miércoles, 16 de agosto de 2017

Dicen que tienes veneno en la piel

Esta semana he utilizado el título de la famosa canción de los 90 de Radio Futura para el artículo de los acónitos, conocidos localmente como revientavacas. Algunas personas me han comentado que no se han podido quitar de la cabeza la musiquilla. Ese mismo día comienzo unos días de vacaciones aunque voy a intentar hacer huecos para seguir fiel a la cita semanal.

Así ha quedado la versión digital: http://www.granadahoy.com/granada/Dicen-veneno-piel_0_1162983803.html

Y la doble entrada a todo color el domingo lucía así:
Transcribo el texto y fotos originales tal y como fue remitido al periódico. Aunque es personal es transferible todo el contenido, a ser posible y si no es mucha molestia, citando la fuente. 


SIERRA NEVADA, PARAÍSO DE BIODIVERSIDAD

Dicen que tienes veneno en la piel

  • Los acónitos se encuentran entre las plantas más venenosas.
  • En Sierra Nevada se encuentran dos especies diferentes cuya floración máxima se produce en el mes de agosto.

Los acónitos son unas plantas pertenecientes a la familia de las Ranunculáceas, que están consideradas como las más tóxicas en nuestro continente y entre las 10 plantas conocidas más venenosas. Todas las partes de los acónitos contienen alcaloides tóxicos pero en las raíces acumulan sustancias especialmente peligrosas por sus efectos cardio- y neurotóxicosneurotóxicos a concentraciones muy bajas. La aconitina, presente en sus raíces, es uno de los alcaloides más potentes ya que apenas 1 miligramo es suficiente para ralentizar el corazón y provocar la muerte de una persona adulta. Por otro lado el acónito puede suponer una fuente oculta de envenenamiento por hierbas no tóxicas aunque contaminadas por sus raíces.

ACÓNITO AZUL

Conocido también como revientavacas o verdigambre, el acónito azul (Aconitum burnatii) está incluida en el Libro Rojo de la Flora Amenazada en la categoría de vulnerable. Presente en diferentes montañas del sur de Europa, en nuestra Península sólo se ha citado en el monte Oroel (en el Pirineo oscense) y en Sierra Nevada donde se encuentran diferentes poblaciones dispersas debido a su alta especificidad ecológica y su dependencia de una alta humedad edáfica. Su rango altitudinal en Sierra Nevada va desde los 1.700 a los 2.500 metros de altitud.

Su hábitat son los herbazales higrófilos, en el borde de arroyos de montaña o de lagunas y lagunillos. Se desarrolla sobre suelos húmedos y profundos, ricos en materia orgánica donde suele estar acompañado de especies como la primavera de Sierra Nevada (Primula elatior subsp. lofthousei), el cardo de aguas (Cirsium pyrenaicum), la cineraria de Sierra Nevada (Senecio elodes), la aguileña de Sierra Nevada (Aquilegia nevadensis), la dedalera (Digitalis purpurea), la tiraña de flores grandes (Pingüicola grandiflora)y especies del género Juncus y Carex.



El acónito azul es una megaforbia, con un tamaño anormalmente grande entre la flora de la alta montaña, (puede llegar hasta 150 cm). Durante el duro invierno de las cumbres pierde la parte aérea que rebrota en primavera al llegar el deshielo. Los tallos floríferos empiezan a desarrollarse en junio y la floración suele iniciarse a mediados de julio, con un máximo a mediados de agosto.

FICHA DESCRIPTIVA

Hierba vivaz, rizomatosa con un tallo erecto, robusto, sorprendentemente alto para lo que se observa en las plantas de Sierra Nevada, de hasta metro y medio.
Las hojas son simples y alternas. Las basales largamente pecioladas, las caulinares (que salen directamente del tallo) son palmatisectas (limbo dividido en segmentos que a su vez están divididos).
La inflorescencia es ramificada, recubierta de pelos glandulares, con flores hermafroditas, zigomorfas (de simetría radial) de color predominantemente azul, (aunque también hay flores completamente blancas), formadas por cinco piezas desiguales, la superior a manera de casco que incluye dos nectarios muy desarrollados y luego tras dos laterales y otras dos inferiores.
Frutos secos y dehiscentes con semillas negras y brillantes.

ACÓNITO BLANCO

En Sierra Nevada también se encuentra otra especie del mismo género que es conocido como acónito o verdigambre blanco y también ‘hierba lobuna’ aunque el nombre científico, Aconitum vulparia (subespecie neapolitanum), alude al zorro (cuyo nombre científico, proveniente del latín, es Vulpes vulpes). Más pequeña que su ‘prima’, ambas tienen una ecología muy similar aunque el acónito blanco es más abundante en la península ibérica, (presente en los sistemas montañosos septentrionales), y está más ampliamente distribuida por otras montañas de Europa y Norte de África.

Amenazas:

La toxicidad de los acónitos les sirve de protección ya que no son ingeridas por los animales pero el ganado que suele deambular por los lugares donde se desarrollan estas especies puede producir alteración en la calidad de las aguas o daños por pisoteo. La contaminación de las aguas de ríos y lagunas de alta montaña o la impermeabilización de las acequias constituyen elementos de reducción de sus hábitats idóneos, ya de por sí escasos.

NOMBRES QUE DELATAN
El nombre del género de estas plantasAconitumparece derivar del griego akòniton que significa planta venenosa. De hecho, estos vegetales son conocidos por su alta toxicidad desde la antigüedad homérica. Este nombre probablemente indicaba una planta venenosa endémica cuyo hábitat era común entre las rocas escarpadas en algunas zonas de Grecia. La palabra sería la composición de akone (= "piedra"), en referencia a su hábitat, y koné (= "matar"), obviamente haciendo referencia a su alta toxicidad. Según otras fuentes, (Plinio el Viejo), el nombre Aconitum vendría de un topónimo, un antiguo puerto en el Mar Negro, llamado Aconis.

Otra teoría indica que el origen de la palabra acónito, proviene del latín ‘akontion’ que significa dardo y se basa en que esta planta era utilizada por algunos pueblos para envenenar sus flechas.

El nombre científico del género Aconitum fue propuesto por Carl Von Linneo, biólogo y escritor sueco, padre de la clasificación científica de los organismos vivos, a partir de la publicación de su libro Species Plantarum, en el año1753.

burnatii: adjetivo otorgado en honor del botánico suizo Émile Burnat.

vulparia: epíteto latino que significa "de los zorros".

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