Aunque no es el primer artículo que publico en Granada Hoy sobre aspectos relativos a la gestión del parque nacional y natural de Sierra Nevada, esta semana hemos dado entrada a una nueva serie que he denominado "Sierra Nevada, un modelo de gestión" que advierto que no significa ni pretende decir que seamos una 'gestión modelo', (en todo caso que aspiramos a serlo), sino más bien acercar, divulgar, algunas decisiones de la gestión de este singular espacio natural protegido desde un lenguaje accesible y desde la perspectiva de los que tenemos que tomar decisiones complejas en las que se conjugan diferentes intereses y visiones, a menudo, enfrentadas. Vaya por delante que procuramos siempre tomar esas decisiones, por un lado, con la mejor información técnica y científica disponible y por otra parte con el máximo consenso social posible.
Se suma esta serie a las habituales relativas a la biodiversidad de flora y fauna nevadense, que están almacenadas en este blog con la etiqueta #ParaísoDeBiodiversidad y las dedicadas al turismo de naturaleza, que llevan el nombre de #MontañaDeOportunidades y a la colección de artículos dedicados al impacto del cambio climático que aglutiné como #LaHuellaDelCambioGlobal.
He arrancado con el tema de los controles de población de jabalíes en el Parque Nacional. A los que me han escrito indicando que se debiera realizar la reintroducción del lobo como alternativa a las batidas de gestión les remito a mi opinión al respecto en "Vuelve el lobo", aunque a algunos les diría que antes lean completamente este artículo.
Adjunto enlace a la versión en la web del periódico Granada Hoy:
http://m.granadahoy.com/vivir/Jabalies-raya_0_1124888040.html
Y así quedó la doble página en color en la versión impresa.
Transcribo el artículo íntegro en su versión original agradeciendo a José Enrique Granados y Javier Cano sus apuntes y a Paulino Fandos las fotos cedidas.
Los jabalíes alcanzan a madurez sexual muy pronto, entre el primer y segundo año. |
Jabalíes
‘a raya’
Desde
hace más de un década se realizan controles de población de este
ungulado silvestre en el Parque Nacional de Sierra Nevada para
mantener las poblaciones en niveles que no produzcan daños a la
flora y fauna ni a cultivos u otros bienes privados.
En
las últimas décadas, por
diversas razones, entre
las que destacan el
abandono
de los usos tradicionales y
la
emigración rural acaecida en las áreas de montaña,
se ha producido un espectacular aumento del área de distribución
del jabalí (Sus scrofa) en toda la Península Ibérica,
llegando en su expansión a aproximarse a las áreas urbanas. Además
de ampliar su territorio las poblaciones de jabalí han crecido
numéricamente de forma notoria, debido al elevado potencial
reproductivo de la especie y a la práctica ausencia de predadores
naturales que regulen y/o controlen sus poblaciones.
Ejemplar adulto de jabalí |
EXPANSIÓN
VERTIGINOSA
Hace
unos 50 años el jabalí había desaparecido prácticamente
de
Sierra Nevada y fue reintroducido un
grupo de animales, al parecer de la cría realizada
en la
casa forestal de
“Los Peñoncilllos” (Sierra
de Huétor),
de varios
ejemplares de dos procedencias
diferentes.
En la actualidad la plasticidad ecológica de esta especie ha hecho
que se extienda por todo el macizo nevadense alcanzando en algunos
lugares unas altas densidades de población.
En abril de 2014 un jabalí llegó al centro de la capital granadina |
Técnicos y auxiliares del Plan de Gestión del Jabalí sacan un ejemplar recluido en un céntrico pub |
Para
comprender el 'éxito' de la especie y su rápida recolonización del
territorio hay que tener en cuenta que la madurez sexual de los
“marranos silvestres” se alcanza a los dos años de edad,
(algunos autores apuntan incluso a una reproducción más temprana,
señalando la fertilidad al año de edad). El potencial reproductor
de la especie es máximo, superando las 4 crías por hembra. Por otro
lado, los jabalíes tienen un régimen alimentario omnívoro, con una
dieta amplia que puede variar mucho entre poblaciones y
estacionalmente, consumiendo tanto bellota como carroña, gramíneas,
micromamíferos, reptiles, tubérculos, raíces y/o frutos.
PLAN DE GESTIÓN DEL JABALÍ
Varios. El jabalí es una especie con alto poder reproductor. |
En
Sierra Nevada, desde la creación del Parque Nacional en 1999, está
prohibida la caza deportiva y comercial, al ser esta actividad
incompatible con esta figura de máximo reconocimiento a nivel
estatal y a la vez de mayor protección legal. En el Parque Natural,
que generalmente rodea al anterior y que se sitúa en cotas más
bajas, sin embargo se considera el aprovechamiento cinegético como
una actividad compatible, que queda regulada en los correspondientes
Planes Técnicos de Caza de los cotos. Teniendo en cuenta esta
dualidad y la necesidad de una gestión integrada de las poblaciones
animales, cuando se produjo la declaración del Parque Nacional de
Sierra Nevada se puso en marcha un Plan
de Gestión de los Ungulados Silvestres que incluía a las
poblaciones del jabalí y de la cabra montés con el fin de asegurar
su conservación y manejo. Dicho plan incluía actuaciones de
seguimiento de las poblaciones de estos animales, así como de las
principales enfermedades que les afectan y unas medidas para
controlar, en caso necesario, las poblaciones.
Al
comprobarse que la prohibición de la caza del jabalí provocó que
prácticamente se doblara la población en apenas un par de años,
resultó imprescindible llevar a cabo actuaciones de control de su
población, coordinadas por los gestores de este espacio protegido,
justificadas por razones de conservación y de protección de la
flora autóctona, así como de los hábitats que conforman los
ecosistemas de la media y alta montaña nevadense.
Mairena. Imagen de una de las zonas refugio del jabalí en el Parque Nacional. |
En
el Parque Nacional
se realizan desde entonces, cada
temporada, una serie de controles de población de jabalíes a lo
largo de todo el territorio en los que se utiliza la modalidad de
batida de gestión y en los que se cuenta con la participación de la
población local. Aproximadamente se realizan unas 30 batidas
al año en las que son
abatidos unos 300 jabalíes de media.
Las
batidas de gestión se consideran las herramientas más
adecuadas para el control de las poblaciones de jabalí en el Parque
Nacional de Sierra Nevada, tanto por los rendimientos en capturas,
como por la facilidad de gestión, siendo a su vez la menos
perjudicial para la flora y resto de fauna asentada en este
territorio.
Estas
actuaciones se complementan y coordinan con el manejo cinegético en
los cotos colindantes al Parque Nacional que incluye, caza en mano,
batidas y aguardos nocturnos para minimizar el impacto de la especie
y prevenir daños a los cultivos de las zonas bajas.
¿Quiénes
participan?
En
las batidas de control de población sólo pueden participar
ciudadanos, mayores de edad, nacidos o residentes en municipios del
área de influencia del Parque Nacional, o bien que tengan
propiedades en ellos. Cada participante se compromete mediante la
firma de un documento a cumplir las normas dictadas por la Consejería
de Medio Ambiente que rigen dicha actividad y admiten el conocimiento
de los riesgos que conlleva. Todos
los participantes deben
mostrar, al
inicio de la actividad y a
requerimiento de los agentes de la autoridad (Agentes de Medio
Ambiente, Guardia Civil y Policía Nacional adscrita a la Junta de
Andalucía), la documentación necesaria para poder desarrollar esta
actividad de control: (licencia de caza, licencia de armas y seguro
de responsabilidad civil).
Cazadores locales participan en las batidas de control de población.
Las
'manchas' a batir son marcadas por agentes de medio ambiente y
personal técnico del espacio natural protegido que decide las zonas
en función de las densidades previas conocidas o la observación de
daños. También señalan el número de puestos a cubrir, la cantidad
de rehalas de perros que pueden participar y otras cuestiones de
organización de la batida. La señalización de los puestos se
realiza por la sociedad de cazadores o ayuntamiento co-organizador
bajo la estricta supervisión de los Agentes de Medio Ambiente. Sólo
se autoriza la presencia de una persona por puesto.
Como
el fin principal de la actividad es el control de las poblaciones de
jabalí no se establecen ningunas limitaciones en cuanto al número
de piezas, sexo o edad de los mismos, a abatir por participante y
jornada. Por contra, todos los animales abatidos deberán ir
necesariamente a la 'Junta de Carnes' para el control sanitario,
íntegros y sin eviscerar. Al ser una actividad de control de
población queda expresamente
prohibida
la comercialización de puestos, así como de
la carne procedente de
las batidas de gestión.
SITUACIÓN
SANITARIA
Uno
de los objetivos adicionales
del
Plan
de Gestión
del
Jabalí
es conocer su estatus sanitario. En este sentido, la relación de
enfermedades infecciosas que pueden afectar a las poblaciones de
jabalí es muy extensa: así, enfermedades muy contagiosas y con
frecuencia mortales son la enfermedad
de Aujeszky, o
el mal rojo.
Otros procesos patógenos de importancia, como la tuberculosis,
conducen
a estado de debilidad orgánica y en ocasiones acaban con una
evolución mortal. Se trata de enfermedades en las que dominan la
sintomatología entérica (salmonelosis),
las afecciones de marcado tropismo respiratorio (gripe,
síndrome reproductivo y respiratorio porcino),
o con consecuencias reproductivas (brucelosis,
clamidofilosis, leptospirosis, parvovirosis, síndrome reproductivo y
respiratorio porcino).
La
tuberculosis
es
objeto de un especial
seguimiento porque el
jabalí puede
ser un reservorio de
la bacteria que causa esta enfermedad.
Tras el pico de los años 2011 y 2012, con
porcentajes por encima del
15% de
animales afectados observados,
las prevalencias han bajado y se han situado en las tres últimas
campañas en torno
al 5%.
Para el seguimiento sanitario se toman muestras a todos los animales abatidos |
Una
tesis que produce
'Tesis'
Durante
más de una década se han ido recabando datos sobre el índice de
abundancia relativa de jabalí en el Parque Nacional y se ha obtenido
una importante cantidad de información sobre la biometría de los
animales abatidos, así como otros datos biológicos y ecológicos:
sex-ratio, estructura
poblacional, reproducción, etc. que
dio
lugar en 2015 a la lectura de una tesis doctoral por parte de Javier
Cano-Manuel, ingeniero de
montes y asesor técnico del
parque nacional, que versaba
sobre la dinámica de la
población del jabalí y su estatus sanitario en Sierra Nevada. La
publicación de los resultados de esta Tesis
Doctoral se han constituido
en una referencia para los gestores de espacios naturales protegidos
de todo el país. La eficacia
de estas medidas se está ensayando en otros parques nacionales en
los que estas actividades están vedadas a la participación de
cazadores y se efectúan exclusivamente
por funcionarios públicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario