Horas antes de que se abran las urnas voy a responder a una de las preguntas que más me han repetido en estas últimas semanas: ¿por qué te has metido a coordinador de campaña?
Haré un poco de historia. Digamos que entré en la ejecutiva municipal como secretario de organización casi como un accidente. Yo pensaba que iba a ser "utilizado" en el ámbito provincial y cuando acepté este “marrón”, por responsabilidad, pensaba -y prefería- una hipótesis de candidato a la alcaldía diferente a la que posteriormente elegimos en el Partido. Una vez decidido que Javier Torres Vela era nuestro candidato y que el siguiente objetivo era hacer una buena candidatura, a la vez que manteníamos el máximo de cohesión y estabilidad interna, casi por descarte, se decidió que la mejor opción posible era que yo asumiera este otro “marrón” de coordinador de la campaña.
Al principio las especulaciones me colocaban en la lista pero desde mucho tiempo antes yo ya había decidido y comunicado que no estaba disponible para esta tarea por razones personales. Mientras que se iba conformando el equipo de hombres y mujeres, yo salía en todas las quinielas, por primera vez quizás con buena intención (no para quemarme como en otras ocasiones de mi vida política). Javier me decía que no lo desmintiera porque así sabíamos quién estaba informado y de dónde podían salir los rumore rumore. Hasta que no fue aprobada la lista, muchos no me creyeron. Sobre nuestra lista lo he dicho en varias ocasiones y lo repito ahora: tenemos una gran candidatura y serán un magnífico equipo de gobierno o de oposición.
Luego se iniciaron las conjeturas en las que me colocaban en otros puestos, sobre todo en las delegaciones de la Junta de Andalucía que iban a quedar vacantes y especialmente en la mía, en la de Medio Ambiente. He oído muchas veces que no había entrado en el ayuntamiento porque me reservaba para alguno de estos cargos pero poco a poco se han ido cubriendo estos puestos y se han disipado las teorías al respecto. Por vanidad, hubiera agradecido que se acordaran de mí pero no estoy disponible tampoco para estas eventualidades.
Es difícil explicar y probablemente más difícil creer y entender que no hay ninguna búsqueda de “recompensa” en este trabajo que ahora termino. Al menos el tiempo va confirmando que no he peleado por ningún “cargo” que compensara las “cargas”. Lo dejaré escrito en este blog cuasi clandestino en el que sólo una decena de personas me siguen y me han recriminado que no haya colgado nada en toda la campaña. Conforme ha pasado el tiempo me he sentido a gusto en este trabajo de director de la campaña y me he implicado con toda mi dedicación y entrega (ahora viene la respuesta que estabais esperando) por tres razones:
Por mi Partido. Le he dado mucho en mis más de 25 años de militancia y también he recibido mucho y creía que era un momento para dar un paso adelante no para esconderse o para esperar a ver qué pasa.
Haré un poco de historia. Digamos que entré en la ejecutiva municipal como secretario de organización casi como un accidente. Yo pensaba que iba a ser "utilizado" en el ámbito provincial y cuando acepté este “marrón”, por responsabilidad, pensaba -y prefería- una hipótesis de candidato a la alcaldía diferente a la que posteriormente elegimos en el Partido. Una vez decidido que Javier Torres Vela era nuestro candidato y que el siguiente objetivo era hacer una buena candidatura, a la vez que manteníamos el máximo de cohesión y estabilidad interna, casi por descarte, se decidió que la mejor opción posible era que yo asumiera este otro “marrón” de coordinador de la campaña.
Al principio las especulaciones me colocaban en la lista pero desde mucho tiempo antes yo ya había decidido y comunicado que no estaba disponible para esta tarea por razones personales. Mientras que se iba conformando el equipo de hombres y mujeres, yo salía en todas las quinielas, por primera vez quizás con buena intención (no para quemarme como en otras ocasiones de mi vida política). Javier me decía que no lo desmintiera porque así sabíamos quién estaba informado y de dónde podían salir los rumore rumore. Hasta que no fue aprobada la lista, muchos no me creyeron. Sobre nuestra lista lo he dicho en varias ocasiones y lo repito ahora: tenemos una gran candidatura y serán un magnífico equipo de gobierno o de oposición.
Luego se iniciaron las conjeturas en las que me colocaban en otros puestos, sobre todo en las delegaciones de la Junta de Andalucía que iban a quedar vacantes y especialmente en la mía, en la de Medio Ambiente. He oído muchas veces que no había entrado en el ayuntamiento porque me reservaba para alguno de estos cargos pero poco a poco se han ido cubriendo estos puestos y se han disipado las teorías al respecto. Por vanidad, hubiera agradecido que se acordaran de mí pero no estoy disponible tampoco para estas eventualidades.
Es difícil explicar y probablemente más difícil creer y entender que no hay ninguna búsqueda de “recompensa” en este trabajo que ahora termino. Al menos el tiempo va confirmando que no he peleado por ningún “cargo” que compensara las “cargas”. Lo dejaré escrito en este blog cuasi clandestino en el que sólo una decena de personas me siguen y me han recriminado que no haya colgado nada en toda la campaña. Conforme ha pasado el tiempo me he sentido a gusto en este trabajo de director de la campaña y me he implicado con toda mi dedicación y entrega (ahora viene la respuesta que estabais esperando) por tres razones:
Por mi Partido. Le he dado mucho en mis más de 25 años de militancia y también he recibido mucho y creía que era un momento para dar un paso adelante no para esconderse o para esperar a ver qué pasa.
Por Javier. Aunque lo conozco desde que entré en el Partido (Cristina, su mujer, estaba en la sede cuando llegue a afiliarme al partido y me avaló porque yo llegué por libre con apenas 19 años al Partido), y he tenido con él contacto en todo este largo periodo de tiempo, hasta ahora no había tenido un trato tan directo y creo que su actitud y sus aptitudes merecían que nos volcáramos en este difícil reto de recuperar la alcaldía de Granada. Durante este tiempo he visto reforzada y realimentada diariamente la necesidad de apoyarlo en este empeño colectivo. Lo he visto trabajar, empaparse de la ciudad, formular propuestas, construir un proyecto y un discurso de altas miras.
Por Granada. Cada vez más creo que Granada merece y necesita un cambio que la saque de la mediocridad en la que está sumida. Quiero a Granada y me duele que sea tan conformista, que se quede anclada y que se resista a ser una ciudad de segunda B y no me refiero al fútbol sólo. Granada puede y debe ser más: una gran ciudad cultural, de la innovación y el conocimiento, una ciudad en la que se viva mejor, con más oportunidades para mis 3 “niñas” y para mi futuro niño.
¿Y ahora qué? Pues ahora a esperar que Javier Torres Vela sea el alcalde de todos, de todos los barrios, de todas las personas. Por el bien de Granada más vale que sea a partir de mañana que dentro de cuatro años, porque si no me temo que Granada perderá otra oportunidad. Me temo que el PP, si triunfara, utilizaría el ayuntamiento de Granada durante los próximos meses para desgastar a la Junta de Andalucía y a Zapatero. Lo sabíamos y lo he confirmado cuando me ha llegado la papeleta del PP con la carta de Rajoy de Arenas.
Por mi parte el lunes (o mejor el martes) volveré a mi Sierra Nevada, a mi recién obtenido puesto de conservador del espacio natural Sierra Nevada, a mi medio ambiente y a disfrutar de mi familia y de mis amigos, tras esta experiencia muchos más.
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