'Atasco' en la cima del Everest (Autor: Nimal Purja) |
Así se ha publicado en la web del periódico:
https://www.granadahoy.com/provincia/Defensores-cumbres-Salvajes-paisaje-paisanaje-Lorenzo-Arribas-Mir_0_1359764563.html
Y así ha aparecido en la versión impresa a doble página:
Sierra
Nevada, Paisaje y Paisanaje
Lorenzo
Arribas Mir
Defensores
de Cumbres ‘Salvajes’
Coordinó
la campaña
del montañismo andaluz contra la instalación de un radar en el
Mulhacén.
Compareció
en las Cortes para defender la declaración del Parque Nacional
"Lorenzo Arribas uno de los defensores de la declaración de Sierra Nevada como Parque Nacional".
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Lorenzo
Arribas Mir. Médico de familia en el Centro de Salud de La Chana.
Profesor Asociado de la Universidad de Granada, en el Departamento de
Medicina Preventiva y Salud Pública. Representante de la Federación
Andaluza de Montañismo en el Consejo de Participación del Parque
Natural y Nacional de Sierra Nevada desde 1995 hasta la actualidad.
Miembro
del Club Mulhacén de Montaña, un club que nació para defender las
cumbres. Ha
participado en expediciones de montaña al Himalaya, Karakorum,
Pamir, Andes, y ha recorrido diversos macizos europeos. Autor de dos
“Guías
de esquí de Montaña”
en Sierra Nevada, y de diversos artículos comprometidos con la
conservación del parque nacional y natural de Sierra Nevada.
Subir
a todo lo alto para que te vea todo el mundo o subir para ver el
mundo, ¿esa es la cuestión? La
vanidad existe. Hacer 'cumbre' es sinónimo de éxito, de conquista.
Por otro lado, las vistas desde una cima son hermosas, sobre todo,
porque cuando uno se las ha ganado limpiamente, hay un estado de
ánimo distinto, una percepción especial, y la montaña te regala un
paisaje aún mas grandioso. Luego te puedes unir a ella y la
defiendes. Es mas que ver el mundo.
¿Cuando
recibiste “la llamada de la montaña”? Los
niños siempre se encaraman a lo que tienen cerca. No se. Siempre he
salido al campo. Con catorce años escalaba en las rocas del Castillo
de Santa Catalina, en Jaén. Siempre recuerdo un día al salir de
clase y desde el parque, ver la imagen de mi amigo Pepe Marín en
plena pared, con una cazadora amarilla que destacaba mucho sobre la
roca. En minutos estábamos allí, no le dio tiempo ni de acabar su
largo. Cogimos un cabo y nos encordamos. Nos latía el corazón a
tope.
Eduardo
Martínez de Pisón se refiere al 'sentimiento de la montaña' ¿Cuál
es el tuyo? Eduardo
es un referente. La pena es que no lo conozca más gente. Hay que
verlo, oírlo, leerlo. Hay frases suyas que encajan con sentimientos
que compartimos, que la mayoría no expresamos de forma tan certera y
tan bella, y que nos conmueven. Martínez de Pisón ha descrito la
sensación en la cumbre de forma hermosa: “la
recompensa moral de estar en la cumbre no es que domines la montaña,
es que estás en ella y rodeado sólo por el cielo”.
Y también nadie como él se ha referido a la recuperación de los
grandes espacios: “cada
vez que restauremos un pedazo de naturaleza, que quitemos un
artificio donde sobra, estaremos contribuyendo no solo a reparar un
daño al mundo, sino también a amparar o a rehacer un escenario de
libertad”.
En
mis sentimientos de montañas ocupan un gran lugar las personas, sin
ellas nada sería igual. La mejor frase sobre esto la ha escrito mi
amigo Eloy Linares,
“las montañas, a más salvajes, también provocan más, en su
dificultad y terreno hostil que son, la unión del elemento humano,
la amistad y una relación profunda entre las personas”.
¿Qué
empuja a la gente a subir a las montañas? ¿Han cambiado en los
últimos años los motivos de ese impulso? No
se lo que impulsa a cada uno. Me gustó oírselo a Kurt Diemberger,
último de los primeros ochomilistas que aún sigue vivo, (Hizo la
primera ascensión al Broak Peak y al Daulaghiri). En su libro “Entre
cero y 8.000 metros”,
cuenta como se dedicaba a buscar cristales en los Alpes, y un día
siguiendo las indicaciones de un viejo hacia una zona de cristales de
cuarzo, sin saber por qué, abandono el camino a los cristales y
subió a la cima de la montaña.
Ahora,
mas allá del sentimiento individual, hay una actividad comercial,
que literalmente ‘empuja’ personas a las cumbres. Lo que hemos
visto en el Everest, con ese ‘récord’ de ascensiones, (más de
200 personas hicieron cumbre el pasado 22 de mayo, con un atasco en
la arista final), no parece lo deseable para el techo del mundo, en
cuyo campo base además se ha generado un importante basurero
.
"Escalando una pared vertical, hace unos cuantos años".
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Joaquín
Araujo dijo en el reciente congreso CIMAS 2018 que
"las montañas son el antídoto para una civilización que se ha
arrancado los ojos". En
su intervención, en ese gran evento internacional, dijo muchas cosas
bonitas e interesantes. Frases como, “la
comodidad es un crimen”,
en alusión a como transformamos las montañas, para hacerlas mas
cómodas o “presumo
de no haber ido a ciertos lugares, de coleccionar ausencias”,
en vez de haber estado, y valga el ejemplo del Everest por la
concurrida ruta de los atascos. “En
la montaña está refugiada la vida que nos queda. Lo mejor que nos
queda”; “la belleza en libertad es el gran regalo de las cimas”.
Eso lo oímos mucha gente ese día. Fue una suerte.
Treinta
años del parque natural y veinte de la declaración del parque
nacional ¿Cuál es tu balance? El
Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada han sido claves para su
protección. Sin ellos la Sierra estaría mucho más degradada,
transformada, devaluada. Se habría agredido por múltiples flancos,
con el aplauso de muchos. Y así habríamos empobrecido, arruinado,
lo último de naturaleza pura que nos queda. Es todo un lujo tener
esa montaña tan cerca, y hay que esforzarse en cuidarla, conservarla
como oro en paño. Se ha hecho una gestión muy razonable. Hay quien
olvida que los parques nacionales nacen para evitar la degradación
de los últimos rincones de naturaleza salvaje.
¿Hacen
falta más refugios en Sierra Nevada? Hoy
día en la Sierra, con la facilidad de acceso que hay por casi todas
sus vertientes, ya no son tan necesarios. En algunas zonas, los dos
últimos valles salvajes, nunca deberíamos construirlos, para que
dejemos a las próximas generaciones esos grandes espacios lo mas
limpios posibles. Por otra parte, se construyeron algunos por encima
de los 3.000 metros, y otros incluso en las mismas cumbres. Fueron
grandes errores. Algunos se han corregido, estamos a tiempo de dar
marcha atrás. Hay que recuperar cumbres antes que refugios. Un
refugio en la cima es un acto de domesticación de la montaña, toda
una pérdida de su espíritu salvaje, una herida grave, por la que se
vierte como un sangrado el alma de la montaña, que queda exangüe, y
a veces hasta pierde su nombre. Es algo tremendo.
"Es autor de dos libros con rutas de esquí de travesía" |
¿Cómo
se lucha contra los residuos en la alta montaña? Cada
uno de nosotros, cada día que visitamos la montaña, debemos volver
a casa con todo, y allí eliminar los residuos. Eso sería ya un gran
paso. Aún hay gente tirando desperdicios en las cimas, incluso
personas concienciadas, que creen que es bueno dejar tirado lo
biodegradable. En los parques nacionales, y el nuestro lo es, hay que
educar e informar, como la campaña por un comportamiento responsable
que se está haciendo.
Las
montañas son observatorios privilegiados del cambio climático,
¿cómo ha cambiado Sierra Nevada desde tus primeras incursiones
montañeras? Los
que ya hemos cumplido años, recordamos con nostalgia las grandes
nevadas, las temporadas amplias. Es verdad que siempre intercaladas
de años de sequía, pero nada que ver con lo que hoy vivimos. No
olvido una subida con esquís al Caballo repleto de nieve en Junio,
en plenas fiestas del Corpus. Ni una bajada en navidades desde el
Mulhacén a Trevélez, llegando con los esquís puestos al pueblo.
Eres
partidario de regular los accesos a las cumbres, ¿cómo evitamos la
masificación? No
veo bien sacar entradas para subir a una cima. Menos aún si además
te aproximan con servicios de transporte. Reconozco que la
masificación es un problema. El montañismo ha crecido
exponencialmente. Pero tampoco hay que olvidar como la Federación
Andaluza de Montañismo, ha estado comprometida en la defensa de las
cumbres, y buenos ejemplos han sido sus oposiciones al radar del
Mulhacén, al mirador subterráneo del Veleta, a la pista
Veleta-Capileira, al heliesquí, a los refugios en las cimas, etc.
Sin este montañismo conservacionista, algunas cimas ya no serían lo
que son. Hoy las montañas son lo poco de naturaleza bien conservada
que nos queda, y atraen muchos visitantes, de esa misma sociedad que
ya la ha destruido casi toda, y que hoy busca algo diferente en las
montañas. La paradoja es que las montañas podrían morir de éxito.
Mantener
las barreras naturales, el esfuerzo para llegar, no hacer carreteras
ni medios de transporte a alta cota, ni refugios, manteniendo las
montañas mas inaccesibles, es la mejor solución. Que requieran de
nuestro esfuerzo y preparación, que suponga cierto compromiso
recorrerlas, que podamos incluso sentir miedo en ellas, es muy
necesario. Las montañas deben seguir siendo duras, frías, altas,
alejadas, inhóspitas, poco accesibles, con sus ambientes muy
extremos, el motivo por el que antes no habían sido invadidas y han
llegado hoy en buenas condiciones a nosotros. Deberíamos no
olvidarlo, porque esa es la clave para que sigan siendo ‘salvajes’.
Cartel de la campaña liderada por la Federación Andaluza de Montañismo contra la instalación de un radar militar en la cumbre del Mulhacén |
Vuelven
los proyectos de teleféricos y de ampliación de la estación de
esquí. ¿Es ruido o es que no hemos avanzado nada? Hemos
avanzado mucho, pero nuestra sociedad es la que es, venimos de donde
venimos,
y hemos devorado tesoro natural tras tesoro natural, en aras de
nuestro 'progreso'. Esos proyectos serían auténticos disparates, y
no creo que se hagan realidad. Nuestro Parque Nacional ha sido
incluido en la Green List, la lista de los 25 Espacios Naturales
mejor gestionados del mundo. Esa declaración no es gratis. Por algo
será. Y no ha sido fácil. Se ha enfrentado y se enfrenta a muchos
problemas, con valentía y honestidad. Tenemos que estar muy
agradecidos a los que han gestionado hasta ahora este espacio
protegido.
Una
de las protagonistas de estas entrevistas te citó “Debemos
adaptarnos a la montaña en vez de adaptar la montaña a nosotros”.
¿Tiene un significado especial, nuevo, esta frase tuya, en estos
momentos? Todos
los montañeros no son iguales. Siempre ha sido así. A diferentes
escalas, desde que se inició el alpinismo, ha habido un eterno
debate entre deporte o aventura. Algunos deportistas tienden a poner
la montaña más a su medida, adaptándola para hacer el 'ejercicio
físico' que les gusta, con más comodidad y seguridad. No dudan en
tener construcciones a alta cota y en facilitar los accesos. Y así
transforman la montaña, adaptándola a ellos. Otra cosa es la
aventura en la montaña, que necesita de un espacio virgen, bien
conservado, menos accesible, más incomodo, no tan fácil de dominar,
y hay que adaptarse a él. La aventura es mas enriquecedora, y es la
aliada de la conservación de las montañas.
Pero
sí, sí ha cambiado algo, mucho. Goretex, materiales muy técnicos,
equipos superligeros y de alta calidad, ropa que se seca puesta en
minutos después de una tormenta, teléfonos móviles, sistemas de
alerta rápida y localización GPS en accidentes, predicciones
meteorológicas de alta precisión, más acceso a tecnificación para
practicar el montañismo... Hoy, con todo esto, es hora de ser más
generosos, dejar a las montañas en paz, no crear infraestructuras en
ellas, eliminar las disparatadas que aún se mantienen, recuperar
cimas. Eso es una señal de progreso de más nivel que el goretex.
"Hay que adaptarse a la montaña, no adaptar las montañas". |
EN
BREVE:
Tú
última travesía “de esquí de montaña”. Una
mañana en el Veleta. Está muy cerca de casa.
El
itinerario más espectacular de Sierra Nevada. Para
mí, la subida en invierno a algunas cumbres de la cabecera del
Genil. El paisaje me corta el habla.
¿Cuál
es la ruta más dura? Ninguna
ruta es dura, quizás nosotros estamos blandos para algunas. La
montaña no es dura, es montaña.
Un
lugar para ver amanecer. Hay
un sitio secreto, donde algunos días amanece dos veces cada mañana.
Allí el sol entra primero por un barranco, con un chorro de luz, que
desaparece en minutos, quedas en sombra y luego vuelve ya encendiendo
todo el valle.
Un
lugar para ver caer la tarde. En
la alta montaña, en las zonas remotas. Allí, los atardeceres
siempre son sobrecogedores. A la estética, a la belleza del paisaje,
se sobrepone la caída de la temperatura, la luz que se apaga. Se
para el viento, frío, oscuridad, silencio. Ese es el sitio del mejor
atardecer.
Sierra
Nevada, ¿en verano o en invierno? El
invierno agranda la montaña, la hace menos accesible, está mas
solitaria, y eso le da más valor. El verano también da mucho de si;
por la Sierra corre aire fresco en los días mas calurosos, y es un
placer. Quedan rincones mágicos para todo el año.
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