¿De qué escribes hoy en el periódico, de animales o de plantas? me preguntó mi madre el viernes, atenta como siempre a mis artículos, que colecciona exhaustivamente. Le contesté que por el titular y parecería que de animales pero que era sobre unas plantas conocidas como 'dientes de león'. Tocaba apartado paraíso de biodiversidad y flora que el último había sido de pájaros.
Adjunto enlace a la versión digital (más reducida que la versión impresa):
http://www.granadahoy.com/article/granada/2369286/no/son/tan/fieros.html
Y así quedó la versión en papel que incluye además de las especies presentes en Sierra Nevada, las propiedades medicinales de estas plantas, etimología y algunas curiosidades. Transcribo el artículo más abajo completo en su versión inicial y con las imágenes a color.
NO SON TAN FIEROS…
Se denominan comúnmente ‘dientes de león’ por sus hojas profundamente dentadas a muchas especies pertenecientes a varios géneros de la familia de las Asteráceas (nombre actual de unas plantas que se clasificaban clásicamente dentro de las conocidas como Compuestas, por sus características inflorescencias). Parece que su origen es europeo y del norte de África, pero han colonizado multitud de ambientes y se han extendido por todo el mundo, de manera natural o forzada.
Algunas especies se han especializado para la vida en la alta montaña, adaptándose a las exigentes, duras y hostiles condiciones de los variados ecosistemas serranos.
Especies
presentes en Sierra Nevada:
Diente de léon de Sierra Nevada, o de Bory.
Su nombre científico es Leontodon
boryi, y es una especie casi
exclusiva de Sierra Nevada ya que su presencia en las cercanas
sierras de Cazorla, La Sagra y Gádor, es puntual y escasa.
Se desarrolla en los pastizales psicroxerófilos y matorrales almohadillados de alta montaña, lastonares y piornales, en suelos poco desarrollados de los pisos oro- y crioromediterráneo, entre los 1.800 y los 3.300 m de altitud, donde está acompañado por una diversidad de plantas, la mayoría endémicas, como la revientabarrigas, el tomillo de la Sierra, el papo, la zahareña, la vulneraria o la gamarza. Su distribución es prácticamente continua a lo largo de las altas cumbres nevadenses.
En la actualidad no existen amenazas
importantes para L. boryi,
ya que es una especie con gran versatilidad ecológica, su margen
altitudinal es amplio, las comunidades en las que vive son bastante
estables y sus poblaciones ocupan áreas extensas con un número de
individuos elevado. Está incluida en la Lista roja de la flora
vascular española y en la Lista roja de la flora vascular de
Andalucía, calificada como "casi amenazada”, categoría que
se le atribuye básicamente atendiendo a criterios de estenocoria
(área de distribución restringida de este taxon).
De este mismo género también se pueden
encontrar en Sierra Nevada otras especies que tienen una distribución
más amplia en Andalucía: Leontodon
longirostris, L. maroccanus, L. saxatilis y L. tuberosus
Diente de león de los borreguiles.
Su nombre científico actual es
Scorzoneroides microcephala,
aunque durante mucho tiempo ha sido
clasificado como Leontodon
macrocephalus.
Vive en prados higroturbosos (‘borreguiles’),
en lugares no encharcados superficialmente, sobre suelos profundos y
ricos en materia orgánica, desarrollados sobre micaesquistos, entre
los 2.400 y los 3.300 m. de altitud. Es una especie exclusiva de
Sierra Nevada, clasificada como vulnerable ya que por sus específicos
requerimientos ecológicos tiene una distribución dispersa y
discontinua lo que constituye su principal amenaza junto con el
sobrepastoreo, alteración de los cursos de agua o el impacto del
uso público.
Está acompañada de otros endemismos de estos
ecosistemas singulares como los cervunos, gencianas, estrellas de las
nieves, arándanos, Carex intrincata,
Campanula herminii, Lotus glareosus, Bothrychium lunaria…
Otras especies de este género presentes en
Sierra Nevada son el endemismo Scorzoneroides
nevadensis que vive entre los 1.700
y los 2.500 m. de altitud en el matorral almohadillado, en borde de
borreguiles, más o menos húmedos y
S. pyrenaica, de distribución más
amplia en otras montañas de toda la península.
Diente de león común.
Taraxacum vulgare
(antes apellidado officinalis
lo que alude a su carácter farmacéutico), es el más común y
abundante, con una distribución cosmopolita. Hierba de unos 20 cm de
altura, raíz carnosa que al cortarla supura un látex blanco. Sus
hojas son simples, lanceoladas con el margen dentado. Las flores en
cabezuelas de color amarillo y frutos en aquenio rematado con un
vilano para la dispersión de las semillas.
Taraxacum vulgare, se observa flores, hojas dentadas y vilanos |
Taraxacum nevadense, endemismo exclusivo de nuestras cumbres |
MÚLTIPLES PROPIEDADES MEDICINALES
El diente de león tiene muchas propiedades
medicinales que son conocidas desde la antigüedad. La decocción de
la raíz es un buen remedio para la descongestión y estimula la
acción hepática. El diente de león es un buen laxante y baja el
nivel del azúcar en sangre, estimulando el apetito. Las hojas
tiernas se pueden ingerir en ensaladas ya que tienen vitaminas B y C
y muchos minerales aunque su sabor es un tanto amargo. Diurético y
depurativo.
Etimología
Leontodon:
nombre genérico que proviene de las palabras griegas leon
= ‘león’, y odons
= ‘diente’, en alusión a las hojas profundamente dentadas.
Taraxacum:
palabra latina que parece venir del persa tharakhchakon
o talj chakuk,
que significa "hierba amarga" y que designa un cierto tipo
de achicoria. No fue hasta el año 1000 que el vocablo pasó al latín
medieval a través del médico persa Avicena. También se le atribuye
la etimología griega taraxos
= mal, enfermedad, y akon
= remedio, en alusión a su propiedades medicinales.
Al diente de león se le denomina en francés
pisée au lit
(‘pis’ en la cama) por su fuerte efecto diurético.
CURIOSIDADES:
El nombre en inglés de estas plantas del género Leontodon es
hawkbit, que viene de hawk = halcón, ya que se creía en la Edad
Media que estas aves comían la planta para mejorar su visión.
Leontodon boryi fue descubierto por el militar francés
Jean-Baptiste Bory de Saint Vincent en una visita en el verano de
1811 a Sierra Nevada, época en la que Granada estava ocupada por las
tropas galas comandadas por el general Sebastiani durante la Guerra
de la Independencia.
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