Los piornos acompañan a los enebros en esta comunidad vegetal. |
La idea del artículo
del fin de semana pasado me la dio mi compañero y amigo José Miguel
Barea que había estado de campo y había visto como en los enebrales
se concentraba una gran biodiversidad. Empezamos a hablar de los
enebros a recordar estudios que se habían hecho y luego surgió la
ocurrencia de buscar la conexión con el Life Adaptamed. Al final le
di más importancia a este apartado y ‘sacrifiqué’ algunas
curiosidades que quería meter sobre los enebros que recupero aquí
al final de esta entrada del blog. Nano Guerrero aportó la imagen que sirvió de entrada del artículo y José Miguel Barea rebuscó las imágenes que necesitaba para ilustrar el texto.
Enlace a la versión
digital dividida en dos entradas:
http://www.granadahoy.com/provincia/Archipielagos-diversidad-alturas_0_1158484580.html
http://www.granadahoy.com/provincia/Ciencia-academica-conocimiento-ciudadano-rescate_0_1158484588.html
La versión en
papel, de nuevo doble página y a color, quedó así:
Reproduzco la
versión original ampliada con algunas imágenes adicionales.
Archipiélagos
de biodiversidad
en las alturas
-
Los enebros llegaron a Sierra Nevada en la Era de las Glaciaciones.
-
Los ejemplares adultos son longevos y muy resistentes pero la regeneración natural con nuevos ejemplares está limitada por factores ecológicos y por las condiciones climáticas.
Una nube de mariposas revolotea por encima de un enebral |
En las cumbres
de Sierra Nevada, en sus laderas más pedregosas y en lugares
apartados, nos encontramos en ocasiones con una salpicadura de 'islas
de biodiversidad', manchas vegetales dominadas por los enebros y
sabinas rastreras. Estas coníferas pertenecen a la familia de las
cupresáceas y podemos calificarlas como auténticos monumentos
naturales, ya que son plantas de carácter muy longevo, (pueden
alcanzar los 1.000 años de edad), que llegaron con las glaciaciones
del Cuaternario y con el clima actual han quedado 'refugiadas' en las
zonas más altas y frías en diferentes sistemas montañosos de la
Península.
Estas
especies tapizan algunas lomas de un color verde oscuro y facilitan
la presencia de otras plantas y para muchas especies de invertebrados
representan una suerte de “minibosques” que le sirven de cobijo y
alimentación.
Pareja de erebias nevadenses o 'montañesas excéntricas', un endemismo frecuente en los enebrales de alta montaña. |
Los
enebrales son la vegetación dominante en la alta montaña en
términos de abundancia y cobertura, por lo que es el principal
sumidero de carbono biótico.
Enebral-piornal
comunidad 'climax'
La
comunidad climax de vegetación en Sierra Nevada, por
encima de los 1.800 metros, es
el enebral-piornal. Estas formaciones representan el límite
altitudinal para las especies arbóreas y arbustivas ya que por
encima de esta 'barrera', la abrasión foliar causada por los
cristales de hielo que transporta el viento se constituye en factor
limitante. Las formas almohadilladas son
una
de las principales adaptaciones de las plantas a la vida en la alta
montaña; por
un
lado, protegen contra el frío en el periodo invernal, (generando un
efecto iglú al quedar recubiertas por la nieve durante temporadas),
y por otro reducen la pérdida de agua durante el estío.
El
enebral-piornal es la comunidad más evolucionada y 'madura' desde el
punto de vista ecológico. Está constituido por enebros (Juniperus
communis subsps.
nana y hemisphaerica),
sabinas (Juniperus
sabina)
y diversos tipos de piornos (Genista
versicolor, Cytisus galioni, Erinacea anthyllis y
Hormatophylla spinosa).
Esta comunidad vegetal es sustituida por pastizales tanto por
razones ecológicas (menor permanencia de la nieve, aridez estival,
condiciones orográficas, tipos de suelos…) como por razones
antrópicas ya que históricamente se han producido talas y
han
sido quemados,
con
la pretensión de la formación
de pastos para la ganadería extensiva. La regeneración vegetal tras
los
incendios
favoreció el desarrollo de los piornos en detrimento de los enebros
y sabinas, que han quedado reducidos a las zonas con condiciones más
favorables para estas especies (más
umbrías, aisladas,
o junto a formaciones rocosas).
Mirlo
capiblanco. Su presencia es la mejor señal de salud de los
enebrales.
|
Adultos
duros, juveniles sensibles.
El
enebro rastrero tiene un porte pequeño, no sobrepasa los 15-20 cm de
altura, pero tiene una vida muy larga alcanzando los ejemplares
adultos una gran extensión, llegando a superar los 25 metros
cuadrados. La polinización, como
en toda la familia, es anemófila y la
dispersión de las semillas es zoócora,
a través principalmente de aves,
entre las que destacan dos túrdidos: el
zorzal charlo (Turdus
viscivorus), que
llega al final del verano en sus
desplazamientos altitudinales tras
reproducirse, y el
mirlo capiblanco (T. torquatus),
una especie migradora que utiliza estas zonas como área de invernada
y permanece
hasta la llegada de la primavera.
Ejemplar maduro longevo de enebro. |
Además
de la 'herencia',
de las cicatrices,
de esos usos y prácticas, esta comunidad vegetal está sufriendo un
deterioro progresivo debido a los efectos del cambio climático que
agudiza la sequía estival y dificulta la presencia de enclaves
adecuados para la germinación, establecimiento y supervivencia de
nuevas
plántulas
de enebro.
Los
enebros tienen un gran potencial reproductivo (unas 20.000 semillas
por individuo y año) pero muchas de ellas se abortan o son
depredadas por una avispilla fitófaga (Megastigmus
bipunctatus)
que se alimenta exclusivamente de las semillas de enebros y sabinas.
De las que sobreviven germinan muy pocas y las plántulas tienen una
viabilidad escasa que está limitada por la disponibilidad
de agua en los primeros años de desarrollo.
Ciencia
académica y conocimiento
ciudadano
al rescate de los enebros
En Sierra Nevada
se están llevando a cabo
una serie de actuaciones de adecuación de acequias tradicionales de
careo que suponen una restauración de los matorrales de alta montaña
con una doble función: económica y ecológica.
El ganado aprovecha el pasto 'alimentado' por una acequia tradicional. |
Las
acequias de careo en la alta montaña distribuyen los recursos
hídricos a través de las laderas y aportan la humedad que enebros,
sabinas y otras especies vegetales necesitan en sus primeras, y
críticas, fases de regeneración. La recuperación y el correcto
manejo de estas acequias tradicionales permite la actividad
agropecuaria a la par que favorece la conservación de estos
importantes ecosistemas.
De
forma simultánea a la recuperación de la funcionalidad de estas
acequias, científicos de la Universidad de Granada y técnicos del
Parque colaboran en la conservación y restauración de los
enebrales. El objetivo primero es la protección y conservación de
las poblaciones ya establecidas eliminando los daños que pueden
provocar mortalidad en los adultos. En segundo lugar se sitúan las
medidas de restauración activa.
La
siembra de semillas bajo diferentes escenarios ecológicos permitirá
conocer los requerimientos a tener en cuenta para maximizar el éxito
de futuras actuaciones de regeneración de este tipo de 'delicadas'
formaciones vegetales.
Científicos de la UGR y técnicos del parque colaboran
en la
restauración de enebros.
|
Curiosidades
El
enebro se denomina en francés genévrier,
de
donde deriva el nombre de la bebida
de la ginebra.
Su popularización 'gin' es un apócope de esta palabra pero
pronunciado a la inglesa (que a esta
planta
le llaman juniper, del latín juniperus).
Sin
embargo, el nombre de la famosa reina Ginebra
(Guenièvre,
en francés), no tiene nada que ver con el nombre del enebro, a
pesar de la similitud con el término.
El
fruto de
los enebros, además de ser un ingrediente esencial en la elaboración
de la ginebra, se
usa para aromatizar comidas. La semilla tostada se emplea como
sustituto del café y con las ramas y hojas hervidas se prepara una
infusión; si se hace esa infusión con los frutos adquiere cierto
sabor a ginebra.
Las
bayas del enebro han sido utilizadas como desinfectante de las vías
urinarias, aunque un consumo prolongado produce daños renales. Los
indios navajos las utilizaron como
remedio
contra la diabetes y algunas tribus utilizaron el enebro como
anticonceptivo femenino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario