogadas como ‘en peligro de extinción’.
Sorbus hybrida. Ejemplar en otoño en el valle del San Juan |
Hojas y flores de Sorbus aria |
Los
Sorbus, son árboles -de entre 10 y 20 metros de altura- o
arbustos,de hoja caduca y carentes de espinas. Las hojas son simples
o compuestas imparipinnadas (el número de foliolos es impar, con un
foliolo terminal al final del nervio medio de la hoja). La
inflorescencia es de tipo corimbiforme (abierta, racimosa en la que
el eje es corto y los pedicelos de las flores son largos y salen a
diferentes alturas). Las flores son pentámeras de olor nada
atractivo con pétalos blancos. Estambres numerosos (entre 15 y 25).
Ovario ínfero o semi-ínfero con 2-5 carpelos; estilos terminales,
soldados en la base. Fruto en pomo, con varias semillas en su
interior, dispersado por aves.
Los
miembros de este género son endémicos de regiones frías y
templadas, del hemisferio norte, con una gran cantidad de especies
diversas, muchas de ellas híbridas. En España se encuentra
especialmente en bosques de las sierras de la mitad norte, hasta los
2.000 m; resisten bajas temperaturas, y se pueden encontrar en
bosques de hayedos, robledales y abetales. Prefieren los suelos
ácidos sobre sustratos silíceos sueltos y frescos. Viven tanto a
pleno sol como bajo la semisombra de otros árboles.
Algunas
especies se han empleado como ornamentales debido a la vistosidad de
sus hojas y frutos. La madera es muy estimada en ebanistería y para
la fabricación de utensilios domésticos.
Camarate.
Serbales y mostajos acompañan a otras especies en los robledales
nevadenses.
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ESPECIES
PRESENTES EN SIERRA NEVADA.
En
Sierra Nevada se encuentran presentes cinco especies del género
Sorbus: S. aria, S. domestica, S. hybrida, S.
intermedia y S. torminalis.
Sorbus
aucuparia (el
conocido como ‘serbal de cazadores’) que crece en una variedad de
hábitats a lo largo del norte de Europa y en la mitad septentrional
de la Península, fue citado en Sierra Nevada por diversos autores
en el siglo pasado pero no se ha podido confirmar su presencia y las
citas se consideran en la actualidad errores en la determinación y
localización de la especie o confusiones con Sorbus
domestica).
Frutos
del serbal de cazadores
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El
mostajo
común o serbal blanco (Sorbus
aria)
es un árbol de 7 a 14 metros de altura de corteza lisa y de color
blanquecino. Hojas ovales simples de borde dentado, con el envés
blanco, lo que da al árbol un aspecto plateado. Los frutos son pomos
de forma globosa ovoide, de color rojo y de pulpa poco sabrosa, de
aspecto harinoso. La madera es muy dura, de color blanco a pardo
rojizo. Se encuentra en robledales, hayedos, abedulares y carrascales
que reciban más de 500
mm
de lluvia. Se adapta muy bien en zonas con inviernos fríos..
Está
presente tanto en el suroeste de Europa como en el Norte de África y
Canarias. En Andalucía, se encuentra muy disperso, casi siempre
individuos aislados o en pequeños rodales en los sistemas
montañosos. En Sierra Nevada lo podemos encontrar entre los 1.200 y
2.000 metros de altitud, en barrancos y lugares umbrosos con
orientación norte, acompañando a robles, arces, quejigos y arbustos
espinosos como endrinos, majuelos, rosales silvestres… La mejor
masa de esta especie se encuentra en la Dehesa del Camarate.
El
serbal
común,
(Sorbus domestica),
es el único del grupo que posee un fruto comestible llamado serba.
El árbol suele medir unos 12 metros de altura de media, aunque puede
llegar hasta los 20 metros de manera excepcional. La copa es
frondosa, tiene ramificación regular y forma alargada-redondeada.
Florece durante la primavera y sus frutos, los más grandes del
género y en forma de pera, se recogen a finales de verano, y deben
ingerirse ‘sobremadurados’. Antiguamente se utilizaban para hacer
mermelada y algunas bebidas alcohólicas fermentadas. Especie escasa
en Andalucía con distribución restringida a las sierras prebéticas
y penibéticas.
Los
frutos del serbal común son los
únicos comestibles.
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El
serbal silvestre,
Sorbus
torminalis,
tiene
también una amplia distribución por el oeste, centro y sur de
Europa, norte de África y oeste de Asia. En Andalucía está
restringido a Sierra Morena, la Sierra de Segura y Sierra Nevada. Su
ecología es la misma que la de Sorbus
aria. Puede
lograr la altura de 25 metros, y se caracteriza porque sus frutos en
pomo, como todos los del género, son de color pardo-marrón (a
diferencia de los de las otras especies de Sorbus
que
son rojos). Tienen propiedades astringentes de ahí su uso contra la
disentería de lo que deriva el apellido (tormina=disentería).
El
serbal silvestre se distingue por sus frutos
de color pardo-marrón
|
Dos
especies en peligro de extinción
En
Sierra Nevada hay presentes también otros dos taxones cuyo origen es
híbrido entre el mostajo y el serbal de cazadores:
Sorbus
hybrida y
S.
intermedia.
Las
hojas de ambos, muestran caracteres intermedios entre las de las
especies parentales. Las del S.
hybrida por
lo general tienen uno o dos pares de folíolos en la base y lóbulos
progresivamente menos marcados hacia el ápice. Las del S.
intermedia son
simples, claramente más alargadas que las de S.
aria y
con varios pares de lóbulos profundamente marcados. Se parecen a las
de esta última especie en el tomento del envés, lo que en ocasiones
induce a confusión.
Sorbus
hybrida. Tiene
sólo dos poblaciones en Sierra Nevada localizadas en el Valle del
San Juan y en el Guarnón y algunos pies aislados más en la Loma de
Maitena. De Sorbus
intermedia también
se conocen dos exiguas poblaciones, una descubierta recientemente en
el
barranco de Valdeinfierno, y la que se conocía históricamente en la
Haza del Sordo. Son las únicas referencias de esta especie en toda
la región andaluza, por lo que constituyen además las localidades
más meridionales de la Península Ibérica.
En ambos casos, los ejemplares se localizan en el tránsito entre los pisos bioclimáticos supramediterráneo y oromediterráneo, ‘en el límite del árbol’ en la zona centro occidental de Sierra Nevada. Se desarrollan en roquedos abruptos casi inaccesibles, con orientación norte, próximos a corrientes de agua permanentes, sobre sustrato silíceo (micaesquistos). El riesgo de extinción es muy alto dado el escaso número de ejemplares, el aislamiento genético con respecto a las poblaciones del norte y centro peninsular, su reducida área de distribución y la escasez de áreas potenciales para su colonización a salvo de los herbívoros, para los que resultan especialmente ‘atractivas y palatables’. Por estas razones el estatus de amenaza para Andalucía es de ‘en peligro crítico de extinción’ (CR).
Hoja de Sorbus intermedia |
Además de las medidas de conservación ex situ, (banco de germoplasma, ensayos de germinación, propagación en viveros, colecciones en jardines botánicos), que se realizan para las especies amenazadas por parte de la Consejería de Medio Ambiente, se han realizado refuerzos de poblaciones y ensayos de plantaciones en otras localidades de su área potencial de distribución en el parque nacional.
Hojas y frutos de Sorbus hybrida |
NOTA: En
botánica, se denomina apomixis a la reproducción asexual por
medio de semillas. Las plantas que presentan este tipo de
reproducción, como los serbales y mostajos, producen sus semillas
sin que ocurra meiosis ni fecundación, por lo que sus descendientes
son genéticamente idénticos a la planta madre. Aunque desde el
punto de vista evolutivo las plantas apomícticas carecen de las
ventajas adaptativas que ofrece la reproducción sexual, la apomixis
permite la fijación indefinida de genotipos altamente adaptados a su
ambiente. Esta ventaja es —desde el punto de vista genético— la
misma que presenta la multiplicación vegetativa. No obstante, en el
caso de las plantas apomícticas los descendientes no permanecen en
las inmediaciones de la planta madre, compitiendo con ella por
recursos, sino que gracias a la dispersión de las semillas, por
medio de las aves en el caso de los Sorbus, nuevos individuos
pueden explorar y conquistar nuevos ambientes.
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