Cae la tarde en la Laguna de Aguas Verdes, últimas luces sobre el Mulhacén. Luis Ordóñez. |
Este verano no he podido realizar la Intregral por mi lesión del menisco y no me he atrevido a una travesía tan dura, aunque he hecho varias excursiones de un día. Sí la han realizado dos amigos que me han proporcionado las fotos, Luis Ordóñez y José Miguel Barea, imágenes que han superado con mucho el texto que había preparado y que sólo tiene el objetivo de ilustrar esta experiencia, mucho más que una hazaña deportiva, como intento justificar en mi artículo. Así quedó la doble página tal y como la he descargado de mi aplicación del móvil.
Reproduzco el artículo y pongo las imágenes en su versión original en las que he seleccionado la impresionante imagen inicial, si la ruta parte desde el Caballo, y el hito que muestra que hemos completado la Integral, el mojón en el Picón de Jérez (cada vez más grande). Y he colocado imágenes del atardecer, nocturnas y del amanecer junto a lugares que nos pueden dar una idea de la grandiosidad del paisaje y de la belleza y dureza de algunos puntos de la ruta.
Una
experiencia ‘INTEGRAL’
La
Integral de los Tres Miles, que recorre de punta a punta las principales cimas
de Sierra Nevada, es una experiencia física, cultural, ecológica y espiritual
Si el ascenso por primera vez al
Mulhacén, al Veleta o a cualquiera de los picos emblemáticos que superan los
3.000 metros en Sierra Nevada es una suerte de ‘bautismo’, la realización de la
ruta conocida como ‘la integral de los
tres miles’, un recorrido que va cosiendo todas las cimas de Sierra Nevada
que superan esa altura, se convierte en la ‘confirmación’ de todo
montañero.
Las posibilidades de alcanzar algunas
cumbres por encima de los tres mil metros, en una misma jornada incluso, en
nuestra Sierra, son variadas y están al alcance de mucha gente, durante buena
parte del año, ya que no tienen grandes exigencias físicas ni logísticas. Sin
embargo para la conquista de la ‘Integral’, es necesaria una buena preparación
física, y mental, incluso si la
realizamos en pleno verano y con buenas condiciones meteorológicas, y exige un
buen equipo compuesto, al menos, de saco
y aislante, (eventualmente tienda), comida y bebida para varias jornadas,
además de la vestimenta adecuada en función de la época del año en que vayamos
a realizarla.
UNA RUTA POR TODO LO ALTO
La Integral de los tres miles
es una travesía de alta montaña que une la gran mayoría de los picos superiores
a los 3.000 metros, en muchas ocasiones circulando por la misma divisoria de
las dos Cuencas, hacia el Océano Atlántico o hacia el Mar Mediterráneo. Se puede
iniciar en el Pico del Caballo, el tres mil más al sur y más occidental y
culminar en el Picón de Jérez, el más
oriental y más al norte de todo el macizo o realizarse en sentido inverso. El tiempo que se emplea en realizarla es muy
variable en función de la temporada, de nuestra condición física, del peso que
llevemos y de cuánto ‘nos entretengamos’
en disfrutar de los espectaculares lugares y de las impresionantes
vistas de las que vamos a gozar a lo largo de toda la ruta. La media, en
verano, es de entre tres y cuatro días entre los dos extremos incluyendo el
acceso al punto de partida y el regreso desde el punto de llegada.
La ‘Integral’ debe planificarse
muy bien y debemos disponer para emprenderla de un equipo adecuado, buena condición física, tener experiencia en
la montaña y sobre todo, ir acompañado de alguien que la haya realizado con
anterioridad o por alguna de las empresas de turismo activo que la incluyen
entre sus ofertas de actividades, que cuentan con estupendos y acreditados
profesionales.
El Pico del Caballo, en lo alto del valle del Río Lanjarón, nos regala una bella e impresionante panorámica para comenzar la Integral. José Miguel Barea. |
PROPUESTA DE
UNA INTEGRAL EN TRES ETAPAS
1ª JORNADA. Cerro del Caballo
(3.011 m), Tozal del Cartujo (3.152 m),
Tajos de la Virgen (3.259 m), Puntal de Loma Púa (3.226 m) y Veleta (3.396 m). Podemos
hacer noche en el Refugio Vivac de la Carihuela. Unos 12 km y aproximadamente 8
horas.
Amanece en la Laguna de Las Calderetas, se levanta el campamento. Luis Ordóñez. |
Un grupo de montañeros toma un respiro en el Puntal de Loma Púa. Luis Ordóñez. |
2ª JORNADA. La Carihuela, Cerro de Los Machos
(3.327 m), Crestones y/o Raspones de Río Seco (3.141 m), Loma Pelá (3.183 m), Puntal de la Caldera (3.222 m), Laguna de la
Caldera, Mulhacén (3.479 m). Podemos pernoctar en el entorno de Siete Lagunas.
Aproximadamente 15 km con una duración muy variable en función del número de
cimas que queramos coronar (entre 10 y12 horas).
Las inmediaciones de Laguna Hondera es un lugar ideal para pernoctar. |
Paso por ‘Siete Lagunas’ cargados con el equipo a cuestas. José Miguel Barea. |
3ª JORNADA. Siete Lagunas, Tajos
Colorados, Alcazaba (3.369 m), Puntal de Vacares (3.144 m), La Atalaya o Pico
del Cuervo (3.147 m), hasta Collado de las Buitreras desde donde, tras pasar
por el Pico de la Justicia (3.136 m), se rodeará todo el circo de Juntillas
para dirigirnos hasta el Picón de Jérez (3.088 m), fin del recorrido y desde
donde descenderemos hasta el refugio guardado de Postero Alto. Este tramo tiene
también una duración muy variable, en torno a 20 kilómetros en función de la
ruta elegida y entre 12 a 14 horas estimadas.
ACCESO AL PUNTO DE PARTIDA
Si la opción elegida es de suroeste
a noreste y arrancamos en el Cerro del Caballo tenemos dos opciones:
- desde
Nigüelas, por el Cortijo de Echevarría, para ascender la Loma de los Tres
Mojones o por la Umbría, hasta el Cerro del Huevo, para ascender por la Loma
del Caballo.
- desde Lanjarón,
por el “Camino de la Sierra” hasta las Casas de Tello y el Refugio Ventura y
cabecera del río Lanjarón).
Si nuestro recorrido se inicia en
el extremo oriental deberemos partir desde Jérez del Marquesado y subir hasta
el Refugio guardado del Postero Alto por una pista en buen estado. Desde aquí
acometeremos la subida hasta el Picón de Jérez desde donde disfrutaremos de una
amplia visión hacia la cuerda oriental de los Morrones que se prolonga en la
Sierra Nevada almeriense en el pico del Chullo y, hacia el otro lado de todas
las altas cumbres occidentales que nos disponemos a ‘asaltar’.
Hemos llegado a nuestro último 3.000: Picón de Jérez. José Miguel Barea. |
UNA
EXPERIENCIA CASI RELIGIOSA
Una ruta que nos
acerca al Cielo y nos permite vivir la espiritualidad de la fusión con la
naturaleza de la montaña más salvaje.
Más
allá de su dureza y de su consideración desde el punto de vista físico o
deportivo, la realización de ‘la Integral’ es una especial oportunidad de
sentir la emoción de la grandiosidad de la montaña y a la vez de considerar
nuestra pequeñez, nuestra finitud. En las excursiones de un día generalmente
hacemos cumbre en las horas centrales del día pero en esta ruta dispondremos de
la oportunidad de ver amaneceres y atardeceres desde las cumbres y aprovechar
sus contrastes de luces para gozar de muchos y nuevos matices de la alta
montaña, aparte de disfrutar de la vista de un cielo limpio, infinito, plagado
de estrellas brillantes.
El
objetivo de la realización de esta ruta debe ir mucho más allá de la mera
recopilación de cumbres que se van alcanzando por el mero hecho de ir “poniendo
muescas” en las decenas de picos, crestas, puntales y lomas que superan esta
cota de los 3.000 m. La Integral hay que disfrutarla valorando en primer lugar
los especiales ecosistemas que vamos a recorrer, con una singular flora y
entomofauna, (en muchos casos con especies endémicas exclusivas), unos paisajes
glaciares y periglaciares modelados sobre las rocas formadas hace muchos
millones de años bajo el fondo del mar. Circularemos por veredas con mucha
historia, por pastizales y por canchales; a veces nos encontraremos con pasos
complicados obligados e incluso en algún caso atravesaremos zonas de escalada.
Pero sobre todo disfrutaremos de vistas espectaculares de la propia Sierra y de
un amplio horizonte que abarca ‘Media Andalucía’ que incluye la Vega de
Granada, el altiplano de Guadix-Baza, y numerosas sierras vecinas (Contraviesa,
Lújar, Gádor, Almijara, Huétor, Subbéticas, Mágina, Baza-Filabres, Castril,
Segura…); desde la cumbre podemos divisar una amplia franja del Mediterráneo y
si el tiempo acompaña otearemos el continente africano.
Coronar algunas cumbres requiere bastante esfuerzo y dificultad. Luis Ordóñez.
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