Hoy domingo 7 de marzo se han celebrado, de nuevo, manifestaciones y concentraciones en toda España contra la “Ley del Aborto”. En realidad parecen más manifestaciones pro cárcel para las mujeres que manifestaciones pro vida.
En la manifestación de Madrid, (y en otras provincias), había dirigentes del PP, como el ex ministro Mayor Oreja o la propia “ex primera dama” y concejal de Madrid, Ana Botella -la esposa de JoseMari-, que no recuerdo yo que dijeran ni hicieran nada cuando tenían la capacidad para decidir o influir en la derogación de la despenalización del aborto.
Como estoy rematando la lectura de La Mano de Fátima, no he podido evitar al verlos y al oírlos, hacer un paralelismo entre la hipocresía de la aristocracia medieval española y la de la rancia derecha actual que quiere parecer liberal y moderna pero atufa a alcanfor, aunque perfumado por el incienso para disimular o enmascarar el olor. Y hablando de incienso, la implicación de los “aparatos” de las cofradías sevillanas en esta orquestada campaña (habría que preguntarles a los que se meten debajo del palio o a los que tocan en las bandas lo que opinan al respecto), me ha parecido especialmente desacertado y me hace pensar en los errores cometidos, de “buena fe”, por muchos alcaldes y concejales que han apoyado toda la parafernalia semanasantera como una cuestión cultural, religiosa, apartada de la Política y ahora vemos cómo los “hermanos mayores”, de mala fe, se entrometen en cuestiones políticas y demuestran que hemos hecho “mayormente el primo”.
En el fondo, este asunto es una guerra interna de las derechas. La extrema derecha de Házte Oír (para hacerse oír esta vez han tenido que chillar mucho porque las imágenes han demostrado que no son tantos cómo dicen aunque a mí me parecen demasiados, y demasiado fundamentalistas), y otras organizaciones sociales ultraconservadoras quieren cobrar sus múltiples servicios a la derecha extrema, la que manda tanto en el PP. Y tienen importantes recursos mediáticos para su hábil y manipuladora propaganda que a veces tiene un gran éxito como cuando quieren que hablemos del aborto en lugar de Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo que son los verdaderos contenidos y razones de la nueva regulación legal que esta semana ha pasado el examen en el Senado y entra en su recta final para su aprobación definitiva.
Me planteo lo poco deben confiar en sus prédicas cuando dedican tanto esfuerzo (y tanto dinero, ya que todas las semanas recibo un correo electrónico pidiendo que haga una donación para las campañas), pues si España es un país católico lo que deberían hacer es dedicar los sermones a orientar a su feligreses en qué deben hacer y qué es pecado y dejar que Dios juzgue, al final de los tiempos, a los que no cumplen con los Mandamientos de Dios y la sociedad se rija por sus propias leyes, las que emanan de la soberanía del pueblo representada en las Cortes.
En respuesta a estos actos de presión y desgaste contra el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, he colocado un cartel del Partido de los Socialistas Europeos, manda huevos a estas alturas del siglo XXI, en el que se pone el acento en que sea la mujer la que decida en esta comprometida tesitura de decidir sobre la maternidad y a ver si hacemos el esfuerzo en que no haya embarazos no deseados y confiamos en que las mujeres pueden y deben decidir qué hacer en estos casos, (igual que pueden y deben decidir a quién votar y no tienen que pedir permiso al marido o al padre para comprar, para estudiar o para abrir una cuenta corriente, coño).
Mientras que haya retrógrados que vivan anclados en un tiempo pasado (que para algunos de ellos incluso puede que fuera mejor) necesitamos también nosotros HACERNOS OÍR, no arrugarnos, y decir en voz alta lo que pensamos y que además nos sentimos mejores que ellos y más defensores de la vida y de la dignidad humana que ellos.
En la manifestación de Madrid, (y en otras provincias), había dirigentes del PP, como el ex ministro Mayor Oreja o la propia “ex primera dama” y concejal de Madrid, Ana Botella -la esposa de JoseMari-, que no recuerdo yo que dijeran ni hicieran nada cuando tenían la capacidad para decidir o influir en la derogación de la despenalización del aborto.
Como estoy rematando la lectura de La Mano de Fátima, no he podido evitar al verlos y al oírlos, hacer un paralelismo entre la hipocresía de la aristocracia medieval española y la de la rancia derecha actual que quiere parecer liberal y moderna pero atufa a alcanfor, aunque perfumado por el incienso para disimular o enmascarar el olor. Y hablando de incienso, la implicación de los “aparatos” de las cofradías sevillanas en esta orquestada campaña (habría que preguntarles a los que se meten debajo del palio o a los que tocan en las bandas lo que opinan al respecto), me ha parecido especialmente desacertado y me hace pensar en los errores cometidos, de “buena fe”, por muchos alcaldes y concejales que han apoyado toda la parafernalia semanasantera como una cuestión cultural, religiosa, apartada de la Política y ahora vemos cómo los “hermanos mayores”, de mala fe, se entrometen en cuestiones políticas y demuestran que hemos hecho “mayormente el primo”.
En el fondo, este asunto es una guerra interna de las derechas. La extrema derecha de Házte Oír (para hacerse oír esta vez han tenido que chillar mucho porque las imágenes han demostrado que no son tantos cómo dicen aunque a mí me parecen demasiados, y demasiado fundamentalistas), y otras organizaciones sociales ultraconservadoras quieren cobrar sus múltiples servicios a la derecha extrema, la que manda tanto en el PP. Y tienen importantes recursos mediáticos para su hábil y manipuladora propaganda que a veces tiene un gran éxito como cuando quieren que hablemos del aborto en lugar de Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo que son los verdaderos contenidos y razones de la nueva regulación legal que esta semana ha pasado el examen en el Senado y entra en su recta final para su aprobación definitiva.
Me planteo lo poco deben confiar en sus prédicas cuando dedican tanto esfuerzo (y tanto dinero, ya que todas las semanas recibo un correo electrónico pidiendo que haga una donación para las campañas), pues si España es un país católico lo que deberían hacer es dedicar los sermones a orientar a su feligreses en qué deben hacer y qué es pecado y dejar que Dios juzgue, al final de los tiempos, a los que no cumplen con los Mandamientos de Dios y la sociedad se rija por sus propias leyes, las que emanan de la soberanía del pueblo representada en las Cortes.
En respuesta a estos actos de presión y desgaste contra el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, he colocado un cartel del Partido de los Socialistas Europeos, manda huevos a estas alturas del siglo XXI, en el que se pone el acento en que sea la mujer la que decida en esta comprometida tesitura de decidir sobre la maternidad y a ver si hacemos el esfuerzo en que no haya embarazos no deseados y confiamos en que las mujeres pueden y deben decidir qué hacer en estos casos, (igual que pueden y deben decidir a quién votar y no tienen que pedir permiso al marido o al padre para comprar, para estudiar o para abrir una cuenta corriente, coño).
Mientras que haya retrógrados que vivan anclados en un tiempo pasado (que para algunos de ellos incluso puede que fuera mejor) necesitamos también nosotros HACERNOS OÍR, no arrugarnos, y decir en voz alta lo que pensamos y que además nos sentimos mejores que ellos y más defensores de la vida y de la dignidad humana que ellos.
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